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MEDIA COLUMNA
Los candidatos del Foro
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
Martín
Vizcarra tenía hasta cuatro caballos en la carrera, entre los cuales podía
elegir uno y ayudarlo a ganar. El modo de hacerlo desde el gobierno es
archiconocido: portátiles, omnibuses, camionetas 4x4, información de sondeos
electorales y temas locales políticamente rentables. Todo fina cortesía de los
contribuyentes.
Ni
siquiera era indispensable escoger. Las circunstancias decidirían cuál de los
cuatros jinetes apocalíticos sería el indicado: ¿Guzmán, Urresti, Forsyth,
Salaverry?
¿Una
vez fuera del gobierno es imposible ejecutar ese plan? Falso. Sigue siendo
posible si quien está en el gobierno –no en el poder, como se ve- es amigo. Como
Sagasti.
Y
las circunstancias ya han hecho el trabajo. En el curso de los días, el Zorro
moqueguano ha constatado que Forsyth tiene potencial, pero está crudo todavía.
Es demasiado joven aun. El Moradito, por su lado, simplemente no da la talla.
Como dice Butters, es un holograma, no existe, hay que estarlo inventando y proyectando
constantemente. E investigarán supuestas cuentas de su campaña anterior.
Urresti,
de un tercer lado, es un candidato formidable, pero tiene serios problemas con
el caballo. Su mentor, el empresario universitario y congresista José Luna
corre peligro de que se anule la inscripción del caballo y aun de que se cometa,
también contra él, el abuso de una prisión preventiva que heriría de muerte la
candidatura de su campeón.
En
suma, al Zorro solo le queda Salaverry. Y ahí lo tenemos matriculado en su
lista congresal. Van juntos a todas partes. Todos saludan a Vizcarra. Nadie
conoce a Salaverry. No importa. El ex presidente piensa que puede hacer presidente
a Salaverry.
El
cogollo detrás de todo esto –el Foro de Sao Paulo, ese perfume rancio que se
vende en La Habana-Caracas-México-Buenos Aires-La Paz- y el billete local que
lo respalda ya le ha bajado el dedo a los otros tres caballos. Ya se lo había
bajado antes a la Verónica radical que adula a Caracas sin provecho y, desde
luego, a Arana que sigue envuelto en su misterio doloroso.
El Foro estudia su estrategia con el Zorro y el actual ocupante precario del Si0llón a quien, sin embargo, su honor no le permite e insiste, porque es buena persona, en la necesidad de respetar las formas. Emite, en consecuencia, ruidos y normas sobre la indispensable neutralidad electoral de los funcionarios públicos en el recojo y destino de la información local a nivel nacional.
Tampoco
el agazapado Zorro de abajo las tiene todas consigo. Su postulación al Congreso
en busca de inmunidad parlamentaria puede terminar quitándosela a todos los
congresistas, tal como él mismo proponía antes. Y Salaverry, candidato del Foro
por ahora, puede terminar en el fiasco como los otros caballos que ruedan por la
pista de carrera.
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