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jueves, 17 de febrero de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 16 febrero 2022 "La consigna inútil"

                                              Donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

 

 

 


MEDIA COLUMNA

La consigna inútil

 

 

Jorge Morelli

jorgemorelli.blogspot.com

@jorgemorelli1


 


No habrá negación de confianza, ni disolución “fáctica” del Congreso, ni vacancia de la Presidencia, ni constituyente. Y tampoco habrá destitución de Castillo por acusación constitucional. Al menos no dentro de la ley. Ninguno de esos eventos puede tener lugar ya dentro de la ley.

 

La vacancia de la Presidencia es una barbarie carente de legitimidad porque no tiene debido proceso. Incluso si el Congreso aprobara una rebajita en el número de votos necesario, seguiría siendo una barbarie ilegal, porque las leyes no son retroactivas.

 

La acusación constitucional sí tiene debido proceso. Consiste en que, una vez admitida, la subcomisión respectiva tiene una semana para nombrar a los miembros del grupo que acusa, este tiene una segunda semana para efectuarla ante la subcomisión de Acusaciones, que tiene una tercera semana para debatirla. Ya van 21 días útiles, un mes real. La acusación irá enonces a la Comisión Permanente, que no tiene plazo para pronunciarse y que, de hacer suya la acusación, la elevará al Pleno del Congreso, que tampoco tiene plazo para agendarla. El debido proceso toma unos tres meses.

 

Suponiendo que el debido proceso llegue a una votación del Pleno, habrá supuesto que el fondo de la acusación haya merecido la aprobación en tres instancias: subcomisión de Acusaciones, Comisión Permanente y Pleno. En las tres se habrá tenido que probar lo que la acusación alega: la traición a la patria por las declaraciones de Castillo sobre la salida al mar para Bolivia.

 

Como esa salida sin cesión de soberanía ha sido ofrecida a Bolivia varias veces desde que lo hiciera por primera vez Alberto Fujimori en 1992, hace 30 años, sin dar lugar a acusación alguna, en esta oportunidad la acusación constitucional necesitará probar que Castillo habló de cesión de soberanía implícitamente, ya que explícitamente no lo hizo. Pienso que eso va a resultar imposible de probar.  

 

La oposición necesita cambiar de estrategia respecto del gobierno de Castillo. Ha ganado la batalla contra la disolución “fáctica” del Congreso, que ya es inviable dentro de la ley; ha ganado también la batalla contra la asamblea constituyente, que ya es imposible dentro del orden constitucional; y ha tumbado a dos gabinetes, uno comunista y otro caviar.

 

Hay que saber cuándo parar. Destituir al presidente sin pruebas es una barbarie ilegal más. Y nadie sabe ya qué puede resultar esta vez del vacío de poder de otra decapitación presidencial en la guillotina del Congreso, porque la conspiración del eje La Habana-Caracas-La Paz contra el Perú es real y está a un paso.

 

Pero eso no quiere decir que el pueblo peruano esté de acuerdo con derrocar a un gobierno de manera ilegal, aun si ha perdido su legitimidad. Por eso la consigna de la oposición de sacar a Castillo de cualquier manera no es solo equivocada, es inútil.

 

   

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