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jueves, 3 de diciembre de 2020

MEDIA COLUMNA miércoles 2 diciembre 2020. "El trapo rojo"


 

Donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

 

 

MEDIA COLUMNA

El trapo rojo

 

 

Jorge Morelli

jorgemorelli.blogspot.com

@jorgemorelli1

 


La Constitución del 93 es la matriz del modelo económico que ha hecho posible 30 años de crecimiento del Perú, que ha creado por primera vez una clase media y reducido la pobreza como nunca antes en 200 años de República.

 

Pero la mayoría de los peruanos no lo sabe. No tiene como saberlo. En su experiencia, cada día que se levanta a trabajar ve las fallas por todas partes. Y estas son brutalmente reales.

 

Se debe a que el modelo dejó de avanzar hace 20 años por malas decisiones, y el crecimiento siguió adelante solo por inercia.

 

Hemos elegido creer que la causa es la corrupción, pero esa no es sino otra consecuencia. Queremos pensar que los políticos tienen la culpa, pero la corrupción de la política no es sino otro resultado.

 

La causa es que el modelo se detuvo. Las consecuencias son visibles por todos lados. La justicia y la seguridad no existen, la informalidad ha avanzado hasta las tres cuartas partes de la economía, la salud y la educación públicas están colapsadas.

 

No hay igualdad de oportunidades, ni libertad económica, ni gobernabilidad democrática.

 

Por eso prospera el plan de La Habana y de Caracas –caimanes del mismo pozo, como dijo Chávez alguna vez- de culpar a la Constitución que hizo posible el crecimiento del Perú, exigir su cambio y lanzar al país al mismo hoyo negro de Cuba, de Venezuela, de Argentina y de Bolivia, donde Chile va camino de caer ahora, donde es posible paralizar la economía, capturar el poder y hacerse de los recursos clave para la economía del siglo XXI, que están todos en el Perú y en Chile: el cobre, el litio, las tierras raras, el oro, el agua y el alimento.   

 

Por eso se halla bloqueada la inversión de miles de millones de dólares en minería y agroexportación, que hoy no por casualidad son objeto de ataque directo en Ica, en Cotabambas, en Espinar, en el Valle del Tambo. Porque esa es la clave del futuro y el enemigo lo sabe. 

 

Pero el diagnóstico no está aún completo. Hay una falla que ha debilitado el modelo económico, que lo ha minado hasta el punto de impedirle repararse a sí mismo.

 

Esta falla es la tara del mercantilismo y el oligopolio privado. Décadas tomó deshacernos del monopolio estatal solo para caer luego en el abuso de la posición de dominio del oligopolio privado -o, más bien, público-privado- en la energía, en las finanzas, en la salud, en las comunicaciones, directamente subsidiados por el Estado incluso en varios de esos casos.

 

La tara, sin embargo, no está en la Constitución, ni proviene del modelo económico. Proviene de la falla de la regulación por el Estado de todas esas actividades económicas. Han fallado los organismos reguladores. No han querido o no han podido, da lo mismo, hacer su trabajo e impedir el abuso público-privado de la posición de dominio en el mercado.

 

Eso es lo que ha ocurrido en Chile y en el Perú. De allí el malestar. Pero para corregir esto es una torpeza más encerrarse a debatir sobre otra constitución.

 

Las guerras se pierden por luchar con el enemigo equivocado. Ya sabemos ahora quién es el enemigo. Lo que reclama es un engaño, un trapo rojo, una muleta para que el toro embista. 

 

 

            

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