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MEDIA
COLUMNA
Una candidez pueril
otra vacancia
Jorge
Morelli
@jorgemorelli1
Pedro Castillo es el enemigo equivocado. El verdadero enemigo es La Habana, Caracas, el Foro de Sao Paulo, y sus agentes locales.
Castillo es un hombre astuto, aunque débil, a quien el enemigo maneja
con la sola amenaza de apoyar la vacancia que la oposición demanda.
Pero nada le conviene más al enemigo que la vacancia. Es simple: si
hay vacancia, la oposición aparecerá como responsable de la caída del gobierno
de la izquierda
Ir a nuevas elecciones en ese escenario esperando ganarlas -como piensa
la oposición- es una candidez. Solo entrará en un vértigo que requerirá más
vacancias hasta poner en la Presidencia a quien presida el Congreso. Eso convertirá la elmección de la próxima Mesa Directiva, en cuatro meses, en una
batalla a muerte, puesto que definiría al hipotético presidente. Los peruanos
verán al Congreso elegir al presidente sin que ellos tengan voz ni voto en ese
circo.
En un escenario como ese -así ocurrió en Bolivia-, Evo convencerá
fácilmente a los aimaras de Puno, a los quechuas del Cusco, a los chancas de Apurímac, a los huancas del
Mantaro, a los chotanos de Cajamarca y hasta a los chachapoyas de Amazonas de
que los blancos de Lima les han robado su gobierno. Sí, los blancos, digámoslo
con franqueza y sin comillas.
Entonces habrá desaparecido la pugna actual entre derecha e izquierda para
mostrar el abismo de la división más profunda del Perú, de raíz étnica, donde
poco importa ya que Castillo sea o no un comunista o un moderado de izquierda porque
simplemente tiene el mismo color de piel que la mayoría burlada. Y eso prevalecerá
en las urnas.
Las guerras se pierden por luchar contra el enemigo equivocado. La mejor estrategia para la oposición hoy es plantear a Castillo, una y otra vez, un canje político donde el gobierno renuncia pública y definitivamente a la asamblea constituyente y la oposición renuncia a vacar la Presidencia.
Incluso si ambas partes fingen esa danza, el país ganará tiempo. Si
la palabra de ambos es firme , en cambio, el Perú habrá ganado definitivamente
al desactivar la bomba de tiempo.
Eso bastará para desnudar y exponer al verdadero enemigo ante los ojos
de los peruanos, y le arrebatará el arma de que actualmente dispone para
extorsionar al presidente.
Caso contrario, en cambio, que se prepare la oposición para perder
nuevamente unas elecciones que tontamente asume ganadas de antemano.
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