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ü Richard Webb: “el Consejo Fiscal ha señalado
que existen deudas adicionales por un monto equivalente a 48,7% del PBI,
incluyendo la deuda pensionaria, compromisos por proyectos APP, y diversos
compromisos contingentes. Sumados a la cifra oficial, esos compromisos elevan
la deuda total a 72% del PBI”
ü Muchos de los votos de los candidatos de
centro han migrado hacia Fuerza Popular, mientras que, en menor medida,
los electores de los candidatos de izquierda señalan que
optarían por PPK
ü
Un estudio del JNE indica que el 40% de electores
decide su voto una semana antes y el 21% lo hace el mismo día del sufragio
ü
El Comercio entrevista a Hernando de Soto: “-Cómo es
que, siendo un liberal, se acerca a una candidata a la que algunos consideran
conservadora, como Keiko Fujimori? Interesante. Dígame por qué
Keiko es conservadora”
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MEDIA COLUMNA
Deudas oscuras
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
Richard Webb, ex presidente del BCR y unos de
los economistas más respetados del país, ha reiterado en su columna semanal la
información alarmante que diera a conocer el presidente del Consejo Fiscal, Waldo
Mendoza, entidad que asesora al ministro de Economía.
Esta es que la cifra oficial de la deuda
pública –que todos estiman en un 23.3% del PBI- es otro de nuestros portentosos
autoengaños en materia económica.
Efectivamente, dice Webb que “el Consejo
Fiscal ha señalado que existen deudas adicionales por un monto equivalente a
48,7% del PBI, incluyendo la deuda pensionaria, compromisos por proyectos APP,
y diversos compromisos contingentes. Sumados a la cifra oficial, esos
compromisos elevan la deuda total a 72% del PBI”.
Es decir, la deuda que conocemos es solo la
parte visible del iceberg. Debajo de la superficie, en las aguas oscuras, se
halla la mayor parte de la misma. Y, como en tantas otras cosas, nos hacemos de
la vista gorda y los oídos sordos al respecto.
Sucede, en efecto, que en el debate electoral
se viene discutiendo con gran holgura la posibilidad de aumentar el gasto
fiscal en dos o tres puntos del PBI para producir un shock de inversión pública
que mueva la economía.
En el caso del plan de PPK, incluso, se ha
venido asumiendo que podría hasta reducirse los impuestos en varios puntos del
PBI y convivir cómodamente con un déficit fiscal de tres por ciento del PBI durante
los cinco años de su hipotético gobierno.
Todo esto es una fantasía, sin embargo.
Si la verdadera deuda, incluyendo las
contingencias señaladas, es en realidad de 72% del PBI, no hay realmente ningún
espacio para aumentarla para financiar cada año los tres puntos ya existentes del
PBI de déficit fiscal.
La deuda privada del Perú ya es de 48% del
PBI. Si el Estado se endeuda por los montos antes señalados dejaría al sector
privado, además, sin techo para los préstamos que necesita para invertir
privadamente. Es lo que se conoce como crowd
out.
Por último, al parecer el FMI está cambiando su
forma de contabilizar la deuda privada y pública de los países miembros –para
incluir las contingencias-. De incrementarse el endeudamiento público, entonces
-en la errada creencia de que el Perú dispone de un cómodo margen- podríamos
hallarnos en cualquier momento con que nos hemos salido largamente del terreno
seguro sin siquiera haber tomado conciencia de ello.
Así es como comienza la trampa de la deuda. Y con ella la rutina de
las visitas del Fondo, que los peruanos conocimos en exceso.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las
siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas,
editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
LIBERTAD ECONOMICA,
GLOBALIZACION, REFORMAS, INVERSION
El Comercio
Complejidad fiscal
Richard Webb
La ciencia económica es compleja, cargada de
teoría y de matemática. Pero cuando se trata de la política fiscal, el asunto
parecería ser tan elemental como la aritmética de cualquier hogar. Se gasta lo
que entra y se cuida de no exagerar con la deuda. Las reglas fiscales son pues
simples, poniendo topes al déficit y a la deuda; se equiparan a la velocidad
máxima en la carretera. Lamentablemente, la realidad fiscal no es tan simple.
En primer lugar, los datos oficiales no
tienen la claridad que corresponde. Como ha revelado recientemente el
economista Waldo Mendoza, presidente del Consejo Fiscal, las cifras oficiales
de la deuda pública no incluyen fuertes compromisos de pago estatal, cuyo monto
más que duplica la deuda reportada. La deuda oficial para el año 2015 fue un
monto equivalente a 23,3% del PBI y el comentario ha venido debatiendo el
efecto de aumentar o reducir ese monto en dos o tres puntos porcentuales a lo
largo de los próximos años.
Sin embargo, el Consejo Fiscal ha señalado
que existen deudas adicionales por un monto equivalente a 48,7% del PBI,
incluyendo la deuda pensionaria, compromisos por proyectos APP, y diversos
compromisos contingentes. Sumados a la cifra oficial, esos compromisos elevan
la deuda total a 72% del PBI. Si la elevación de la deuda en dos o tres puntos
porcentuales ha sido motivo de preocupación, ¿cuál debe ser la reacción ante
una deuda que resulta ser casi 50 puntos porcentuales mayor a la que se creía
tener?
Otro aspecto de las finanzas públicas que
cabría aclarar se refiere a los ahorros del Estado, incluyendo el Fondo de
Estabilización Fiscal y depósitos de recursos asignados pero aún no gastados,
un monto equivalente a 16,8% del PBI. Si se quiere identificar la capacidad
legal de pago, el concepto apropiado es la deuda neta de ahorros. Pero si se
busca evaluar el impacto del gasto estatal como estímulo macroeconómico, se
debe tener presente que el uso de ahorros estatales previamente esterilizados
es en efecto una remonetización que debe ser compensada por el Banco Central
mediante una reducción de los recursos disponibles para el sector privado.
La complejidad más preocupante se refiere al
uso de la política fiscal para estimular el crecimiento productivo, opción
propuesta por varios candidatos presidenciales durante nuestro proceso
electoral y que, además, está en el centro del debate global acerca de cómo
combatir la recesión que ha frenado al mundo.
El debate ha sido expresado como un
enfrentamiento entre la propuesta keynesiana a favor del estímulo fiscal y la
propuesta monetarista que rehúye esa opción. El recuerdo de la hiperinflación
en países como Alemania y el Perú ha dejado una fuerte predisposición en contra
del keynesianismo, y la opinión “seria” sigue insistiendo en una política
fiscal con el mínimo de déficit.
Sin embargo, la corriente actual es a favor
de esa propuesta. Economistas de peso que se vienen pronunciando por un uso
agresivo de la política fiscal para recuperar el crecimiento incluyen a Martin
Wolf, del “Financial Times” de Londres, y a premios Nobel como Paul Krugman,
Joseph Stiglitz, Michael Spence y Robert Shiller, quien predijo la crisis
financiera del 2008. Pero el giro más dramático se ha producido en el mismo
FMI, baluarte durante medio siglo del monetarismo, pero que hoy recomienda a los
europeos el uso agresivo del estímulo fiscal. Si bien son opiniones a tomar en
cuenta, mi opinión es que la decisión correcta debe basarse en las circunstancias
de cada país.
El Comercio
Economía y elecciones: ¿tenemos debate?
Juan José Marthans
Hoy en día venimos distrayendo a la opinión
pública en torno a si los policías seguirán trabajando en la modalidad de 24x24,
si la CTS es más conveniente que el seguro de desempleo, si el uso del 25% de
los fondos de los afiliados al sistema privado de pensiones es constitucional o
no.
Eso es importante, no cabe duda, pero un
debate presidencial en materia económica en serio debe comprometer mucho más.
Acá algunos temas que deben acompañar la discusión del frente económico en un
marco mínimo de seriedad y respeto al elector.
Primero, la economía peruana es una de las
menos endeudadas del mundo. No solo a nivel público sino a nivel de la deuda
privada y de hogares. Para que se tenga una idea, mientras economías como la
japonesa y norteamericana superan un nivel de endeudamiento del 200% de su PBI
y Chile se mantiene por encima del 120%, en el Perú tenemos un endeudamiento total
de solo 60%.
Es obvio que el Perú mantiene una posición
privilegiada en cuanto a posibilidades de nuevo endeudamiento, pero la
discusión no es si lo debemos tomar, sino más bien con qué fines y con qué
pautas, controles y parámetros.
¿Cuál es el nivel óptimo de endeudamiento al
que podemos someter a nuestra economía en las actuales circunstancias? ¿Alguno
de los dos candidatos a la presidencia puede decirlo?
Segundo, ante la volatilidad del frente
financiero internacional es evidente que la posición de cambio del BCR –más que
el total de sus reservas internacionales netas (RIN)– desempeñará un rol
crucial en la dinámica de nuestro comercio internacional y en el comportamiento
del frente cambiario. Pues bien, nuestro BCR hoy dispone solo de alrededor de US$25.000
millones (menos de la mitad de nuestras RIN). Eso preocupa a muchos analistas.
Pues bien, ¿cuál debería ser el nivel óptimo
de posición de cambio para estar tranquilos? Mientras nuestras RIN se han
mantenido los últimos meses, la posición de cambio ha caído a vista y paciencia
de todo el mundo y los candidatos no dicen nada.
Tercero, es claro que, sin consenso social y
empresarial, el próximo gobierno no podrá hacer mucho en materia de reformas
estructurales pendientes, institucionalidad y reducción de la brecha en
infraestructura. ¿Se puede lograr ese consenso dejando de lado la urgencia de
una reingeniería del Estado?
Nuestro Estado no da para más. Hoy ese Estado
al que le queremos encomendar cambios profundos en la sociedad y economía no
anda. Es deficiente en casi todo: organización, capacidad de gestión y
planeamiento, dimensionamiento, marco normativo, etcétera. ¿Le queremos
encargar a ese Estado las reformas de la educación, la salud, la inversión, la
seguridad y la justicia?
¿Están los candidatos dispuestos a emprender
la búsqueda de consenso en materia de reingeniería del Estado? Los temas hasta
hoy abordados en materia económica son importantes, pero no los de fondo.
Esperemos que en el debate final estos temas se abran para beneficio de todos
los peruanos y no solo de unos cuantos.
GOBERNABILIDAD,
DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA
El Comercio
Entrevista
a Hernando de Soto
-Cómo es que, siendo un liberal, se acerca a una
candidata a la que algunos consideran conservadora, como Keiko Fujimori?
Interesante. Dígame por qué Keiko es conservadora.
Interesante. Dígame por qué Keiko es conservadora.
— Está en contra del aborto en casos de violación, de la
unión civil. ¿No le parece que es conservadora?
No todos estamos de acuerdo en las mismas cosas, pero yo no me meto con el resto de la agenda, porque para hacer eso yo también tendría que sacrificar ciertas libertades. Por eso es que yo no soy parte del equipo, porque yo no soy un feligrés. Eso no quiere decir que no voy a tratar de influenciarla.
No todos estamos de acuerdo en las mismas cosas, pero yo no me meto con el resto de la agenda, porque para hacer eso yo también tendría que sacrificar ciertas libertades. Por eso es que yo no soy parte del equipo, porque yo no soy un feligrés. Eso no quiere decir que no voy a tratar de influenciarla.
— ¿Por qué la apoya?
Lo que ocurre es que, entre las opciones que tiene el Perú, me parece que Keiko es la mejor opción. En unos casos, tenemos ideas completamente distintas, pero nuestras similitudes de lejos compensan las diferencias.
Lo que ocurre es que, entre las opciones que tiene el Perú, me parece que Keiko es la mejor opción. En unos casos, tenemos ideas completamente distintas, pero nuestras similitudes de lejos compensan las diferencias.
— No se entiende bajo qué criterio Keiko Fujimori firmó
un acuerdo con los mineros ilegales, salvo que sea una lógica electoral.
Eso fue un acto simbólico, un acto de comunicación política. Fue su manera de decir que comprendía los sufrimientos del sector informal y que quería hacer algo al respecto. Las normas que hoy gobiernan la formalización son un desastre total.
Eso fue un acto simbólico, un acto de comunicación política. Fue su manera de decir que comprendía los sufrimientos del sector informal y que quería hacer algo al respecto. Las normas que hoy gobiernan la formalización son un desastre total.
— En estos 5 años se ha visibilizado el problema de la
minería ilegal. Los peruanos hemos visto la minería ilegal en áreas reservadas,
La Pampa, El Sira, Huascarán. ¿No están siendo condescendientes con ella?
De ninguna manera es la intención de Keiko o la mía que se siga dañando el medio ambiente. De los 400 mil mineros informales, 20% está en esas áreas. Keiko Fujimori se ha comprometido con el otro 80%.
De ninguna manera es la intención de Keiko o la mía que se siga dañando el medio ambiente. De los 400 mil mineros informales, 20% está en esas áreas. Keiko Fujimori se ha comprometido con el otro 80%.
— El año pasado, usted tuvo una reunión para hablar de
minería informal con ex terroristas, y Keiko Fujimori es intransigente con
quienes tienen este tipo de vínculos. ¿Cómo se concilian estas dos posiciones?
No, yo no diría eso de Keiko. Si no, no estaría acá conversando con usted.
No, yo no diría eso de Keiko. Si no, no estaría acá conversando con usted.
— ¿Usted cree que ella se sentaría a una mesa con ex
terroristas?
Yo creo que sí. Hay varios tipos de ex terroristas. Están los chicos malos del Vraem: yo tampoco me reuniría con ellos. Están los del Movadef, que quieren soltar a Abimael Guzmán, yo no he hablado con ellos. Con los que yo he hablado son, vamos a darle un nombre, ‘sendero verde’: son ex terroristas que ya han cumplido sus penas. No tienen armas. Todos son ecologistas.
Yo creo que sí. Hay varios tipos de ex terroristas. Están los chicos malos del Vraem: yo tampoco me reuniría con ellos. Están los del Movadef, que quieren soltar a Abimael Guzmán, yo no he hablado con ellos. Con los que yo he hablado son, vamos a darle un nombre, ‘sendero verde’: son ex terroristas que ya han cumplido sus penas. No tienen armas. Todos son ecologistas.
ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS,
PSICOSOCIALES
El Comercio
Las
encuestas de intención de voto difundidas en las últimas dos semanas dan cuenta
de la indecisión en la que se encuentra un buen grupo de electores de cara a
las elecciones del 5 de junio. El porcentaje de electores que no detalla el
candidato de su preferencia varía entre el 14% y 19%.
Por ejemplo, en el estudio difundido el 8 de mayo,
Ipsos Perú registró: blanco/viciado: 14%; no precisa: 5%. Es decir, un 19% de
electores que no optaron ni por Keiko Fujimori ni por PPK en sus respuestas.
Por su parte, el 1 de mayo, GFK indicó que el 75% de
los encuestados tiene su voto decidido. Asimismo, el 6% mencionó que aún no
decide por quién votar y el 16% dijo que su voto está decidido, pero podría
cambiar de opinión.
Ya en las cifras de intención de voto, la encuesta de
GFK refiere que un 10,5% votaría en blanco o viciado y que el rubro no sabe/no
opina alcanza el 3,8%. En total, un 14,3% de entrevistados que no manifestaron
su decisión por ninguno de los dos candidatos.
En tanto, CPI señaló en su encuesta del 29 de abril que
los votos blancos, nulos y viciados sumaban 8,7%, mientras que el del rubro
indecisos llegaba al 8,9%. Ambos rubros suman 17,6%.
La segunda vuelta del 2011 entre Ollanta Humala y Keiko
Fujimori registró 0,706% de votos en blanco y 5,598% de nulos.
En el 2006, cuando se tenía que elegir entre Alan García y Ollanta Humala, las
cifras fueron de 1,091% y 7,432%, respectivamente. Y en el 2001, en las
elecciones entre Alejandro Toledo y Alan García, hubo 1,750% de votos en blanco
y 11,064% de nulos.
Un estudio del Jurado Nacional de Elecciones (JNE)
indica que el 40% de electores decide su voto una semana antes y el 21% lo hace
el mismo día del sufragio. Asimismo, el 67% tiene muy poco o ningún interés en
la política y el 40% solo se interesa en ella cuando hay elecciones.
El Comercio
La última
encuesta de Ipsos revela cambios sustanciales en el transvase de votos de los
que no pasaron a la segunda vuelta.
Muchos
de los votos de los candidatos de centro han migrado hacia la lideresa de
Fuerza Popular, mientras que, en menor medida, los electores
de los candidatos de izquierda señalan que ahora optarían por PPK.
Por
ejemplo, en abril, el 77% de quienes votaron por Alfredo Barnechea dijeron que
votarían por PPK, mientras
que en mayo solo el 62% dijo que lo haría por él. Keiko Fujimori gana siete puntos porcentuales (de 10% a 17%)
entre los electores del candidato de la lampa.
Por
otro lado, ahora un 48% de electores que votaron por Gregorio Santos en la
primera vuelta apoyarán a PPK (en
abril eran solo el 39%). Los votos apristas también han migrado: Fujimori
gana 9 puntos y PPK pierde 11 en ese sector del electorado.
Para
el analista Enrique Castillo, Fujimori está logrando vencer la
resistencia que hay hacia su candidatura, lo que se evidencia en la reducción
de su antivoto . “Keiko está venciendo la idea de que votar por ella sería
catastrófico para el país”, precisa.
Por
otro lado, Castillo señala que los votantes podrían ahora ver a PPK como un candidato más
riesgoso por su falta de liderazgo. “El electorado está viendo virtudes en Keiko
que no ve en Pedro Pablo; por ejemplo, en la dedicación y liderazgo en la
campaña, así como su energía. La gente ya no está comparando propuestas
sino actitudes”, anota.
Expreso
Gallo viejo con el ala mata
Alfonso Baella
La última encuesta de Ipsos pone a Keiko, por
primera vez, arriba por casi tres puntos. Keiko llega a 51.4 % y Pedro Pablo al
48.6 % a nivel nacional. Es un empate técnico pero hay algunos datos
adicionales.
PPK sufre un duro revés en Lima donde hace
dos semanas superaba 46 a 40 a Keiko, quien ahora lo supera 47 a 41. Fuerza
Popular trepa 9 puntos en el segmento B y 6 en el C. PPk cae 3 puntos en el D y
también 3 puntos en el E. En el Sur Keiko sube 5 puntos y PPK pierde 4.
En resumen, podría estar configurándose una
tendencia favorable al fujimorismo. ¿Qué produjo este cambio? ¿Es irreversible
la subida y la caída? En el Perú cuatro semanas es, en política, una “era
geológica”. Nadie puede decir que la foto de hoy será el resultado del 5 de
junio. En una semana esto puede estirarse y hacer evidente el distanciamiento o
puede invertirse. Esa es la realidad.
Sin embargo las razones del volteretazo dejan
al descubierto varios problemas en el lado de PPK. Por un lado están las peleas
internas y el desastroso manejo de Pedro Pablo de las mismas. Luego está el
viaje a USA que, aparentemente, poco sirvió para fines electorales y, salvo una
imagen paternal y una misteriosa y secreta reunión con “inversionistas”, dejó
la principal plaza electoral abandonada por una semana. En tercer lugar la
imposibilidad de fijar un concepto en la mente del elector. En cuarto lugar la
dificultad de organizar los desplazamientos en la capital y en provincias
efectivamente. Su adversaria casi duplica sus movimientos y la imagen de Keiko
sobre una bicicleta contrasta. En quinto lugar las benditas “adhesiones” que no
han sumado. Y finalmente, el arrinconamiento que luce PPK evidenciado en la
portada de El Comercio: “PPK acusa a Keiko de atacarlo con mentiras”; acusación
que se origina porque ella ha leído y releído lo relativo a la CTS en el plan
de PPK, pág. 149. ¿Cuál es la mentira?
Dicho esto la campaña está siendo dibujada
por el fujimorismo. PPK hace la campaña que Keiko quiere. Luce impreciso, lento,
agotado y hasta inocente. La gota que colmó el vaso fue el baile en el programa
de Gisella. Mientras Keiko visitaba a los mineros informales con Hernando de
Soto, PPK bailaba –bastante mal- en un programa cuyo rating fue superado por
las confesiones sexuales de una modelo.
La acumulación de años de vida, experiencia y
títulos universitarios, en el lado de PPK, contrasta con la torpeza en las
declaraciones de algunos de sus miembros. Alfredo Thorne se despidió de la
campaña cuando dijo en referencia a Keiko con aire discriminatorio: “Creo que a
la china se le han arrugado mucho los ojos y ya no puede leer muy bien”. Sin
duda la capacidad de respuesta política es limitada y está en la línea que
Carlos Bruce, exjefe de Campaña de Alejandro Toledo y ahora congresista electo
de Peruanos por el Kambio, marca mostrando una portada del diario, casi
clandestino, La Nación: “Maricones hunden a PPK”, como prueba del retorno de
las “prácticas fujimontesinistas”. Esa parece la respuesta del ppkausismo. En
fin.
¿Puede este verdadero sancochado ser
organizado? La respuesta es sí. El caos también puede ser el preludio de un
nuevo impulso o un resplandor que genere un vuelco radical. Es necesario mando,
liderazgo y verdadero compromiso. La lucha por el poder nunca es un dechado de
virtudes, alegrías o aciertos. Encontrar el rumbo en un evento tan complejo
como una campaña política es siempre lo más difícil. Y por eso no hay que
olvidar que las campañas políticas solo se ganan o se pierden el día que
termina el conteo de votos y nunca antes. Y en esta particular elección de
segunda vuelta los años pueden pesar para perder o para ganar. Ojo que los
gallos viejos con el ala pueden matar.
El Comercio
Jauja fue
el primer punto de la gira de Keiko
Fujimori por siete regiones del centro y sur del Perú, en la
que visitará también Huancavelica, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno y Arequipa.
Durante
un mitin esta mañana, Keiko Fujimori mencionó
la necesidad de fortalecer a la Policía articulando bases de datos entre las comisarías,
el Ministerio Público y el Poder Judicial.
“Convocaremos
además a nuestras Fuerzas Armadas para que cuiden instituciones públicas,
convocaremos a nuestros reservistas para que nos ayuden a hacer y cuidar la
seguridad ciudadana. Convocaremos a las rondas campesinas, a las juntas
vecinales, a los comités de autodefensa, a la población organizada para que nos
apoyen en este objetivo”, propuso.
Dijo además
que urge tener decisión, coraje y liderazgo. “Y ustedes saben que en mi
condición de madre tengo los pantalones bien puestos”, agregó.
El Comercio
Durante
una entrevista con “Sin medias tintas” el domingo pasado, Keiko Fujimori aseveró que Pedro Pablo Kuczynski (PPK)
tendría algún tipo de entendimiento con el actual gobierno de Ollanta Humala.
"Los principales voceros del señor PPK son los ministros de Estado, que
cada vez que yo hago una propuesta, salen ellos mismos a criticarlas",
mencionó.
Según reportan medios locales, la candidata de Fuerza
Popular volvió a referirse al tema señalando hoy en su mitin en Jauja que “este
gobierno apoya directamente al candidato contrincante”. Consultado al respecto
esta mañana, el postulante de Peruanos por el Kambio negó tales acusaciones y
consideró que su contendora miente.
“Yo no tengo nada que ver con el Gobierno. Yo siempre
respeto a la autoridad. ¿Qué ministro me ha visto en los últimos meses? Nadie.
Yo creo que es otra mentira más de la candidata Fujimori. Miente, miente y
miente”, dijo en declaraciones a la prensa.
PPK dio
esas declaraciones en La Victoria, donde se reunió con representantes del
sector construcción. Con ellos firmó una declaración por el crecimiento, la
seguridad y los derechos laborales.
El Comercio
Para el norte flores, para el sur temblores
Cecilia Valenzuela
Ni Keiko Fujimori ni Pedro Pablo Kuczynski son buenos polemistas. Ambos lo saben,
pero todo indica que la candidata de Fuerza Popular es la que le tiene mayor
temor a esa limitación.
Hace una semana, Keiko rechazó
la posibilidad de debatir en Arequipa. Pero hace dos días aceptó la propuesta
de hacerlo en Piura el 29 de mayo; el día del debate presidencial organizado
por el Jurado Nacional de Elecciones en Lima.
“Me parece una buena idea, además como un compromiso de
descentralización […]. Es más, les he pedido a los dirigentes de nuestro
partido que están en el JNE que pidan que la sede del debate presidencial [del
domingo 29 de mayo] sea Piura”, dijo Keiko ayer
a la prensa, sin pensar en el efecto que sus palabras causarán en Arequipa,
Apurímac, Moquegua, Puno, Cusco, Tacna.
Es obvio que Fujimori no quiere tener que debatir más
de una vez con su contendor; pero también es evidente que prefiere a Piura
porque el norte le es propicio, y subestima Arequipa porque en el sur el
terreno le es adverso. Para disculparse, Fujimori ha etiquetado a la
gobernadora Yamila Osorio como una ppkausa; cosa que de ser cierta debería
tenerla sin cuidado porque quienes califican el desempeño de los políticos en
los debates son los ciudadanos.
Si bien Fuerza Popular es la favorita en la costa, el
sur también existe, y si Keiko Fujimori quiere ser la presidenta del
Perú, tiene que demostrar que es capaz de conciliar y concertar con las
autoridades de todas las regiones.
Probablemente Keiko no
ha olvidado que fue en Arequipa donde comenzó el deterioro de la popularidad de
su padre. Que fue en la Ciudad Blanca donde al rerreeleccionista candidato le
llovieron los primeros tomatazos; pero si ella no puede debatir en Arequipa,
tampoco podrá gobernar esa región en la eventualidad de que resulte elegida. Y
lo que hoy es un problema para ella, se puede convertir más adelante en un
problema para el país.
Si la candidata de Fuerza Popular fuera a gobernar tal
y como proponen los escenarios para los debates, tendríamos que dividir el
territorio peruano para que ella gobierne el norte y PPK el
sur.
Entre tanto, mientras se prioriza el norte y se
posterga el sur, el tiempo pasa y los debates, que debieron ser por lo menos
tres, se esfuman.
Y una vez más los electores iremos a las urnas sin
conocer realmente la capacidad de reacción de los dos candidatos más votados;
sin haberlos visto medirse, en medio de la tensión y el estrés que tendrían que
enfrentar, de ganar la presidencia. Porque como siempre, el JNE ayudó poco o
nada: convocó el debate presidencial para un domingo antes de las elecciones,
perdiendo la oportunidad de estimular la discusión sobre los programas de cada
agrupación, dejando morir el tiempo entre pullas e intrascendencias.
Otra vez, gracias a la falta de iniciativa del JNE,
votaremos sin conocer el temple de los candidatos y sin alcanzar los detalles
de sus propuestas. Y ni siquiera podremos evaluar el resultado del único debate
porque a causa de una absurda disposición electoral, está prohibido publicar
encuestas la semana previa a los comicios. La misma trampa de siempre.
El Comercio
Los
partidos políticos Peruanos por el Kambio y Fuerza Popular definieron,
mediante un sorteo, el orden de intervención en los cinco bloques del debate
técnico que organiza el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) en la ciudad de
Cusco, el domingo 15 de mayo.
En
tal sentido, quedó establecido que Peruanos
por el Kambio inicie el primer bloque (economía) seguido por Fuerza Popular.
En el segundo (desarrollo social) empezará Fuerza Popular y
continuará Peruanos
por el Kambio.
Asimismo,
en el tercero (reformas del Estado y descentralización) comenzará Peruanos por el Kambio y
acabará Fuerza
Popular.
Fuerza Popular iniciará
en el cuarto bloque (seguridad ciudadana) seguido por Peruanos por el Kambio.
PPK dará el primer mensaje final (último bloque),
finalizando Fuerza Popular.
Otro
de los consensos de ambas organizaciones políticas fue que el periodista Pedro
Tenorio sea el moderador del debate que tendrá lugar en el salón Ollantaytambo
del Centro de Convenciones de la ciudad del Cusco.
De
otro lado, respecto del debate presidencial del 29 de mayo, los moderadores
serán los periodistas Federico Salazar y Mávila Huertas. Algunos detalles de
ese evento se definirán en la próxima reunión que se llevará a cabo el 19 de
mayo.
ANTICORRUPCION, PERSECUCION,
JUDICIALIZACION POLITICA
El Comercio, editorial
Cuando Marco Arana decidió ofrecer la inscripción
de su partido Tierra y Libertad para la postulación del Frente Amplio,
probablemente no pronosticó el nebuloso camino que iba a tener que marchar para
hacerse de un cargo público de elección popular.
En solo unos meses, Arana pasó de ser el
símbolo político del antiextractivismo en Cajamarca, a derrotado precandidato
presidencial del Frente Amplio (FA), a derrotado candidato a la vicepresidencia
en la plancha que encabezaba su victimaria en las “primarias”, Verónika
Mendoza, a finalmente, raspante congresista electo por el departamento de
Cajamarca. Y decimos raspante, porque su atribulado ingreso al Parlamento,
algunos arañazos y heridas debe haberle dejado.
En una movida calificada por algunos como un
premeditado “ocultamiento”, el señor Arana apareció pocas veces acompañando a
Verónika Mendoza. La justificación declarada por el FA y el propio Arana fue
que él estaba cumpliendo una ‘misión’, la de “fortalecer [su] campaña en la
zona macronorte y la sierra”.
El apostolado cajamarquino al que se acometió
Arana debe haber resultado no menos que desalentador, entonces, cuando se
conoció que el FA había logrado apenas un 8,1% de los votos congresales válidos
en dicho departamento, y más desmoralizador aun al constatar que era más bien
Democracia Directa –el partido liderado por su otrora compañero de protestas,
Gregorio Santos, quien desde el penal de Piedras Gordas no tuvo oportunidad de
cumplir con una misión similar– el claro receptor de las preferencias
cajamarquinas con aproximadamente el 40% de los votos válidos.
Para suerte de Arana, Democracia Directa no
superó la valla electoral, por lo que quedaban curules a ser repartidas. Dado
el magro resultado del FA, a este le tocó apenas una.
Ese espacio conseguido en el Congreso por los
azares de nuestras reglas electorales, se mantuvo sin dueño y en suspenso
durante algunas semanas, por la estrecha distancia que separaba a los dos
candidatos del FA que se lo disputaban voto a voto: Marco Arana y Juan
Regalado.
Expuestos ante esta poco cómoda situación, lo
que siguió después no fue una muestra de la unión ni el amor que acompañaron
las proclamas del FA durante la contienda electoral, salvo que se tratara de
una variante del “amor fraternal” que ha enfrentado a muerte a otros hermanos
en la historia.
En efecto, la disputa interna entre Regalado
y Arana se hizo pública cuando el primero denunció que la dirigencia del FA se
estaba valiendo de acciones antiéticas para favorecer al segundo. Según
Regalado, él había superado a Arana en votos preferenciales, pero se observaron
tres actas electorales y anularon aquellos sufragios que le favorecían,
resultando en una ventaja de apenas 53 votos a favor del líder de Tierra y
Libertad.
Antiético o no, lo cierto es que el FA sí
actuó en la mesa y no solo en la cancha. Frente a las apelaciones de las actas
por el personero correspondiente del distrito de Chota del FA, el personero
legal nacional y el alterno del FA enviaron sendas solicitudes de desistimiento
(es decir, de retiro de las impugnaciones), a la par que quitaban la
acreditación del personero presuntamente rebelde.
El Jurado Nacional de Elecciones (JNE), sin
embargo, no tomó en cuenta los desistimientos y analizó las impugnaciones.
Había dos irregularidades con dos de las actas que dieron lugar a las
observaciones: el conteo de los votos preferenciales a favor del señor Regalado
era superior al total de votos correspondientes al FA, por un lado; y, además,
la suma de todos los votos preferenciales de los candidatos del FA (incluyendo
los de Arana, Regalado y cuatro postulantes más) superaba en más del doble los
votos contabilizados para el FA.
El Reglamento del JNE establecía las
consecuencias para ambas discordancias: para la primera, la anulación de los
votos preferenciales del candidato (en este caso, Regalado); para la segunda,
la anulación de los votos preferenciales de todos los candidatos de la
agrupación. Con ambas anulaciones, Regalado hubiera superado a Arana, pero en
una decisión cuestionable, el JNE aplicó solo la primera consecuencia. Al
descontarse los votos de Regalado, los votos preferenciales del FA ya no
excedían el doble de los votos del partido, por lo que el JNE conservó la
votación individual de Arana y el resto de candidatos.
Así, con este enrevesado razonamiento, se
consagró la curul parlamentaria de Arana, aunque algún sinsabor podría dejar
esta forma de victoria por lo menos para la lideresa del FA, que semanas atrás
decía “las elecciones se ganan en la cancha, con votos, no en una oficina”. Una
frase que seguramente tampoco querrá recordar Arana, ahora que empezará una
silenciosa y agazapada caminata al hemiciclo, para no revivir las caprichosas
circunstancias que facilitaron su ingreso.