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MEDIA COLUMNA
Luz al final del túnel
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
Ahora sabemos que entrar a un hoyo negro solo puede conducir a otro hoyo negro.
La cadena causal es esta: el conflicto de poderes produjo la primera vacancia
de la Presidencia, que condujo a la disolución del Congreso, que llevó a
la segunda vacancia de la Presidencia.
Fuerza Popular fue la causa eficiente. Estuvo en el origen del proceso y cargará con la
responsabilidad politica de lo ocurrido en este malhadado quinquenio.
Irónicamente, estaba cantado hace 30 años, cuando el conflicto de poderes llevó
a la disolución del Congreso del 5 de abril, para terminar nueve años después en la vacancia de la Presidencia en 2001. El ciclo se ha vuelto más corto.
No se trata de un péndulo de retaliación, de una mera mecánica de la venganza.
Es un proceso político al que Samuel Huntington llamo "modelo
dialéctico". Solo que el nuestro está trabado.
Un proceso dialéctico va de la tesis a su antítesis y de allí a una
síntesis que supera el conflicto. Pero ¿qué pasa cuando el proceso es fallido y,
en vez de una síntesis, recae una y otra vez en el punto de partida? Nuestra
democracia de baja gobernabilidad es la tesis que desemboca una y otra vez en
su antitesis, el autoritarismo, solo para recaer en la democracia de baja
gobernabilidad.
Y luego se instala la discusión bizantina sobre si el golpe de Estado contra la
Constitución lo dio el presidente al disolver el Congreso o lo dio el
Congreso al vacar la Presidencia.
¡Es la propia Constitución la que contiene la falla! Lo que caracteriza a la
democracia de baja gobernabilidad es el conflicto de poderes
permanente por causa de un equlibrio de poderes fallido, mal diseñado en
la Constitución misma.
Estamos en esto desde la fundación de la República, hace 200 años. El propio Simón
Bolívar lo advirtió claramente: si quieres tener una república, el inmenso
poder del Congreso que representa al pueblo tiene que ser contrapesado dándole
al ejecutivo un poder suficiente para equilibrar el del Congreo.
Pero, desoyendo el buen consejo de Bolívar, elegimos ser una república y
darle el poder al Congreso: la combinación imposible.
Por eso no hay gobernabilidad en el Perú y no la habrá mientras no se
rediseñe las relaciones entre los poderes para que haya un equlibrio entre
ellos. En el Bicentenario de la República es indispensable resolver esta falla
para escapar de la prisión.
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