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domingo, 15 de junio de 2014

ESTA NOCHE domingo 15 junio 2014


ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber

La opinión en MEDIA COLUMNA representa exclusivamente a su autor. Usted puede reenviar y publicar libre y gratuitamente cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de este correo o de jorgemorelli.blogspot.com



Colaboración para El Montonero

MEDIA COLUMNA
Empezar de nuevo


Jorge Morelli


En materia de descentralización hay que comenzar de nuevo. Hace falta un nuevo modelo. La regionalización –tal como fue concebida- difícilmente podrá ser corregida y probablemente tendrá que ser desechada y reemplazada.

Lo que el gobierno hace por el momento no es sino control de daños ante la emergencia. Más allá de suspender las cuentas de los gobiernos regionales sin que tenga que pedirlo la Contraloría, el gobierno propone ahora establecer la posibilidad de intervenir -poner un interventor- en gobiernos regionales díscolos que incurren en situaciones de corrupción. Y crear una superintendencia que decida cuándo nos hallamos ante una situación que requiera ese paso.

No son, sin embargo, solo de situaciones corrupción, sino de situaciones políticas también, de rebeldía o desacato por parte de los gobiernos regionales, de disposiciones constitucionales, legales y normas administrativas del gobierno nacional. Este tipo de casos ya se ha presentado. En Cajamarca, el gobierno regional pretendía decidir si puede o no haber inversión minera, lo que es inconstitucional, y el de Junín ha pretendido establecer los contenidos curriculares de la educación pública, con sesgo político para colmo.    

Lo que el gobierno se propone supone una organización nueva -la de la nueva superintendencia- y una casuística normativa que justifique la intervención (también por razones políticas). Nada de eso existe hoy. En lo inmediato, el gobierno tiene que tomar la decisión política de intervenir cuando lo juzgue necesario y asumir la responsabilidad.s

Suponiendo, no obstante, que tenga el equipo humano capaz de intervenir eficazmente una región donde ocurren desmanes, no parece tener, en cambio, el equipo necesario para rediseñar la arquitectura de esta descentralización fallida, la regionalización.

Necesitamos un nuevo modelo. El nuevo modelo en el que debemos rediseñar la descentralización es el de la devolución.

Hay que devolver para asegurar el derecho a la propiedad, el de las comunidades andinas y amazónicas a la propiedad de la tierra y no solo a la posesión precaria de un activo.

Para asegurar a los empresarios formales e informales el derecho a la propiedad de una idea, de una innovación, de una patente.

Para transferir a los directores de los 50 mil colegios estatales la autonomía necesaria para contratar y despedir maestros y la posibilidad de reclutarlos de entre los mejores -no solo de entre los que tienen hasta hoy un monopolio sobre las plazas magisteriales de la educación pública-.

Para devolver hay que restablecer, ante todo, la autoridad del gobierno nacional como órgano rector de todos los sistemas principales de la administración del Estado, y no solo los de control.

En suma, en la base de la pirámide hay que devolver al gobierno central la autoridad en todo el territorio para que pueda garantizar efectivamente la seguridad de los ciudadanos.

En el segundo piso, hay que devolver la libertad económica a los empresarios y trabajadores para que la inversión pueda multiplicarse exponencialmente.

Los mayores ingresos por recaudación podrán solo entonces financiar el tercer piso, la reconstrucción de los servicios de salud, educación y la ayuda social para alcanzar la igualdad de oportunidades.

Devolver igualdad, libertad y gobernabilidad, entonces. Solo una vez hecho esto la forma en que deba descentralizarse el poder Ejecutivo será un problema manejable. Porque solo entonces se podrá descentralizar sin desintegrar e integrar sin centralizar. 

 

REPORTE DE NOTICIAS
Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.




sábado, 7 de junio de 2014

ESTA NOCHE sábado 7 junio 2014


ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber


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MEDIA COLUMNA
Devolver para descentralizar de nuevo   


Jorge Morelli


La regionalización es un fracaso. Ha producido instituciones que son pasto de la corrupción. De los 25 presidentes regionales, 19 están procesados o investigados. El de Ancash está en la cárcel, el de Pasco fue detenido, el de Tumbes -un ex condenado por terrorismo- tiene orden de detención y está prófugo, el de Cajamarca podría tener orden de captura en cualquier momento. Los de Loreto y Arequipa están investigados. Sin más, esos seis ya son la cuarta parte del total. Entre 2003 y 2013, el lavado de activos en el país ha sobrepasado los 10 mil millones de dólares del narcotráfico, la minería ilegal, la corrupción de funcionarios, la evasión de impuestos. La regionalización no resistió ni un round.

Pero el gobierno parece estar en un universo paralelo. “No se puede manchar la honra o la buena gestión de todos los gobiernos regionales” por dos casos de corrupción, dijo esta semana el Presidente. Y anunció medidas “correctivas” de las fallas de la regionalización. Nadie sabe exactamente a qué se refiere. Según el ministro de Economía, se trataría de cambios para que el gobierno nacional pueda suspender las cuentas de los gobiernos regionales sin que la Contraloría tenga que pedirlo. Y cambios para impedir la reelección en las regiones. Lo último es inútil. Lo primero, innecesario.

Si se trata de ponerle al gobierno regional un interventor -para que no ocurra como en Ancash, donde no queda sino el guachimán para hacerse cargo- o de crear una superintendencia que decida, eso supone una organización nueva y una casuística para la intervención. Nada de eso existe ahora. Suponiendo que el gobierno tenga el equipo humano capaz de intervenir, no le queda en realidad otro camino que tomar la decisión política de hacerlo cuando lo crea necesario y asumir la responsabilidad política.  

El gobierno no tiene el equipo necesario para rediseñar la arquitectura fallida de esta regionalización que es una falsa descentralización. Tal vez este modelo no pueda ser corregido y deba ser desechado y reemplazado por una nueva descentralización. Así las cosas, que el Presidente diga que “hay que repensar la regionalización” es una frase hueca. No se puede repensar las cosas en el vacío.    

Debemos dejar de lado esta regionalización. La nueva descentralización debe ser devolución. Devolver es, por ejemplo, asegurar el derecho a la propiedad. El derecho de las comunidades andinas a la propiedad de la tierra, no solo a la posesión precaria de un activo. Devolver a los empresarios informales  o no el derecho a la propiedad de una idea, de una innovación, de una patente, una marca protegida.

Devolver es restablecer progresivamente a los directores de los 50 mil colegios estatales la autonomía para contratar y despedir maestros y la posibilidad de reclutarlos de entre los mejores -no solo de entre los que tienen hasta hoy un monopolio sobre las plazas magisteriales de la educación pública-. Devolver es restablecer la autoridad del gobierno nacional para dirigir los sistemas principales –no solo los de control- y a las provincias las funciones que les son despojadas por las regiones.

La devolución es el modelo en el que debemos rediseñar la descentralización.


Por tres años, el gobierno eludió esa decisión política, y el tiempo crucial se ha ido. Al comenzar su cuarto año, es demasiado tarde. Hará lo que pueda, ahora que por fin ha tomado conciencia. Esta será la tarea del próximo gobierno.