jueves, 28 de septiembre de 2017

ESTA NOCHE jueves 28 setiembre 2017


ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

La opinión en MEDIA COLUMNA representa exclusivamente a su autor. Usted puede reenviar y publicar libre y
gratuitamente cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de este correo o de
jorgemorelli.blogspot.com


MEDIA COLUMNA
Como la carabina de Ambrosio


Jorge Morelli
@jorgemorelli1 
jorgemorelli.blogspot.com


Al aprobar Fuerza Popular con su mayoría absoluta la segunda ley llamada mordaza, dispuso que los grupos parlamentarios deben presentar su reglamento interno al Congreso. Al Consejo Directivo, para más señas.

Luego de aprobada la ley, sin embargo, Fuerza Popular no cumplió con esa obligación establecida por el propio partido en la nueva ley. Un descuido negligente, un despropósito involuntario.

No obstante, se apresuró a abrirle al congresista Kenji Fujimori un segundo proceso disciplinario sin haber subsanado la situación anterior, que ha dejado a Fuerza Popular formalmente sin reglamento y sin autoridades vigentes.

El empeño reiterado en someter a proceso disciplinario al congresista es un acto desproporcionado. En la oportunidad anterior, una carta firmada por 23 congresistas de la bancada rogaba a la presidenta del partido en los términos más corteses que el tema no se ventilara públicamente y pudiera resolverse en el contexto familiar. Parece claro que, en esta segunda oportunidad, la opinión pública habría hecho suyo ese llamado si se le hubiera preguntado. Pero se prefirió nuevamente ir por la vía de la dura sanción antes que por la del diálogo.  

La precipitación ha producido esta vez un búmeran que pone en evidencia la imprevisión y la poca diligencia de los asesores del partido en la gestión de la normatividad interna. El tiro ha salido por la culata, como el de la carabina del virrey Ambrosio O´Higgins, que perdió el ojo por esa causa.

Hoy, como bien han señalado los miembros del tribunal que encabeza el proceso, este puede seguir adelante, pero solo cuando exista un reglamento y unas autoridades vigentes.

Lo que a Fuerza Popular le convendría ahora es abrir un debate interno para la elaboración de este nuevo reglamento para su Grupo Parlamentario. Y el primer tema en ese debate debería ser, esta vez, una nueva definición moderna, constitucional y equitativa del concepto de disciplina partidaria frente al derecho constitucional de los congresistas a no ser sujetos a mandato imperativo alguno.


REPORTE DE NOTICIAS en Internet

Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican
sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.




ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS, PSICOSOCIALES



ESTA NOCHE
Respuesta del congresista Kenji Fujimori a la notificación de la apertura de su segundo proceso disciplinario.
“Señores del Comité de Procesos Disciplinarios del Grupo Parlamentario Fuerza Popular
KENJI GERARDO FUJIMORI HIGUCHI, Congresista de la República y miembro del Partido Fuerza Popular, con oficina en la Av. Abancay cuadra 2 s/n  Lima, edificio Juan Santos Atahualpa N 305,  atentamente digo:
“Que se me ha notificado el 22 de setiembre de los corrientes el expediente signado con el N 03-2017-GPFP, por el cual se me comunica el acuerdo tomado por los asistentes a la sesión de bancada de 18 de setiembre último, de abrirme proceso disciplinario en los términos que más extensamente constan en dicha notificación.
“Al respecto debo manifestar que me veo obligado a devolver dicha notificación ya que, desde la vigencia de la Resolución Legislativa del Congreso N 003-2017-2018-CR que modificó los numerales 4 y 5 del artículo 37 e incorporó el numeral 6 al mismo artículo, los reglamentos de los grupos parlamentarios deben ser previamente presentados al Consejo Directivo del Congreso para poder obligar a los miembros de un grupo parlamentario a someterse a ellos.
“Tal como ha ocurrido y, en consecuencia, el Grupo Parlamentario de Fuerza Popular se halla a la fecha sin reglas que lo rijan y no puede tomar decisión alguna mientras éstas no existan.
Más precisamente, las autoridades que firman la notificación deben volver a ser nombradas para poder realizar válidamente acto jurídico alguno. Esto, si es que en el reglamento que se alcance al Consejo Directivo del Congreso dichas autoridades todavía subsisten.
“En resumen, la notificación que motiva este recurso es nula por carecer de agente capaz de emitirla.
“La mencionada Resolución Legislativa N 003-2017-2018-CR incorpora dos exigencias más, que en verdad son imprescindibles porque regulan la actividad de los congresistas de la República. Una exigencia es el quorum-el reglamento debe ser aprobado por mayoría del número legal de miembros- y la otra, sustantiva también, el respeto a las garantías del debido procedimiento.
“El reglamento anterior del grupo parlamentario –ya no vigente - carecía de estos requisitos, según pude enterarme con posterioridad a mi anterior proceso, por lo que es indispensable a la brevedad un nuevo reglamento donde se debata y se precise además los alcances de la disciplina partidaria frente a las prerrogativas de representación de la Nación y de la no sujeción a mandato imperativo alguno ni a interpelación, y a su irresponsabilidad ante autoridad alguna por las opiniones que emiten en el ejercicio de sus funciones. En mi opinión, estas prerrogativas invalidan mi proceso anterior.
“Por tanto:
“Devuelvo la notificación y lo que ella contiene por nula, ya que no ha sido emitida por agente capaz.
“Lima, 28 de Setiembre de 2017”.



El Comercio
El congresista de Fuerza Popular Miguel Torres afirmó que el comité de disciplina de su partido decidió continuar el proceso contra su colega Kenji Fujimori. “Hemos tomado la decisión de continuar con el proceso disciplinario”, manifestó.
Torres, Úrsula Letona y Karina Beteta -integrantes del comité de disciplina- evitaron responder preguntas a la prensa.



El Comercio
La congresista de Fuerza Popular, Úrsula Letona, declaró hoy que “hay que mirar el tema de fondo, no formalidades”.
La congresista enfatizó en que el argumento principal del menor de los Fujimori "es básicamente un tema formal".
Añadió que ”si existe un problema de formalidades, se corregirá. El proceso continúa", agregó.



El Comercio
La congresista de Fuerza Popular Karina Beteta, miembro del comité disciplinario a cargo del proceso contra su colega Kenji Fujimori, aseguró que este aún existe “no solamente para nosotros, sino de acuerdo al reglamento con el que estamos actuando son válidos todos los procesos disciplinarios que puedan abrirse a cualquier colega", señaló. 



El Comercio
En la última modificación al artículo 37 del Reglamento del Congreso, el artículo 4 indica que cada grupo parlamentario aprueba su reglamento interno. Este deberá ser aprobado por la mayoría del número legal de sus miembros y obligatoriamente tiene que ser presentado ante el Consejo Directivo.







GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA



El Comercio
Una iniciativa del menor de los Fujimori al interior de su bancada, Fuerza Popular, ha reabierto el debate sobre la posibilidad de que el Congreso de la República vuelva a tener dos cámaras. "Es una deuda del fujimorismo", ha escrito en su Twitter.
La primera ministra, Mercedes Aráoz, consideró que la propuesta de retorno a la bicameralidad en el Parlamento, iniciativa del congresista Kenji Fujimori, es una reforma que podría "convenir" al Perú.
"Creo que el debate público sobre esa materia tiene todo el sentido porque es una reforma que podría convenir al país. Ya las formas dependerá de lo que resulte y se debata en el Poder Legislativo", dijo la titular de la PCM tras el Consejo de Ministros.
"Es un buen punto que se comience a discutir. Es un elemento que ayuda en materia de una reflexión mayor sobre los procesos legales. Eso estuvo en nuestra propuesta inicial", afirmó.



El Comercio
Cuidado con las cámaras
Fernando Tuesta
El proyecto del congresista Kenji Fujimori sobre la bicameralidad merece algunos, aun cuando apretados, comentarios. Acierta en proponer que la Cámara de Diputados se encargue del control político y apruebe los proyectos de ley y el Senado los revise, encargándose también del nombramiento de los altos funcionarios del Estado.
El proyecto señala que el presidente de la República puede disolver la Cámara de Diputados, mas no la de Senadores, si se censura o se niega el voto de confianza a tres consejos de ministros, salvo el último año, en el que no puede ser disuelta, aun cuando sí puede censurar al Gabinete Ministerial. El resultado es una cancha inclinada desfavorable al Ejecutivo, si no tiene mayoría en dicha cámara. Se debe mantener las dos censuras o negativa de confianza, a la que se debe agregar que en el último año tampoco se pueda censurar al Consejo de Ministros. El equilibrio de poderes estaría así protegido.
Pero el proyecto plantea que el Congreso esté compuesto por cien diputados y treinta senadores. Hasta 1992, el Perú tenía un Congreso de 240 parlamentarios, con 180 diputados y 60 senadores. Hoy el Congreso tiene 130 representantes. Pero, si a inicios de los 90 un diputado representaba a 55.629 electores, en la actualidad un congresista representa a 176.923 electores. Tenemos un Congreso subrepresentado que no tiene proporción con un electorado de 23 millones. Por lo que si se plantea un diputado por cada 100 mil electores, la Cámara Baja debería estar compuesta por 230 diputados. El Senado, a su vez, podría tener 78 senadores, tres por cada circunscripción. Este número de representantes podría alcanzarse en un par de períodos de mandato, para evitar un alto crecimiento inicial.
Sobre el origen del mandato, la propuesta no dice mucho. Se debe aprovechar para implementar un sistema en el que la mitad de la Cámara de Diputados se elija por circunscripciones uninominales y, la otra mitad, en proporción al número de electores de cada circunscripción, con lista cerrada. Esto permitiría una combinación de voto al candidato y voto a la lista del partido, como sucede en varios países, especialmente Alemania.
En el caso del Senado, debería tener una representación territorial, con 26 circunscripciones, departamentos, más Lima Metropolitana, Lima Provincias y Callao, cada una con tres representantes. Es decir, paritario como ocurre en Estados Unidos, Argentina, Brasil, Chile o Bolivia, permitiendo el desarrollo de vínculos con los niveles de gobiernos subnacionales, que por ahora están desarticulados. Es decir, una cámara que incluya los intereses y demandas de estas circunscripciones que han adquirido poder y autonomía como nunca antes.
Finalmente, el período de mandato. Una propuesta podría ser recortar el de la presidencia a cuatro años, como la mayor parte de las democracias, con una Cámara de Diputados del mismo período de mandato, elegida posteriormente a la segunda vuelta presidencial y renovable por mitades cada dos años. Y un Senado de seis años de mandato, renovable por tercios cada dos años.
Propuestas evidentemente debatibles, pero que merecen ser acompañadas de otras y, sobre todo, de un debate serio y responsable. Quizá lo más difícil de conseguir.



El Comercio, editorial
El congresista de Fuerza Popular Kenji Fujimori ha presentado a su bancada, días atrás, un proyecto de ley para modificar 19 artículos de la Constitución y restituir el sistema bicameral en el país. En este Diario hemos opinado en repetidas oportunidades a favor de esa idea y, aun cuando se puedan plantear algunas objeciones al texto presentado por el congresista, estimamos en general positivo que la iniciativa alcance una formulación orgánica.
El retorno del Senado, efectivamente, extendería el recorrido de una ley antes de su aprobación, permitiendo que tanto legisladores como ciudadanos den espacio a la ecuanimidad y a las reconsideraciones que esta pudiera merecer, una vez amainada la tormenta política que acompañó su diseño inicial. Una circunstancia que, según enseña la experiencia, redunda en beneficio de la calidad de tales normas.
Por otro lado, desplazaría a una instancia menos crispada por esas mismas tormentas responsabilidades tan importantes como la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, el defensor del Pueblo y el contralor general de la República, por mencionar algunas. Y ya hemos visto el precio que debemos pagar cuando estas definiciones se dan en medio de los pulseos pre o poselectorales.
Ocurre, sin embargo, que a veces presentar una iniciativa tan trascendente en un contexto en el que todo hace pensar que no prosperará es condenarla al fracaso o a una espera aun más prolongada que aquella a la que normalmente estaría sometida. Y ese parece ser el caso de la propuesta del congresista Fujimori.
El congresista de Fuerza Popular Kenji Fujimori ha presentado a su bancada, días atrás, un proyecto de ley para modificar 19 artículos de la Constitución y restituir el sistema bicameral en el país. En este Diario hemos opinado en repetidas oportunidades a favor de esa idea y, aun cuando se puedan plantear algunas objeciones al texto presentado por el congresista, estimamos en general positivo que la iniciativa alcance una formulación orgánica.
El retorno del Senado, efectivamente, extendería el recorrido de una ley antes de su aprobación, permitiendo que tanto legisladores como ciudadanos den espacio a la ecuanimidad y a las reconsideraciones que esta pudiera merecer, una vez amainada la tormenta política que acompañó su diseño inicial. Una circunstancia que, según enseña la experiencia, redunda en beneficio de la calidad de tales normas.
Por otro lado, desplazaría a una instancia menos crispada por esas mismas tormentas responsabilidades tan importantes como la elección de los magistrados del Tribunal Constitucional, el defensor del Pueblo y el contralor general de la República, por mencionar algunas. Y ya hemos visto el precio que debemos pagar cuando estas definiciones se dan en medio de los pulseos pre o poselectorales.
(…)






No hay comentarios:

Publicar un comentario