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MEDIA COLUMNA
Carreta delante del caballo
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
Al parecer, el único camino políticamente realista y
factible para llevar a cabo una reforma laboral en el Perú es avanzar primero en
la formalización masiva del empleo.
La gobernabilidad tiene límites. Solo una vez
conseguido un avance significativo en la formalización del empleo -uno que necesita,
además, la aprobación de la vasta mayoría de los beneficiarios-, podría el gobierno
recuperar la clase de confianza -la autoridad moral, en buena cuenta- indispensable
para abordar la más difícil de las reformas políticas pendientes: la de la
legislación laboral formal.
Es que la carreta se halla delante del caballo en toda
esta materia. Como se ha escrito muchas veces, en el Perú hubo legislación
laboral antes de que hubiera obreros.
Esa peculiar inversión de la causa y el efecto en nuestra
historia económica es la consecuencia de la tardía inserción del Perú en la
globalización del siglo XIX. Y la temprana aparición de la informalidad
económica es, a su vez, la otra cara de la misma moneda.
Tan temprano como en el censo de 1940 aparecen ya los
primeros indicios de que una vasta porción de la economía urbana funcionaba al
margen de las normas. Para los censos de 1960 y 1972, el sector informal había
adquirido una dimensión que sobrepasaba ya el cincuenta por ciento de la PEA. En 1980, ya era casi dos tercios de la misma. (Si
alguien se interesa por los detalles, puede revisar el artículo publicado ese mismo
año por Jaime de Althaus y este columnista en la revista de Antropología de la
facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica).
Treinticinco años más tarde, el porcentaje del empleo
informal ha seguido creciendo. El problema se halla ya profundamente enraizado en
la trama de la organización social, y se expresa en la economía.
El diario El Comercio, sin embargo, exige resultados
inmediatos. En editorial titulado Sigue Nevando (28/6/16) acusa al futuro gobierno
de PPK de padecer temores reflejos que lo llevan a adular a los sindicatos. Desde
luego, esto es cierto, desde que el gobierno se estrellaría contra las
organizaciones ante las cuales se comprometió en la campaña firmando acuerdos y
promesas.
Más allá de esa demostración de oportunismo electoral,
sin embargo, el hecho es que el gobierno no podrá acometer ninguna reforma laboral
antes de avanzar en la formalización del empleo sin traspasar peligrosamente
los límites de la gobernabilidad.
Este es un asunto crucial para el Perú. Pero para
acometerlo no basta la legitimidad de origen y hace falta mostrar legitimidad de
eficacia. Porque el hecho primordial es que los trabajadores peruanos perdieron
hace muchos años la confianza en el Estado y mientras unos aun esperan en vano
todo de él, la inmensa mayoría ya no espera nada.
Formalizar el empleo primero, entonces, es hoy el único
camino posible hacia la igualdad de oportunidades laborales.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las
siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas,
editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
IGUALDAD DE
OPORTUNIDADES, CONOCIMIENTO, AYUDA SOCIAL
El Comercio, editorial
Sigue nevando
Bastó que la semana pasada la ex candidata
presidencial y lideresa del Frente Amplio, Verónika Mendoza, declarase: “Yo no
me olvido del señor Kuczynski aplaudiendo, celebrando, la famosa ‘ley pulpín’,
que recortaba derechos laborales”, para que el presidente electo hiciera
nuevamente evidentes los temores que la sola idea de una reforma laboral parece
suscitarle.
El futuro mandatario, en efecto, se apresuró
a negar que él hubiese celebrado esa ley. “Yo lo que dije es que me parecía
raro que se haga un régimen laboral que se acabe a los 24 años”, señaló. Y
luego, en referencia a lo que manifestó sobre ese régimen en una entrevista
radial concedida por la misma época, añadió: “Se malinterpretó lo que dije
porque estaba en una tormenta de nieve en Nueva York”.
La verdad, sin embargo, es que su reacción inicial a la iniciativa fue indiscutiblemente positiva. En un tuit del 12 de diciembre del 2014, PPK escribió: “Es buena la medida del nuevo régimen laboral, aunque debería ampliarse de 18 a 30 años”. Una frase en la que queda claro que la observación sobre el límite de edad para los que podían acogerse a la norma era solo una atingencia respecto de una medida que en general saludaba. Y en una entrevista radial concedida por esos mismos días ratificó esa opinión.
La verdad, sin embargo, es que su reacción inicial a la iniciativa fue indiscutiblemente positiva. En un tuit del 12 de diciembre del 2014, PPK escribió: “Es buena la medida del nuevo régimen laboral, aunque debería ampliarse de 18 a 30 años”. Una frase en la que queda claro que la observación sobre el límite de edad para los que podían acogerse a la norma era solo una atingencia respecto de una medida que en general saludaba. Y en una entrevista radial concedida por esos mismos días ratificó esa opinión.
Como muchos, sin embargo, pronto Kuczynski
pareció asustarse por la protesta que la ley en cuestión provocó en las calles
y por el efecto que ello podría tener en la intención de voto por él; y
retrocedió. Sintomáticamente, el tuit citado líneas arriba fue borrado de su
cuenta. Y con respecto a lo que había expresado en la radio, elaboró la
pintoresca excusa a la que ahora ha vuelto: que una tormenta de nieve le
impidió escuchar bien lo que le preguntaban.
Más allá de lo deleznable del pretexto, no
obstante, el problema radica en la nula intención del próximo gobernante por
enfrentar una situación que determina que siete de cada diez personas con algún
tipo de trabajo en el país se vean hoy en la necesidad de desarrollarlo en la
informalidad. Como hemos recordado innumerables veces en esta sección, el Perú
tiene uno de los 20 regímenes laborales más rígidos del planeta y
flexibilizarlo –es decir, hacer menos onerosa la contratación formal de un
trabajador–, lejos de constituir un “recorte de los derechos” relativos a esta
materia, supone más bien permitírselos al 68,7% de los compatriotas que cumplen
cotidianamente una jornada tan agotadora como la del 31,3% restante… pero sin
CTS, sin vacaciones, sin reparto de utilidades, sin seguro de salud y demás
ventajas derivadas de la pertenencia a la ‘planilla’ de una empresa.
Lo que ocurre es que esta inmensa mayoría no
está organizada para defender sus intereses y está integrada por personas que,
en muchos casos, ni siquiera son conscientes de la causa de la injusticia que
las afecta. Y en consecuencia, la reacción de los pocos privilegiados por el
actual estado de cosas ante la amenaza de un cambio resulta mucho más visible e
intimidante para quien quiere cosechar el voto popular a cualquier costo.
Sucede, sin embargo, que el mandatario electo
ya no está en ese trance, pues por una cuestión de edad y como él mismo lo ha
manifestado, es evidente que no volverá a tentar la presidencia. ¿No es esa
acaso la circunstancia ideal en la que se esperaría de un líder que impulse
iniciativas que, aunque impopulares, son imprescindibles para retomar el
crecimiento económico y para procurarle un mayor bienestar a una enorme
cantidad de trabajadores en el país?
El señor Kuczynski, empero, no solo ha
ratificado en estos días el temor que lo hizo retroceder en el 2014 en el
razonable respaldo que le brindó en un principio a la ‘ley pulpín’, sino que a
la consulta específica de si respetará durante su gobierno la ‘estabilidad
laboral’, respondió: “Exacto”.
Así las cosas, es evidente que,
lamentablemente, sigue nevando.
GOBERNABILIDAD,
DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA
El Comercio
Pedro
Pablo Kuczynski (PPK) recibió esta mañana en el Teatro
Municipal de Lima las credenciales que lo ratifican como presidente del Perú
para el período 2016–2021.
En
su discurso, destacó que el Perú
necesita “mantener la unión” después de un proceso electoral muy reñido en el
que quedaron en evidencia las “muchas diferencias que hay entre nosotros”.
“Unión
significa que todos deben poner su hombro, su cuota aparte. Y a veces,
tragarnos nuestras objeciones y trabajar juntos”, destacó.
Reconoció
que los resultados de la elección indican que “el voto estuvo partido por la
mitad”. “Yo pido unión entre los que votaron por mí y los que no, yo voy a
trabajar para todos”.
Además,
aseveró que si bien el Perú se encuentra en una mejor situación, aún falta una
“revolución social” que permita “igualar las provincias con la capital, los que
viven en los Andes y la Amazonía con los que viven en la Costa”.
El Comercio
El ex
ministro de Economía y Finanzas Fernando Zavala visitó esta mañana a Pedro Pablo Kuczynski.
No declaró a la prensa.
Sobre
la reunión, el congresista electo de Peruanos por el Kambio Gilbert Violeta
dijo que “son rumores” que Zavala vaya
a encabezar la PCM.
A
juicio de Violeta, el primer ministro debe tener “perfil técnico y
político para conducirse en las relaciones con el Parlamento”.
Expreso
Se va
formando. Se dieron a conocer algunos nombres que formarán parte del primer
gabinete ministerial. La segunda vicepresidenta electa, Mercedes Aráoz, se
encargó de soltar algunos de los nombres que se perfilan para hacerse cargo de
una cartera, sumándose así al del ya confirmado Alfredo Thorne al frente del
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
La
exministra confirmó que Jaime Saavedra, actual ministro de Educación, seguirá
siendo parte del Ejecutivo, aunque no se atrevió a asegurar en qué portafolio. “Sí,
Saavedra va a estar en el próximo gabinete, yo creo que sí va a estar el señor
Saavedra”, refirió.
El
propio Pedro Pablo Kuczynski ha dicho públicamente en más de una oportunidad
que le gustaría que Saavedra continúe en el cargo.
“Es un
economista muy prestigioso, que tiene habilidades también políticas, y puede
estar en cualquier lugar”, agregó Aráoz.
Otro
de los nombres que deslizó Aráoz fue el del exministro de Economía Fernando
Zavala, de quien se ha dicho que sería el próximo presidente del Consejo de
Ministros. “Tiene muñeca política… lo recuerdo por su habilidad para concertar
y resolver cosas”, dijo.
Aráoz
agregó que no quiso ser titular de Relaciones Exteriores ni asumir ningún cargo
ministerial, y reveló que “en algún momento” PPK le propuso estar al frente de
Torre Tagle. Para esta cartera, Aráoz mencionó a Ricardo Luna, exembajador del
Perú en Estados Unidos.
Sobre
el primer vicepresidente electo, Martín Vizcarra, de quien se dijo en un
principio que sería el próximo premier, Aráoz dijo que “Thorne es un hecho, y
probablemente Martín (Vizcarra) también lo sea. En mi caso, no hay nada
confirmado”, señaló. Negó que por ser una de las cabezas del equipo de
transferencia vaya a participar en el gabinete ministerial.
El Comercio
La
transferencia de gobierno todavía no comienza formalmente, pero en Peruanos por
el Kambio no todos están contentos con la elección de los técnicos que
dirigirán este proceso. Un sector del partido del virtual presidente Pedro
Pablo Kuczynski (PPK) cuestiona la poca presencia de dirigentes y
militantes, así como la ausencia de personas con un perfil “más político” en
esos grupos.
“El
sector tecnocrático, que no es necesariamente partidario, está copando todo y
no abre la cancha a la posibilidad de que haya técnicos que tengan militancia
en el partido”, indicó una fuente.
El
secretario general y congresista electo de Peruanos por el Kambio, Salvador
Heresi, dijo que ha recibido llamadas de cuadros de su partido que esperan “con
total legitimidad” ser convocados. “Esta predisposición de profesionales que
tienen maestrías, doctorados y experiencia en el sector público, debe ser
tomada en cuenta”, refirió.
Violeta,
quien es el vicepresidente de Peruanos por el Kambio, aclaró que debe ser PPK, virtual mandatario y líder de su
agrupación, quien defina el rol que tendrán Heresi y él, como dirigentes
nacionales, en la transición del poder.
El Comercio
El
electo presidente de la República, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), se mostró a favor de que Fuerza Popular, partido de la ex candidata Keiko Fujimori,
presida la Mesa Directiva del Congreso.
“Hay
mayoría en el Congreso [de Fuerza
Popular], ellos decidirán a quién elegir [en la mesa]. Hay que respetar
las normas: tienen 73 de los 130 congresistas. Si quieren presidir el Congreso
de la República, me parece absolutamente correcto”, dijo PPK a la prensa.
El
último fin de semana, el electo vicepresidente Martín Vizcarra dijo que
un “buen gesto democrático y de gobernabilidad sería que el partido de
gobierno presida el Congreso, al menos el primer año”.
El Comercio
¡Intérnenme en un manicomio!
Ricardo Vásquez Kunze
Esta columna está dirigida a los que todavía
creen que el mundo debe estar al derecho y no al revés. En simple, que el
sentido común debe prevalecer sobre lo absurdo.
Caso 1. Leo que el vicepresidente electo,
Martín Vizcarra, y su aliada electoral Marisa Glave proponen la misma cosa.
Dicen que sería un “gesto democrático” que quienes ganaron en las elecciones la
mayoría en el Congreso declinen la presidencia de la Mesa directiva.
Ambos proponen que sea PPK el que ponga al
presidente del parlamento (al menos el primer año), pero Glave afirma que “no
se sentiría cómoda” participando en una Mesa Directiva “impuesta” por el
fujimorismo.
Es decir, quienes obtuvieron la segunda
minoría –o sea el partido de gobierno– con 18 curules; y la primera minoría, o
sea su aliado electoral, con 20 curules, consideran que sería un “gesto
democrático” que quienes obtuvieron la mayoría absoluta con 73 curules los
dejen a ellos, con 38 curules sumados, presidir el Congreso.
¿Y para esto se presiona una reunión entre
PPK y Fujimori? ¿Ya no entiendo nada y debo retirarme a una casa de reposo?
Sinceramente nunca había visto la inversión
de todos los valores de la democracia de una manera tan burda.
A la vena: lo que piden Vizcarra y Glave es
lo antidemocrático, además de petulante y totalitario. Lo democrático es que
presida el Congreso quien tiene allí la mayoría, aquí y en cualquier parte del
mundo.
¿O acaso Keiko Fujimori le ha pedido a PPK
declinar su presidencia obtenida con 41 mil votos de diferencia como parte de
un “gesto democrático” para que se realicen nuevas elecciones? ¿No sería esto
antidemocrático y absurdo?
Caso 2. Se ha firmado la paz entre el Estado
colombiano y las FARC, una organización terrorista. Para cualquiera que cree
que la paz trae civilización y progreso a los pueblos es una muy buena noticia.
Sin embargo, la premisa con la que algunos
justifican la paz y su proceso es falsa.
Creer, como Erasmo, que “la paz más
desventajosa es mejor que la guerra más justa” porque se dejarán de perder
miles de vidas es el mismo argumento que Neville Chamberlain, Primer Ministro inglés,
expuso ante la opinión pública británica y mundial para justificar la paz con
Hitler en Munich. El desdichado la llamó “peace for our time”.
Chamberlain y la mayoría de sus
contemporáneos consideraban que no se podía repetir la hecatombe de la Primera
Guerra Mundial y, por lo tanto, siguió el derrotero de Erasmo.
Recibió la respuesta clarividente de
Churchill: “A nuestra patria se le ofreció entre la humillación y la guerra. Ya
aceptamos la humillación y ahora tendremos la guerra”. Una guerra que fue mil
veces peor que la primera.
Por lo tanto, no cualquier paz es mejor que
la guerra más justa. ¿O estoy cucú?