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Reubicación instantánea
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
El Premier ha anunciado que el gobierno aprobará por decreto de
urgencia lo que pueda en materia económica y enviará al Congreso el resto de los
proyectos para los que pedía al Congreso facultades legislativas. Y, a pesar de
la pataleta inicial, ha reiterado que en ningún caso hará cuestión de confianza
de la dación de facultades.
El gobierno, entonces, ha superado su desubicación total y hallado el
camino de la reubicación instantánea. Pero está de más el aire de ofendido.
Si al gobierno tanto le importaban las facultades, bien pudo la
presidenta del Congreso poner a debate el desafuero del congresista condenado
por la Corte Suprema pendiente desde hace meses, como pedía la oposición. Habría
tomado cinco minutos. Pero no lo hizo, porque las facultades no eran en
realidad su verdadero interés, sino que tenía un ojo puesto en la elección de
la mesa Directiva en seis semanas más.
Así, pues, lo que le importaba en realidad no eran las facultades,
sino el control de la agenda del Congreso que depende de la Mesa, que a su vez
depende de la elección cuando la oposición tiene ya la mayoría parlamentaria.
La oposición no necesita un voto más para ganar la elección y tiene desde
ya el control de la agenda por adelantado. Pidió el desafuero porque es lo correcto.
Ahora el oficialismo tendrá que concederlo y sin obtener las facultades a
cambio.
En los llamados del gobierno a la urgencia de las facultades había,
pues, no poca hipocresía. La propia presidenta del partido de gobierno no tuvo
reparos en acusar al fujimorismo de poner excusas para no dar las facultades. La
jefa del partido de gobierno que ya no controla la agenda del Congreso y no puede
conseguir quórum para sesionar siquiera, acusaba a la oposición de
obstruccionismo por no abdicar de la función de legislar y trasladársela al gobierno
que ya no tiene mayoría. Es ridículo.
Una vez más, las facultades no eran la verdadera motivación detrás de las
palabras. La motivación era, más bien, tapar la noticia que en esos mismos instantes
estallaba la mañana del viernes en los medios. La publicó Hildebrandt, documentada
con fotos y registros migratorios. Muestra que la primera amiga, la de la
tarjeta de crédito, tiene al parecer una relación sentimental con el brasileño
que, según la policía de Sao Paulo, habría pagado coimas por la construcción de
la carretera Interocéanica durante el gobierno de Toledo. Y obtenido, durante
este, una prórroga para un proyecto de su empresa –la planta de Huachipa-, además
de haber visitado varias veces la OSCE y Palacio de Gobierno, donde labora la
primera amiga. ”Novia” la llamó su presidencial amiga en reciente carta donde incluye
entre sus compras una bufanda de vicuña para el “novio” de su amiga.
La planta de Huachipa, sin embargo, no es una bufanda de vicuña. Es
una inversión de 300 millones de soles. Debió estar terminada el 2014, pero se incumplió
el plazo y habría obtenido una prórroga. Esto no tiene por qué ser irregular, pero
ahora es forzoso mirar de cerca, porque la pudiente amiga de Nadine trabajaba
en la OSCE antes de hacerlo en Palacio de Gobierno.
Más de uno pensó el viernes en la mañana que la tensa situación podía desembocar
en un golpe previa disolución del Congreso. La mayoría no ha vivido los golpes del
pasado. Los golpes no avisan. No hay golpe sin pretexto, decía Chirinos Soto,
además. Y este gobierno ni siquiera tenía uno.