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MEDIA COLUMNA
“Cerca, pero ningún habano"
Jorge Morelli
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
No se le conoce a Pedro Pablo Kuczynski una sola crítica al gobierno
de Ollanta Humala.
Cada uno tendrá su opinión acerca de si PPK es, a sabiendas o no, el
candidato de Palacio. Pero no haber emitido en toda la campaña –y si vamos a
eso, en todo el gobierno- una sola observación, no ya una opinión desfavorable,
sobre el fiasco monumental de la gestión humalista demanda, por lo menos, un
ejercicio de interpretación.
No es necesario que exista un pacto de impunidad -explícito o tácito
siquiera- para facilitarle a la pareja presidencial una salida del descrédito
en que se encuentra, o privilegios para hacer frente a la marea de procesos que
le espera. Eso no podría hacerlo ningún hipotético gobierno de PPK, aunque
quisiera. Sencillamente, la justicia no lo permitiría. Pero su silencio sobre
el humalismo sí parece una invitación a que el gobierno le preste apoyo
discretamente, como podría ser el caso de la gasolina para el viaje al VRAEM.
Correspondientemente, PPK no critica la gestión económica del
gobierno. Pero, más allá de eso, porque tampoco tiene un crítica qué hacer. Es más, su plan de gobierno adelanta que
profundizaría la misma estrategia: reactivar a punta de déficit fiscal.
Ese déficit se ha generado dejando de lado el equilibrio fiscal que el
país mantuvo con gran esfuerzo por más de una década. A nuestra economía -que en
1990 se había vuelto alcohólica, adicta al gasto, y que luego por años fuera sometida
a un duro tratamiento de rehabilitación-, el humalismo le vendió la tentadora idea
de que un traguito no hace daño. No pasa nada.
Pero sí pasa. Para un ex alcohólico rehabilitado existe para siempre
el riesgo de recaer. El humalismo regresó al déficit fiscal y de la peor forma,
destinándolo a financiar gasto corriente: programas sociales y contratación masiva
de trabajadores estatales para administrarlos. Como en Brasil, que hoy paga la
cuenta.
Pero, al parecer, PPK no tiene nada qué decir acerca de todo esto. Por
el contrario, su plan ofrece más trago, más fino: un déficit fiscal permanente
a lo largo de los próximos cinco años para destinarlo no ya al gasto corriente
sino a la inversión pública.
Financiarlo con endeudamiento externo, según sus técnicos, no es un
problema. Según ellos, la deuda peruana es poca, solo 22% del PBI. Solo que no
es cierto. Su propio viejo compañero del BCR, Richard Webb, el mejor economista
del Perú, le ha advertido públicamente esta semana que eso no es verdad, que el
Consejo Fiscal del MEF señala que la deuda peruana sería de un 72 % del PBI si
se considera ciertas cuentas sistemáticamente invisibilizadas.
Pero la advertencia ha tenido impacto cero en el discurso de su
equipo, que esta noche debate con su contendor. Se dirá que tampoco el equipo
técnico de Fuerza Popular se pronuncia. No necesita hacerlo. Fuerza Popular no
propone mantener un déficit fiscal
durante cinco años, menos aún arriesgarse a mover los impuestos pesados.
Es por eso que el equipo técnico de PPK no critica –tampoco lo hará
hoy- la gestión económica del humalismo. Porque en el fondo cree que los
pulpines que han estado a cargo no tenían otro camino y, de haber estado ellos
en el ministerio, no habrían hecho cosa diferente.
Roosevelt dijo una vez de Keynes, un poco despectivamente, que le
parecía un profesor de Economía. El equipo de PPK es de economistas. Y PPK no
es realmente un líder político. Como dice la maravillosa expresión yanqui,
“close, but no cigar”, entonces (“cerca, pero ningún habano”). PPK se aproxima,
pero no llega.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las
siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas,
editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS,
PSICOSOCIALES
El Comercio
La
candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, dijo que no pedirá una tregua a su
contendor de Peruanos por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynski (PPK)
respecto a calificativos que ambos se han dedicado. Además, reiteró que
Ejército del Perú no la apoyó para llegar al Vraem y a su contrincante, sí.
"No
voy a pedirle tregua al señor porque sé que me sigue atacando todos los días
con palabras que incluso ha utilizado su aliado el señor [presidente Ollanta]
Humala. Ha mencionado la palabra cloaca. No voy a perder mi tiempo",
expresó Keiko Fujimori a la prensa.
Desde
Pisac, en Cusco, la candidata naranja lamentó que PPK haya usado ese
calificativo para referirse a Fuerza Popular, el mismo queen
noviembre de 2014 le
dedicó el mandatario Ollanta Humala a esa agrupación
Por
otro lado, Keiko
Fujimori afirmó
que documentación presentada por su candidato a vicepresidente, José Chlimper,
demuestra que el Ejército sí prestó gasolina a PPK y su equipo para llegar a la
zona del Vraem (Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro), mientras que a ella
y su comitiva, no.
"La
documentación está clara. A ellos no es que se les regale la gasolina sino que
se les dio la facilidad de hacer el préstamo de la gasolina. [...] Esa
facilidad que pedimos no se dio", remarcó Keiko Fujimori, quien también
anunció que llegarán a esa zona la próxima semana.
Finalmente,
la candidata de Fuerza Popular dijo que renegociará los contratos del gas de
Camisea firmados por PPK durante el gobierno de Alejandro Toledo, cuando fungía
de ministro.
"Vamos
a investigar y renegociar el contrato de gas de Camisea porque sabemos que esa
negociación hecha por PPK fue muy mala para los intereses del Perú",
prometió Keiko
Fujimori.
El Comercio
Pedro
Pablo Kuczynski (PPK)
demostró que su viaje proselitista a la zona del Vraem (Valle de los Ríos
Apurímac, Ene y Mantaro) no se hizo con la entrega de gasolina
del Ejército del Perú, tal como dijo Keiko Fujimori. En respuesta,
el líder de Peruanos por el Kambio mostró la factura del pago por el
servicio de transporte que contrató a la empresa Helisur para viajar en
un helicóptero.
PPK explicó
que hace un par de semanas estuvo en el Vraem y por cuestiones de tiempo, él
junto a su equipo tuvieron que transportarse en helicóptero.
"Fuimos en un helicóptero de Helisur y aterrizamos en un estadio municipal
de Kimbiri", aseguró anoche durante su participación en un foro realizado
en la Universidad Católica de Santa María, en Arequipa.
Cuestionó
que la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, mienta sobre este
hecho alegando que fue un regalo del Ejército del Perú. "La otra campaña
[de Keiko Fujimori] dice que es un regalo del Ejército. Que aterrizamos en
una base y todo eso es mentira", refutó PPK.
Como
se conoce, Keiko Fujimori dijo que no pudo llegar al distrito de Pichari,
ubicado en el Vraem, porque el Ejército del Perú se negó a prestarle gasolina.
Denunció que en cambio sí beneficiaron PPK.
PPK mostró
ante la prensa documentos que sustentan el
pago hecho a la empresa Helisur por el servicio de transporte.
"Yo tengo aquí la factura de nuestro helicóptero de Helisur. El depósito
de pago y a donde aterrizamos", aseguró.
El Comercio
Keiko
No Va, No a Keiko, Fujimori Nunca Más. Los colectivos que unen el nombre de la
candidata presidencial de Fuerza Popular a adverbios negativos son varios. La
lectura de las encuestas de intención de voto arroja luces al respecto: el
electorado se concentra entre quienes afirman que votarán por Keiko Fujimori sí o sí, y quienes
aseguran que de ninguna manera lo harán.
En la
última encuesta de Ipsos, por ejemplo, los primeros representan el 35% de
entrevistados, mientras que los segundos son el 43%. Este último porcentaje,
que aparece en todas las encuestas desde hace un par de años, es el llamado
antivoto, y se obtiene al preguntar a los entrevistados cuál es su actitud hacia
determinado candidato.
“Descubrimos que esto ayudaba a decir cuál
sería el voto en segunda vuelta”, explica Alfredo Torres, presidente ejecutivo
de Ipsos. La lógica, explica, es sencilla: Sumar las respuestas
“definitivamente votaré por él” con las “podría votar por él” nos da una idea
del potencial electoral del candidato.
Pero
las respuestas que más llaman la atención, y aun más en el caso de Keiko Fujimori, es el “definitivamente
no votaré por ella”. El antivoto.
Entre
marzo y mayo del 2011, el antivoto de Keiko Fujimori fluctuó entre 46% y 34%. Pero en ese mismo
lapso del 2016, estuvo entre 49% y 43% (ver infografía). Es decir, a pesar del
paso de un lustro, el antivoto no disminuyó, sino todo lo contrario.
Alfredo
Torres advierte que, en efecto, en la sociedad civil hay un crecimiento real
del rechazo al gobierno de su padre, Alberto Fujimori, debido a los casos de
corrupción y de violación de derechos humanos
El 5
de abril, la plataforma Keiko No Va, que agrupa a otros colectivos
antifujimoristas, organizó una multitudinaria marcha (15 mil asistentes, para
unos; 60 mil, dicen los organizadores) en Lima. El 31 de mayo organizarán otra.
La
mayoría de activistas antifujimoristas son jóvenes en edad universitaria. Para
Torres, tiene sentido que sean los jóvenes quienes se movilicen. “Los aspectos
negativos del gobierno de Alberto Fujimori, vistos con los ojos de hoy día,
generan un tremendo rechazo: Los ‘vladivideos’, los abusos, hoy son
inverosímiles”, indica. “En cambio, no tienen tan fresco el recuerdo de la
crisis de fines de los 80 y comienzos de los 90”, dijo.
Echando
una mirada paciente a las encuestas, el sociólogo Jorge Nieto sostiene que no
necesariamente ha habido un aumento del antivoto.
Las
cifras sustentan su análisis: en la primera encuesta que Ipsos realizó en mayo
del 2011, los que afirmaban que “nunca votarían por” Keiko Fujimori eran el 34%, pero
quienes decían que “probablemente no votarían por ella” eran 12%. Es decir, un
48% tenían una actitud negativa. Pero en la última encuesta de Ipsos, el 47%
tiene esta actitud: Si bien el 43% dice que definitivamente no votaría por
ella, solo el 4% señala que probablemente no lo haría.
“El
antivoto global no se ha movido. Pero su intensidad es mucho mayor”, refiere
Nieto.
La
razón de este aumento en la intensidad, sostiene, radica en que el fujimorismo
ha ganado en el Congreso 73 de los 130 escaños, bastante más que los 34 que
ganó en el 2011. “El sentimiento de riesgo y de peligro se ha incrementado,
porque hay más posibilidades de peligro autoritario”, dijo.
Alfredo
Torres cree que hay otro motivo para que el antivoto fujimorista sea mayor
ahora que en el 2011. “Hace cinco años había otros ‘antis’, el antihumalismo,
el temor a que el Perú se volviera una Venezuela chavista”.
—El
sólido sur—
Pero si el antivoto fujimorista tiene una característica es que está concentrado en el centro y sur del país. De acuerdo con la última medición de Ipsos, en los departamentos del centro el 48% dice que definitivamente no votará por Keiko Fujimori. En el sur llega al 50% (ver infografía).
Pero si el antivoto fujimorista tiene una característica es que está concentrado en el centro y sur del país. De acuerdo con la última medición de Ipsos, en los departamentos del centro el 48% dice que definitivamente no votará por Keiko Fujimori. En el sur llega al 50% (ver infografía).
El
sociólogo Romeo Grompone, investigador del Instituto de Estudios Peruanos
(IEP), ensaya una razón.
“El
sur, aunque también el centro, es una zona profundamente desconfiada del
centralismo político limeño. No es un voto radical, pero es un sector más
contestatario con las fuerzas políticas principales”, afirma.
Si
este rechazo es manejable o no, depende, dice Grompone, de la estrategia de
campaña de la candidata de Fuerza Popular.
“Keiko Fujimori ha tenido durante
mucho tiempo trabajo sostenido en las provincias. La gente evoca el estilo de
Alberto Fujimori de recorrer el país con un política de pequeños ofrecimiento,
como escuelas, trochas”, refiere.
Y
precisamente, en eso se encuentra la candidata fujimorista. Desde el martes, Keiko Fujimori inició un
recorrido por el centro y sur del país, ahí donde es más resistida. Su comando
de campaña ha bautizado esta gira como la Ruta Perú.
El
viaje, que abarca nueve departamentos, debe prolongarse por más de ocho días.
La particularidad de la gira es que se realiza íntegramente por tierra.
Si
esta estrategia para reducir el antivoto resulta efectiva o no se verá,
probablemente, en la encuesta de Ipsos que publicaremos mañana.
El Comercio
Los
jueces supremos que conformaron la Sala
Penal Especial de la Corte Suprema, que
llevó adelante el juicio contra Alberto Fujimori por los crímenes de Barrios Altos
y La Cantuta, se pronunciaron hoy sobre la labor que efectuaron y
defendieron la
sentencia de 25 años de prisión que emitieron el 7 de abril de
2009.
A
través de un comunicado, César San Martín,
Víctor Prado Saldarriaga y Hugo Príncipe Trujillo señalan que su fallo ha sido
"confirmada y validada en todos sus extremos y contenidos por diferentes
instancias de la jurisdicción ordinaria y constitucional".
Los
magistrados precisan que su "debido desempeño" ha sido reconocido
también por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) que examinó y
archivó los cuestionamientos y denuncias sobre la realización de posibles actos
disfuncionales.
Los
jueces agregaron que pese a los fundamentos jurídicos y la doctrina penal
expuestos en su sentencia y no obstante que la ciudadanía fue testigo, a
través de los medios televisivos, de su "conducta intachable", en los
últimos días se han emitido inconsistentes y ofensivas opiniones que solo
buscan mellar su prestigio y el sentido de la sentencia.
Los
magistrados precisaron que el punto más notorio de esta campaña se expresó en
una presunta predeterminación del fallo con el concurso de terceros. La defensa
de Fujimori aseguraba que San Martín consultó la sentencia con académicos a
través de correos electrónicos.
Para
los jueces las presuntas pruebas de esa acusación se sustentaron en
"una intervención inconstitucional de las comunicaciones
electrónicas, en la sesgada lectura de los correos electrónicos cuyos textos,
incluso, habían sido adulterados, y en la exigencia ilícita de que la víctima
de esa conducta delictiva debía exhibir los correos originales".
Los
tres magistrados finalmente manifestaron que rechazan "todas esas
expresiones que denotan un abuso del derecho que todo ciudadano tiene de
criticar las decisiones de los órganos jurisdiccionales".
La
semana pasada, el Tribunal Constitucional declaró
infundado el
recurso extraordinario presentado por Fujimori con la intención de anular la
sentencia condenatoria de la Sala Penal Especial y conseguir un nuevo juicio.
GOBERNABILIDAD,
DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA
El Comercio
La
bancada del Partido Nacionalista decidió retirar de la Comisión de Energía y
Minas a sus congresistas Tomás
Zamudio, Martin Rivas Teixeira y Teófilo
Gamarra por
impulsar el proyecto de ley que plantea derogar el Decreto Legislativo 1105,
norma que establece disposiciones para el proceso de formalización minera.
Tal
como reveló ayer El
Comercio, Zamudio presentó
un predictamen en
el cual plantea que el tema de la formalización sea competencia del Instituto
Geológico Minero y Metalúrgico (Ingemmet). Esto pese a la oposición de la
bancada oficialista y a la opinión en contra del Ministerio del Ambiente.
Precisamente,
el titular de esa cartera, Manuel Pulgar-Vidal, criticó
ayer el
proyecto del nacionalista Zamudio. “De ninguna manera debe aprobarse en el
Congreso el proyecto 5139-2015-CR. Solo traerá más pobreza”, escribió el
ministro desde su cuenta oficial de Twitter.
Fuentes
del oficialismo indicaron a este Diario que el cambio no solo responde a que la
propuesta de Zamudio va en contra de la política de formalización del gobierno,
sino porque es lo mismo que ha propuesto la candidata Keiko Fujimori.
En
reemplazo de Zamudio, Rivas y Gamarra, ingresarán como titulares a la comisión
Santiago Gastañaduí, Hugo Carrillo y Agustín Molina. El propósito es que junto
a Rubén Coa –titular de la comisión– sean cuatro los que hagan contrapeso al
dictamen de Zamudio, que cuenta con el apoyo de cinco fujimoristas, además de
Martín Belaunde y Amado Romero.