Donde usted
se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.
MEDIA COLUMNA
Diálogos sobre
el diálogo
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
La
clase política y la prensa limeñas debaten si es constitucional o no el
adelanto de elecciones, la disolución del Congreso o la vacancia de la
Presidencia. Es una discusión bizantina.
Mientras
tanto, en Moquegua continúan el bloqueo del puente Tumilaca sobre la carretera
binacional y la paralización del proyecto minero Quellaveco, y el gobierno
envía a media docena de ministros a “dialogar” con el gobernador regional,
Cuevas, que encabeza el paro con el pretexto de que la empresa no ha contratado
localmente al 80% de sus trabajadores.
En
el otro extremo del país, una turba supuestamente motivada por el mismo
pretexto de la indispensable necesidad de la contratación de mano de obra
local, incendia y saquea las instalaciones de la empresa china CNPC, la cuarta
del mundo en petróleo y gas.
Y
el portal Ojo Público reporta que las vías de acceso a la ciudad de Puno están bloqueadas
por un nuevo paro “en solidaridad” con el gobernador regional Aduviri, sentenciado
a seis años y prófugo.
Tía
María ya está paralizado mientras la ministra a cargo continúa en el “diálogo”
y cándidamente anuncia “avances”; Las Bambas pende de la cuerda floja del dialogo
y Conga duerme definitivamente. En tanto, para redondear la ofensiva, la
Federación Minera anuncia una “huelga nacional” para el 10 de setiembre.
Pero
nada de esto interrumpe a la prensa y la clase política en su versallesco
diálogo sobre la necesidad del diálogo mientras el enemigo golpea la puerta. Decían
los griegos que los dioses confunden a los que quieren perder.
No
obstante, el presidente del Congreso, Pedro Olaechea, ha tenido el acierto de señalar
por primera vez en boca de un poder del Estado que la turbulencia del Sur
obedece a un “juego politico internacional” financiado por George Soros. No es
la verdad completa. No se trata únicamente de una oscura maniobra financiera
para especular con el precio del cobre, sino de una real conspiración
geopolítica contra el Perú y sus recursos naturales, que se instrumenta a través
de Bolivia y proviene de La Habana, de Caracas y del Foro de Sao Paulo.
Dada
nuestra democracia de baja gobernabilidad, el Estado peruano no está en
condiciones de hacer caer sobre los responsables “el peso de la ley”, como pide
el presiente del Congreso. Hace ya mucho que pasamos ese punto de no retorno.
Hoy
no queda sino ir hacia adelante y decir que en el diálogo para la solución del
conflicto ninguna de las partes tiene siquiera una propuesta. Este es también un
diálogo sobre el diálogo.
Hasta
hoy, la única respuesta justa y equitativa y a la altura de la complejidad del
problema es la que apunta a dar valor de mercado a las tierras de la superficie
bajo las cuales se hallan los recursos naturales del subsuelo. Por complejo que
esto sea técnicamente, tome el tiempo que tome, es la única verdadero contenido
posible del diálogo. Hasta que el Estado lo haga suyo no cesará la agitación y
la grita en torno a la periferia del problema sin llegar jamás al fondo de él.
La
opinión en MEDIA COLUMNA representa exclusivamente a su autor. Usted puede
reenviar y publicar libre y gratuitamente cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de
este correo o de
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adelanto de elecciones, la disolución del Congreso o la vacancia de la
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Mientras
tanto, en Moquegua continúan el bloqueo del puente Tumilaca sobre la carretera
binacional y la paralización del proyecto minero Quellaveco, y el gobierno
envía a media docena de ministros a “dialogar” con el gobernador regional,
Cuevas, que encabeza el paro con el pretexto de que la empresa no ha contratado
localmente al 80% de sus trabajadores.
En
el otro extremo del país, una turba supuestamente motivada por el mismo
pretexto de la indispensable necesidad de la contratación de mano de obra
local, incendia y saquea las instalaciones de la empresa china CNPC, la cuarta
del mundo en petróleo y gas.
Y
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por un nuevo paro “en solidaridad” con el gobernador regional Aduviri, sentenciado
a seis años y prófugo.
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María ya está paralizado mientras la ministra a cargo continúa en el “diálogo”
y cándidamente anuncia “avances”; Las Bambas pende de la cuerda floja del dialogo
y Conga duerme definitivamente. En tanto, para redondear la ofensiva, la
Federación Minera anuncia una “huelga nacional” para el 10 de setiembre.
Pero
nada de esto interrumpe a la prensa y la clase política en su versallesco
diálogo sobre la necesidad del diálogo mientras el enemigo golpea la puerta. Decían
los griegos que los dioses confunden a los que quieren perder.
No
obstante, el presidente del Congreso, Pedro Olaechea, ha tenido el acierto de señalar
por primera vez en boca de un poder del Estado que la turbulencia del Sur
obedece a un “juego politico internacional” financiado por George Soros. No es
la verdad completa. No se trata únicamente de una oscura maniobra financiera
para especular con el precio del cobre, sino de una real conspiración
geopolítica contra el Perú y sus recursos naturales, que se instrumenta a través
de Bolivia y proviene de La Habana, de Caracas y del Foro de Sao Paulo.
Dada
nuestra democracia de baja gobernabilidad, el Estado peruano no está en
condiciones de hacer caer sobre los responsables “el peso de la ley”, como pide
el presiente del Congreso. Hace ya mucho que pasamos ese punto de no retorno.
Hoy
no queda sino ir hacia adelante y decir que en el diálogo para la solución del
conflicto ninguna de las partes tiene siquiera una propuesta. Este es también un
diálogo sobre el diálogo.
Hasta
hoy, la única respuesta justa y equitativa y a la altura de la complejidad del
problema es la que apunta a dar valor de mercado a las tierras de la superficie
bajo las cuales se hallan los recursos naturales del subsuelo. Por complejo que
esto sea técnicamente, tome el tiempo que tome, es la única verdadero contenido
posible del diálogo. Hasta que el Estado lo haga suyo no cesará la agitación y
la grita en torno a la periferia del problema sin llegar jamás al fondo de él.
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