ESTA NOCHE,
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MEDIA COLUMNA
Hilos de seda
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
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Lo que está
ocurriendo ante nuestros ojos es un feroz nudo de guerra geopolítico entre Estados
Unidos y China por la hegemonía en el Océano Pacífico, como hace doscientos
años ocurrió en el Atlántico y hace dos mil en el Mediterráneo.
Este ha sido el
telón de fondo de la última reunión de APEC en la isla que es quizá la economía
mas pequeña de todas las naciones integrantes, Nueva Guinea. Tal es la tensión,
que la Cumbre no pudo encontrar el lenguaje para una declaración final.
Desde las costas de
Nueva Guinea hasta Panamá, el tema es el mismo. Xi Jinping, presidente de China,
ha lanzado una hermosa propuesta a la comunidad global que gira en torno a una idea
deslumbrante. Le llama la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda y se
refiere al camino que por siglos unió a China con Europa, que ya era
antiquísimo cuando Marco Polo lo recorrió hasta la corte de Kublai Khan,
emperador de Mongolia y conquistador de China, en el año 1271. Por ese camino
circularon caravanas por siglos llevando y trayendo cosas e ideas, desde la
pólvora hasta los fideos. Xi Jinping quiere extender en el siglo XXI ese camino
con infraestructura en gran escala hasta formar un cinturón alrededor del globo.
Pero esto supone una
inversión masiva en infraestructura en las economías emergentes. Nuestro tramo
de la Ruta de la Seda, por ejemplo, es el ferrocarril desde Sao Paulo hasta
Paita, que cuesta unos 10 mil millones de dólares. China está dispuesta a
financiar la mega inversión alrededor del mundo, con crédito barato. A
cualquier costo. No es una empresa económica solamente, es el acto de fundación
política de un nuevo liderazgo global.
A Nueva Guinea no
fue Donald Trump. En lugar suyo, fue el vicepresidente, Mike Pence, y tomó al toro
por las astas. Dijo en su discurso que los países no deberían aceptar deudas
que comprometan su soberanía. “No ofrecemos un cinturón de restricción o un
camino de una sola vía”, añadió en alusión evidente. Pence se refirió a la "opaca diplomacia de chequera" detrás de
la Ruta de la Seda, y dijo que los proyectos son de "baja calidad" y
"a menudo conllevan fuertes ataduras y una deuda abrumadora" que las
economías emergentes no podrán pagar. Lo que está diciendo es que los países que entren a
la Ruta de la Seda del siglo XXI van a quedar perpetuamente endeudados con
China. Xi responde a esto, explícitamente, que la Ruta
de la Seda no oculta una "agenda geopolítica" ni es una "trampa"
para el dominio colonial de las economías emergentes.
El nudo de guerra entre las dos primeras economías del planeta vaticina lo que será el resto del siglo XXI. Esa competencia puede ser muy buena para nosotros si no nos atamos a una deuda impagable con hilos de seda.
El nudo de guerra entre las dos primeras economías del planeta vaticina lo que será el resto del siglo XXI. Esa competencia puede ser muy buena para nosotros si no nos atamos a una deuda impagable con hilos de seda.
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