ESTA NOCHE,
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MEDIA
COLUMNA
Piensa
en grande
Jorge Morelli
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He
aquí el problema en simple, aun a riesgo de sobresimplificarlo. Es indispensable
una autoridad única para la reconstrucción, pero es incompatible con el
ordenamiento legal vigente.
Da lo
mismo si es el primer ministro o un “zar”. No se trata solo de hallar a la
persona correcta -con una ordenada cabeza de ingeniero y una sobresaliente capacidad
de liderazgo carismático-. Se trata, sobre todo, de que la reconstrucción va camino
de estrellarse contra el ordenamiento legal vigente.
Modificar
el ordenamiento legal es indispensable, entonces. Pero toma tiempo, y no hay
tiempo. Esa reforma no se puede hacer sobre la marcha. En otras palabras, el
ordenamiento legal vigente no tiene que ser modificado, tiene que ser levantado
provisionalmente.
La reforma
del ordenamiento legal una vez levantado es una obra de ingeniería jurídica en
sí misma, distinta y paralela a la de la ingeniería física de la
reconstrucción.
Lo que
tiene que ser levantado es por lo menos el marco jurídico entero relativo al
agua y al ordenamiento territorial. Las políticas 33 y 34 -las dos últimas del
Acuerdo Nacional- abarcan esos dos campos. Fueron trabajosamente elaboradas, son
relativamente recientes y tienen consenso de los integrantes del Acuerdo: sociedad
civil, partidos políticos y Estado. Esas dos políticas –de agua y ordenamiento
territorial- pueden servir de guía a la ingeniería del nuevo ordenamiento legal
que hace falta, pero son solo referenciales y necesitan desarrollo legal.
En este
momento da lo mismo, en realidad, si el instrumento legal para levantar
provisionalmente el ordenamiento vigente es el de los decretos de urgencia, el
de los decretos legislativos con facultades delegadas, o la declaratoria de emergencia
en el área de las cuencas afectadas en todo el territorio. Lo que importa es
que la obra pública indispensable pueda ejecutarse seria y rápidamente.
No
puede hacerse, sin embargo, dentro de los procedimientos usuales de licitación
para la obra púiblica. Por grande que sea el riesgo de corrupción que eso
involucra -la corrucpción debe ser mantanida a raya-, lo más grave es el peligro
de que fracase la reconstrucción.
Es una
burla hiriente que los puentes construidos hace cuatro y cinco siglos atrás, en
el Tahuantinsuyo y en el Virreinato sobre el Rímac y otros ríos del Perú,
continúan de pie, impertérritos, mientras los nuevos se derrumban. La
administración del Virreinato, con todas sus limitaciones, se las arregló incluso
para otorgar títulos de propiedad a las tierras comunales, mientras el Estado
republicano -incluso el de hoy, con tecnología de satélites y registro
digitalizado- ha sido y sigue siendo hasta la fecha incapaz de hacerlo.
Si es
necesario empezar de nuevo, no podemos comenzar tropezando con nuestras propias
leyes. Es hora de darnos un nuevo ordenamiento legal y construir una institucionalidad
nueva para el agua y la tierra, y una infraestructura que dure todo el siglo
XXI.
Ha
llegado el tiempo de pensar en grande.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las siguientes notas periodísticas de
política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO,
DEMOCRACIA
El Comercio
El
presidente Pedro Pablo Kuczynski sostuvo que su gobierno no tendrá un “zar de
la reconstrucción”, sino que la tarea recaerá sobre el presidente del Consejo
de Ministros. “Aquí no habrá ningún zar
de la reconstrucción. Eso es una idea de alguna gente en los medios”, dijo a
BBC Mundo.
El
titular de la PCM, Fernando Zavala, había adelantado que el ministro de
Transportes, Martín Vizcarra, tenía posibilidades de liderar el trabajo de
reconstrucción.
“Todo se hará a través del presidente del
Consejo de Ministros, como corresponde”, acotó el jefe de Estado. “Mira, a mí
ni siquiera me gusta la palabra zar. Los zares terminaron arruinando a Rusia y
los fusilaron”, también indicó.
Refirió
que lo que se necesita es una buena organización y en el momento actual esta existe
con ministros destacados en regiones afectadas.
Estas
expresiones de PPK se difunden a una semana de que él mismo manifestara que su
gobierno evaluaba nombrar a un “zar de la reconstrucción”. “Lo que estamos
estudiando, tenemos unos días más, es crear una especie de zar de la
reconstrucción. No me gusta la palabra zar. Pero es un sistema, así como el
plan Marshall en Europa, algo dedicado a esto”, dijo el sábado pasado.
De
otro lado, Kuczynski ratificó que los Juegos Panamericanos 2019 se
desarrollarán “de todas maneras”.
Expreso
El ministro de
Transportes, Martín Vizcarra, dijo el jueves estar dispuesto a aceptar el cargo
que el presidente Pedro Pablo Kuczynski le asigne, incluido el de “zar de la
reconstrucción”, una vez terminada la emergencia”.
“Inmediatamente
terminemos, empezaremos a pensar en la reconstrucción. Yo estoy dispuesto a lo
que determine el Presidente”, refirió.
Tal fue la respuesta
cuando se le preguntó en el Congreso si aceptaría la responsabilidad de ser el
“zar de la reconstrucción”, aunque ello implique dejar el Ministerio de
Transportes.
Expreso
La oposición en el
Parlamento consideró que el “zar de la reconstrucción” no debe salir del
Gabinete ministerial. “Los ministros a las justas pueden con su trabajo
cotidiano, el día a día los está consumiendo, y sería un gravísimo error
encargar a un ministro, además de su cartera, funciones como esta”, sostuvo la
fujimorista Úrsula Letona.
Por su parte, el vocero
del Frente Amplio, Marco Arana, consideró que el nombramiento sería una
solución política a los problemas al interior del Ejecutivo, ya que se tendería
un “puente de oro” a la salida de Vizcarra.
“Con ello le estarían
diciendo: ‘deja el ministerio [de Transportes] y ven donde las obras que
demande la reconstrucción’. Si es así, termina la responsabilidad política del
ministro en cuanto al tema del Aeropuerto Nacional de Chinchero, pero no
termina la responsabilidad del Gobierno”, añadió.
Arana, del Frente Amplio,
no sólo aseguró que presentarán una nueva moción de interpelación al ministro
Martín Vizcarra. “Continuaremos con el pedido, más aún ahora que estamos viendo
puentes que se caen, porque no han tenido los estudios adecuados, porque
seguramente hubo corrupción, así que no quisiéramos que un contrato calificado
por el propio Vizcarra como lesivo y una adenda perjudicial sigan siendo
ignorados”, añadió.
El Comercio
El
fiscal anticorrupción José Domingo Pérez Gómez, quien investiga la licitación
del aeropuerto de Chinchero (Cusco) otorgada a Kuntur Wasi, incluyó en sus pesquisas a José Carlos
Balta del Río, gerente general de la empresa.
Fuentes
judiciales indicaron a El Comercio que
el fiscal incautó una agenda de Balta del Río, así como su laptop
personal.
Cabe
recordar que en una anterior disposición, el fiscal comprendió a la
viceministra de Transportes, Fiorella Molinelli, y al presidente de Kuntur Wasi, Carlos Vargas Loret de
Mola.
El
magistrado también dispuso solicitar, vía cooperación internacional, a la
justicia de Argentina que la empresa Andino Investment Holding –cuya sede se
ubica en dicho país– remita la información que recaban del servidor compartido
con Kuntur Wasi.
La
Fiscalía de la Nación solicitará informes al ministro de Transportes y
Comunicaciones, Martín Vizcarra, sobre su intervención en la firma de la adenda
para la construcción del aeropuerto
de Chinchero.
El Comercio
En
diciembre del 2015, el ex presidente Ollanta Humala anunció en Piura que el
Gobierno estaba “tomando previsiones e invirtiendo más de S/3.000 millones” en
todo el país para responder al fenómeno de El Niño. El Gobierno había aprobado
para el 2016 que ese monto fuera destinado a un pliego llamado Reserva de
Contingencia dentro del Presupuesto Nacional. Seis meses después, el 9 de junio
del 2016, ese presupuesto fue derivado a otros fines, a propuesta del propio
Humala, quien contó con el respaldo mayoritario del Legislativo.
En
mayo del 2016, de los S/3.000 millones, se habían utilizado 150 millones, el 5%
del presupuesto total. El Gobierno consideró, entonces, que los S/2.850
millones restantes debían destinarse a otros proyectos. Así, solicitó al
Congreso de la República que S/1.950 millones se transfirieran a obras de
inversión pública, S/600 millones a los Juegos Panamericanos y S/300 millones
se quedaran en el “fondo para intervenciones ante la ocurrencia de desastres
naturales”.
El
proyecto de ley para la transferencia de los fondos fue presentado al
Parlamento por Humala y el entonces primer ministro Pedro Cateriano.
La
propuesta se sustentó en que la alerta del fenómeno de El Niño fue cambiada a
“no activo” por el Comité Multisectorial a cargo del Estudio Nacional del
Fenómeno de El Niño (Enfen) y por el Centro Nacional de Estimación, Prevención
y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred).
Alonso
Segura, ministro de Economía de Humala, explicó a El Comercio que esta decisión
obedeció a que el dinero era “para responder a un desastre que no llegó porque
se controló con la prevención, entonces no se necesitó. Esos tres mil millones,
como eran reservas de contingencia, iban a revertir al Tesoro al final del año.
Entonces, ¿qué se hizo?, se reasignan a otras partidas y se crea el
fondo”. Además, “habíamos asignado dos mil millones al presupuesto para
mitigación de riesgo. Entonces, los reasignamos a proyectos de infraestructura
para impulsar el crecimiento, política contracíclica”.
La
iniciativa del Ejecutivo fue aprobada por el Congreso con 46 votos a favor y 16
en contra. De los S/2.850 millones, se transfirieron S/1.950 millones a 117
proyectos de los cuales solo cuatro –por un monto de S/31’966.769– estuvieron
referidos a obras de prevención frente a desastres naturales en las regiones de
Tumbes, Pasco, Ayacucho y Lambayeque.
La
carretera Bellavista–Mazan–Salvador–El Estrecho, ubicada en Loreto y a cargo
del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), es la obra que más
recursos obtuvo. Hasta el momento, solo se ha utilizado el 0,2% de
los S/324’317.000 transferidos.
La
otra carretera a cargo del MTC, Mazamari–Pangoa–Cubantía recibió S/130’394.841
y ha ejecutado el 14,6%; según la información del portal de Transparencia
Económica del Ministerio de Economía y Finanzas.
El
proyecto hidroenergético Alto Piura, a cargo del Gobierno Regional de Piura,
fue la segunda obra a la que se le destinaron más fondos. De los S/133’120.692
transferidos, se ha ejecutado el 20%, de acuerdo con la información del MEF.
Consultado
sobre los retrasos en la ejecución de los proyectos, Segura afirmó: “El
problema ha sido el cambio de gobierno a mitad de año porque han entrado con
recortes, una serie de cosas que han generado una interrupción en la ejecución
del presupuesto, pero la lógica sí era la correcta”.
Los
S/600 millones que la norma destinó a los Juegos Panamericanos fueron
transferidos a los gobiernos locales y regionales, según el portal de
Transparencia Económica del MEF. Mientras que el saldo de S/300 millones,
apenas el 10% del presupuesto inicial, fue asignado al Fondo para la
Intervención ante la Ocurrencia de Desastres Naturales, recursos que el
actual gobierno viene utilizando para enfrentar la emergencia que hoy se vive
en todo el país.
Respecto
al saldo de los S/300 millones, el ex ministro Segura lo justificó afirmando
que “era seis veces lo que se usaba en ese fondo cada año”.
Gestión
El trabajo de
reconstrucción deberá estar basado en el planeamiento
urbano.
Las 40
principales ciudades del país no cuentan con un plan urbano, lo que fomenta la
invasión y la creación de asentamientos humanos en zonas vulnerables, afirmó la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco).
“Dos situaciones: una es
atender la emergencia con vivienda temporal y la otra es la reubicación
permanente, que tiene que ver con planeamiento
urbano.
Nosotros
deseamos participar con asistencia técnica de los colegios profesionales, de
Ingenieros y de Arquitectos”, refirió.
Para el presidente del
gremio, Francisco
Osores, el planeamiento
urbano evita la informalidad y la
autoconstrucción de vivienda, dijo.
El Comercio
¿Una nueva
oportunidad para el gobierno?
Fernando
Rospigliosi
En las
últimas semanas casi todos los analistas han coincidido en que los desastres naturales constituyen una magnífica
oportunidad para que el gobierno demuestre su valía, remonte el descenso de su
aprobación y supere la fragilidad que lo caracteriza. En verdad, casi todos los
que opinan en ese sentido creen que eso ocurrirá y que el gobierno tendrá un
auspicioso segundo debut porque –dicen– está realizando un magnífico trabajo.
Discrepo de esas opiniones que, a mi parecer, son más bien expresiones de buenos deseos. Por supuesto, yo también esperaría que eso ocurriera y que, como resultado, tuviéramos un gobierno fortalecido y más estable. Eso sería beneficioso para el Perú. Pero una cosa son los deseos y otras las realidades.
Para empezar, dejo en claro que no discuto la versión, que muchos sostienen, sobre el presunto estupendo desempeño del gobierno. No tengo suficientes elementos en este momento para valorar su manejo de la crisis, es decir, si están utilizando eficientemente los recursos del Estado a su disposición para ayudar a los damnificados y resolver los problemas derivados de los huaicos y desbordes.
No puedo juzgar, por ejemplo, si la ministra de Educación, Marilú Martens, está organizando y liderando adecuadamente las labores en Piura. O si el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, está haciendo lo propio en Chosica y Santa Eulalia.
Lo que sí está haciendo correctamente el gobierno es aparecer en todos los lugares de desastres para llevar ayuda y una voz de aliento a los afectados. Eso es importante y a la vez una necesidad política. Si el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y los ministros no estuvieran con las botas puestas recorriendo el país y embarrándose en el lodo, serían fácil blanco de sus adversarios que los acusarían de “no ensuciarse los zapatos”.
Pero son dos cosas distintas: la respuesta promocional para demostrar que hay un gobierno preocupado y que trabaja, y la real eficacia de esa labor.
Mi punto es que el gobierno va a salir más débil y frágil de esta circunstancia. Que no tiene la posibilidad de solucionar adecuadamente las urgencias del momento, ni de realizar una reconstrucción rápida y efectiva.
Primero, porque el Perú no es un país rico con grandes recursos disponibles. Y lo poco que tiene lo derrocha y desperdicia con inversiones como la refinería de Talara (ver los varios artículos de Ricardo Lago y Juan Mendoza en “Perú21”) o los Juegos Panamericanos (ver los artículos de Ian Vásquez en El Comercio 19/3/17 y The Economist en “Gestión” 23/3/17).
Segundo, porque el Estado Peruano es ineficiente y corrupto. PPK lo acaba de reconocer cuando declaró que la razón por la que no declara en emergencia todo el país es la corrupción a nivel local. En verdad, lo es a todo nivel, gobierno central, regional y municipal.
La capacidad de gestión del Estado deja mucho que desear también, como lo demuestra la falta de obras de prevención, el escaso porcentaje del gasto de las partidas asignadas para ese efecto, los puentes mal construidos que se derrumban, etc.
Un ejemplo es lo ocurrido con la reconstrucción de Pisco durante el gobierno de Alan García. Al frente se puso a un exitoso y enérgico empresario, Julio Favre, que a pesar de sus esfuerzos no pudo lidiar con la engorrosa maquinaria estatal.
Todo indica que ahora se pondrá a un ministro o funcionario del actual gobierno al frente de la reconstrucción. Es dudoso que el resultado sea muy distinto. Es el mismo Estado, solo que un tanto más pobre que el de hace diez años, cuando el Perú crecía a un ritmo más alto.
Dicho esto, con los recursos con que cuenta, el gobierno puede hacer un trabajo eficiente y honesto. O no. Está por verse. Pero el resultado político le será adverso.
Por último, algunos creen que cosas como las expuestas en este artículo no se deberían decir aunque sean ciertas. Que es mejor hacer llamados a la unidad nacional y expresar buenos deseos. En realidad, eso lo hace el gobierno con los poderosos medios de comunicación con que cuenta y lo hace también la mayoría de personas que se manifiestan en los medios. Más bien creo que una pequeña dosis de realismo no hace daño. Y es necesaria.
Discrepo de esas opiniones que, a mi parecer, son más bien expresiones de buenos deseos. Por supuesto, yo también esperaría que eso ocurriera y que, como resultado, tuviéramos un gobierno fortalecido y más estable. Eso sería beneficioso para el Perú. Pero una cosa son los deseos y otras las realidades.
Para empezar, dejo en claro que no discuto la versión, que muchos sostienen, sobre el presunto estupendo desempeño del gobierno. No tengo suficientes elementos en este momento para valorar su manejo de la crisis, es decir, si están utilizando eficientemente los recursos del Estado a su disposición para ayudar a los damnificados y resolver los problemas derivados de los huaicos y desbordes.
No puedo juzgar, por ejemplo, si la ministra de Educación, Marilú Martens, está organizando y liderando adecuadamente las labores en Piura. O si el ministro de Energía y Minas, Gonzalo Tamayo, está haciendo lo propio en Chosica y Santa Eulalia.
Lo que sí está haciendo correctamente el gobierno es aparecer en todos los lugares de desastres para llevar ayuda y una voz de aliento a los afectados. Eso es importante y a la vez una necesidad política. Si el presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y los ministros no estuvieran con las botas puestas recorriendo el país y embarrándose en el lodo, serían fácil blanco de sus adversarios que los acusarían de “no ensuciarse los zapatos”.
Pero son dos cosas distintas: la respuesta promocional para demostrar que hay un gobierno preocupado y que trabaja, y la real eficacia de esa labor.
Mi punto es que el gobierno va a salir más débil y frágil de esta circunstancia. Que no tiene la posibilidad de solucionar adecuadamente las urgencias del momento, ni de realizar una reconstrucción rápida y efectiva.
Primero, porque el Perú no es un país rico con grandes recursos disponibles. Y lo poco que tiene lo derrocha y desperdicia con inversiones como la refinería de Talara (ver los varios artículos de Ricardo Lago y Juan Mendoza en “Perú21”) o los Juegos Panamericanos (ver los artículos de Ian Vásquez en El Comercio 19/3/17 y The Economist en “Gestión” 23/3/17).
Segundo, porque el Estado Peruano es ineficiente y corrupto. PPK lo acaba de reconocer cuando declaró que la razón por la que no declara en emergencia todo el país es la corrupción a nivel local. En verdad, lo es a todo nivel, gobierno central, regional y municipal.
La capacidad de gestión del Estado deja mucho que desear también, como lo demuestra la falta de obras de prevención, el escaso porcentaje del gasto de las partidas asignadas para ese efecto, los puentes mal construidos que se derrumban, etc.
Un ejemplo es lo ocurrido con la reconstrucción de Pisco durante el gobierno de Alan García. Al frente se puso a un exitoso y enérgico empresario, Julio Favre, que a pesar de sus esfuerzos no pudo lidiar con la engorrosa maquinaria estatal.
Todo indica que ahora se pondrá a un ministro o funcionario del actual gobierno al frente de la reconstrucción. Es dudoso que el resultado sea muy distinto. Es el mismo Estado, solo que un tanto más pobre que el de hace diez años, cuando el Perú crecía a un ritmo más alto.
Dicho esto, con los recursos con que cuenta, el gobierno puede hacer un trabajo eficiente y honesto. O no. Está por verse. Pero el resultado político le será adverso.
Por último, algunos creen que cosas como las expuestas en este artículo no se deberían decir aunque sean ciertas. Que es mejor hacer llamados a la unidad nacional y expresar buenos deseos. En realidad, eso lo hace el gobierno con los poderosos medios de comunicación con que cuenta y lo hace también la mayoría de personas que se manifiestan en los medios. Más bien creo que una pequeña dosis de realismo no hace daño. Y es necesaria.
El Comercio
La gran oportunidad
Jaime de Althaus
Arnold Toynbee sostenía que las grandes
civilizaciones surgieron como respuesta a un reto geográfico difícil de vencer.
Es la teoría del reto y la respuesta. Por eso los incas aparecieron en los
Andes agrestes y no en las planicies argentinas, y las culturas prehispánicas
más avanzadas florecieron en los desiertos de la costa y no en la Amazonía,
represando, encauzando y derivando los ríos por medio de complejos sistemas
hidráulicos, y los egipcios prosperaron dominando el Nilo y no en el África
subsahariana.
El país está ahora en una encrucijada de esa
magnitud: de la respuesta que sepa dar al gran desafío de la reconstrucción
dependerá si damos el salto a un país nuevo, formal, urbanísticamente ordenado
e hidrológicamente controlado y aprovechado. No solo eso: el presente reto
tiene el potencial de llevarnos a transformar la política y el Estado. En
realidad, no habrá manera de domesticar la naturaleza y ordenar las ciudades
sin gobiernos locales y regionales profesionales y honestos, sin un Estado
central mucho más eficiente e incluso sin un sistema judicial y policial de
otra calidad.
-La primera prueba la estamos pasando
aceptablemente bien. El gobierno se está organizando mejor de lo que hubiésemos
previsto, el COEN ha sido una sorpresa, los ministros y el
propio presidente se han reconectado con el pueblo mojándose los zapatos en un
verdadero bautizo político, y Fuerza Popular decide no ir al Congreso para que
la interpelación a Vizcarra se caiga. Pese a algunas disonancias, hay un
espíritu de unidad y solidaridad nacional.
Pero eso acabará cuando acabe la emergencia.
El asunto es cómo transformar la mística de estos días en organización racional
y eficiente y en capacidad de colaboración política ya para la construcción
nacional. Cómo prolongar la unidad para esos fines.
La manera de hacerlo es proponer y discutir
un gran proyecto que aglutine, cautive y movilice a todos. Qué queremos hacer.
Ese proyecto debería ser lo más ambicioso posible, en el sentido de ir de una
vez por todas a la raíz de los problemas. No debería haber temor al costo: a
diferencia del 83, tenemos ahora reservas internacionales cuantiosas y mínimo
endeudamiento externo. Tenemos capacidad financiera suficiente para emitir
bonos y conseguir préstamos.
La definición de ese gran proyecto debe unir
a las fuerzas políticas. Es el gran acuerdo político, indispensable para
decisiones de envergadura ciclópea como trasladar a decenas o centenas de miles
de familias que ocupan los cauces y zonas inundables a ciudades aledañas con
todos sus servicios, a fin de poder encauzar y amansar quebradas y ríos y
acondicionar las cuencas.
Esta crisis es una gran oportunidad no solo
para pasar a un nuevo nivel de civilización en todos los órdenes, sino
para consolidar al gobierno y darle la oportunidad a la oposición de
desarrollar un papel plenamente constructivo en beneficio de sí misma y del
país. Aprender a convivir.
Peru21
Reconstrucción sin
instituciones
Juan José Garrido
Si bien estamos aún lejos de ver lo último de
este desastre natural, podemos ir contabilizando la magnitud del reto por
delante. Serán miles de kilómetros de vías por reconstruir, centenares de
puentes, colegios, postas y demás entre infraestructura y servicios públicos,
más allá de las desgracias familiares y empresariales (casas, pequeños
negocios, etcétera).
No ha faltado entonces quien, en dicha
previsión, anuncie lo positivo entre lo negativo, una suerte de ying-yang de
estas desgracias: se podrá construir, por fin, infraestructura de calidad, que
esté bien diseñada, que prevenga cauces, construida con fines públicos y no
corruptelas, y así. Todo esto suena muy bien, por cierto. El problema es muy
simple: con la precariedad institucional con la que contamos, es muy improbable
que sea así. Me explico.
Durante los años de bonanza (básicamente, la
década del 2000), se señaló una y otra vez la necesidad de aprovechar los
beneficios económicos de cara a una mejora de las instituciones públicas: una
reforma profunda del Estado, su organización y sistema de incentivos; del Poder
Judicial y la administración de justicia en general; de los partidos políticos,
y, por supuesto, del sistema de propiedad. Como ya sabemos, cada gobernante vio
en el poder una fontana de beneficios privados, para ellos y su corte, y las
reformas pasaron de lado.
Para que la futura reconstrucción, que
empezará en pocos meses, no se convierta en otro despilfarro de recursos (y
otra farra privada), nuestro ecosistema institucional tendría que ser distinto.
Sería una contradicción lógica pretender que con estas instituciones se
produzcan bienes y servicios públicos de calidad.
Cuidado entonces con las altas expectativas,
incluso de aquellas que provienen de la buena fe. Estaremos, en pocos meses, a
la vuelta del inicio del calendario electoral de cara al 2018, lo cual
incentivará a más de uno a ofrecer el oro y el moro.
Si el gobierno ppkausa quiere, en verdad, una
reconstrucción de calidad y honesta, debe mirar el ecosistema institucional.
Sin ajustes en él, prevalecerán los deseos y esperanzas.
Peru21
Columna de Aldo Mariátegui
Esto que los costos se disparan
sospechosamente en las refinerías no solo se da en Perú: la estatal colombiana
Ecopetrol presupuestó la Refinería de Cartagena (Reficar) en US$4,000 millones
y terminó costando ¡US$8,300 millones! Por eso ahora Reficar es considerado el
mayor robo en la historia de Colombia. En Ecuador tenemos la Refinería de
Esmeraldas, cuya repotenciación inicial fue estimada por la empresa estatal
Petroecuador en US$200 millones y finalizó en US$2,134 millones, siendo el peor
escándalo de corrupción del gobierno de Correa. Otra cueva de ladrones es la
venezolana PDVSA, donde se estima en US$11 mil millones todo lo
pericoteado bajo el chavismo. La estatal mexicana Pemex también tiene su roche
con Odebrecht en la Refinería de Tula.
Y hablemos de gollerías en petroleras
estatales: del 2006 al 2016, los sueldos en Petroperú subieron 7% anual, lo que
significa que se los doblaron finalmente. Y este miércoles 22 le acaban de
adelantar 10 mil soles al personal por los huaicos… Claro, nosotros somos los
sonsos que pagamos todo eso cada vez que llenamos el tanque…
(…)
ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS,
PSICOSOCIALES
La República
Administrando medios ajenos
Mirko Lauer
El proyecto es tonto, pero de ninguna
manera inocente. Impedir que dirija un medio alguien preso es de Perogrullo.
Que quien está siendo investigado por corrupción no pueda ocupar un cargo
periodístico es un sibilino brulote con nombre propio, específicamente lanzado
contra el grupo mayoritario de accionistas del diario El Comercio.
El documento deslizado a consideración
del Congreso por Alejandra Aramayo y Úrsula Letona, ambas FP, es un nuevo
capítulo en la maniobra para tratar de neutralizar cualquier influencia de José
Graña Miro Quesada, ex presidente de Graña y Montero, en El Comercio,
donde es principal accionista individual, aunque actualmente no director.
En realidad la idea de fondo empezó en el
diario Expreso, donde la fujimorista Martha Meier MQ estuvo
refugiada hasta hace poco con una columna, y donde se reclamaba prácticamente
que las acciones de Graña no pudieran votar. Ahora Meier ha vuelto a El
Comercio como integrante de la minoría del directorio. El proyecto
parece ser la primera carta en su nuevo juego.
Meier, que ha entrado al directorio
sumando sus acciones y las de su madre a las de los MQ Cantuarias, padre e
hijo, que calificarían como caviares en muchos diccionarios filosóficos. La
inquina de Meier, una mezcla de celos y reclamo económico, contra los MQ
Garland (Graña es uno de ellos) ya tiene décadas. Una historia con visos de
petipieza.
Volviendo al burdo proyecto, no se sabe
de nadie investigado o acusado por corrupción, generalmente funcionarios
públicos, que se dedique a practicar el periodismo, o con planes para volverlo
su segunda carrera. Si figuran de manera prominente en los medios es porque su
actual predicamento es de gran interés para los periodistas.
Incluso el prófugo fujimorista Ernesto
Schütz mantiene distancia formal de Panamericana TV, donde no ocupa cargo
alguno, lo cual no le impide influir en la línea del medio. Una ley como la que
se propone tampoco se lo impediría.
De otra parte lo de los delitos contra el
Estado, apoyado sobre todo en denuncias de colaboradores eficaces, es hoy un
escenario volátil, con muchos guiones pero hasta ahora pocos desenlaces.
Además, ¿por qué la práctica del periodismo, y no de todas las otras
actividades? ¿La docencia? ¿La representación política? ¿La plegaria en espacios
públicos?
ANTICORRUPCION,
PERSECUCIÓN, JUDICIALIZACION POLITICA
Correo
Entrevista Víctor Albrecht
-Graña y Montero. Sus directivos
han negado haber coimeado. ¿Les convencieron sus descargos?
Todos manifiestan que no tenían
conocimiento y participación de este proceso de coimas o sobornos por parte de
la empresa Odebrecht. Es algo que no es creíble, en vista que si yo me
consorcio con una empresa para ejecutar obras de infraestructura, así como
tengo ganancias que son de interés de ambas partes, también (conozco) los
manejos irregulares como son las coimas. También han tenido participación.
(…)
La procuradora anticorrupción ad
hoc, la doctora Ampuero, los ha incluido dentro del proceso como investigados,
no como testigos.
(…)
-¿Hay fecha para la citación de
Humala y Nadine?
Ya hemos acordado hacer las
citaciones al expresidente Ollanta Humala y a su pareja por lo menos en unos 15
o 20 días.
-¿Será para ambos el mismo día?
Eso vamos a dejarlo a criterio de
la comisión, pero prefiero que sea por separado, para tener sus opiniones de
manera indistinta y poder corroborar quién dice la verdad de cómo se han dado
los acontecimientos.
-Sobre el informe del abogado
Juan Monroy, ¿qué pistas nuevas se han encontrado a partir de sus
declaraciones?
Estamos ahorita en el proceso de
investigación de las actas que se firmaron para el caso Interoceánica. Hay una
controversia fuerte entre el informe legal que firmó el señor Monroy y el
expresidente de ProInversión. Hemos encontrado muchas cosas e indicios muy
extraños y, sobre todo, de no haber cumplido los procedimientos administrativos
para la elaboración del informe legal que sustentó que esa empresa constructora
pudiera evadir todos los requisitos y seguramente los reglamentos que exige el
SNIP y otras cosas más. Ese informe Monroy determinó que eran empresas
diferentes por una sola letra en la suscripción en Sunarp, lo que demandó que
se pudiera hacer la obra saltando todos los requisitos que se necesitaban
administrativamente.
(…)
…mucha gente que no participó en
este acto ha consignado su firma en el acta; eso jurídicamente, como abogado te
digo, es nulo. Ese acto jurídico es nulo porque no se está cumpliendo con uno
de los principales requisitos.
(…)
-El actual presidente
(PPK)...
Tiene mucho que manifestar, ha
participado en el acta de ProInversión, él firma el acta. Tiene que hablar
muchas cosas, decirnos la verdad, no solo a la comisión sino al país. ¿Cuál fue
su participación dentro de estos hechos durante su presencia como ministro de
Economía en los gobiernos anteriores?
-Entonces, se ha pensado
citarlo...
(…)
Si es necesario, se dará
cumplimiento a los reglamentos del Congreso y nosotros tenemos que ir a
visitarlo a Palacio de Gobierno. Con todos los elementos que tienen, existe esa
propuesta en la comisión. Todavía no hemos manejado esa propuesta, estamos
terminando de invitar a todos los que han participado en esta firma del acta,
para luego llegar a los ministros que creo son cuatro los que firmaron, pero de
todas maneras vamos a tener que visitarlo en Palacio.
(…)