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MEDIA COLUMNA
Cola de huracán
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
La muerte de Fidel Castro y la llegada al
poder de Donald Trump ponen un final a la estrategia política de EEUU hacia América
Latina que comenzara casi seis décadas atrás, en 1959.
El primero de enero de 1959, mi padre, entonces
diplomático peruano en la República Dominicana, me despertó hacia la medianoche.
Tenía yo ocho soñolientos años. Me llevó al fondo de la casa donde escondía un radio Zenith de onda corta, y dijo: escucha bien esto que no vas
a olvidar. En efecto, no lo he olvidado. Era Fidel Castro hablando desde
La Habana en la isla vecina de Cuba la noche en que derrocó a Fulgencio Batista
y tomó el poder.
Santo Domingo, la capital de la República
Dominicana, se llamaba entonces Ciudad Trujillo. La isla era gobernada con mano
de hierro por el feroz Rafael Leonidas Trujillo, “benefactor de la Patria
y padre de la Patria nueva”, según rezaba su propaganda y coreaban los niños en el colegio, a quien vi una vez con guantes blancos bajo el calor de
cuarenta grados.
Semanas después del episodio de la radio, previa vaga explicación, mi padre me llevó al aeropuerto y me embarcó en un
Constellation TWA de tres colas rumbo a Lima, a casa de los abuelos. Años
después me animé a preguntar qué ocasionó la decisión. La respuesta de mi padre
abrió más preguntas.
Dijo que, semanas después del golpe de Castro,
recibió una carta anónima, una amenaza que me mencionaba. Decía que sabían que mi
camino diario al colegio lo hacía en bicicleta. En la isla por aquel entonces desaparecía
la gente. Mi padre me sacó del país en el acto.
Caía por su peso la pregunta que hice. ¿Qué podía haber causado
que el por entonces primer secretario de la Embajada del Perú en la República
Dominicana recibiera de la dictadura de Trujillo una amenaza como esa? Mi padre no
se detuvo a averiguarlo. Y no supo más. Su respuesta cerró el tema por
décadas.
Treinta años después, sin embargo, a raíz de
una conversación con un buen amigo que había estudiado en la Universidad de Cornell,
los cabos empezaron a atarse.
Luego de la revolución castrista en Cuba, el
gobierno de EEUU llegó rápidamente a la conclusión de que dictadores como Batista,
Trujillo o Somoza en Nicaragua –por años considerados por el gobierno americano
“nuestros hijos de perra”, según la frase atribuida a Franklin Roosevelt- incubaban
revoluciones comunistas como la de Castro en Cuba.
Se produjo entonces un giro drástico de política. El gobierno del partido Demócrata que llevó a John Kennedy al poder
tomó la decisión de deshacerse de todos ellos. Rafael Leonidas Trujillo no les temía
a los comunistas, a quienes tenía a raya hacía treinta años en la isla. A partir de ese momento, temió,
en cambio, a EEUU. Desestabilizado, se aferró al poder y recrudeció la represión. Murió asesinado poco después a manos de sus enemigos en un atentado que voló su automóvil, un Cadillac negro que vi pasar muchas
veces por la avenida Nicolás Penson, donde estaba mi casa.
Treinta años después, volví entonces donde mi
padre con estos hallazgos a preguntarle si alguna vez en Santo Domingo en 1959 había
tenido contacto con la embajada americana. Dijo que, en efecto, un funcionario había
sido amigo suyo y que bien pudo haber sido de inteligencia ya que insistía en evitar
todo peligro de ser grabados por los agentes de Trujillo.
¡Eso era, finalmente! Probablemente fueron, en efecto, grabados. Por eso la amenaza anónima que terminó con mi salida de la isla, a la que nunca volví. La dimensión personal de esta historia está hoy mucho mejor narrada -con el color y la frescura del Caribe, del piano de Bola de Nieve, de la atmósfera del huracán de 1958 y de lo que fue nuestra vida de niños en la isla- por mi hermana María Lourdes en un cuento llamado “Cola de Huracán”, del que tomo prestado el título para esta columna. No es más que la minúscula cola, sin embargo, del huracán que traería consigo el giro estratégico de política exterior de EEUU hacia Latinoamérica en los años siguientes.
¡Eso era, finalmente! Probablemente fueron, en efecto, grabados. Por eso la amenaza anónima que terminó con mi salida de la isla, a la que nunca volví. La dimensión personal de esta historia está hoy mucho mejor narrada -con el color y la frescura del Caribe, del piano de Bola de Nieve, de la atmósfera del huracán de 1958 y de lo que fue nuestra vida de niños en la isla- por mi hermana María Lourdes en un cuento llamado “Cola de Huracán”, del que tomo prestado el título para esta columna. No es más que la minúscula cola, sin embargo, del huracán que traería consigo el giro estratégico de política exterior de EEUU hacia Latinoamérica en los años siguientes.
En adelante, desde entonces, las sociedades
latinoamericanas tuvieron que dar paso a profundas reformas económicas y
sociales destinadas a reducir radicalmente la desigualdad. Según el nuevo diagnóstico
político, esa desigualdad incubaba las condiciones para la exportación de la
revolución castrista a Sudamérica. Por eso el Che Guevara iría a Bolivia. Por
eso la Alianza para el Progreso de Kennedy. Por eso el proyecto de desarrollo de
Cornell en la comunidad andina de Vicus, en Ancash, el primero de los de su
especie. Por eso la reforma agraria del primer gobierno de Fernando Belaunde. El
fracaso de la fallida reforma agraria incubaría luego el golpe militar de Velasco, que casi logró llevar
al Perú de la mano de Cuba a la órbita de la Unión Soviética.
La muerte de Castro es la del mayor general
del campo comunista, que casi triunfó y que finalmente fracasó. Por años trató
de exportar el comunismo a todo Sudamérica, con Allende en Chile, con Velasco
en el Perú, con Chávez en Venezuela. Se valió del petróleo venezolano para comprar
gobiernos desde Centroamérica hasta la Argentina. Lo intentó nuevamente en el Perú con el humalismo. Y volvió a fracasar.
Casi sesenta años después, el nuevo gobierno americano
anuncia otro giro espectacular de política exterior hacia un pragmatismo basado en alianzas
-incluso con gobiernos no democráticos- contra el enemigo del terrorismo global.
En cierto modo, el de hoy se parece al mundo pre revolucionario anterior a 1959.
Pero el giro estratégico originado en 1959 en
Cuba -que tocaría las vidas de tanta gente y cambiaría profundamente para bien y
para mal la historia de América Latina durante las seis décadas siguientes- tiene
hoy su epílogo en la llegada al poder de Donald Trump y su desenlace final en la
muerte de Fidel Castro.
REPORTE
DE NOTICIAS en Internet
Las
siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas,
editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO,
DEMOCRACIA
El Comercio
El
presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK),
se pronunció a través de Twitter sobre la muerte del ex dictador cubano Fidel
Castro.
“Mis
más sentidas condolencias al pueblo y gobierno cubano en esta hora tan triste;
saludamos la memoria del recordado Fidel Castro”, expresó.
ANTICORRUPCION, PERSECUCION,
JUDICIALIZACION POLITICA
El Comercio
La
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)
se refirió hoy en comunicado a la posibilidad de designar a una persona
involucrada en procesos judiciales en su país. “La Sra. Heredia sólo es objeto
de una investigación. No se
han
presentado cargos formales contra ella”.
“La
FAO sólo puede asumir que el principio fundamental y básico de presunción de
inocencia de una persona hasta que se demuestre lo contrario es universalmente
respetado”, señaló el ente.
Refirió
que Heredia informó sobre su situación “y la FAO examinó el asunto
detenidamente como parte de un proceso de revisión de la debida diligencia”,
acotó.
“Es
normal que una parte interesada pregunte a los funcionarios de la FAO (en este
caso, al Director General) sobre la disponibilidad de puestos de trabajo y los
procedimientos de selección en la Organización. El Director General le informó
que para optar a un puesto tendría que presentar una solicitud mediante el
procedimiento ordinario de concurso abierto a todos”, indica. La FAO considera
que Nadine Heredia cumplía con los requisitos
profesionales del puesto, como fue evaluado por el comité de selección oficial
que la entrevistó y la empresa externa de evaluación. Agrega que verificó sus
titulaciones académicas.
El Comercio
El
fiscal Germán Juárez Atoche, titular de la Segunda Fiscalía Supraprovincial de
Lavado de Activos y Pérdida de Dominio, solicitó esta mañana que se revoque la
medida de comparecencia restringida para Nadine Heredia y se cambie esta por prisión
preventiva.
Así
lo informó el juez Richard Concepción Carhuancho, del Primer Juzgado de
Investigación Preparatoria, al iniciar una audiencia esta mañana en la Sala
Penal Nacional.
"Doy
cuenta de que este pedido de revocación ha sido ingresado a la Sala Penal
Nacional, por mesa de partes, el día de hoy a las 9:15 a.m. y se ha notificado
igualmente a las partes a la misma hora", indicó el juez.
La
solicitud causó sorpresa en el abogado de Nadine Heredia, Eduardo Roy Gates.
“Es un pedido sorpresivo, nos oponemos a que se discuta eso en la audiencia de
hoy”, manifestó el letrado considerando que la discusión afecta el derecho de
defensa de su patrocinada.
En
ese sentido, Roy Gates señaló que "conforme al Código Procesal Civil tiene
que haber por lo menos tres días entre la notificación y la audiencia".
Sin embargo, el juez rechazó este pedido y suspendió la audiencia para que se
reinicie a las 6 p.m. de hoy.
Es
decir, esta tarde se resolverán tanto el pedido de la fiscalía -realizado
recién hoy-, como el de la defensa de Heredia Alarcón, hecho el lunes pasado.
La
audiencia de hoy se había programado para que el juzgado resuelva la solicitud
de Nadine Heredia para que pueda realizar el control biométrico -regla de
conducta a la que está sometida- en el extranjero a raíz de su reciente
contratación como funcionaria de la Organización para la Alimentación y la
Agricultura (FAO).
Toda
esta situación se dio mientras el ex presidente Ollanta Humala, esposo de
Heredia, declara en calidad de testigo ante la Segunda Fiscalía Anticorrupción
por el caso Gasoducto del Sur.
Peru21
Todo se sabe
Juan José Garrido
El problema con la estrategia de escape de la
Sra. Nadine Heredia es que, habiendo funcionado en el corto plazo, no soporta
la lógica y complejidad del mediano y –menos aun– largo plazo. Los nadinistas
palaciegos podrán inventar teorías, señalar a los pocos medios independientes,
tejer las más variopintas conjeturas. Pero al final, todo se sabe. Y en esta
historia, ese final vendrá más temprano que tarde.
Para empezar, no cuadran las excusas de los
distintos actores involucrados en la línea de tiempo. El gobierno, por ejemplo,
dice que tomó conocimiento el lunes 21 por la noche (aunque primero dijeron
martes a las 10 a.m.). Supuestamente, la llamada desde Roma (del embajador Luis
Iberico) habría puesto en conocimiento del canciller Luna la notificación de la FAO firmada
por José Graziano da Silva. No obstante, dicha notificación está fechada 21 de
noviembre (tengamos en cuenta que Roma son +6 horas), y fue presentada por la
Sra. Heredia ante el juez Concepción el lunes, cerca de las 3:40 p.m. ¿Cómo así
la Sra. Heredia tenía una copia y la Cancillería no? ¿Si el embajador Iberico
llamó por la noche, qué hizo durante todo el día con la notificación? ¿O le
llegó a las 2 a.m. o 3 a.m. a Roma y, a esa hora, recién decidió llamar al
canciller Luna? ¿No se enteró antes el embajador Chávez, asignado a los
organismos internacionales en Ginebra?
¿Por qué Cancillería no comunicó a la
Fiscalía de la Nación el lunes por la noche o el martes por la mañana? Según
fuentes de la Fiscalía, no fueron alertados por el Ejecutivo; y según la misma
fuente, de haber sido así, hubiesen actuado de inmediato.
Pero tampoco parece cierto que la Fiscalía no
sabía nada. El adjunto del fiscal Juárez fue notificado por el abogado de la
Sra. Heredia, Eduardo Roy Gates, cerca de las 4:00 p.m. del lunes 21. ¿El
asistente no le dijo nada al fiscal? ¿Y el fiscal Juárez no avisó al fiscal de
la Nación?
El juez Concepción, como sabemos, recibió a
la Sra. Heredia el lunes a las 8:40 a.m. La Sra. Heredia comunicó del contrato
con la FAO, adelantando que serían dos años de plazo. ¿Tenía el documento
de la FAO en su poder o, al menos, conocimiento del mismo? Es
probable, ya que lo presentó al juez horas más tarde. Si ella lo tenía en su
manos, ¿cómo así no fue notificado el gobierno, el embajador, o alguien por
parte de la FAO? Por otro lado, ¿no comunicó el juez Concepción a nadie en
el gobierno?
La parte más débil de esta historia es el
juez Concepción. Notificado de que la Sra. Heredia sería contratada por la FAO,
¿no pensó en los procesos que se le siguen? La Sra. Heredia, lejos de lo que
sostienen sus patrocinadores mediáticos, es una persona que ya le ha mentido a
la justicia (y en distintas oportunidades); su incapacidad para afrontar los
procesos actuando en buena fe estaba probada. En otras palabras, el juez
Concepción no puede sostener: “No hay motivos para desconfiar de ella”. Sí, sí
los hay.
Pero quien mayor riesgo enfrenta en esta
triste historia es, por supuesto, el gobierno. Es difícil de creer, a estas
alturas y con toda la información disponible, que el gobierno de Pedro P.
Kuczynski no sabía de las negociaciones que realizaba la Sra. Nadine Heredia
con la FAO durante los últimos meses. Pero es más difícil de creer y
entender por qué no reaccionaron a tiempo. La pregunta es sencilla: ¿por qué no
avisaron al fiscal de la Nación apenas fueron notificados? No interesa si la
Fiscalía sabía o no de este tema por otra vía: el gobierno no comunicó a la
Fiscalía apenas tomó conocimiento. ¿Y cuándo tomó conocimiento? Esta es la
pregunta clave. Si nadie sabía nada, pues a lo mucho estamos ante un gobierno
torpe. Recordemos que en el caso Moreno pasó algo parecido entre que tuvieron
conocimiento del audio y actuaron en concordancia. Si sabían, por otro lado, en
Palacio de las negociaciones entre la Sra. Heredia y la FAO, pues la cosa
escalará a dimensiones inimaginables. ¿Y por qué el gobierno se compraría ese
pleito? Pues por muchas razones, pero el costo político sería inmenso.
Por lo demás, las cosas se hicieron con
precisión suiza: después de los feriados por la cumbre de APEC y en
plena huelga judicial y fiscal. La Sra. Heredia salió del país gracias a una
estructura y un plan muy bien elaborados. Quiénes, por qué y cómo participaron,
lo sabremos más temprano que tarde.