Mostrando entradas con la etiqueta "El Estado intenta retomar el control de la economía". Pone a las empresas a elegir entre quebrar o incumplir normas. Las pone de rodillas para decidir cuáles deben sobrevivir.. Mostrar todas las entradas
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sábado, 16 de mayo de 2020

MEDIA COLUMNA viernes 15 mayo 2020



Donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.


MEDIA COLUMNA
El Estado intenta retomar
el control de la economía 

Jorge Morelli
@jorgemorelli1


El Estado ha resuelto ahora convertirse en el Gran Hermano. Pretende decirle a las empresas lo que tienen que hacer para reabrir, con planes irrealizables y protocolos ridículos. Y está estorbando gravemente la reapertura de la economía.

El conflicto en el Gabinete ha llegado a un punto muerto y las transacciones a las que llega producen cosas como el plan de reapertura de cuatro fases en cuatro meses, que quebraría a la mayoría de las empresas, o protocolos sectoriales que parecen de humor negro. 

Hay incompetencia o agenda política detrás de esto. Lo que el Estado está haciendo es poner a las empresas en una situación imposible. Las obliga a elegir entre quebrar o incumplir su reglas absurdas. Quiere poner a las empresas del país de rodillas delante suyo para luego decidir cuáles deben sobrevivir y cuáles no por ser nocivas para el “interés público”.






En suma, el Estado está tratando de retomar el control de la economía. 

Lo está haciendo con el pretexto de que es una magnífica idea matar dos pájaros de un tiro. O sea, aprovechar la reapertura para reducir la informalidad. Pero las políticas públicas jamás deben intentar matar dos pájaros de un tiro. Cuando lo hacen, irremediablemente terminan por no matar ninguno.

Exigir la formalización como condición para reabrir y volver a la actividad productiva  es un error craso. Lo que va a conseguir es la pérdida de toda autoridad cuando el pueblo tome la solución en sus manos, ignore las reglas absurdas y vuelva a la actividad resuelto una vez más a permanecer en la informalidad.

La única solución aquí es permitir a todas las empresas formales del Perú abrir sus puertas y que ellas se encarguen de cuidar a sus trabajadores. El Estado debe delegar esa responsabilidad en las empresas. Y delegar también en las familias la responsabilidad de cuidar a los trabajadores informales -que también necesitan reabrir y son clientes o proveedores de las empresas formales-. Así el Estado podrá concentrar su capacidad de acción en los focos donde el contagio es más grave en todo el país.

O esta será otra oportunidad perdida.


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