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MEDIA
COLUMNA
Verónika
y el 2021
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
La izquierda en el Perú fue un poder a fines
de los 70, cuando obtuvo una bancada de más de un tercio, me parece, en la Asamblea
Constituyente de 1978 donde cometió los peores excesos demagógicos.
Treintiocho años después, apenas si ha
obtenido 18 por ciento del voto en estas elecciones, y no llegaba al cuatro por
ciento antes de que el Jurado sacara a Julio
Guzmán de carrera.
Esta izquierda de hoy es de la factura exclusiva
de Verónika –una marca de diseñador-, por ser ella cusqueña y la persona a la
que el electorado del Sur se encontró en el momento en que Guzmán, que también era
de origen cusqueño quedó fuera de la competencia.
En otras palabras, el voto del Sur no es de
izquierda, es del Sur. Votó por Verónika no por ser de izquierda sino a pesar
de ser de izquierda.
Guzmán, por el contrario, habría sido la
manera de que el Sur se librara para siempre del yugo de la izquierda.
Defenestrado este, el Sur recayó en la enfermedad que lo tiene postrado desde
hace décadas, la misma que impidió por una década sacar el gas de Camisea.
Hasta la salida de Guzmán, tampoco había
aparecido el antifujimorismo. Fue ese hecho lo que produjo que este se
amalgamara como en una reacción química y pasara del 30 por ciento a que se
había reducido al 50 por ciento donde está hoy. Pero el que decidió la elección
de hoy es el Sur, no la izquierda.
Por eso, pensar que estamos todos obligados a
danzar con la música de Verónika por temor a que su comparsa gane las elecciones
del 2021 es una reverenda tontería. La izquierda pasó de ser un tercio del
electorado hace cuarenta años a la nada virtual hoy. Ya no tiene la masa crítica
necesaria para inclinar la balanza electoral en su favor, hoy solo se resigna a
intentarlo vergonzantemente en favor de su archienemigo, la derecha.
No son la sombra de lo que fueron sus antepasados,
los verdaderos comunistas, y para tirar piedras les basta un grupo pequeño. Si han
logrado detener momentáneamente la inversión minera en el Perú ha sido solo por
la incompetencia y ambigüedad del gobierno humalista. El próximo gobierno se
ahogará en un vaso de agua si les tiene miedo.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las
siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas,
editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS,
PSICOSOCIALES
El Comercio
La
Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE)
presentó hoy resultados de la segunda vuelta en los que Pedro Pablo
Kuczynski (PPK)
obtiene 50,12% de votos y Keiko
Fujimori , 49,88%, un distancia de 0.24 puntos, menos de un
cuarto de punto, y unos 41.438 votos.
Este
conteo corresponde al resultado al 99,80% de actas. El jefe de ONPE, Mariano Cucho, indicó que aún falta
que jurados electorales especiales concluyan el conteo de 173 actas, correspondientes
al 0.2% del total.
El Comercio
"Tomamos
este virtual veredicto con mucha modestia, porque el Perú tiene grandes retos
por delante. Tenemos un país unido, conciliado y listo a dialogar",
expresó PPK desde su
local de campaña.
Dijo
que a sus contrincantes les ofrece "la mejor voluntad para dialogar".
"[Esto] no es una división entre sur y norte o sierra y costa. [...]
Tenemos que trabajar como un solo país con muchas opiniones y con muchos puntos
de vista", añadió.
Finalmente, PPK dijo que trabajará estos
cinco años que vienen para todos los peruanos y para que, en el bicentenario de
la independencia, a celebrarse en el 2021, "el Perú sea otro".
GOBERNABILIDAD,
DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA
ESTA NOCHE (tomado de El Comercio)
El
último martes, el candidato presidencial Pedro Pablo Kuczynski (PPK) encabezó
una reunión con sus cercanos colaboradores en la sede del Instituto País (San
Isidro), donde se cocinó el plan para la instalación de un gobierno de Peruanos
por el Kambio. En esa cita, el ex jefe del Gabinete Ministerial dio a Mercedes Aráoz y a Fiorella Molinelli la
responsabilidad de coordinar el equipo de transferencia.
La
designación de Aráoz, postulante a la segunda vicepresidencia, y de Molinelli,
ex candidata al Congreso, se debe a la experiencia que ambas tienen en el
sector público. Aráoz detalló que ya comenzaron a formar los grupos de la
transferencia, uno por cada ministerio. Es decir, 19 grupos.
Añadió
que Alfredo Thorne, jefe del plan de gobierno; Gino Costa, congresista electo y
asesor en seguridad; y Martín Vizcarra participarán de ese proceso.
“Estamos
armando los equipos, estamos revisando todo el material que tenemos que
solicitar”, explicó Aráoz.
Molinelli
explicó que el gobierno saliente debe presentar un balance administrativo y
financiero y una memoria de logros por sector en el mandato de Ollanta Humala,
además de de señalar “los temas pendientes y prioritarios”.
Peru21
Columna de Aldo Mariátegui
(…)
Keiko parte
de una posición de mucha fuerza congresal para tratar con PPK. Para
empezar, le puede exigir cosas mínimas y sensatas, como disculpas públicas (por
llamarles “narcos”, ratera hija de ratero), prisión domiciliaria para el padre,
que ningún rojicaviar ocupe NINGÚNpuesto público ni haga consultorías para el Estado, que
designe un par de embajadas menores para las piezas políticas que sacrificó,
que nombre directora ejecutiva de APCI a Martha
Chávez para que se encargue de fiscalizar a las ONG antimineras, que ninguna emisión de
bonos peruana en el exterior sea hecha por un banco o fondo de inversión
demasiado cercano a PPK (especialmente
el JP Morgan, el Credit Suisse y el Rohatyn Group).
(…)
La República
Megabancada
Mirko Lauer
La próxima bancada de Fuerza Popular
empieza a ser imaginada como un Leviatán. No solo enorme, sino con poder casi absoluto
para gobernar desde el Legislativo. Incluso hay la idea de que con 73
parlamentarios Keiko Fujimori realmente ha ganado la elección del 2016,
expresada incluso antes de la apretada segunda vuelta.
Incluso hay ideas más ominosas, como que
los ataques del antifujimorismo durante la campaña impedirán todo diálogo con
esa megabancada. Esta es presentada como una falange que se dedicará a imponer
una agenda propia, y contraria a la del Ejecutivo, a través de ese tubo
presentado por la congresista Cecilia Chacón.
Este tremendismo busca poner de relieve
el predicamento de un nuevo presidente sin mayoría en el Congreso. Una
situación que otros gobiernos han sobrevivido. Alguna vez Pedro Pablo Kuczynski
comentó que ya casi tenía una curul propia por la cantidad de veces que había
sido citado al Congreso como ministro.
Es un exceso plantear que la megabancada
fujimorista ha llegado al hemiciclo para impedir que se gobierne. Sin duda
estará allí para torcerle el brazo al Ejecutivo, pero su objetivo necesariamente
no será dispararse en el pie, sino participar, con mayor o menor gracias, en la
tarea de gobernar. Lo mismo puede decirse de la bancada del Frente Amplio.
Con algunas excepciones, la bancada de
Fuerza Popular 2011-2016 se condujo con disciplina interna y modales
parlamentarios. Ayudó en esto que sus rivales históricos, aun dispersos, fueran
una suma mayoritaria llegado el momento. La bancada siempre fue muy cuidadosa
en evitar una situación fujimorismo-antifujimorismo.
Para el fujimorismo entonces eran prioritarias
su campaña electoral adelantada y la consiguiente necesidad de seguir dejando
el resabio de los años 90 atrás. Además era una bancada fujimorista desde su
origen, lo cual no se puede decir tan fácilmente de la que está llegando,
recogida en una docena de acuerdos provinciales de última hora.
En los tiempos que vienen el fujimorismo
tiene que administrar una segunda derrota, un proceso de palpables
discrepancias en la cúpula, la presencia de congresistas con proyectos
regionales que pasan por una relación operativa con el Ejecutivo. Todas cosas
que la invitan a acercarse a una mesa de negociaciones.
El Comercio, editorial
Con los ojos aún puestos en el conteo voto a
voto que lleva a cabo la ONPE, la tendencia a favor de Pedro Pablo Kuczynski en
los resultados de los comicios ha motivado reacciones de uno y otro lado del
espectro político. Una de las más notorias ha sido la repetida crítica hecha
por varios políticos y líderes de opinión cercanos o pertenecientes al
fujimorismo que señalan una supuesta inevitable debilidad de un eventual
gobierno de Peruanos por el Kambio (PPK).
Dado que el nuevo partido de gobierno cuenta
con una bancada de apenas 18 congresistas y poca representatividad en las
regiones –va el argumento–, su capacidad para lograr reformas importantes será
reducida. Por lo tanto, se dice, sus probabilidades de fracasar –y de
desembocar en un gobierno de izquierda antimodelo en el 2021– son altísimas.
Lo que no parecen notar, sin embargo, quienes
están difundiendo este razonamiento es que su supuesto implícito es que Keiko
Fujimori, con sus 73 parlamentarios y su importante presencia regional, se
dedicará a boicotear sistemáticamente una agenda de reformas con la que su
propio programa tenía muchísimo en común. Un supuesto que a su vez asume que al
fujimorismo le importa mucho más el poder en sí que la suerte de los peruanos
para cuyo bienestar decía querer dicho poder. En otras palabras, los defensores
del fujimorismo que sostienen esta idea no le están dando una chance a sus
posibilidades de no actuar con abierto cinismo y de poner al país delante de
los intereses partidarios.
Y es que, al menos si nos atenemos a sus
planes de gobierno y a las propuestas hechas durante la campaña, son varias las
coincidencias programáticas entre ambos partidos. De hecho, estas van más
allá de todo lo que toca al esencial mantenimiento del marco macroeconómico y
el modelo de crecimiento basado en el fomento a la empresa privada que han
permitido al país reducir la pobreza a un tercio en poco más de una década.
Frente al problema de la informalidad, por ejemplo, ambas agrupaciones
plantearon nuevos regímenes tributarios para las mypes, además de una mejora en
los procesos de la Sunat. PPK y Fuerza Popular son conscientes de los retos y
altos costos que enfrentan las mypes para operar y acceder a crédito barato y
formal, así que un acuerdo en este sentido en el Congreso debería estar en
agenda.
Al margen de temas puntuales como la
declaración sistemática del estado de emergencia y las cárceles en zonas de
altura, también existen obvias coincidencias programáticas en ambos partidos
con respecto a la estrategia para combatir la inseguridad ciudadana. Mejorar
las remuneraciones de los policías, fortalecer su equipamiento y las
instalaciones de las comisarías, el uso de inteligencia basada en tecnología de
punta, la mejora en la coordinación con el Ministerio Público, el Poder
Judicial y el INPE, son todas propuestas compartidas que –detalles más,
detalles menos– pueden hacer la diferencia en la lucha contra el crimen.
Asimismo, los dos partidos han reafirmado su
apoyo a los programas sociales emprendidos por este gobierno, con la voluntad
incluso de expandirlos y fortalecerlos. La articulación eficaz entre
ministerios y gobiernos locales es clave en este caso.
En otros sectores cruciales como salud,
educación e infraestructura, en fin, también hay una serie de coincidencias por
aprovechar.
Naturalmente, nada de lo anterior requiere de
un cogobierno propiamente dicho. Pero sí de no tener una oposición cerrada que
contradiga la sinceridad con la que en campaña se defendieron muchas metas como
esenciales para el bienestar del pueblo peruano.
Contrariamente, pues, a lo que parecen asumir
muchos de sus adalides más fervientes, en caso se confirme oficialmente el
triunfo de PPK, el fujimorismo tiene por delante la oportunidad de demostrar a
la ciudadanía que de verdad creía en lo que proponía hacer de haber sido
gobierno y de que tiene la capacidad de poner los intereses del país primero,
juzgando tema por tema cuáles de las medidas que querrá tomar el nuevo gobierno
coinciden con las que él mismo proponía, y cuáles no.
Por lo demás, tampoco se trata necesariamente
de escoger entre el país y los intereses partidarios. Puede muy bien que
escogiendo los primeros se acabe protegiendo también los segundos. Sobre todo
si se trata –como su lideresa dice– de un partido que espera quedarse en el
largo plazo y que, por lo tanto, puede contar con la perspectiva que da el
tiempo para que los peruanos juzguen si, cuando tuvo una parte determinante del
poder público nuevamente en sus manos, como lo tiene ahora, lo usó o no
poniendo por delante al país.
ANTICORRUPCION, PERSECUCION,
JUDICIALIZACION POLITICA
El Comercio
El
Congreso de la República publicó este jueves la resolución legislativa que oficializa
la designación de Edgar Alarcón como
contralor general de la República para los próximos siete años. Ha sido propuesto
por el Ejecutivo.
La
elección del nuevo titular de la Contraloría se llevó a cabo el
miércoles en la Comisión Permanente, donde Edgar Alarcón recibió 15 votos a su favor, ninguno en contra y
ninguna abstención. Iberico indicó que se contó con el quórum necesario
para el nombramiento, que generó el rechazo de las bancadas de Fuerza
Popular y Concertación Parlamentaria que podrían presentar una denuncia
constitucional contra el funcionario.
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