viernes, 3 de junio de 2016

ESTA NOCHE viernes 3 junio 2016



ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

La opinión en MEDIA COLUMNA representa exclusivamente a su autor. Usted puede reenviar y publicar libre y gratuitamente cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de este correo o de
jorgemorelli.blogspot.com


MEDIA COLUMNA
Corazón peruano


Jorge Morelli


El estallido de entusiasmo y energía en el discurso de Keiko Fujimori al cierre de esta campaña llena de palabras duras ha sido un alivio para los peruanos.

Hoy podemos decir que tenemos una nueva líder, una mujer peruana de la que podemos sentirnos orgullosos, una persona en quien es posible confiar.

Esta campaña difícil ha sacado de ella lo mejor, la ha hecho crecer ante nuestros ojos. Y anoche se mostró por primera vez ante sus compatriotas como la presidenta que será si así lo decide el pueblo este domingo.

El contraste con el cierre de campaña de su adversario fue elocuente. Pedro Pablo Kuczynski es un hombre honorable, pero el camino espinoso de estos meses lo ha hecho encerrarse en sí mismo, lo ha llevado a presentarse como una persona distinta y aun opuesta a quien en realidad es, un hombre educado, amable y bonachón. PPK, el ministro diligente que explicaba con habilidad las cosas difíciles, ha estado casi irreconocible en este período y, en su cierre de Arequipa anoche, vencido ya por el agotamiento, apenas pudo emitir un mensaje de quince minutos ya sin fuerza.

No es poco lo que el Perú debe a sus esfuerzos, pero ayer los os candidatos fueron el día y la noche. Mientras Keiko transmitía optimismo y esperanza, y dialogaba con su gente enumerando propuestas, describiendo sus planes, entreviendo sus sueños, en el escenario arequipeño un apagado y cansino profesor sembraba advertencias mezcladas con promesas ya muchas veces repetidas, tratando de aplacar el miedo que, en mal momento, él mismo sembró en los peruanos.

Haber acicateado el falso temor a que el Estado peruano -el Perú, en buena cuenta- fuera a caer en manos del narcotráfico,  inerme, amenazado de ser un “narcoestado”, como él mismo le llamó, ha apelado a miedos irracionales para hacer política, y pisotea la mejor imagen que los peruanos tienen derecho a tener de sí mismos como el pueblo excepcional que son. El mismo que venció al terror, a la miseria económica, el que se levantó de la guerra para firmar la paz. Ese pueblo líder en esta parte del mundo, ¿va a caer en manos del narcotráfico? Todo lo contrario, el Perú es el mismo que puso ayer en práctica estrategias propias y puede enseñar a sus vecinos cómo doblegar al flagelo del narcotráfico, tal como lo hizo en su momento con la crisis económica y con el terror.

Esa es la clase de optimismo que emanaba anoche del luminoso espacio que ocupaba Keiko Fujimori. Ella se ha ganado anoche los corazones de los peruanos. Y será su pueblo, al que en muchas ocasiones de su larga historia le cupo el papel de liderar a esta parte del mundo, quien la lleve a ella de la mano también hacia el futuro por haber tenido el valor de pedirle ser su símbolo, el de la reconciliación que deje atrás el miedo.  

  
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
 Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.


ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS, PSICOSOCIALES



RPP
Keiko Fujimori habló con el programa Enfoque Electoral de RPP Noticias para dar su mensaje final antes de las elecciones. En diálogo con Raúl Vargas, detalló cómo sería un gobierno suyo y respondió en las críticas de PPK.
Seguridad ciudadana. "Mis propuestas no son populistas como dice maliciosamente el candidato Pedro Pablo KuzynskiEl gobierno ha perdido liderazgo en la lucha contra la delincuencia y a mí no me va a temblar la mano para enfrentarla".
No somos antidemocráticos. "Quiero rechazar las declaraciones de mi rival, ya que no solo ofenden a mi equipo político, sino a la gente que nos respalda. Todo esto es parte de la guerra sucia. La democracia no está en riesgo”. Fuerza Popular, dijo, “es la primera fuerza del nuevo Congreso, que maneja tres regiones y que representa a la juventud. El señor Kuczynski tuvo 12 congresistas en el anterior Congreso, se fue al extranjero y hoy le quedan cero".
Gobierno de concertación. “En nuestro gobierno vamos a trabajar sin ver los colores. En este proceso he trabajado con Vladimir Huaroc, un político de centro izquierda que fue injustamente sacado de la carrera. Fuerza Popular es un centro amplio. En la segunda vuelta hemos trabajado con personas como Elmer Cuba y Hernando de Soto, quien tendrá un cargo cercano a la Presidencia. Ayer hablé con Luis Castañeda sobre medidas para mejorar el transporte. Queremos hacer un gobierno de concertación, incluso en puesto como la Defensoría del Pueblo.
Buscará la reconciliación. "Me han dicho autoritaria y eso es falso, nunca he dado signos de autoritarismo. Cuando fui congresista tendí puentes, dialogué y cuando tuve que oponerme a algo fue siempre en democracia. Tener 73 congresistas en el Parlamento significa que vamos a poder hacer reformas, por supuesto, somos conscientes de la responsabilidad que el pueblo nos ha dado, pero también vamos a tender puentes".
Política internacional. "Vamos a fortalecer nuestra presencia en el APEC y en la Alianza del Pacífico. Cuando hablamos de Latinoamérica y de buscar la unión del continente, me gustaría hablar de Venezuela. Quiero darle mi apoyo a la instauración de la Carta Democrática en Venezuela. Es lamentable lo que sucede allí, con la escasez que vive el pueblo venezolano. Siempre he respaldado a la oposición y espero que el gobierno se manifieste a favor de la propuesta de Luis Almagro.
El final de la campaña. “De esta campaña me queda la gratitud del pueblo que nos ha apoyado, mucha alegría. Estuve bailando hace poco y no lo hago bien, pero al menos lo intento. Termino un poco cansada, sí, pero tener 41 años y ser mujer me permite hacer todo esto con mucha energía y con mucha fuerza. Para quienes no me apoyan, quiero que sepan que también gobernaré para ellos, tenderemos puentes y llegaremos a acuerdos”.



El Comercio
Con un masivo mitin en Villa El Salvador, la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, cerró anoche su campaña electoral. Ante sus seguidores aseguró: “Mientras mi contrincante promueve el odio, nuestro compromiso es trabajar por la unidad y la reconciliación de todos”. “Ese es el gran cambio que nosotros vamos a lograr para el Perú”, dijo.
Keiko Fujimori reiteró gran parte de los ofrecimientos hechos durante la campaña y remarcó sus propuestas contra la inseguridad ciudadana. “Lo que ha faltado es liderazgo y esa responsabilidad la tiene el presidente, responsabilidad que yo pienso asumir”, manifestó.
Fujimori no dejó de lanzar pullas a su rival. “Él representa a este gobierno, es la continuidad del humalismo y nosotros representamos el cambio”, aseguró.
“El futuro está en marcha”, enfatizó.



El Comercio
Pedro Pablo Kuczynski (PPK) dio anoche su último mitin antes de la definición del domingo. Desde Arequipa, la única región donde ganó en primera vuelta, sostuvo que el Perú debe decidir entre "la marcha atrás de la oscuridad y la corrupción" y el "ir hacia adelante".
Afirmó que no permitirá que el Perú "se transforme en un campo de batalla por las drogas".
Agregó que en la vereda del frente, el equipo técnico está conformado “por una tira de improvisados”, y en sus filas tiene a gente con experiencia en la gestión pública.
Dijo que una política firme en seguridad ciudadana puede ir de la mano con la democracia y advirtió que lo contrario constituirá "una bomba de tiempo".
"La mejor seguridad en un país es si hay democracia, pero si todo es metralleta, tortura, el SIN y el avión presidencial con droga, ese es el camino al infierno. Eso lo vamos a rechazar el domingo", enfatizó.



El Comercio
El candidato presidencial de Peruanos por el Kambio, Pedro Pablo Kuczynski (PPK), dijo que le complace que la izquierda le haya dado su respaldo para la segunda vuelta de este domingo 5 de junio.
“Yo no soy antiizquierda ni proderecha, es un mito que crearon. A mí me complace mucho el apoyo de la izquierda, ya no es el chavismo”, dijo.
Al ser consultado acerca de si hubiera apoyado a Verónika Mendoza –principal representante de la izquierda en estos comicios– si ella hubiera competido en la segunda vuelta contra Keiko Fujimori, respondió: “Bueno, primero habría hablado con ella sobre su programa, a ver en qué consistía”.
“Ella tiene bastante entusiasmo, sin duda. Pero si le digo, señora Fujimori articúleme su programa económico sin escuchar la grabación que le hacen y sin leer la tarjeta, no te lo va a decir”, expresó.



El Comercio
¿Quién lo haría mejor?
Jaime de Althaus
Los grupos sindicales y políticos, los colectivos anti-Keiko y las numerosas personas que se sumaron a la marcha contra Keiko Fujimori están planteando la votación de este domingo como una elección entre democracia y dictadura/corrupción. ¿Significaría eso que, si ganara Keiko Fujimori, la mayoría que la eligiere habría votado por que se instale una dictadura corrupta en el Perú? Evidentemente, no. Una proporción significativa de los que votan por ella lo hace por el recuerdo de la manera en que el gobierno de Alberto Fujimori los benefició (pacificación, crecimiento, obras, gestión directa de los programas de desarrollo en el campo).
Sin duda la eficacia en la gestión de la obra pública y del clientelismo tecnocrático que le permitió a Fujimori ser percibido como quien lideraba incluso el desarrollo local, fue facilitado por el grado de concentración de poder que acumuló. En la actualidad, con la descentralización masiva de funciones e inversión pública a los gobiernos subnacionales, el presidente tiene un rol mucho menos protagónico. Pero nos hemos ido al otro extremo, al punto que se ha perdido la noción de gobierno unitario, y la ineficiencia y la corrupción se han multiplicado en los niveles regionales y locales que ahora manejan todos los servicios y casi el 70% de la inversión pública.
En el voto por Keiko puede haber algo de nostalgia por una conducción presidencial más cercana y por servicios más eficientes y, paradójicamente, menos corruptos. La demanda, en el fondo, es por un Estado que resuelva problemas, que ayude, que acabe con las mafias y los delincuentes, que no venda la justicia ni la atención de la salud o de lo que fuere. De hecho, eso es lo que ella ha prometido: estar presente en las ciudades y pueblos del interior resolviendo problemas.
Si, en cambio, PPK ganara las elecciones, ese no sería su estilo. Tendría que impulsar muy fuertemente una profunda reforma del Estado que recupere la capacidad rectora y supervisora del Gobierno Central (con el apoyo de una digitalización masiva), profesionalice las administraciones regionales y locales, y depure, reorganice e introduzca meritocracia en la policía y el sistema judicial. Es una reforma difícil porque supone transformar estructuras patrimonialistas en organizaciones basadas en méritos y resultados, y eso genera resistencias. Solo se puede hacer con un liderazgo político muy claro que movilice apoyo popular por medio de múltiples formas de participación de los ciudadanos y de competencia entre entidades.
En realidad, lo mismo tendría que hacer Keiko Fujimori, porque si no damos un salto de calidad institucional y administrativa, involucionaremos. Podría hacerlo incluso mejor si lo hace desde abajo, como ella proclama, siempre y cuando el activismo de la conducción personal en la base social no le haga perder el objetivo mayor, sino que le sirva más bien para viabilizar políticamente un plan muy bien hecho. ¿Quién lo haría mejor?



La República
Con PPK la calle también estaría dura
Alvarez Rodrich
Si Pedro Pablo Kuczynski ganara la elección, pronto se daría cuenta de que su principal obstáculo para gobernar el Perú estaría en el congreso, aunque, al igual que le ocurriría a Keiko Fujimori, la calle y las regiones también estarían duras y serían una gran piedra en el zapato.
Si PPK ganara la votación del domingo, se tendría el mismo cuadro general de las últimas dos décadas en el Perú, en el cual el Ejecutivo no tendría una mayoría en el Congreso.
Este escenario generó problemas en el país que terminaron con la interrupción del orden democrático: en el gobierno de Fernando Belaunde entre 1963 y 1968, y en el de Alberto Fujimori entre 1990 y 1992, aunque por razones muy diferentes.
(…)
Aunque desde el año 2001, todos los gobiernos democráticos que se sucedieron –Valentín Paniagua, Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala– no tuvieron mayoría en el congreso, lograron –con algunas turbulencias– llevar la fiesta en paz.
Sin embargo, la gran diferencia con PPK sería que, por primera vez desde entonces, habría una sólida mayoría opositora en el Congreso.
Ello abre dos escenarios básicos. Uno es el optimista, basado en que PPK logre articular un entendimiento mínimo que permita sacar adelante el quinquenio, lo cual demandaría un gabinete de ancha base.
El otro escenario sería el pesimista, basado en que se produjera un corto circuito entre el Congreso y el Ejecutivo, expresado en el bloqueo de iniciativas y la censura de ministros, lo cual podría abrir las puertas para, siguiendo estrictamente el orden constitucional –y no a lo bestia, fuera de la ley, como con Alberto Fujimori–, disolver el Parlamento y convocar a nuevas elecciones.
Y al igual que con un eventual gobierno de Keiko Fujimori, el de PPK también enfrentaría las protestas y movilizaciones en calles y regiones.
(…)






LIBERTAD ECONOMICA, GLOBALIZACION, REFORMAS, INVERSION



Expreso
Las empresas Gramercy Funds Management LLC y Gramercy Peru Holdings LLC (Gramercy) enviaron al Perú una notificación de arbitraje al amparo del Acuerdo de Promoción Comercial Perú-Estados Unidos (APC) en torno a su demanda de pago de sus bonos agrarios.
Gramercy, un fondo de riesgo, que busca inversiones en dificultades en los mercados emergentes, ha pedido al Perú llegar a un acuerdo de pago por un paquete de bonos agrarios que ellos han adquirido.
“La notificación se refiere a supuestas posesiones de bonos de la reforma agraria. Este es el intento más reciente de desprestigiar al Perú tras intentos similares en el pasado y más que nada parece estar diseñado por Gramercy para llamar atención a sus intereses particulares durante el momento actual del país”, dijo el Ministerio de Economía en un comunicado.
El MEF recordó que ha establecido un procedimiento administrativo de pago para los tenedores de los bonos de la reforma agraria, el cual aplica una metodología de valoración establecida por el Tribunal Constitucional.
“Durante los últimos dos años, cientos de tenedores de bonos han participado y más de diez mil bonos han sido autenticados. El Ministerio continúa desarrollando e implementando la siguiente fase en el procedimiento administrativo para facilitar la actualización y el pago de los bonos”, refiere el MEF.
Gramercy afirma tener diez mil bonos de la reforma agraria adquiridos entre 2006 y 2008 y no participa en el procedimiento administrativo establecido por el Perú. El fondo busca una valoración más alta de los bonos que ellos poseen. Una herramienta que utiliza es el acuerdo de libre comercio firmado entre Perú y Estados Unidos, un derecho que solo tienen las personas o entidades de Estados Unidos.
 “Perú tiene una trayectoria excepcional en arbitrajes internacionales y ha vencido demandas valoradas en miles de millones de dólares y ha obtenido decisiones de más de cien millones de dólares a su favor. El Estado se defenderá vigorosamente”, indica el MEF.
 “El Gobierno consistentemente ha rehusado entrar en conversaciones serias sobre el asunto, lo que lleva a Gramercy a pedir el arbitraje”, señaló la empresa en una nota de prensa.
El MEF dijo que sí han conversado, pero que no pueden ir más allá de lo que la ley establece. Además, indica que Gramercy no ha demostrado que es un inversionista legítimo que hizo inversiones legales en el Perú, o que tiene derecho a la jurisdicción en virtud del Tratado y tampoco ha demostrado que el Perú ha violado el derecho internacional.



El Comercio
Carta abierta de un asustado a las sirenas de AFIN
Juan de Dios Olaechea
En días pasados, este Diario publicó una columna de opinión del señor Gonzalo Prialé, en la que se refiere a aquellos que preconizan la responsabilidad en el gasto público en infraestructura como “pesimistas” o “asustados”. Esto luego de mis declaraciones en el programa “La hora N” que conduce Jaime de Althaus.
Su discurso no es nuevo en la historia nacional. Todo lo contrario: es viejo. Lo que más me sorprende es que aún hoy se siga utilizando. La premisa de su razonamiento es que toda deuda que contraiga el Estado por cuenta de la nación para construir infraestructura producirá una utilidad mayor que la deuda y sus intereses. Es decir, al construir cualquier infraestructura se hace un supernegocio.
La historia del Perú nos prueba que no solo esta falacia ya se utilizó, sino que además los resultados fueron funestos. Balta con los empréstitos de Dreyfus y los ferrocarriles de Meiggs. Leguía con la obra pública y la bancarrota de los bonos en Nueva York y finalmente Velasco con las empresas estatales y la deuda con los bancos extranjeros.
En los tres casos, las infraestructuras probaron no ser rentables como prometieron sus autores al momento de contraer la deuda pública. Y en los tres casos, el Perú cayó en bancarrota, y en uno fue la causa determinante de la derrota en la guerra con Chile, los patriotas muertos y la pérdida de Arica y Tarapacá. Todo esto porque nos sobró el “optimismo” que hoy embarga al representante de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura Nacional (AFIN).
No crea que nuestros ancestros fueron incapaces. Basta leer los testimonios de aquella época que también hacían un llamado a la razón y que usted, como los contemporáneos de entonces, los llamaron “pesimistas” o “asustados”.
En los últimos años hemos visto que las megainversiones hechas por el Estado no solo no fueron la panacea que el gobernante de turno nos había prometido, sino todo lo contrario. La pomposamente llamada Interoceánica Sur costó el doble de lo presupuestado y tiene una rentabilidad financiera negativa. Pero, además, una rentabilidad social peor que negativa: desastrosa. Sirvió para destruir la región de Madre de Dios.
Lo mismo podemos decir de las tres últimas megaobras efectuadas durante este gobierno: la refinería de Talara, la línea 2 del metro de Lima y el gasoducto sur peruano. Todas pobremente estudiadas y con postor único. Nunca atrajeron “postores de todo el mundo” como nos prometieron. La nación tendrá que pagar el precio de la debilidad de sus instituciones y los únicos beneficiados serán, como siempre, los constructores.
Lo único cierto que tenemos es que la deuda pública de la nación peruana hoy alcanza al 23% del PBI. Que el Estado ha asumido obligaciones gracias a las asociaciones público-privadas(APP) de más de US$20.000 millones que tendrá que honrar en los próximos años. El déficit del presupuesto este año estará en 3% del PBI como mínimo y dudo que cualquiera sea el candidato que gane pueda bajarlo en los próximos cinco años.
Dentro de cinco años la deuda pública alcanzará el 30% del PBI y ello a pesar del crecimiento que el Perú pueda lograr durante dicho período. Esto en un contexto internacional sumamente complejo, negativo e impredecible, que nos obliga a redoblar la prudencia en el gasto público. Después de todo, no es función del Estado apostar el crédito de la nación sino más bien velar por su estabilidad.
Recordemos que todas las bancarrotas del Perú han sido gatilladas desde el exterior.
AFIN ha logrado con sus cantos de sirena encandilarnos y confundirnos. Sea esta la famosa y billonaria “brecha de infraestructura” o la rentabilidad asegurada de cualquier infraestructura. Ahora bien, entiendo la postura del presidente de AFIN, ya que defiende sus ingresos y los de sus asociados. Después de todo, cumple con su cargo.
El Estado y la nación debemos mostrar madurez. El Perú no debe ser un país emotivo y caótico. Debemos ser una nación racional y disciplinada. Nos corresponde a nosotros actuar con responsabilidad y desoír estos cantos de sirena que hoy son una invitación al desorden y a la inestabilidad financiera.
El Perú deberá concentrar sus recursos en agua y saneamiento, educación, seguridad y salud, sabiendo además que deberemos cumplir con las obligaciones contraídas por las APP ya firmadas.
Toda otra obra pública deberá ser postergada hasta que vuelvan los excedentes presupuestales. En las condiciones en que están las cuentas nacionales, tampoco se puede estudiar o hacer el túnel trasandino. Es decir, hay que predicar con el ejemplo. Un manejo responsable de las cuentas nacionales garantizará la estabilidad del país y, por ende, el sistema democrático que es inseparable del desarrollo nacional.



El Comercio
¿Y la ciencia y la tecnología? Bien gracias
Fabiola León-Velarde
Estamos viviendo un momento distinto y nuevo en el aporte público a la investigación, la ciencia y la tecnología. Esto no debe cambiar con el nuevo gobierno, sino fortalecerse. Sin embargo, llama la atención la poca importancia que se le ha dado al tema en estas elecciones. En los debates no se mencionó, ni tangencialmente, la trascendencia que tiene el desarrollo de la ciencia, la investigación, la tecnología y la innovación para un país.
En sus planes de gobierno, Fuerza Popular no menciona a la “ciencia y tecnología” ¡ni una sola vez!, y menos alude a la importancia del desarrollo científico para el progreso del Perú. Mientras que Peruanos por el Kambio le dedica un capítulo de siete páginas bastante bien elaboradas. No obstante, el tema ha podido estar más presente a lo largo de su discurso.
Si bien en los últimos años hemos crecido y producido algo más de bienestar para nuestra sociedad, el desafío actual es ampliar las oportunidades futuras del país. Para ello es indispensable contar con más recursos y capacidades para generar, utilizar y tener acceso al conocimiento y a la tecnología avanzada.
Tomemos el ejemplo de los transgénicos. Es claro que la decisión de la moratoria en el Perú no ha tenido una base científica y, más bien, las creencias y opiniones han ganado la batalla. Una mutación en una semilla se expresa como una nueva característica de la planta a la que da lugar. Esta puede hacerla más resistente a alguna enfermedad común, hacerla más nutritiva, darle propiedades curativas o afectar la salud. Hoy es conocido que los efectos del consumo de productos vegetales o animales dependen también de las características genéticas del consumidor.
Hoy la medicina genética y la epigenética abordan estos aspectos, y la epidemiología es capaz de mostrar las desviaciones de la condición de salud normal y lograr así atribuirla a ciertos productos, alimentos, medicinas, condiciones ambientales, etc. En los cinco continentes se han sembrado ya más de 200 millones de hectáreas de cultivos transgénicos. A mi modesto entender, las dimensiones de estos cultivos ya hubieran causado efectos fácilmente detectables a gran escala, y no lo han hecho.
La finalidad de la moratoria es prepararnos “para una adecuada evaluación de las actividades de liberación al ambiente (análisis de riesgo)”. Muy bien. Este debería ser nuestro punto cero, a partir del cual se deberían adecuar, para el ambiente y diversidad biológica, los procedimientos de análisis de riesgo que recomienda el Protocolo de Cartagena y la legislación nacional. Es momento de construir un nuevo sistema en busca de más seguridad y confianza, y no aceptar nuevamente que la creencia gane a la evidencia. Para esto necesitamos más investigación científica.
Debe existir un grupo ocupacional que se llame “investigador”, que por fin sea apreciado en su verdadera dimensión. Asimismo, se debe trabajar de manera más articulada entre todos los sectores que conforman el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SINACYT), que hoy, a pesar de los grandes esfuerzos de la doctora Gisella Orjeda, presidenta del CONCYTEC, se encuentra aún desarticulado. Temas tan importantes como el agua, la energía o la minería se estudian e investigan indistintamente en diversos institutos, universidades y empresas privadas. Cuánto más avanzaríamos en tener respuestas apropiadas si todos trabajaran conjuntamente, sin redundancias, y comunicados entre sí.
Necesitamos una mayor integración de los miembros del SINACYT para poder reorientar sus esfuerzos hacia los problemas más importantes del país y en áreas críticas para nuestro desarrollo (como el impacto del cambio climático, el mejor uso de nuestra biodiversidad, la seguridad alimentaria, el cuidado de la salud o la planificación urbana). La información científica debe cruzar todas las dimensiones del desarrollo nacional.
Es indispensable que el nuevo gobierno entienda el valor que debe ocupar la ciencia, tecnología e innovación (CTI) en el desarrollo socioeconómico del país. Debemos mirar a aquellos países que en este siglo XXI son los nuevos centros de desarrollo, bienestar y progreso para la humanidad, a aquellos que han apostado de manera consistente por la CTI.
Estos países lo han logrado con voluntad política para fortalecer la CTI, optimizando sus recursos y capacidades, con alianzas público-privadas, con una mirada de largo plazo y con coherencia y efectividad respecto a las metas establecidas. Ojalá vayamos en esa dirección en este nuevo quinquenio.



El Comercio
Desacertadas propuestas fiscales
Iván Alonso
En una extensa entrevista periodística, Elmer Cuba, vocero económico de Fuerza Popular, ha planteado tres propuestas que esperamos sean rápidamente desechadas, en caso su partido llegue a ser gobierno.
La primera es la que denomina “IGV justo” y que consiste en que la Sunat no les exija a las empresas el pago inmediato del IGV, o sea, al mes siguiente de emitidas las facturas que lo generan, sino al momento de cobrarlas. Sucede muchas veces que una empresa emite una factura, pero su cliente no le paga hasta 60 o inclusive 90 días después. De manera que la empresa tiene que pagar el IGV antes de cobrar, por lo que se vería forzada a ir al banco “a financiarse con tasas de interés altísimas”.
Pero el “IGV justo” parecería ser una solución a un problema que no existe. No hay necesidad de financiarse con un banco porque la propia Sunat da el financiamiento. Basta que la empresa declare oportunamente el IGV que le corresponde pagar, y puede diferir el pago. La Sunat le cobra un interés equivalente a 1,5% mensual, que para la gran mayoría de empresas en el Perú no puede considerarse una tasa altísima.
Si la idea es permitir que las empresas puedan diferir el reconocimiento (además del pago) de la obligación, mucho nos tememos que el “IGV justo” creará complicaciones en el formato de la declaración jurada del impuesto. Habrá que distinguir entre facturas pagadas y no pagadas; reportar aquellas que no habían sido pagadas hasta el mes pasado, pero que ya lo fueron; y seguramente justificar con lujo de detalles por qué algunas facturas siguen impagas dos o tres meses después de haber sido emitidas. La Sunat no lo va a hacer tan sencillo.
La segunda propuesta es subir impuestos. Más específicamente, subir la tasa del impuesto a la renta que pagan las empresas del 28% al 30% de sus utilidades. No hay una necesidad real de hacerlo porque, al reducir la tasa hace dos años, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aumentó simultáneamente la que se aplica a los dividendos que salen de esas mismas utilidades. Mal puede decirse que estos cambios hayan afectado la recaudación, pues el impuesto a la renta de personas jurídicas (incluyendo los pagos de regularización) ha crecido más de 10% en lo que va del año.
Sin una perspectiva razonable de aumentar los ingresos fiscales, con lo cual uno puede estar o no en desacuerdo, es mejor no andar cambiando las tasas de los impuestos. Ya hay un camino trazado por el MEF. Démosles estabilidad a las empresas para que puedan planificar sus inversiones. Con el tiempo esas inversiones llegarán.
La tercera es una propuesta bastante riesgosa para la caja fiscal. Consiste en adelantarles el canon a las comunidades donde estén ubicados los futuros proyectos mineros. Con esa plata los gobiernos locales podrían ejecutar obras que les den “legitimidad social” a los proyectos. Pero ¿qué pasa si los proyectos nunca se materializan? Hay una serie de razones, desde una caída en los precios de los minerales hasta complicaciones imprevistas en la ingeniería, sin mencionar posibles exigencias adicionales de la comunidad, que pueden ocasionar un retraso e inclusive la cancelación de un proyecto. ¿Quién repone, en ese caso, el canon que ha adelantado el Gobierno Central? ¿En qué momento puede este estar seguro de que el proyecto avanza inexorablemente hacia su compleción?

No hay comentarios:

Publicar un comentario