lunes, 28 de octubre de 2019

MEDIA COLUMNA domingo 27 octubre 2019




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MEDIA COLUMNA
Alcanzar el gobierno 
y no llegar al poder


Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com


Hoy en la Argentina gana Macri, ha dicho el famoso periodista argentino Gabriel Lanata. “Gana Macri. Esto se da vuelta. Guarden este tuit”, dice. Tiene razón a medias. Pero no es Macri el que gana, sino el peronismo el que hoy perderá. Si se ve forzado a ir a la segunda vuelta, incluso si gana el gobierno, pierde el poder.

Esto se debe a los hechos de Chile y su efecto devastador en la vasta clase media argentina.

La gigantesca manifestación pacífica de más de un millón de chilenos en las calles de  Santiago el viernes contiene un mensaje. No hubo violencia de ningún tipo. Esto no se debió a que no hubiera quién intentara generarla, sino a que los focos fueron sofocados de inmediato por una mayoría de los presentes expresando directa y explícitamente que el pueblo chileno no se va a dejar expropiar la legitimidad de sus reclamos por una turba violentista al servicio de un proyecto político ajeno.

Hoy pasará lo mismo en la Argentina.

Nadie debe engañarse respecto de la verdadera motivación de los chilenos. La no violencia de la marcha no miente. La ciudadanía ha salido a dar un mensaje en dos direcciones al mismo tiempo: al radicalismo, que la violencia no pasará. Al gobierno, que las cosas tienen que cambiar. Al día siguiente de los hechos, grupos de jóvenes salieron espontáneamente a limpiar la ciudad. Son lecciones de civismo del pueblo chileno.

¿En qué sentido deben cambiar? Pues, en el mismo en que cambió la sociedad inglesa y alas sociedades europeas en general luego de la Primera Guerra Mundial: en dirección hacia la igualdad de oportunidades.

En Bolivia, de otras parte, si Evo impone por la fuerza el fraude, habrá perdido igualmente. Si se aferra al gobierno, pierde el poder. Su cuarta reelección nace sin legimidad de origen y la legitimidad de eficacia, que en el tiempo reemplaza a la primera, no le bastará. Su asociación con el Foro de Sao Paulo, Caracas, La Habana y Moscú le pasará la cuenta.  

Las elecciones de enero en el Perú son el siguiente episodio de esta historia.

La batalla final por el continente sudamericano no ha hecho sino comenzar. Y, como hace 200 años, se librará en el sur del Perú, el norte de Chile y Bolivia, por el control de los recursos naturales del siglo XXI: el cobre, el litio y el agua. Una victoria electoral de Evo tendrá un efecto de demostración en el voto del Sur del Perú. No solo en Puno por el “efecto aymara”, sino en Arequipa, Moquegua y Tacna, por la masiva migración puneña. Pero son malas noticias solo si el Perú no tiene una propuesta para resolver dentro de un nuevo paradigma el conflicto entre los que tienen los recursos del subsuelo y los que controlan la tierra sobre ellos. Afortunadamente, ese paradigma ya existe y será el centro del debate del Congreso de año y medio. 

Por el momento, sin embargo, el “huracán” bolivariano desde Venezuela no llegó al sur del continente. No logró derrocar a Piñera, ni a Moreno. No logró siquiera consolidar realmente a Evo en Bolivia y no conseguirá echar mano de la Argentina. Aunque el peronismo ganara hoy el gobierno, no llegará al poder.


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1 comentario:

  1. Todo un galimatías. Desorden y confusión de ideas, desamparo teórico, torpeza intelectual que desmerece el análisis, falta de lógica, liviandad. Anda mejor a asesorar a Kenji

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