ESTA TARDE
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MEDIA COLUMNA
Me da lo mismo, les dirá
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
No es una cuestión de quién comenzó primero esta vez,
aunque empezó con el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes y la
represalia de un adolescente palestino cruelmente asesinado en Israel.
El asunto es que la lluvia de cohetes disparados por
Hamas contra Israel desde la Franja de Gaza y la respuesta israelí -que ya
contabiliza más de cien palestinos muertos- se producen ahora en el contexto
del llamado de Al Qaeda y los musulmanes sunitas -que ya controlan el norte de
Iraq y parte de Siria para crear un nuevo Estado llamado el Califato de Bagdad
(su líder se llama Al Bagdadi)-, que reclama la obediencia incondicional de
todo el universo musulmán.
Desde luego, no es que a la organización terrorista
Hamas le importe una higa el Califato de Bagdad, sino que Al Qaeda es su
competencia. Mientras el mundo occidental contempla los hechos de Iraq con
horror y fascinación, y se empantana en discusiones estériles sobre la lista de
las culpas estadounidenses en las dos guerras del Golfo, Hamas –que no tolera
el anonimato- no va a dejarse arrebatar el protagonismo del Medio Oriente. Así,
los más de cien muertos hasta el momento mueren por ninguna causa.
Desgraciadamente, el fundamentalismo musulmán en todas
sus versiones –tanto las más como las menos antiguas- están bajo la errada
impresión de que Occidente busca, como hace mil años, la erradicación del Islam
de la faz de la Tierra. Esta es una composición de lugar equivocada y un trágico error.
A Occidente, en realidad, solo le importa que no se
interrumpa el petróleo, el flujo de energía de Medio Oriente a la economía
global. Esa fue la causa de las guerras del Golfo, no el supuesto arsenal de
armas químicas de Saddam Hussein y menos el establecimiento de una democracia
en Iraq.
Y eso solo por un tiempo más, hasta que termine la
transición de la base energética de la economía global del petróleo al gas
–mediante la nueva tecnología del gas esquisto-. Una vez completado ese proceso, Occidente le dará la
espalda al Medio Oriente y al mundo musulmán, y les dirá que si sus grupos
étnicos o sus vertientes religiosas quieren seguirse matando entre sí hasta el
final de los tiempos, es asunto suyo.
Mientras lo hagan con armamento anticuado del siglo XX,
sigan adelante, les dirá. A mí me da lo mismo.
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