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MEDIA COLUMNA
La izquierda caviar
es reaccionaria
Jorge
Morelli
@jorgemorelli1
Esa confusión
semántica esconde lo que en verdad importa: qué es ser reaccionario.
No es
reaccionaria la izquierda radical, ni siquiera la anti minera. No puede serlo
porque está indisolublemente ligada a los intereses reales del pueblo enraizado
en la tierra y en las minas, arraigado en la aspiración a la propiedad, que esa
izquierda no puede desconocer ni traicionar. Consecuentemente, ha hecho suya
hoy la idea de la propiedad y propone que el poseedor del suelo sea dueño
también del subsuelo.
Desde luego,
es libre de presentar una reforma constitucional en ese sentido. Pero no será
fácil. Desde Roma, no ha existido Estado alguno dispuesto a renunciar a la
propiedad del subsuelo. Estados Unidos es una solitaria excepción, y siempre
sujeta a limitaciones. Esa salida puede ser políticamente inviable hoy, pero no
es reaccionaria.
La izquierda
caviar, en cambio, depende del Estado, trabaja para el Estado, gana un sueldo
del Estado y su estrategia electoral es un pobre truco: generar empleos en el
Estado para conseguir esos votos. Se llama clientelismo. Es profundamente
reaccionario.
La izquierda
caviar no responde a ningún interés real en la economía, sino exclusivamente a
una pura idea política. Por lo mismo, propone iniciativas desconectadas de la
realidad. Deduce sus propuestas desde la ideología, de arriba hacia abajo. No
las construye por inducción de abajo hacia arriba a partir de la experiencia.
Este es su
limite. Nunca irá más allá de eso. La izquierda caviar, a diferencia de la radical,
jamás podrá proponer la propiedad del subsuelo. Ni siquiera del suelo. Necesita que el Estado los
controle.
Nunca escapará
de la obsesión del monopolio de la gestión de los recursos por la empresa
estatal. Cuando ha tenido que ceder, al cabo de poco vuelve a lo mismo. Por
ejemplo, proponer que los fondos de pensiones pasen de las AFP a una entidad
estatal que concesiona su gestión es reaccionario. Los fondos de pensiones son
de propiedad de los pensionistas del Perú. No son del Estado.
Y es
reaccionario, por lo mismo, el monopolio del Estado de la gestión de los
recursos naturales. Mientras la izquierda radical toma distancia de eso al
demandar la propiedad privada de los recursos para las comunidades, la
izquierda caviar no puede hacerlo. Tiene que mantener los recursos en manos del
Estado para luego capturar el Estado. Ese es su plan, al que vuelve una otra
vez sin aprender. La izquierda caviar no puede avanzar, solo volver atrás. Es
reaccionaria.
Lo
verdaderamente revolucionario, en cambio, no es la propiedad privada del
subsuelo,que es de todos los peruanos y no solo de unos pocos. Lo
revolucionario es la propiedad privada del suelo. Pero –y he aquí la
diferencia- dotado de papeles que se compren y vendan en las bolsas globales. Solo
así su valor subirá y bajará junto con el de los recursos debajo. Es lo que una
parte de la izquierda recién ha comenzado a comprender.
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