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jueves, 13 de diciembre de 2018

ESTA NOCHE miércoles 12 diciembre 2018



ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.


MEDIA COLUMNA
La alianza con el pueblo
(contra el parlamento)


Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com


Martín Vizcarra va a necesitar una interpretación auténtica si quiere postular a la reelección en el 2021.

No es una buena idea. Si se empeña en ello, el ensayo acabará mal. Su eventual segundo gobierno nacería con la falla estructural de una legitimidad manchada, que la oposición le echará en cara cada día durante cinco años. La vacancia se balancearía sobre su cabeza como una espada de Damocles.

Pero como las furias son malas consejeras, eso es probablemente lo que intentará. No querrá esperar hasta el 2026, como aconseja el sentido común, porque la oportunidad es ahora y mañana quién sabe. Luego de haber jubilado al Congreso con el argumento de que la reelección es indeseable, dirá que la excepción a la regla es el Presidente de la República.

La fórmula política es vieja desde hace siglos: la alianza del gobernante con el pueblo contra la nobleza, representada por el Congreso.

Esa alianza existe tácita o explícitamente en la historia polóitica desde que Julio César cruzara el Rubicón y pusiera fin a la República de Roma dando paso al Imperio romano. La alianza del pueblo con el rey contra la aristocracia o el parlamento es la historia central en el nacimiento del Estado moderno, en Francia e Inglaterra en el siglo XVII.

La estrategia estuvo igualmente detrás del golpe de Estado de Napoleón Bonaparte contra el Directorio en 1799, llamado el 18 Brumario según el calendario de la Revolución Francesa. La alianza del Emperador con los pueblos fue el fundamento de su poder y la esencia de su mensaje a lo largo de todas sus guerras de “liberación” de los pueblos europeos.    

Y la misma estrategia estuvo igualmente detrás del segundo bonapartismo magistralmente caracterizado por Karl Marx en “El 18 Brumario de Luis Napoleón Bonaparte”, cuyo famoso párrafo inicial decía, parafraseando a Hegel, que “la historia se repite, pero la primera vez como tragedia y la segunda como farsa”.

El profesor canadiense Maxwell Cameron ha querido evocar la misma alianza en el título de su ensayo “El 18 Brumarío de Alberto Fujimori”.

¿Evoca Martín Vizcarra a Alberto Fujimori en la memoria de los peruanos? Cualquier encuesta podría averiguarlo. Vizcarra descubrió el pasado 28 de julio, luego de su mensaje al Congreso, el potencial de la alianza del gobierno con el pueblo contra la odiada “nobleza” parlamentaria, y lo confirmó al día siguiente, luego del desfile militar, cuando el pueblo le gritaba en la calle: “cierra el Congreso”.

Vizcarra ha ganado la batalla. Tan completamente que no le hace falta ya cerrar el Congreso siquiera. Gobernará en adelante contando con una mayoría parlamentaria. Desde el momento en que no hay ya reelección, nadie puede ofrecer a los congresistas actuales puestos en una lista parlamentaria. La prioridad de estos en la segunda mitad del quinquenio será buscar el favor del gobierno para llevar obras a sus circunscripciones. Es la manera de volver en el 2026. O sea, un canje tácito de votos por obras hará posible la gobernabilidad en la segunda mitad de este accidentado período de gobierno.  

Martín Vizcarra tiene éxito hoy en esta alianza vieja como el tiempo, pero la experiencia enseña que, si mañana fuerza su reelección, pondrá su destino en manos de sus enemigos. 

  
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