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MEDIA COLUMNA
No interrumpas
al enemigo
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
El enemigo ya anuncia
en las redes ataques a Bogotá, Medellín y nuevamente a Quito, en estaciones del
metro urbano y otras instalaciones en esas ciudades. El enemigo anuncia sus
atentados. Da lo mismo si lo que hace es terrorismo blanco o negro. El hecho es
que comete un error porque concientiza a la opinión pública en todos nuestros
países sobre la magnitud de la ofensiva que prepara sigilosamente.
El enemigo hace
demasiado ruido. En realidad, hasta el momento viene perdiendo el partido tres
a uno. No logró tumbar a Lenin Moreno en Quito que, más bien, ordena ahora la
salida inmediata del territorio ecuatoriano de todos los médicos cubanos que, por
razones “humanitarias” habían multiplicado exponencialmente su llegada en los
últimos meses. Tampoco ha logrado tumbar a Sebastián Piñera en Santiago, donde
algunos ven debilidad en el gobierno, donde lo que hay es dejar que el tiempo
corra en su favor. La catástrofe inesperada para el enemigo, en todo caso, ha
sido la caída de Evo en Bolivia, su renuncia a la Presidencia puesto que el
Ejército no quiso ser cómplice del fraude, y su fuga posterior en un vergonzoso
reality de telenovela sudamericana en la estrategia de denunciar un golpe y
victimizarse para retornar a pacificar a Bolivia. Es transparente.
Con mal
disimulada desesperación el enemigo lanza ahora un reescalamiento de la violencia
en Santiago y en La Paz, mientras desde el DF mexicano Evo difunde el
psicosocial de su retorno. Decenas de videos en las redes muestran la verdad,
sin embargo. Se ataca en Santiago a personas comunes en la calle para victimizarse
cuando la Policía se lleva al agresor. La prensa argentina falsea noticias en
La Paz miengtras maltrata a una boliviana que reclama en la calle. Es el viejo
truco del psicosocial de derechos humanos. Hoy más arrastran los videos, sin
embargo, que un río de lágrimas de cocodrilo.
El enemigo se
está desacreditando solo, en Santiago, La Paz y Quito. Ganó las elecciones argentinas,
pero Buenos Aires no es Santiago, ni La Paz, ni Quito. Allí no pasa nada porque
ya pasó de todo. Y va a ser jocoso ver de regreso a estos comediantes lidiando
con la tormenta económica perfecta que incubaron.
Parece que el
enemigo no tuviera ningún interés en el Perú. No es así. De una parte, la disolución
del Congreso ha consumido todo el material inflamable y no quedan indignados
que movilizar. De otra -y esto es lo principal-, el enemigo necesita
“santuario”. Sendero solía tenerlo en regiones donde no cometía atentados y desde
las que organizaba sus atentados. El Perú es el santuario del enemigo por una razón
estratégica: tiene fronteras con todos los países atacados.
La contrainteligencia
es la pieza clave hoy. Poco importa si el preaviso del posible ataque a
Colombia es auténtico o es fake news. Lo que importa es que es verosímil. Pero
la guerra avisada es un error. Y decía Bonaparte “nunca interrumpas al enemigo
cuando está cometiendo un error”.
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