jueves, 27 de octubre de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 26 octubre 2022. "Puente o túnel"

 


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MEDIA COLUMNA  

Puente o túnel, elige

 

 

Jorge Morelli 

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@jorgemorelli1  

 

 

El Perú necesita un puente -o, en su defecto, habrá un túnel- que permita a los mineros informales del Perú -a todos los informales, en realidad, pero comenzando por los mineros- llegar a las bolsas de Nueva York, Toronto, Londres y Shanghai- con papeles que representen fehacientemente los activos que ellos controlan.

 

¿Por qué los mineros primero? Porque son el nudo gordiano de la mayor de todas las trabas del Perú: la que impide sacar los recursos naturales del subsuelo mediante un contrato equitativo con quienes controlan la tierra sobre esos recursos. Resuelta esa traba, en cambio, tal será el flujo de inversión al Perú que todas las demás trabas se resolverán también.

 

¿Por qué un puente? Porque es indispensable y no queda ya lamentablemente otro remedio que pasar por encima de la fallida formalización que el Estado peruano ha hecho durante años sin haber obtenido sino que un ínfimo grupo de mineros informales realizara la proeza de saltar todas las vallas y obstáculos que el Estado puso a su formalización. Deliberadamente o no, es  estéril especular ahora sobre por qué ocurrió y ocurre esto. El hecho es que el Estado no podrá -ni querrá- impedir que los mineros informales tiendan ese puente de una relación directa y permanente con el mercado financiero global para determinar el valor de la tierra sobre los recursos. No es el Estado, ni el comprador ni el vendedor, quien puede determinar eso de manera equitativa para todas las partes. Solo el mercado puede hacerlo. Y solo el mercado global. Este es un derecho de la persona que el Estado no podrá desconocer. La propia recaudación fiscal reconocerá rápidamente, en cambio, el inmenso valor agregado que se habra originado y los registros públicos tomarán diligentemente nota de ello si el Estado ha de recaudar los impuestos que equitativamente correspondan.

 

La gran minería, por su parte, verá largamente recompensada en el tiempo el alza que pudiera haber en sus compras de tierras en el mercado global, en lugar del mercado local. Porque no se verá obligada ya a comprar la misma tierra tres o cinco veces, como actualmente ocurre sin que exista seguridad jurídica para el comprador ni siquiera cuando la tierra ha sido efectivamente vendida y registrada. No basta la legalidad cuando no existe legitimidad ni siquiera en el uso de la fuerza pública.

 

¿Cómo es materialmente posible construir ese puente? Porque la tecnologia digital actual lo permite. Porque es posible reunir en un mismo espacio virtual y a diario a quienes manejan la tecnología digital de cadena de bloques (blockchain) y quienes tienen el control de la tierra sobre los recursos. Están ambos no solo en su derecho sino en la posibilidad técnica y material de hacerlo.

 

Si no hay un puente, además, habrá un túnel. Si no se allanan las partes involucradas a la construcción de ese gran puente virtual -invisible, pero económicamente muy real-, los mineros informales construirán su propio túnel bajo el suelo, por debajo de la mesa formal. Un túnel, sin embargo, de secretos peligros económicos que solo algunos podrán usar.

 

No puede continuar la enfermiza y fallida cultura del silencio, del acatamiento formal y la contestación infomal. Es hora de dejar eso atrás. Es lo que Hernando de Soto está proponiéndole al Perú.

 

 

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sábado, 22 de octubre de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 19 octubre 2022. "Sainete interminable"

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Sainete interminable

 

Jorge Morelli 

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Siguen en marcha los tres planes políticos en abierta competencia entre sí.

 

Como se sabe, el más peligroso es el del eje La Habana-Caracas-Evo-Cerrón. Se propone sacar a Castillo, a Boluarte y al presidente del Congreso de turno y capturar el poder.

 

El plan es inviable, sin embargo, porque le falta la pieza central: el control del Ejército. Al parecer, los últimos ascensos han sido correctos al parecer. No se escuchan quejas.

 

Afortunadamente, tanto la caviarada como la oposición parecen haber comprendido que no se puede sacar a Castillo fuera de la Constitución, la ley, la democracia y el Estado de Derecho. Porque el golpe de la calle le estaría sirviendo la mesa al eje La Habana-Caracas. De darse, la  salida de Castillo -por suspensión, destitución o vacancia- tendrá que ser impecablemente constitucional.

 

El plan caviar es el segundo y consiste en sacar a Castillo para poner a Boluarte en Palacio y mantenerla allí hasta el 2026 mientras la caviarada copa absolutamente todo el Estado. No para andarse en robos de pájaros fruteros por unos miles de soles, sino para encajarle al Perú elefantes blancos que no necesita por miles de millones de dólares: refinería de Talara, Gasoducto del Sur, Interoceanica. Es lo que la caviarada hace.

 

El tercer plan es el de la oposición. Procura sacar a Castillo y a Boluarte para poner en la Presidencia de la República al general José Williams -héroe de la Operación Chavín de Huántar y actual presidente del Congreso- para que este convoque a elecciones adelantadas, como manda la Constitución.

 

Hay un falla en el plan, sin embargo. Si la oposición se presta a sacar a Castillo antes que a Boluarte, le habrá servido la mesa a la caviarada tontamente. Para funcionar, el plan pasaría por sacar primero a Boluarte y solo después a Castillo. Porque el pueblo, harto de este sainete interminable, dificilmente apoyará otras dos vacancias sucesivas de parte de quienes protagonizaron ya otras dos.

 

La oposición tiene para sacar a Boluarte una ventana de oportunidad de unos tres meses. Es el plazo que tomará el debido proceso de la denuncia constitucional contra Castillo en el Congreso.

 

El andamiaje jurídico caviar que blindaría a Boluarte de la vacancia a como dé lugar, aunque tenga que judicializar la vida política del país entero, de hecho cerrará filas para defender a Boluarte desde hoy mismo, acusando de golpista a la oposición. Boluarte debería saber que el episodio central de la temporada es la batalla en torno a su cabeza.  

 

El enfrentamiento de la oposición con la caviarada no traerá nada bueno a la politica peruana. Ninguno de estos planes alambicados como jugada de laboratorio es una salida para el bloqueo en que estamos varados. Es demasiado pronto para saber cuál es la salida. Lo mejor por ahora es una tregua para recoger a los grandes proyectos heridos y enterrar a los políticos muertos.

 

 

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sábado, 15 de octubre de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 12 octubre 2022. "No más futuros truchos"

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No más futuros falsos

 

Jorge Morelli 

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Frente a la pandemia, la decisión política en todas partes fue generar deliberadamente déficit fiscal y endeudarse para pagarlo.


Endeudarse es traer valor al presente tomándolo prestado de un futuro imaginario. Pero si ese es un futuro falso, trucho, en el que nadie cree, no habrá inversión. Habrá inflación.

 

El océano monetario puesto en circulación en todo el planeta desde la pandemia nos ha regresado a la inflación.

 

Veamos el círculo completo: se emite dinero para salir del paso sin sacrificar el crecimiento. Luego, no hay forma de parar la inflación sin causar una recesión. Y dspúes hay que seguir emitiendo falso valor con cargo a un futuro en el que nadie cree. Es un círculo vicioso.

 

Esto ocurre hoy, y lo mismo ocurrió luego del colapso de la burbuja global de 2008.    

 

Hoy, el banco central de EEUU, la Fed, sube la tasa de interés para frenar la inflación. Esto hace del dólar un dudoso refugio artificial para el capital global y EEUU se convierte en la aspiradora de los capitales de todo el planeta.

 

Sobre esto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, argumenta que su mandato es detener la inflación y que el efecto devastador del dólar caro en el resto del mundo es muy lamentable, pero no es su problema. Es la confesióm de que el problema le queda grande.

 

El asunto se le va de las manos al poder político en todas partes. No se  puede hacer frente a este círculo vicioso pensando dentro de la caja, hay que pensar fuera de ella.

 

La única verdadera solución es crear nuevos activos, un nuevo futuro, más allá y por encima de los pasivos de la deuda global.

 

Hace muchos años, Henando de Soto dijo que el problema del siglo XXI son los papeles sin bienes en los mercados financieros de las economías desarrolladas, y los bienes sin papeles en el resto del mundo emergente.

 

Obviamente, son las dos caras de la misma moneda. 


Evidentemente, la solución es dotar de papeles a los bienes de las economías emergentes y llevar esos nuevos papeles a los mercados financieros de las economías desarrolladas en Nueva York, Toronto, Londres y Shanghai.    

 

Solo asi se podrá desbloquear el millón de millones de dólares de recursos naturales trabados bajo la tierra en todo el planeta por falta de un acuerdo equitativo entre las empresas que tienen la concesión legal de los recursos debajo y quienes tienen de facto el control de la tierra sobre ellos y no permiten extraerlos.

 

Ni la empresa, ni quien controla la superficie, ni mucho menos el Estado pueden decidir cuál es ese arreglo equitativo. Solo el mercado puede decidir cuánto valen esas tierras sobre los recursos naturales en todas partes.

 

Pero no el mercado local, donde la tierra puede no valer nada cuando no hay sino un único comprador, sino el mercado global en las bolsas de Nueva York, Toronto, Londres o Shanghai. 


En suma, hay que dotar a esas tierras de papeles que se puedan negociar en esos mercados globales. En el mismo acto, eso dotará de bienes con valor real a los papeles de esos mercados y al futuro de un nuevo y verdadero valor en el que la gente pueda creer.

 

Ahora bien, tenemos la posibilidad de que este proceso de sanación de una economía global enferma pueda comenzar el Perú. Porque por fortuna el Perú produce oro propio y somos, con Chile, los primeros proveedores de cobre para la economía global del siglo XXI, autos eléctricos incluidos.

 

Pero esta nueva acumulación de capital necesita un nuevo refugio para el valor. Eso es lo que hizo Keynes en 1944 al fijar el dólar al oro: crear un verdadero refugio para el valor. Desgraciadamente, el dólar ya no es ese refugio -aunque hoy lo parezca engañosamente- desde que en 1971 Richard Nixon rompió el vínculo del dólar con el oro.

 

Podemos  olver a tener un Sol de oro, una moneda que nos permita ser de los primeros en la nueva acumulación de capital y tener verdadera expectiva sobre el futuro.

 

Esto podría comenzar con una medida audaz y simple: decretar la libre comercialización de oro en todo el territorio nacional.

 

Acabaría de inmediato con el contrabando del oro peruano a Bolivia y sería un salto a la formalización para miles de mineros artesanales que lo producen en el Perú.

 

Solo sería algo similar a lo que hicimos cuando, luego de años de falso control cambiarlo en el Perú, decretamos la libre comercialización del dolar en todo el territorio nacional. Fue el punto de partida de 30 años de prosperidad. 

 

 

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sábado, 8 de octubre de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 5 octubre 2022 "Mala suerte de la izquierda"


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Mala suerte de la izquierda

 

Jorge Morelli 

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Esta extraña época en que la izquierda ha llegado al gobierno, pero no al poder, en casi toda América Latina tiene fecha de caducidad.

 

La razón de ser de su llegada no tiene que ver con sus méritos políticos, sino con el fracaso de Macri en Argentina, de Piñera en Chile, de Kuczynski en el Perú, de Duque en Colombia y, eventualmente, de Bolsonaro en Brasil.

 

Esos fracasos se deben, ante todo, a que ninguno tenía, en realidad, nada que proponer. Si tuvieron en mente la idea de relanzar la reforma liberal, no supieron potenciarla mediante una regulación eficaz para responder al clima político de insatisfacción con las “fallas de mercado” y los ajustes que el modelo económico necesitaba. No supieron rediseñar la reforma, como hacía falta.

 

Esa regulación del mercado pudo y debió ser público-privada, recoger la queja del hombre de a pie para asegurar la igualdad ante la ley y defender los derechos de los ciudadanos ante el atropello cotidiano no solo del Estado sino de las empresa privadas. Nada de eso ocurrió en la escala necesaria.  

 

Lo peor, sin embargo, es que, aun si hubieran tenido una propuesta clara a ese respecto, probablemente no la habrían podido llevar a cabo. Sencillamente, ninguno de nuestros países tiene la gobernabilidad necesaria para esa clase de reforma si carece de mayoría parlamentaria cuando inevitablemente pierde la legitimidad de entrada que le dieron las urnas. Las nuestras son democracias de baja gobernabilidad. Su diseño constitucional no permite gobernar si no se tiene esa mayoría cuando el apoyo popular se desvanece.

 

Bolívar lo sabía bien: si se quiere una república -dijo en Angostura- hay que darle al ejecutivo el poder suficiente para equilibrar el inmenso peso del Congreso, que representa al pueblo.

 

Esta grave falla en la arquitectura del sistema de gobierno condena a todos los partidos políicos a fracasar uno tras otro en el gobierno. Así, la izquierda aprovechó el descontento moral y emocional para llegar, pero fracasa igualmente en el gobierno hoy. Tampoco tiene una propuesta, es incapaz de reinventarla. El suyo sigue siendo un discurso populista rancio que sus líderes siguen blandiendo cínicamente ante el pueblo sin creérselo ni ellos mismos.

 

Pero la conclusión principal es que tanto la izquierda como la derecha fracasan en el gobierno en America Latina porque no se puede gobernar con unas reglas constitucionales mal diseñadas sin equilibrio de poderes. En el Perú, han fracasado todos sin excepción en los últimos 20 años. Si Fujimori tuvo éxito en el gobierno es precisamente porque cambió radicalmente esas malas reglas. La tragedia es que para hacer frente al terrorismo y la hiperinflación tuviera que interrumpir la democracia por ocho meses, desde el 5 de abril hasta diciembre de 1992, cuando se instaló el CCD. Fujimori y el Perú han pagado y siguen pagando injustamente por esos hechos. Y aun así no ha sido suficiente para impedir que el país recayera hasta hoy en el conflicto de poderes permanente. 

 

¿Qué tiene de extraño, entonces, que el pueblo descarte uno tras otro a partidos políticos a los que desprecia por su incompetencia y corrupción, y gire en busca del líder carismático en quien depositar su confianza? ¿En qué puede sorprender que lo haga no de una manera racional e informada sino por adhesión a circunstancias adjetivas, como el género, la edad, el color de la piel o el lugar de origen? 

 

Seguirán fracasando partidos y políticos carismáticos mientras no se cambien las reglas. Por eso la izquierda ha llegado hoy al gobierno en América Latina, pero no ha llegado al poder. La inflación será la causa de su fracaso. Letal, porque no se puede convivir con ella y no se la puede abatir sin gobernabilidad. Es lo que le ha tocado en suerte. Mala suerte.

 

 

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sábado, 1 de octubre de 2022

 

MEDIA COLUMNA miércoles 28 setiembre 2022

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Ventana de oportunidad

 

 

Jorge Morelli 

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La inflación americana no va a ceder hasta el 2025. Según la Fed, recién ese año podría volver a la meta del 2 %, que es el objetivo. Mientras tanto, las modestas metas anuales estarán bien por encima del 4 % y hasta el 5%.

 

Para volver a la meta del 2% el 2025, la Fed tendrá que perseverar en las alzas de la tasa de interés y mantenerlas altas hasta que la inflación ceda. La tasa de interés alta frenará la inflación, pero traerá recesión. No habrá “aterrizaje suave”, como no hubo la “inflación trasitoria” de que hablaron Biden y la Fed.

 


La tasa de interés alta tiene, además, otro efecto paralelo: el dólar caro. Hace un año, el Indice Dólar -que mide al dólar contra otras seis monedas globales- se hallaba en menos de 90 puntos. Hoy está en más de 114 puntos. Un alza de cerca de 25% en un año.

 

El Bank of America informa que el mercado ha invertido US$ 30,300 millones en efectivo. O sea, en comprar dólares. Para comprar dólares, el mercado vende todo lo demás: acciones, bonos, yuanes chinos, euros, libras esterlinas, y metales. Incluso oro, desplazado por el dólar como refugio del valor.

 

El precio de todos esos activos cae en Nueva York y solo el dólar sube. EEUU vuelve a ser la aspiradora de los capitales de todo el planeta.

 

Con un dólar caro, EEUU importa cada vez más y exporta cada vez menos. Pero esto no le preocupa porque cierra la brecha comercial con la entrada masiva de capitales del resto del mundo. Asi equilibra sus cuentas externas.

 

Podría parecer que ese fenómeno es inédito. No es así. Ha ocurrido antes, 40 años atrás, en tiempos de Ronald Reagan, cuando EEUU subía la tasa de interés para abatir la mega inflación que asoló el mundo en la década de los 70.

 

La buena noticia es que esa decisión abrió una ventana de oportunidad para nosotros. La de exportar al mercado de EEUU con tratados de libre comercio no solo recursos naturales, sino la nueva agroindustria que ha convertido al Perú incluso en el primer proveedor mundial de varios alimentos. Así lo vimos aparecer en el horizonte Jaime de Alhaus y el que habla en un ensayo que escribimos con Manuel Ulloa, publicado en abril de 1985. Lo importante es que esa misma ventana de oportunidad se abre hoy nuevamente, luego de 40 años, al menos hasta el 2025, el plazo que según la Fed, tomará abatir de nuevo la inflación.

 

La mala noticia es que el decaído poder adquisitivo de las monedas de los demás mercados a los que exportamos -del yuan chino y el euro versus el mega dólar- va a golpear en alguna medida nuestras exportaciones a China y Europa. Es un nuevo escenario, al que podemos adaptarnos.

 

 

 

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