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EL COMERCIO 17
ene 2017
Luz para la
bicameralidad
Kenji Fujimori Higuchi
Se ha reabierto el debate público sobre el retorno a la bicameralidad.
Por mi parte, quiero expresar que ha llegado el momento de revisar esta
posición de largo tiempo del fujimorismo. El argumento que me parece medular es
que hay necesidad de atender las circunstancias cambiantes de nuestra historia.
Cuando el Perú adoptó la unicameralidad en la Constitución de 1993,
había poderosas razones para ello. Esas razones ya no existen.
La esencia del fujimorismo no es dogmática, consiste en adaptar una
política pública a la naturaleza propia del problema en sus circunstancias
específicas, para poder conducir eficazmente la realidad hacia el cambio que se
necesita.
A comienzos de los 90, el país se encontraba en una situación terminal y
necesitaba ser puesto en una unidad de cuidados intensivos. Hacía falta
reformas profundas en el ordenamiento constitucional y legal para luchar contra
el terrorismo y reconstruir una economía en ruinas, y era indispensable
llevarlas a cabo rápida y eficazmente. Así lo hizo el gobierno, lo que la
ciudadanía reconoce, y el unicameralismo fue el instrumento.
Pero las respuestas de ayer no son necesariamente funcionales en todos
sus extremos para enfrentar los problemas de hoy. Lo que hoy hace falta es más
debate, más pausa reflexiva, menos vehemencia, menos confrontación. Con los
años la práctica parlamentaria ha generado una sobreproducción legislativa
creciente. Y de una calidad que la ciudadanía encuentra muy insatisfactoria.
Hay casos en los que lamentablemente se ha legislado de manera precipitada
luego de un debate insuficiente. Algunos ejemplos son de público conocimiento:
los temas involucrados en la llamada ‘ley pulpín’ merecían un tratamiento
distinto, lo mismo que los relativos a la seguridad previsional y el destino de
las AFP.
La bicameralidad permitiría ayudar a moderar el proceso legislativo a
unas proporciones más acordes con la ponderación que necesitan las leyes de la
República. Una cámara revisora ofrece no solo la posibilidad de controlar la
proliferación legal nociva, sino también la garantía de un mejor debate de las
leyes.
En los 90 había necesidad de decisiones políticas difíciles para
restablecer la seguridad nacional. Hoy hace falta seguridad jurídica. Es lo que
requiere la inversión, sobre todo la de largo plazo, que es la que el Perú
demanda clamorosamente en agua y en bosques, agroindustria e infraestructura.
Eso requiere reglas estables que no se pueden cambiar precipitadamente,
porque ese ruido político conspira contra la inversión y la condena al
cortoplacismo. Es la sistemática creación de incertidumbre la que ha hecho
colapsar en los últimos años la inversión que tanto esfuerzo costó levantar.
Hoy mismo, el ruido político –los rumores banales de cierre del Congreso y de
censura ministerial, la confrontación– no es bueno para la economía, no es el
clima que necesita la inversión. Porque la economía no es una máquina, es un
árbol que necesita tiempo y un entorno estable para crecer sano y fuerte.
La bicameralidad podría ayudar a la seguridad jurídica que el país
necesita. Podría ayudar también a reducir la incertidumbre y evitar la
confrontación política innecesaria. El pueblo peruano no estaría en desacuerdo
a condición de que no suponga un incremento del número total de representantes
parlamentarios. Eso obliga a plantear el retorno a la bicameralidad bajo la
condición de mantener estrictamente el número actual de representantes.
Lo previsible es que el debate político sobre la bicameralidad necesite
tiempo. Evitando toda precipitación, la eventual elección de un Parlamento
bicameral debería contemplarse con miras a los comicios del 2021, con el
bicentenario de la República, para regir a partir del siguiente quinquenio.
Por encima de toda coyuntura política se halla nuestra convicción de que
solo un mejor debate público podrá contribuir a la institucionalización del
Perú. Y alcanzar una sana reforma de las instituciones del país para hacerlas
más democráticas.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las siguientes notas periodísticas de
política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican
sólo como una forma de reconocer el crédito
y agradecer la cortesía.
GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO,
DEMOCRACIA
El Comercio, Correo
El congresista Kenji
Fujimori presentó el lunes último un proyecto de ley que
restituye las dos cámaras en el Parlamento: una de diputados y otra de
senadores.
Fujimori Higuchi afirmó que “la inversión masiva
necesita seguridad jurídica”. Agregó que “la bicameralidad es la herramienta”. También
dijo esperar que su bancada entienda la necesidad de aprobar esta iniciativa.
De acuerdo al proyecto de ley de Kenji Fujimori, la cámara de diputados
tendrá 100 integrantes y la de senadores, 30, el mismo total de congresistas
actual.
El Senado que propone crear el congresista tiene entre
sus principales atribuciones revisar los proyectos de ley de la cámara de diputados;
elegir o remover a los magistrados del Tribunal Constitucional, al defensor del
Pueblo y al contralor de la República, con el voto favorable de no menor a los
2/3 de sus integrantes; y ratificar la designación del presidente del Banco
Central de Reserva (BCR). La segunda cámara, de acuerdo al proyecto, tiene
también la potestad de autorizar los viajes del presidente de la República, y
el derecho a la amnistía.
La cámara de Senadores estará a cargo de revisar los
proyectos de ley de la Cámara de Diputados y censurar o negar la confianza a
los ministros o al mismo gabinete.
El proyecto de ley de Fujimori Higuchi establece que el
presidente solo está facultado a disolver la cámara de diputados si esta ha
censurado o negado la confianza a tres Gabinetes Ministeriales, cuando en la
actualidad es a dos. El Senado, según la iniciativa, no puede ser disuelto.
El planteamiento no
elimina la Comisión Permanente ni sus funciones,
pero sí estructura una división de funciones entre las dos cámaras: la de
diputados tendría iniciativa legislativa; mientras que la de senadores estaría
facultada a ejercer el poder político de nombrar representantes de órganos
estatales, así como de emprender investigaciones y realizar acusaciones
constitucionales.
La iniciativa establece como requisito para postular a
la cámara de diputados, además de ser peruano de nacimiento, tener 25 años,
mientras que para la de senadores, 35 años.
La iniciativa tiene la firma de Kenji Fujimori y ha sido
presentada en la interna de la bancada de Fuerza Popular para la firma del
portavoz, Daniel Salaverry. Para presentar un proyecto a la mesa de partes del
Parlamento, este debe contar con las firmas de seis legisladores.
Peru21
El proyecto de ley del congresista de Fuerza Popular (FP)
Kenji Fujimori para que retorne la bicameralidad ha levantado polémica en
el ambiente político.
Legisladores de cinco bancadas se han mostrado a favor
de la misma. Uno de ellos, el oficialista Gilbert Violeta, manifestó que
“complace que, en el fujimorismo, Kenji Fujimori ayude a crear consenso para
restablecer el Senado”.
La congresista de Nuevo Perú (NP) Marisa Glave también
se mostró a favor al argumentar que “para la calidad de la legislación, sería
bueno que tuviéramos dos cámaras, como las que teníamos antes”. Comentó que
este tema viene generando consenso en distintas bancadas.
Javier Velásquez Quesquén, del Apra, resaltó que el
proyecto del congresista Fujimori “va en la línea de una reivindicación
histórica del fujimorismo con la constitucionalidad peruana”. Velásquez
consideró acertado que la propuesta plantee que el presidente de la República
solo pueda disolver la Cámara de Diputados y no la de Senadores.
La iniciativa legislativa también fue respaldada por el
vocero de Alianza para el Progreso (APP), César Villanueva. “Está demostrado
que el sistema unicameral ha sido una fábrica de leyes sin calidad. Es
importante tener nuevamente una Cámara de Senadores que ayude a reflexionar”,
dijo.
Por otro lado, el congresista de Acción Popular (AP)
Yonhy Lescano sostuvo que, aunque 100 diputados y 30 senadores no representarán
a los 30 millones de peruanos, el partido de la lampa siempre apoyó la
bicameralidad.
No solo los legisladores se mostraron a favor de
retornar al Senado. Un miembro del Ejecutivo, como la ministra de la Mujer, Ana
María Choquehuanca, coincidió en que aquello “mejoraría la confianza en la
población”. Choquehuanca, quien también es parlamentaria, consideró que dos
cámaras permitirán que haya “un mayor filtro” que haga posible la creación de
mejores leyes en favor de la ciudadanía.
En enero pasado, la ex presidenta del Congreso Luz
Salgado declaró a la prensa que veía con “simpatía un pequeño Senado”. “Es
importante empezar esta discusión de un pequeño Senado para una próxima reforma
electoral, que es una de las tareas pendientes que tenemos”, agregó.
La propuesta de ley de Kenji Fujimori deberá ser
presentada al vocero titular del fujimorismo, Daniel Salaverry, que tendrá que
decidir si pone su firma para presentarlo.
La propuesta de ley del menor de los Fujimori –que
contiene 24 páginas– plantea el regreso de un sistema bicameral, que había sido
anulado por su padre, Alberto Fujimori, luego del autogolpe de 1992.
Aunque el proyecto de Fujimori aún no ha sido evaluado
en el interior de su bancada, ya tiene el voto en contra de su vocero alterno,
Héctor Becerril.
Este cuestiona que “independientemente de que cause
gasto o no, el tema es qué podría hacer una Cámara de Senadores que no puede
hacer el actual modelo unicameral. No lo considero necesario ni importante”,
dijo. “Obviamente se evaluará, pero yo tengo una posición”, agregó.
Aunque el proyecto de Fujimori aún no ha sido evaluado
en el interior de su bancada, ya tiene el voto en contra de su vocero alterno,
Héctor Becerril.
Este cuestiona que “independientemente de que cause
gasto o no, el tema es qué podría hacer una Cámara de Senadores que no puede
hacer el actual modelo unicameral. No lo considero necesario ni importante”,
dijo. “Obviamente se evaluará, pero yo tengo una posición”, agregó.
Correo
Según fuentes del despacho
del hermano de Keiko Fujimori, el proyecto fue entregado
a la oficina del vocero Daniel Salaverryel último miércoles 20 de
setiembre. Sin embargo, aseguran, hasta el momento no ha obtenido el visto que
le permitirá a Kenji Fujimori recoger las firmas de sus
correligionarios a fin de tramitarlo oficialmente en el Congreso para su
posterior debate.
Expreso
El constitucionalista
Víctor García Toma calificó como una “magnífica idea” la propuesta del
representante de Fuerza Popular Kenji Fujimori. “La historia acredita que
cuando teníamos un sistema con doble cámara [Senadores y Diputados] el nivel y
la calidad de nuestros congresistas ha sido mejor que con el unicameralismo”, afirmó.
García Toma explicó que
las ventajas que presenta el bicameralismo serían, entre otras, la presencia de
una cámara de Senadores con personas más experimentadas en lo político, con una
visión más amplia del país.
“Se supone que Diputados o
Cámara Baja es una de combate, de discusión, de confrontación. Es la que
interpela y la que censura. El gran flujo de iniciativas legislativas debe ser
votado y aprobado por ellos. Pero hay temas que deberían tener una segunda
mirada, en la Cámara de Senadores”, explicó el constitucionalista.
Correo
El retorno de la bicameralidad es
un tema que ha saltado nuevamente a los primeras planas luego de que el
congresista Kenji Fujimori lo
planteara hace unos días. En su bancada no están convencidos de apoyar su
iniciativa de manera corporativa, y tiene incluso detractores allí. El menor de los Fujimori encuentra
más bien eco y respaldo en otros grupos políticos.
El titular del Congreso, Luis Galarreta, puso paños fríos
a la propuesta y precisó que “nunca se ha tratado este tema dentro de su
bancada” y que “no ha sido un tema en nuestra agenda, más allá que sé de
algunas opiniones a favor o en contra”.
El Poder Ejecutivo también ha presentado un proyecto de cara a
la bicameralidad. Entonces, el ministro de Defensa, Jorge Nieto, explicó que la
conformación se daría con 100 diputados y 30 senadores.
Peru21
Fujimorismo bicameral
Juan José Garrido
Si bien es cierto que el benjamín de los Fujimori les ha hecho las cosas
difíciles a su hermana y su partido, sería bueno que la bancada de Fuerza
Popular le dé una leída al proyecto presentado por el congresista Kenji
Fujimori para restituir la bicameralidad (léase, la presencia de dos cámaras
legislativas, una de diputados y una de senadores). Cierto, no es la única
propuesta de este tipo dando vueltas en el Congreso, por lo cual nos
referiremos a la idea en general y no a un proyecto en particular.
Para empezar, sería una magnífica manera de acercar a los electores con
sus representantes. Si bien es cierto que los congresistas son hoy elegidos por
distrito electoral múltiple (plurinominal), no están directamente ligados a sus
representados. Se podría pensar en distritos uninominales o de otro tipo, pero
ese fin sería el indicado: que los electores estén representados en realidad, y
no en el papel, como es ahora.
Otra razón es para minimizar la producción de leyes innecesarias o
perjudiciales. Cuando el Perú requería reformas urgentes y múltiples,
posiblemente una cámara como la actual funcionaba y servía a nuestras
necesidades. Hoy vivimos otra realidad: lo que necesitamos es filtros, y que
las propuestas sean discutidas a profundidad.
Una de las quejas es la multiplicación de los escaños y del costo
operativo del Congreso bicameral. Pero eso no es necesariamente cierto: basta
con limitar en 130 el número total (95 diputados, 35 senadores, por ejemplo) o
incrementarlo ligeramente (140 o parecido en total). En todo caso, el
incremento sería tan leve que no sería una razón suficiente para poner de lado
las ventajas del sistema bicameral.
Existe un área sobre la cual espero la opinión de expertos, y se trata
de la necesaria reducción de leyes, regulaciones y ordenanzas absurdas que
existen y que, en la mayoría de casos, se superponen. ¿Podría existir un
mecanismo de revisión más expedito? ¿Habría que formar una comisión especial?
¿Y en el caso de reformas, cuál sería el flujo en dicha realidad?
ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS,
PSICOSOCIALES
La República
Fuentes
de Peruanos Por el Kambio informaron que cualquier decisión que se tome
respecto del posible indulto humanitario a favor de Alberto Fujimori será solo
después de que el gabinete de Mercedes Aráoz haya obtenido el voto
de confianza del Congreso.
Aráoz y su gabinete
asistirán el jueves 12 de octubre al Parlamento. Luego, recién se tomará una
decisión.
Expreso
El extitular del Congreso
Ántero Flores-Aráoz dijo no tener la impresión de que el presidente Pedro Pablo
Kuczynski haya puesto “en la congeladora” un posible indulto al exmandatario
Alberto Fujimori, porque seguramente –opinó– su decisión final está en espera
del momento adecuado.
“No creo que el indulto a
Fujimori esté congelado. No creo tampoco que este momento sea el adecuado para
hacerlo. Yo lo que creo es que hay mejores momentos y que seguramente el
Presidente de la República los está esperando”, comentó a EXPRESO.
Flores-Aráoz agregó que
tampoco considera que las recientes declaraciones vertidas por el Premio Nobel
Mario Vargas Llosa hayan hecho retroceder a Kuczynski en su intención de
otorgar la gracia presidencial al líder histórico del fujimorismo. “Que pueda
haber influido el señor Mario Vargas Llosa [en esta decisión del Presidente]…
Mario Vargas Llosa no influye ni en la señora Isabel Preysler [su actual
novia]”, aseguró.
“La lucha contra el
terrorismo, la direccionalidad económica del país, y lo dice alguien que lo
sufrió porque fui uno a los que expectoraron del Congreso el 5 de abril de
1992. Creo que el indulto a Fujimori tiene un fin pacificador tal como lo dijo
Enrique Ghersi”, finalizó.
Para el analista político
Carlos Tapia, como ya se resolvió la confrontación del Ejecutivo con el
Congreso con el Gabinete encabezado por Mercedes Aráoz, el indulto a Fujimori
está a la puerta.
Expreso
El presidente Pedro Pablo
Kuczynski mantiene en septiembre una aprobación de 20 % y una desaprobación de
69 %, cuando en agosto tuvo 2 % de respaldo y un 64.3 % de reprobación. La
presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, inicia su gestión con 44 %
de aprobación y 39 % de rechazo, según el mismo estudio.
Respecto de la imagen
política de las principales figuras del fujimorismo, los peruanos le otorgan un
37 % de aprobación y 50 % de desaprobación a Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza
Popular. Su hermano Kenji Fujimori, por su parte, tiene igualmente un 37 % de
aprobación y un 47 % de desaprobación.
Respecto al nuevo proceso
disciplinario abierto a Kenji Fujimori por Fuerza Popular, los peruanos expresaron su respaldo al
legislador. Según el estudio de CIT Perú, un 59 % de encuestados dijo
desaprobar que el menor de los Fujimori vaya a ser expulsado de eta agrupación,
mientras un 22 % estuvo a favor de la medida disciplinaria y un 19 % no
respondió.
Financiamiento: Diario Expreso y
CIT.
Grupo
Objetivo: Hombres
y mujeres de todos los niveles socioeconómicos del Perú entre los 18 y 70 años.
Tamaño
de la población: 21’118,021
habitantes
Tamaño
de la muestra: 1,220
casos efectivos.
Margen
de error: +/-
2,8 %.
Nivel
de confianza: 95
%.
Nivel
de representatividad: 88.6
%.
Fecha
de campo: 21
y 22 de septiembre 2017
El Comercio
Kenji Fujimori ha sido citado para este jueves a las
12:30 p.m. al local partidario de Fuerza Popular, en el Centro de Lima, a fin
de que dé sus descargos en el marco del segundo proceso disciplinario iniciado
en su contra al interior de su bancada.
Al legislador se le imputan seis presuntas infracciones,
entre las cuales publicar un artículo de opinión en un semanario, emitir
mensajes en Twitter y haberse cubierto la boca con una cinta en el pleno del
Congreso del 14 de setiembre, cuando se debatía una nueva ley contra el transfuguismo
planteada por su propia bancada.
Tomando ese escenario en cuenta, ¿cuán sólidos podrían
ser los cuestionamientos contra el parlamentario? Fujimori aún prepara su
estrategia y, según pudo conocer El Comercio, apuntaría a defender su libertad
de expresión. Así, una eventual expulsión de la bancada podría verse como un
acto muy forzado.
Para el abogado constitucionalista Aníbal Quiroga, criterios
técnicos de proporcionalidad entre los hechos imputados y las sanciones
contempladas en el reglamento interno no implicarían -a su juicio- una
expulsión. “Sin duda alguna, ha hecho uso de su libertad de expresión. Lo que
pasa es que esa libertad de expresión colisiona con los principios de su
partido, pero no colisionan tanto como para que lo suspendan por pensar
diferente”, consideró Quiroga acotando que no ve mayor solidez en los
cuestionamientos.
El Comercio
Los voceros de Fuerza Popular y la primera
ministra Mercedes Aráoz se
mostraron sonrientes durante y al término de la primera reunión que sostuvieron
en el Congreso de la República.
El encuentro –a casi dos semanas de la sesión del voto
de investidura– entre la nueva jefa del Gabinete y los congresistas Daniel
Salaverry, Héctor Becerril y
Milagros Salazar, portavoces del fujimorismo, duró una hora y se desarrolló en
una de las oficinas de Fuerza Popular.
Ninguno aceptó preguntas de la prensa al término de la
reunión.
Esta cita marcó el inicio de una ronda de
conversaciones de la presidenta del Consejo de Ministros con las bancadas. El
objetivo es lograr el apoyo de los grupos parlamentarios para el voto de
confianza, previsto para el 12 de octubre.
Salaverry aseguró que han “renovado su compromiso” con
el Ejecutivo de apoyar proyectos de ley que envíen al Congreso sobre esos
temas. “Estamos seguros de que este nuevo diálogo que se ha abierto entre la
bancada y el Ejecutivo dará frutos”, concluyó.
Héctor Becerril precisó que la cita “no implica una
obligación o un compromiso” de dar el voto de confianza al nuevo Gabinete. “No
se puede garantizar que no habrá más censuras. Si algo amerita una
interpelación, la vamos a hacer”, remarcó.
Becerril dijo que el indulto al ex presidente Alberto
Fujimori “no se tocó” durante la reunión.
La República
El viraje
Mirko Lauer
La actuación de Mercedes Aráoz
viene siendo definida, según el cristal con que se mire, como el logro de una
tregua que era urgente, como un proceso de claudicación del Ejecutivo, como una
expresión de la influencia del Apra, e incluso como una hábil maniobra para
mantener a raya a Fuerza Popular.
El descontento de las voces
antifujimoristas ya es evidente. Pero todavía es temprano para una definición
exacta, pero el giro dado por el gobierno es evidente, y en cierta medida
misterioso. ¿Por qué el relativo éxito de la cuestión de confianza ha venido
seguido de una política de acercamiento a posiciones de la mayoría FP del
Congreso?
Una respuesta fácil es que el
Ejecutivo necesita el voto de confianza para el gabinete Aráoz. Pero si ese es
el objetivo, entonces se está entregando realmente mucho. El problema aquí no
son los gestos conciliadores, quizás comprensibles, sino el riesgo que parecen
estar corriendo las políticas del gobierno en algunos sectores.
A pesar de sus problemas con
Kenji, la mayoría FP no ha cambiado en lo esencial. Algunos voceros
particularmente polémicos y destemplados han sido puestos en suspenso. Pero la
acometividad sigue presente, y con ella el peligro de nuevos bloqueos a la
marcha del Ejecutivo. Hay nuevos ministros bienvenidos, pero otros siguen en la
mira.
Los sectores antifujimoristas de
la política suspendieron el juicio frente al nuevo gabinete por unos días, pero
ahora ya hay reclamos. La tajante advertencia de Mario Vargas Llosa es clara
señal de que hay quienes están esperando que Pedro Pablo Kuczynski cruce una
línea de no retorno en su presidencia.
Faltaría recorrer un trecho para
llegar a esa línea. Pero este primer espectáculo de un PPK empezando a
inclinarse hacia otro tipo de derecha ha sobrecogido a muchos. En especial a
aquellos que lo apoyaron en el 2016 a pesar de no compartir sus puntos de
vista. Definitivamente esperaban más.
Estaríamos, pues, ante un
resultado paradójico de la medida de fuerza que el antifujimorismo le reclamaba
a PPK. Esas personas entendían mejor a PPK como el liberal acosado por FP, al
que se le reclamaba hacer más política. La política del PPK actual no les
gusta, pero quizás ella era predecible.
Expreso
Entrevista
a Enrique Ghersi
-¿Cuál es la reflexión que le
amerita el gabinete de Mercedes Aráoz?
Esta es una nueva
oportunidad para que las fuerzas políticas se pongan de acuerdo y desarrollen
consensos mínimos en beneficio del país. A mí la doctora Mercedes Aráoz me
parece una líder estupenda, es una mujer de gran capacidad e inteligencia y,
sobre todo, de una gran fuerza de voluntad. Una persona muy trabajadora, con
gran experiencia en el sector público. Yo creo que ella lo va a hacer muy bien.
Y creo que en el caso de Fernando Zavala, era también un hombre con mucha
capacidad, muy bien intencionado y con experiencia, pero no tuvo la fortuna de
ponerse de acuerdo con el fujimorismo que prefirió contradecirlo que ponerse de
acuerdo. Vivimos un momento de gestar los grandes consensos nacionales y creo
que Mercedes Aráoz, al recibir un voto de confianza casi unánime como el que va
a recibir, tendrá una responsabilidad estupenda para hacer un relanzamiento de
la política económica y social del país.
-¿Usted tiene alguna
observación con respecto a los seis cambios ministeriales o puntualmente con
algunos de los ministros?
A mí me parece que todos
son gente muy capaz. Todos tienen experiencia en sus temas. Algunos de ellos
son gente muy experimentada como el señor Idel Vexler o el señor Fernando
D’Alessio. Como siempre, las personas que tienen una gran experiencia son
objeto de críticas, pero creo que son injustificadas. Hay que darles la
oportunidad de trabajar y estoy seguro que lo harán muy bien. Además en el
gabinete hay gente de primer nivel como lo es Bruno Giuffra y Pedro Olaechea.
Ellos tienen también una oportunidad -ahora que se ha refrescado el ambiente
político- de sacar adelante todas las iniciativas que tienen en mente. Yo soy
muy optimista y estoy seguro que las cosas mejorarán en el país.
-En estos días se ha estado
comentando sobre el inminente indulto al expresidente Alberto Fujimori. ¿Qué
piensa sobre esa posibilidad?
El indulto es una facultad
presidencial irrestricta. El Presidente tiene el derecho de indultar a quien le
dé la gana. Yo no creo que exista ninguna forma de aceptar una restricción a la
facultad presidencial. Hay normas que se han aprobado que son de menor
jerarquía que el mandato constitucional. De tal manera que yo creo que no
existe ninguna limitación, ni ninguna restricción que sea aceptable
constitucionalmente a la facultad presidencial de indultarlo. Cuando el
presidente Kuczynski decida, si decide indultar al presidente Fujimori, está en
su derecho y es su facultad. Es más, creo que el indulto tiene hoy en día un
propósito pacificador del país. Creo que en este momento hay que buscar la
reconciliación y la concordia. Fujimori ha estado preso casi 17 años, lo que
significa que ya recibió claramente una sanción. Además lo están indultando,
nadie lo está perdonando. El indulto va a ser por razones humanitarias. Por lo
que él hizo fue sentenciado, bien o mal -es cierto- pero recibió una sanción en
los tribunales peruanos. Esa sanción se ha cumplido. El presidente Kuczynski
tiene la facultad de indultarlo por el saldo del cumplimiento de la pena que le
queda. Hay otros presidentes que deberían estar en la cárcel y no han estado ni
un minuto. En cambio Fujimori ya estuvo 17 años preso. Eso debe ser evaluado.
-Se entiende esa postura pero
existen personas representadas por la izquierda y por otros sectores políticos
que se muestran reacios a esa posibilidad.
Pero también hay gente de
izquierda en el Gabinete. Ahí está el señor Jorge Nieto que cuando éramos
estudiantes en la Católica era del Movimiento de Izquierda Revolucionaria. Él
es un hombre de izquierda y no me parece que esté en desacuerdo. Más bien creo
que él es uno de los grandes alentadores del indulto. Lo mismo el ministro
Carlos Basombrío y el congresista Gino Costa que, cuando estudiábamos en la
universidad, este último sucedió al señor Nieto como presidente de la
Federación de Estudiantes de la Católica. Todos ellos son de izquierda
progresista y creo que ellos entienden que por razones políticas
–claramente–llega un momento en que indultar es un gesto político de
reconciliación y que estarán de acuerdo. Por supuesto, habrá gente que no esté
de acuerdo y es muy natural, pero en un momento en el cual están saliendo los
terroristas por el cumplimiento de su pena, pienso que la consideración del
indulto como una decisión política es una acto de reconciliación meritorio que
el Presidente debe evaluar.
-¿Cómo analiza la situación que
vive el congresista Kenji Fujimori en el Congreso?
A mí me parece muy bien
porque es un gran líder. Como dice Alan García, las cometas suben contra el
viento. Es una frase que siempre repite. Es decir, en política se crece no a
favor del viento sino en contra de él, igual que las cometas. Yo creo que Kenji
Fujimori está haciendo una carrera política espectacular. Ya dependerá de él,
de su talento y habilidad que se convierta en un líder nacional, pero no cabe
duda de que Kenji está desarrollando una carrera política sumamente importante
y que la defensa a ultranza de la libertad de su padre le va a redituar
electoralmente grandes beneficios. Los peruanos van a valorar inmensamente los
esfuerzos que está haciendo Kenji por la libertad de su padre. Yo creo que, más
allá del cálculo electoral, Kenji actúa honestamente cuando busca la libertad
de su padre.
-¿Que Kenji Fujimori sea el
abanderado de la libertad de su padre no la deja a Keiko en un segundo plano
muy comprometedor?
No creo que la deje en un
segundo plano porque Keiko tiene un poder propio desde el control de su partido
y su bancada. De hecho es la primera fuerza política del Perú, pero claro –si
ellos no se llegan a poner de acuerdo– una pelea dinástica al interior del fujimorismo
puede hacerle daño a los dos. Esto porque la división del fujimorismo podría
condenarlos a perder eternamente las elecciones.
“Estoy
seguro que Keiko quiere la libertad de su padre”. “No creo que Keiko
Fujimori no quiera que su padre salga de prisión. Pensar así me parece una
mezquindad. Yo no creo que una hija, mucho menos una mujer inteligente como
Keiko, que ha sido dos veces candidata a la presidencia de la República y que
la última vez perdió por muy poco, sea capaz de un pensamiento así. Yo estoy
seguro que Keiko también añora enormemente la libertad de su padre. Tiene
diferencias políticas con la forma de su liberación y discrepancias por el
liderazgo que le está disputando su hermano Kenji. Eso es otra cosa”, afirma
Enrique Ghersi.
El Comercio
Entrevista a Alvaro Vargas Llosa
(…)
-¿Cree que la relación entre Fuerza Popular y el
Gobierno puede mejorar, tras la designación de Mercedes Aráoz en la PCM? ¿Por
qué?
Mejorará si el gobierno transmite
firmeza, es decir si el fujimorismo se da cuenta de que Pedro Pablo está
dispuesto, si es necesario, a forzar, dentro de la más absoluta legalidad, la
convocatoria de elecciones para elegir un nuevo Congreso…
El Comercio
PPK-Keiko: una tregua entre dos
Pedro
Tenorio
Vale
la pena preguntarse si hay razones para prolongar la tregua que desde hace
nueve días –desde que se instaló Mercedes Aráoz en la Presidencia del Consejo
de Ministros– existe entre el Gobierno y el fujimorismo. Hoy se da por
descontado el voto de investidura que Aráoz buscará ante el Congreso. Pero de
ahí en adelante, ¿qué puede suceder? ¿Volveremos a las disputas interdiarias
que sazonaban las relaciones entre Fuerza Popular (FP) y Fernando Zavala o se
prolongará la ‘pax política’ alcanzada por Pedro Pablo Kuczynski tras renovar
su Gabinete? Creo que existen incentivos para mantener esta tregua, cuando
menos, a mediano plazo.
El
primero tiene que ver con que se confirmó que tanto el Gobierno como el
Parlamento están lejos de merecer una nota positiva por parte de la ciudadanía.
Y en lo que respecta al Congreso, se trata de un resultado cosechado a pulso
por el fujimorismo dado su control absoluto del mismo. En 14 meses falló PPK,
pero también Keiko Fujimori como lideresa de una mayoría parlamentaria que
debió marcar la diferencia ante un gobierno débil, y no lo hizo. Disparar sobre
los errores y escándalos –presuntos o reales– del Ejecutivo no es suficiente.
Según GFK, 77% de encuestados a nivel nacional desaprueba al Legislativo y solo
19% lo respalda.
Por
tanto, es hora de que ambos poderes dejen de pisarse los pasadores. Si no, como
hemos advertido aquí, servirán el terreno para fuerzas políticas ajenas al
desgaste que ya se percibe y que conviene menos que a nadie al partido
naranja.
Un segundo incentivo es que tanto ppkausas como fujimoristas padecen serios
problemas internos. El Ejecutivo necesita afinar su maquinaria ministerial
llevándola a un terreno en el que las percepciones demandan funcionarios
recorriendo el país y ensuciándose los zapatos. “Perú 21” publicó ayer un
informe basado en cifras del MEF que indica que a este mes seis ministerios han
gastado por debajo del 50% de su presupuesto. Sectores claves como Transportes
y Comunicaciones, Producción, Agricultura y Comercio Exterior están en deuda. Y
si bien ahora hay planes, urge acelerarlos.
Del
lado naranja, la pugna entre la guardia dorada de Keiko y Kenji está llegando a
un punto perjudicial para la imagen de esta. ¿No tendrían que superarlo antes
de decirle a los demás cómo manejar sus asuntos? Un probable indulto
humanitario para Alberto Fujimori (al que ya nadie en el Ejecutivo se opone
públicamente) tendría un efecto devastador para FP en las actuales
circunstancias. Keiko necesita consolidarse internamente de cara a un tercer
intento presidencial. Razones hay para dejar que el Ejecutivo respire y
reorganice la casa. Son semanas claves para entender si habrá –o no– tregua
para rato.
La República
Soñando con otros sabores
Mirko Lauer
Algunos voceros de Fuerza Popular
dicen que su partido no le teme a una nueva elección parlamentaria. Un típico
caso de desmesura. Pero a la luz de las cifras a continuación, quizás deberían
pensarlo dos veces.
En la encuesta GfK 65% de la
población aprueba un cierre del Congreso de darse una segunda censura (71% en
Lima). Se entiende que eso viene con una nueva elección, en la cual 73% dice
que votaría por un partido diferente de los que hoy ocupan curules. Por último
22% dice que votaría por uno de los grupos actuales.
Son opiniones fuertes, que
conciernen a todos los que ejercen el poder central hoy en el Perú, e incluyen
por igual a los disueltos y a los disolvedores. La encuesta no define a esos
partidos diferentes y alternativos. Pero el naipe no es tan largo, y debemos
pensar que están allí los que se quedaron afuera en el 2016.
Las dos preguntas de GfK son más
interesantes que las de un sondeo de circulación restringida hecho por Ipsos en
agosto, donde simplemente se pedía elegir entre los grupos del Congreso. En esa
gana FP, por amplio margen, algo que también sucede en esta encuesta de GfK.
Pero Ipsos no tomó en cuenta una nueva situación.
Incluso si juntamos los dos tipos
de pregunta, GfK muestra que hay una resistencia a votar por lo conocido. En
grupos actuales al lado de grupos nuevos, estos últimos suman 27% (un punto más
que FP), a lo cual se puede añadir el 26% de blanco, viciado, NS/NP. Incluso en
una pregunta tipo Ipsos, otros, blanco, viciado, NS/NP suman 42%.
Algunas ideas sueltas e
hipotéticas se desprenden de todo esto. No habría premio electoral para el
partido PpK si cierra el Congreso. Hay posibilidades reales de que FP pierda su
mayoría absoluta. Se daría un momento de oportunidades para los grupos que el
JNE dejó fuera de la competencia presidencial en el 2016.
Pero una idea nada hipotética es
que tanto el Ejecutivo como el Congreso van a tener que pasarse casi cuatro
años remando por igual frente a un amplio descontento de la población. Para
entender esto bastan las cifras de aprobación del presidente (22%) y el
Congreso (19%). La nueva elección sería contra ambos sectores.
Peru21
Treguita para PPK
Luis Davelouis
Según GfK, la lista de quienes desaprueban la gestión del presidente es
como sigue: el 72% de los que usan Internet; el 80% de los que no usan
Internet; el 79% de los que se informan principalmente a través de televisión
de señal abierta (deja de mentir, fujitroll); el 76% de los que se informan por
radio, prensa y cable; el 72% de los que se informan por Internet, y el 64% de
los que votaron por él. Síntesis, 3 de cada 4 peruanos desaprueban a PPK.
Lo mismo al Poder Judicial y al Congreso: tienen 76% y 77% de desaprobación,
respectivamente, tan bien repartida como el Ejecutivo. Solo 19% aprueba la
gestión del Congreso con notoria mayoría fujimorista. Al presidente del
Congreso, Luis Galarreta, lo aprueba el 18%. El cuestionamiento de la
legitimidad del Poder Judicial es lamentablemente consuetudinario; y respecto
al Congreso, no importa mientras la mayoría absoluta siga en poder de la
BanKada.
El fujimorismo no responde a ninguna realidad que lo desfavorezca: si
casi no le hace caso ni a la Constitución ni a los fallos del Tribunal
Constitucional y casi casi desconoce el resultado de las elecciones, poco es
una encuesta.
Pero aquí hay algo interesante: más de 6 de cada 10 peruanos estarían de
acuerdo con la disolución del Congreso si este censura otro gabinete. Entre ellos,
el 54% de los que votaron por Keiko Fujimori en 2da. vuelta lo aprobaría. Solo
5% no tiene opinión. Si así fuera, FP conseguiría el 30% de los votos (más o
menos lo mismo que ahora), pero sin repetir congresistas. Qué miedo esos
suplentes si estos son los titulares.
Los congresistas deberían tener más cuidado cuando se refieran a las
encuestas para legitimar sus iniciativas interpeladoras o de censura. Podrían
estar disparándose a las piernas.