martes, 29 de julio de 2014

ESTA NOCHE martes 29 julio 2014



ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

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Ahorra, caramba


Jorge Morelli
jorgemorelli.blogspot.com
@jorgemorelli1


De una revisión de lo publicado por los analistas sobre el mensaje presidencial, destaca la información revelada por Roberto Abusada, en artículo en El Comercio, según la cual la publicación de las nuevas cifras el 15 de agosto próximo mostrará que el crecimiento de la economía en junio fue de menos de uno por ciento.

Luego de que el crecimiento de 1.8% en mayo sonara como la alarma de un paquebote que ha chocado con un iceberg, lo de junio va a causar pánico. Ya no hay cómo seguir llamando a esto desaceleración. Es un eufemismo que ya ha degenerado en mentira piadosa.

La prioridad es ahora el control de daños. Ante todo, el buque no se va a hundir. Hay inversiones en camino que apuntalarán el crecimiento más adelante.

Pero el gobierno afirma que retomaremos el crecimiento este mismo fin de año. Quiere hacernos creer que las expectativas –otra mentira piadosa- van a parar la olla. La olla se ha derramado y así se va a quedar. No hay modo de recoger la sopa del suelo. Cualquier control de daños que no parta de este hecho va a fracasar.

El control de daños es asunto de profesionales. No es cuestión de romper huevos y hacer tortillas. Puede romperse huevos y causar un desastre. Lo primero es que es imposible esconder la realidad.

Lo segundo es que tratar de manipularla aumentando transitoriamente los ingresos de la gente para que el desplome parezca menos grave y se disimule detrás de la manipulación de la realidad, es un acto inmoral.

Lo que Abusada está diciendo, además, es que las cifras para este año ya no van a cambiar de cualquier modo, haga lo que haga el gobierno. Fuera de inmoral, entonces, es un acto inútil. El propio Keynes decía que, en ausencia de expectativas, la política contracíclica no funciona. No genera inversión, sino inflación.

Inyectar cinco mil millones de soles de gasto corriente –como anuncia y ya hace el gobierno- para que la gente gaste más y la economía parezca crecer algo es, pues, enviar una señal equivocada a los peruanos.

Lo que la gente necesita saber en este momento es que es hora de ahorrar, no de gastar. De actuar prudentemente y guardar pan para mayo, como la hormiga. No de fingir, como la cigarra, que no existe el invierno.



REPORTE DE NOTICIAS en Internet

lunes, 28 de julio de 2014

ESTA NOCHE lunes 28 julio 2014



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Universo paralelo


Jorge Morelli
jorgemorelli.blogspot.com
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Ni rastro ya de la “gran transformación” en el Mensaje al comenzar el cuarto año del gobierno de Ollanta Humala. Tampoco de la “hoja de ruta”. Por fin tiene un equipo técnico. Solo que es tarde.

Lo mejor del Mensaje es el plan del ministro Saavedra para reformar la educación. Incluye la enseñanza universal de inglés (algo que se hizo en Japón durante la reforma Mei Ji, a mediados del siglo XIX). El plan tiene la virtud también de apuntar a empoderar a los directores, pero no lo suficiente como para que puedan contratar a los maestros que elijan de un mercado libre del monopolio del Sutep sobre las plazas magisteriales para los egresados de Pedagogía (eso se hizo en el Japón a mediados del siglo XX). Como se ve, es demasiado poco.

Y demasiado tarde. Habría sido oportuno si el Presidente hubiera planteado esta reforma educativa en su primer mensaje a la Nación. Poner hoy la meta de esa reforma en el bicentenario es un buen deseo que no carecería de autoridad moral si el gobierno no hubiera perdido tres años diletando sobre la educación pública y estorbando a la privada.

En lo relativo al resto de los temas relacionados con la igualdad de oportunidades -sector Salud incluso- el desorden institucional es pavoroso. Decenas de programas con decenas de brazos ejecutores y donde cada brazo obedece a una cabeza diferente. El resultado es una lista de lavandería de problemas y palos de ciego a ver si en alguno por azar les pega de lleno.

El desorden del discurso es el vivo reflejo del caos institucional que ahoga a todo el Estado peruano. En esto, el gobierno humalista ha tocado techo. No da más.

Ni siquiera la nave mayor del Mensaje, los 19 mil millones de dólares de inversión, las medidas de urgencia del ministro Castilla contra la desaceleración, y el “plan de diversificación productiva” del ministro Ghezzi. Ninguno percibe este problema o lo visibiliza. Menos aun ofrece un diagnóstico y un remedio. El caos institucional del Estado peruano está más allá del horizonte del gobierno humalista, más allá incluso del horizonte de su mejor equipo técnico. Otra vez demasiado poco, y tarde.  

Pero el caso emblemático es el de la reforma de la descentralización. El gobierno habla ahora de articular las políticas de los tres niveles de gobierno y de revisar la forma en que los gobiernos regionales rinden cuentas de su gestión. Anuncia, además, un proyecto para modificar la distribución del canon. En medio de elecciones regionales, cuando ha perdido la mayoría parlamentaria, el gobierno quiere debatir en el Congreso la redistribución del canon.

El mensaje a la Nación del presidente Humala al comenzar su cuarto año de gobierno parece, en suma, suspendido en un espacio fuera del tiempo. Se encuentra en un universo paralelo. Extraño que no se haya anunciado un nuevo programa gubernamental para diseñar una máquina que permita regresar en el tiempo.   

REPORTE DE NOTICIAS en Internet

Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía



GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA



El Comercio
Nuevamente ahondó en promesas y cifras sin ofrecer el detalle de cómo haría realidad sus anuncios. Quizás lo más rescatable sea el incremento del presupuesto para educación y salud y el plan de reactivación económica. A continuación los puntos más importantes del discurso del nacionalista:
1. LA AGENDA PRIORIZADA
Al inicio de su mensaje, el presidente Humala afirmó que la educación, junto con la salud y la seguridad ciudadana forman parte de la agenda priorizada para los dos últimos años de su Gobierno. Reafirmó que a partir del 2015, se incrementará en un 0.5% del PBI el presupuesto para el sector Educación, que implica “un aumento histórico de 4.000 millones de soles”.
Detalló que el próximo año, Ejecutivo invertirá 1,000 millones de nuevos soles adicionales para la mejora salarial del profesorado, se llevará a cabo un primer concurso de nombramiento de profesores y se implementará un bono de ingreso a la carrera docente para los más destacados.
2. LA SALUD, POLÍTICA MEDULAR
El jefe de Estado puso como segundo tema medular de su mensaje, las políticas públicas para mejorar los servicios de salud. El presidente anunció la creación de varios programas, así como un significativo incremento de 2.500 millones de soles cada año para el presupuesto público del sector.
Del mismo modo, anunció que los escolares beneficiados por Qali Warma estarán afiliados el próximo año al seguro integral de salud.
El mandatario indicó que continuarán con el programa de salud Esperanza para el despistaje oportuno del cáncer y que lo ampliará mediante unidades móviles a nivel nacional. "Para reforzar esta estrategia, a partir del 2015 contaremos con 'Esperanza móvil', un servicio que, a través de unidades móviles, recorrerá 18 regiones para empezar".
Prometió nivelar los ingresos remunerativos del sector salud en Lima y el resto del país, así como reconocer la responsabilidad y desempeño de los trabajadores de salud.
3. ESTILO URRESTI EN SEGURIDAD
Otro de los ejes del mensaje de Humala fue la seguridad ciudadana. Esta vez el presidente no solo dio cifras (30 mil policías en las calles, 160 mil detenidos en un año y se desarticularon 4.767 bandas), sino también anunció que se implementará un sistema integrado de patrullajes y una moderna plataforma de comunicación en el norte y sur del país, como ya la está teniendo Lima y el Callao. "Nuestra estrategia se basa principalmente en la articulación de las entidades del Estado, en la recuperación del principio de autoridad, en la identificación de las amenazas a la seguridad ciudadana y  en el aumento de efectivos policiales", refirió.
Humala dijo que las megaoperaciones policiales dirigidas por el ministro del Interior, Daniel Urresti continuarán en el país “con mayor frecuencia los fines de semana, con la finalidad de reducir las víctimas asociadas al hurto y al robo en las calles”.
Recalcó que la ciudadanía no quiere que los políticos estén divididos, sino que lleguen a acuerdos para enfrentar a la delincuencia.
4. PIDIÓ REFORMAS POLÍTICAS
El mandatario también le pidió al Congreso debatir iniciativas orientadas a realizar reformas políticas. Estas son: la modificación de la ley de partidos para fortalecer la democracia interna; el proyecto de ley contra el transfuguismo; ver si se permite o no la renuncia del cargo de congresista y la imprescriptibilidad de delitos de corrupción, entre otras. 
5. LA CORRUPCIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN
Debido a la corrupción detectada en algunos gobiernos regionales (Áncash, Loreto, Cajamarca, Pasco, entre otros), el presidente Humala anunció una serie de reformas del proceso de descentralización, una de ellas es que se mejoren los controles de parte del Congreso y la Contraloría a  las autoridades subnacionales.
Remarcó que no se pude permitir que ninguna autoridad  aproveche o defraude la confianza del pueblo peruano.
“Les pido (a los congresistas, autoridades judiciales y ciudadanía) acompañarnos en el reforzamiento del sistema de corrupción en todos sus niveles y entidades”, manifestó.
6. NARCOTRÁFICO Y TERRORISMO
Según dijo hoy Humala, su Gobierno redujo en más del 50% el área de actividad de los terroristas de Sendero Luminoso en el Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
Refirió que el Ejecutivo es consciente que el narcotráfico constituye una amenaza al Estado, y para hacer frente a este problema su gobierno ha diseñado una nueva estrategia “basada en integrar el trabajo de la Policía Nacional y de las FFAA, así como fortalecer la labor de inteligencia, reducir los cultivos de hoja de coca destinada al narcotráfico y combatir las actividades ilícitas”.
Asimismo, con el objeto de brindar apoyo a la Policía Nacional en la lucha contra el narcotráfico y combatir los rezagos del terrorismo en el Vraem, anunció que la aviación del Ejército en la modalidad de gobierno a gobierno adquirirá 24 helicópteros y se creará la escuela conjunta de pilotaje para los tres institutos armados.
7. INYECCIÓN ECONÓMICA
Para contrarrestar la desaceleración económica que afecta al país, el presidente Humala explicó que el decreto supremo promulgado este lunes (que busca acelerar el gasto corriente al modificar los presupuestos de diversos sectores) y el plan de diversificación productiva “representan una inyección de recursos adicionales por más de 6.500 millones de soles, es decir más del 1% del PBI”.
“A pesar del contexto económico internacional todavía incierto, nuestro país lleva 60 meses de crecimiento sostenido, y al cierre de nuestro gobierno continuará siendo el país de mayor crecimiento y menor inflación de la región”, refirió. 



El Comercio
El arranque del cuarto año parlamentario trae consigo varias novedades. La primera es que Gana Perú dejó de ser la primera minoría política en el Congreso.
De 42 integrantes que tenía hasta hace una semana, ahora estrena un grupo de 36 legisladores (incluida la suspendida Cenaida Uribe) con el riesgo de que sea uno menos –35– si se confirma la anunciada dimisión del independiente Jaime Delgado.
Por efecto de esta merma en el número de sus integrantes, el oficialismo dejará de presidir una de las siete comisiones de trabajo que encabeza desde el 2011.
Actualmente estas son: Defensa Nacional, Inteligencia, Defensa del Consumidor, Presupuesto, Inclusión Social, Energía y Minas y Constitución.
¿Cuál será la que soltará? Quizás una que no sea de gravitante importancia política. ¿De pronto Inclusión Social? Sea cual fuese, esa presidencia de comisión pasará a manos de la novísima bancada parlamentaria (Dignidad y Democracia), que está formada por los seis disidentes oficialistas.
Hay más. Los hasta ahora 36 integrantes de Gana Perú equiparan en número a los integrantes que hoy tiene la bancada fujimorista Fuerza Popular.
Pero esa paridad puede quebrarse muy pronto a favor del bloque opositor. Y es que en cualquier momento deberá llegar al despacho de la presidenta del Parlamento, Ana María Solórzano, el pedido de la Corte Suprema para desaforar a Alejandro Yovera, quien está suspendido. Él fue elegido por el fujimorismo, aunque luego se pasó a Acción Popular-Frente Amplio.
Si esta solicitud es aprobada por el pleno del Congreso, será la accesitaria Karina Beteta quien ocupará la curul vacante.
Fuerza Popular tendrá así 37 miembros. El mismo número de congresistas que originalmente obtuvo en las urnas durante los comicios parlamentarios del 2011. Y por ese “uno más” el fujimorismo podría convertirse en la primera minoría política en el cuarto año del gobierno.
Este miércoles 30 se reunirá la Mesa Directiva del Congreso que preside Solórzano y el martes 5 de agosto se aprobará en el pleno el esqueleto del cuadro de comisiones. A partir de allí se iniciarán las negociaciones para las presidencias de comisiones.
Solórzano ha prometido a sus pares que buscará el consenso. Esta recomposición podría ser un buen inicio.



El Comercio
El congresista Javier Bedoya de Vivanco (PPC-APP) dijo hoy que algunos estudios de abogados en Lima están analizando la viabilidad de una eventual candidatura de la primera dama, Nadine Heredia, a la Presidencia de la República en el 2016. 
“Sé que hay estudios de abogados en Lima que están recibiendo la consulta, a la luz de estos precedentes, si la señora Nadine está habilitada o no para postular en dos años”, refirió.
En el programa “Agenda Política”, el pepecista indicó que el caso del legislador Marco Tulio Falconí, quien ha logrado inscribir su candidatura a la presidencia regional de Arequipa gracias a una medida cautelar, abre las puertas para que otras personas hagan lo mismo.
Añadió que las autoridades electorales no debieron permitir que Falconí participe de los comicios, porque el cargo de congresista es irrenunciable.
En otro momento, el congresista del PPC-APP contó que la primera ministra, Ana Jara, está tratando de tender puentes de diálogo con los partidos de oposición. Indicó que Jara llamó hace unos días al líder histórico del PPC, Luis Bedoya Reyes, a fin de coordinar una reunión. “La vamos a escuchar. Veremos qué dice (Jara cuando busque el voto de confianza), seguramente su discurso estará marcado por lo que diga mañana el presidente Humala”, acotó. 



El Comercio
El Poder Ejecutivo publicó hoy un decreto de urgencia que establece una serie de medidas para estimular la economía peruana, en el actual contexto de desaceleración económica. 
Según la norma publicada en el diario oficial El Peruano, el Gobierno buscaría dinamizar distintos sectores económicos al modificar los presupuestos de diversos ministerios (Educación, Salud, Vivienda) e incrementar la demanda interna con el aumento de sueldos y el pago de bonificaciones. 
Aquí los puntos principales de las normas dictadas: 
- Una bonificación extraordinaria de S/.200 para los pensionistas de los regímenes 18846 y 19846. El pago se abonará en agosto.
- Monto mínimo de derechos pensionarios. Para el caso de viudez en la Ley N°19990, la pensión deberá ser de S/.350. Para los jubilados de la ley N°13640, la pensión a recibir será de S/.450.
- Un aumento de S/.100 para los sueldos de los profesores contratados de instituciones de educación básica y técnico productivas.
-  Otorgar el bono de desempeño escolar para trabajadores del sector Educación. Para cumplir con los pagos se destina un monto US$75 millones. El beneficio será para directores y profesores tanto nombrados como contratados. 
- Cambios en el presupuesto del Ministerio de Salud para cumplir con el pago de valorización priorizada por atención primaria a los profesionales de salud.  
- El Ministerio del Defensa comenzará a pagar desde agosto al personal militar de las FF.AA. y de la PNP las bonificaciones por desempeño efectivo. 
- El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) deberá transferir S/.70 millones al Fondo de Estímulo de Desempelo y Logro de Resultados Sociales (FED). 
- Se autoriza al Ministerio de Educación (Minedu) a modificar su presupuesto para financiar el incremento de la jornada laboral en los niveles de secundaria. También empleará S/.40,5 millones a para la compra de bicicletas para beneficiar a niños de entre 0 y 2 años. 
- El Ministerio de Vivienda podrá modificar su presupuesto para acelerar proyectos de inversión pública.



El Comercio
¿Qué celebra el humalismo?
Juan Paredes Castro
El rostro de Ana Jara durante la votación del sábado por la Presidencia del Congreso fue la más elocuente y patética expresión de que el régimen humalista no está para celebraciones de nada.
Por el contrario, sobrevienen días muy difíciles y complicados para el gobierno en su relación con el Congreso, y viceversa.
Con todas las virtudes y agallas políticas que se le conocen, la propia Jara parece verse a sí misma irremediablemente metida en la boca del lobo.
Salvo un par de abrazos y un par de sonrisas por el par de votos de ventaja momentánea de
 Ana María Solórzano sobre Javier Bedoya, el oficialismo ya no podrá evitar de aquí al 2016 que la oposición parlamentaria pueda interpelar y censurar ministros y gabinetes con más facilidad que nunca y poner en jaque al gobierno cada vez que este invoque un voto de confianza, como tendrá que hacerlo dentro de un mes.
Hubiera sido preferible que el presidente Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia
 se ahorraran llamadas desesperadas de última hora para conseguir que algunos congresistas genuflexos cambiaran su preferencias en segunda votación. Debieron simplemente dejar que se confirmara el triunfo inicial de Javier Bedoya.
La pareja presidencial perdió así la oportunidad de tener más claro el panorama del Congreso, sin la espada de Damocles que aparece ahora. Nunca sabrá ni cómo ni de dónde caerá esa espada sobre su hoy precaria mayoría legislativa.
 Ollanta y Nadine han impuesto finalmente a la señora Solórzano en la Presidencia del Congreso. Pero no han logrado definir la predictibilidad de su influencia en ese poder del Estado, donde hasta el viernes pasado les fue sencillo dominar.
No hay, pues, motivo de celebraciones en el Partido Nacionalista, que acaba de sufrir su peor escisión en lo que va del régimen. Tampoco en el gobierno, con su sexta presidencia en el Consejo de Ministros, ni en la bancada parlamentaria humalista, casi superada en fuerza por la fujimorista.
Si es cierto que en la noche del sábado hubo una encerrona en Palacio de Gobierno para brindar por la victoria de Ana María Solórzano, nada más triste que saberlo.
Mejor hubiera sido que el presidente Humala asistiera a la celebración, ayer,
 de los 180 años del nacimiento de Miguel Grau, nuestro más grande héroe y referente de institucionalidad democrática, con un escaño en el Congreso, que recuerda su paso ejemplar como parlamentario.
El presidente Humala y el plenario del Congreso debieran recordarlo juntos hoy.
El hecho de que el humalismo gubernamental y parlamentario no estén para celebraciones no quiere decir que tenga que sumirse en la depresión. El país necesita de su mayor concurso para remontar los grandes pasivos acumulados, desde el decrecimiento de la economía hasta la crisis de la PCM, ya en su sexto mandato, pasando por la inseguridad ciudadana, la desaprobación presidencial y el deterioro del Partido Nacionalista y su bancada en el Congreso.
El país necesita recobrar confianza en quienes lo gobiernan.



El Comercio, editorial
Hoy culmina el tercer año del gobierno del presidente Humala en medio de una crisis política en su propio partido, una preocupante desaceleración de nuestra economía y una creciente inseguridad ciudadana. Sus aciertos han sido pocos, quizá los más resaltantes son el haber mantenido las grandes líneas macroeconómicas, el haber iniciado una necesaria reforma del servicio civil y el tener un Gabinete con algunos ministros técnicos y de muy buen nivel. Sus errores, en cambio, han sido varios y el tercer año de la administración Humala se caracterizó –al igual que el primero y el segundo– por la improvisación política, los mensajes contradictorios en el tema económico y una muy limitada capacidad comunicativa.
Aquí un balance de lo que ha sido el último año de la gestión del presidente. 
Seguridad
En esta materia hemos presenciado una clara ausencia de rumbo a lo largo de todo este gobierno. Si bien se pueden resaltar algunos aciertos como la captura de los miembros del Movadef, así como de algunas bandas importantes en el norte del país, el balance general es poco convincente una vez que se ven las estadísticas. 
Quizá el problema comienza porque, durante la mayor parte de su gestión y muy claramente durante el año pasado, el Ejecutivo persistió en negar la realidad. Los ciudadanos aún tenemos muy presente el recuerdo del ex ministro Pedraza negando las cifras y sugiriéndonos que era un asunto de “percepciones” o al ex primer ministro Jiménez acusándonos de sufrir de “histeria” colectiva por preocuparnos por la criminalidad. De manera similar, el ex ministro Albán apuntaba que no hay racha de crímenes, sino que ciertas bandas se han vuelto “más visibles”. Y, por último, el propio presidente pasó de sugerirnos a los peruanos abstenernos de salir a la calle con efectivo como estrategia para enfrentar la delincuencia a responder que no tiene una “bola de cristal” para saber si la inseguridad es el mayor problema del Perú.
Mientras las autoridades miraban a otro lado, la Policía Nacional seguía desprestigiándose. Según una encuesta de El Comercio-Ipsos publicada en febrero de este año, el 69% de los entrevistados no confía en la PNP, 44% indica que esta le inspira más temor que seguridad y 82% considera que tiene bastantes posibilidades o que definitivamente conseguiría sobornar a un policía si quisiera hacerlo.
La última carta que ha presentado este gobierno para combatir la inseguridad es la del militar en retiro Daniel Urresti, quien ha decidido dar un nuevo enfoque a la lucha contra la delincuencia. Si bien hay que resaltar que él parece no negar la situación de inseguridad que atravesamos (cosa muy positiva), en este Diario nos preocupa que dedique tanto tiempo a las apariciones mediáticas y a encabezar operaciones de campo. Por un lado, si el señor Urresti está haciendo el trabajo que le corresponde a un capitán de policía, eso significa que no está haciendo el trabajo que le corresponde como ministro. Por otro, tememos que podríamos estar presenciando una suerte de populismo en el tema de la seguridad: acciones que complazcan a la ciudadanía y que permitan aumentar la popularidad del ministro, pero que no atiendan las reformas de fondo que se encuentran pendientes y que permitirían realmente reducir el crimen. 
Es fundamental que el gobierno, en los dos años que le quedan, intente buscar un rumbo claro por el cual conducir la lucha contra la inseguridad. El actual es el sexto ministro del Interior en este gobierno y, hasta el momento, ninguno ha sido capaz de dar los primeros pasos para resolver este grave problema que aqueja al país y que es el que, sin duda, más nos angustia a los peruanos. 
Corrupción
En este campo, el gobierno tampoco ha dado pasos firmes este último año. El más grande escándalo de corrupción desatado durante esta administración, el Caso López Meneses, lleva ya más de ocho meses sin que se sepa quién fue el responsable del ilegal resguardo a la vivienda del ex asesor montesinista. El nacionalismo, además, se esforzó por minimizar la gravedad de este tema y obstruir el esclarecimiento de los hechos, como por ejemplo cuando pidió que se investigara desde 1990 (lo que claramente habría diluido los hechos en cuestión) o cuando restringió los recursos económicos con los que cuenta la comisión investigadora en el Congreso. Todo esto solo ha llevado a acrecentar las sospechas de que el gobierno tiene una preocupante responsabilidad en este asunto.
Asimismo, no podemos olvidar el escandaloso caso que protagonizó este último año la Oficina Nacional de Gobierno Interior (Onagi) que dirigió la militante nacionalista Dacia Escalante. La ex funcionaria fue acusada de utilizar cuantiosos recursos públicos en actividades proselitistas del Partido Nacionalista y en varios eventos encabezados por el presidente. El Ejecutivo decidió defender lo indefendible hasta que el peso de la opinión pública llevó a la renuncia de Escalante. Su retiro, sin embargo, no ha supuesto el cambio de estructura y las funciones de la oficina.
Por otro lado, en la bancada oficialista en el Congreso, los actos reñidos con la ley o la moral no han dado tregua. El más llamativo fue el de la congresista Cenaida Uribe, suspendida 120 días por favorecer indebidamente a la empresa Punto Visual utilizando su cargo como legisladora. Asimismo, parece que el partido del presidente Humala ha tomado muy en cuenta la frase del ex presidente Benavides que decía: “Para mis amigos todo, para mis enemigos la ley”. Un claro ejemplo ha sido el amplio blindaje dado por el nacionalismo al ex presidente Toledo en el Caso Ecoteva, mientras que paralelamente la megacomisión que investiga a Alan García se convirtió en una máquina implacable de indagaciones.
Por último, han sido muchos los casos de corrupción que se han destapado a lo largo de todo el aparato estatal. Este último año hemos sido testigos de cómo venía operando impunemente la red del señor Rodolfo Orellana a través de todas las instituciones del Estado o de cómo se habían gestado en varios gobiernos regionales (Áncash, Tumbes, Cajamarca, Pasco, entre otros) enormes redes de corrupción por las que hoy, por primera vez, tres presidentes regionales están en prisión y un cuarto acaba de ser capturado por la policía. 
Si bien el señor Humala llegó al gobierno ofreciendo que la “honestidad hará la diferencia”, su accionar por combatir la corrupción en todos los niveles del Estado ha dejado bastante que desear. Es importante que este gobierno aclare las graves denuncias que pesan sobre algunos de sus ministros y funcionarios y que se busque, antes que tapar con la alfombra la suciedad, barrer de una vez por todas con la corrupción.
Economía
En este tema, el aspecto más preocupante es la reciente desaceleración. Desaceleración que es en buena cuenta fruto, más que del contexto internacional, de varios errores internos. Principalmente, el constante ruido político, los contradictorios mensajes que envía el presidente Humala en materia económica, la ineficiencia para ejecutar el gasto público y la suma de regulaciones que entrampan la inversión privada
En el Perú cada punto de crecimiento del PBI significa 72.000 nuevos puestos de trabajo. Como cada año se suman al mercado laboral 360.000 personas, para que no crezca el desempleo los peruanos necesitamos crecer –según acaba de señalar César Peñaranda, director del Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial de la Cámara de Comercio de Lima– al menos 4,6% al año solamente para no retroceder (que es, precisamente, lo que parece que haremos en el 2014, con un crecimiento esperado de menos de 4% que nos podría llevar a que aumente la pobreza).  
El gobierno reaccionó frente a la desaceleración –una vez que ya la tenía encima– con algunas medidas acertadas que buscan reactivar la inversión privada y que formaron lo que se llamó el “paquete reactivador” (cuya segunda fase se espera sea anunciada el día de hoy en el mensaje del presidente). Lamentablemente, dichas medidas no resuelven los temas de fondo que más restringen la inversión privada, como la poca flexibilidad de la regulación laboral o la impredictibilidad y onerosidad del sistema tributario.
No es casualidad que, según la OIT, el 68,6% de los trabajadores peruanos estén contratados en la informalidad. Nuestro régimen laboral es tan rígido y caro (los costos no salariales del trabajo que impone nuestra legislación laboral superan el 60% del costo laboral total) que genera poderosos incentivos para que empresas y trabajadores prefieran operar al margen de la ley, colocando a estos últimos en la posición más vulnerable posible. 
Por otro lado, como señalamos antes, mientras que por un lado el Ejecutivo intentaba reactivar la inversión privada, el presidente tomaba decisiones y enviaba mensajes que producían lo contrario. Por citar solo dos de las más recientes, la promulgación de la intervencionista Ley Universitaria o el discurso que dio en Talara reivindicando a Velasco. 
Paralelamente y sumando a los mensajes incorrectos, el gobierno se ha empeñado en lanzar una serie de proyectos faraónicos en términos que no han sido justificados de forma transparente y clara. Nos referimos a la modernización de la refinería de Talara de Petro-Perú (inversión cuya rentabilidad y conveniencia no han sido demostradas), la línea 2 del metro de Lima (cuyo diseño totalmente subterráneo nunca se probó mejor que las alternativas más baratas) y, por último, el gasoducto del sur (cuya viabilidad económica sigue en duda por los cuestionamientos existentes sobre el tamaño de las reservas de gas y la real demanda para el servicio). 
En materia económica, el gobierno no puede persistir en el piloto automático. Necesitamos profundas reformas de fondo que destraben la inversión privada (y no solo aquellas que como las últimas son correctas pero insuficientes). Y el presidente no puede seguir deshaciendo con una mano lo que hace con la otra. 
Las reformas
Como indicamos al inicio, este gobierno ha tenido el acierto de impulsar una reforma del servicio civil que, bien implementada, puede permitir avanzar en la modernización de nuestra precaria burocracia. Este, hasta el momento, es el legado de la administración del señor Humala
La otra gran reforma que emprendió esta administración, sin embargo, no ha dejado un buen sabor de boca. Nos referimos a la reforma del Sistema Privado de Pensiones. Por un lado, no se lograron las mejores condiciones que tanto se anunciaron para quienes ya cotizaban en el sistema. Por otro lado, la incorporación de los trabajadores independientes ha llevado a cuestionar la institución misma del aporte obligatorio. Y con razón. ¿Por qué el gobierno trata a los ciudadanos que lo eligen como incapaces que no saben qué es lo que más les conviene, que no son competentes para manejar su patrimonio y que no podrán ingeniárselas para subsistir en su vejez? ¿Por qué el Estado debe privar a sus ciudadanos del derecho a disponer de parte del dinero que ganan con el sudor de su frente?
En materia de salud, por otro lado, se han dado algunos pasos iniciales y valientes en el rumbo correcto. La ministra –a pesar de los cuestionamientos de varios grupos de interés– ha lanzado una serie de asociaciones público-privadas para tercerizar la gestión de varios servicios en instituciones de salud con la finalidad de volver más eficiente la prestación de sus servicios.
En materia educativa, lamentablemente este gobierno retrocedió en lo que avanzó el anterior y dejó estancada la reforma de la carrera magisterial. Este es un tema particularmente grave, pues nadie duda de que las deficiencias de nuestro sistema educativo son unas de las principales barreras para construir ciudadanía y aumentar el ritmo del crecimiento económico.
El gobierno ya recorrió más de la mitad del camino que tenía por delante. Por el bien del Perú esperamos que para el resto del recorrido tenga el rumbo mucho más claro.


domingo, 27 de julio de 2014

ESTA NOCHE domingo 27 julio 2014


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Malos naipes  


Jorge Morelli
jorgemorelli.blogspot.com
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PPK es mezquino con Alberto Fujimori. Pero su mezquindad es por diseño.

El ex premier de Toledo reconoce que el año 2000 el Perú recuperó el ingreso que tenía treinta años antes. Admite, incluso, que, salvo del 97 al 2000, hubo un gran crecimiento. Pero le otorga el mérito a Carlos Boloña y a Jorge Camet. A ambos ministros les sobra el mérito, pero ellos no fueron miembros del gabinete de un presidente ausente, pintado en la pared o flotante sobre la realidad política.

Mientras en los 90 se ahogaba la hiperinflación y se reformaba la economía del Perú para escapar de la trampa de estatismo, alguien conducía la guerra contra el terrorismo senderista y el emerretista en Chavín de Huántar; alguien reducía a la tercera parte las hectáreas de coca para el narcotráfico; alguien firmaba la Paz con el Ecuador, luego de una guerra; alguien, en fin, construía un colegio por día durante diez años en el gobierno.

Las reformas no se reducen a la economía. Pero durante el segundo belaundismo –gobierno que no supo o no pudo y luego ya no quiso reformar la economía siquiera-, PPK no fue mudo testigo sino ministro y protagonista. Es cierto que quizás en los 80 no se entendía bien aún el fundamento de la autoridad política para la libertad económica y la igualdad de oportunidades. Pero, claro, generales somos todos después de la batalla.

PPK tampoco es generoso con Alan García. Pero de él solo dice que la juventud ya no quiere a un líder de “balconazo y gran discurso”. Es otro rasero. ¿Por qué la diferencia? Por diseño. Tal vez PPK prefiere competir contra Alan García en una imaginaria contienda electoral el 2016. Las encuestas indican que a él sí podría ganarle. Dirige, pues, sus críticas al fujimorismo porque lo considera su rival más peligroso. Al hacerlo, sin embargo, revela su juego. Muestra sus cartas. Es un mal jugador.

PPK quiere llegar a la segunda vuelta. Para eso, sin embargo, tiene que llegar antes a la primera. Su única alternativa realista es ofrecerle sus servicios como candidato al partido nacionalista -facción Nadine Heredia libre de la “gran transformación”-, hoy en el control absoluto del gobierno de Ollanta Humala. Mientras más demore haciéndole ascos a esa alternativa, más tiempo perderá PPK mostrando naipes equivocados.

  

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GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA



Peru21
Juan José Garrido entrevista a PPK
-¿Cuál es su balance de estos últimos 24 años?
Por el año 2000 llegamos al nivel de ingresos que teníamos en el 70. Las reformas básicas fueron las que impulsó (Carlos) Boloña y su equipo y, luego, (Jorge) Camet las llevó a cabo. En los 11 años de (Alberto) Fujimori, las exportaciones se quedaron más o menos estancadas, la deuda quedó en el limbo. Luego viene el periodo 2001-2011 y eso fue un diseño muy bueno. El final de Fujimori política y económicamente fue muy malo, pero, si uno se olvida del 97 al 2001, tienes un crecimiento fuerte.
-¿En qué momento el Perú se hace atractivo para la inversión?
La reforma pensionaria del Estado es la principal razón por la cual Perú sube en las calificadoras de crédito. Se empezó a arreglar cosas como las azucareras, aunque eso no ha terminado, se empezó a hacer las concesiones como la del gas de Camisea. Había un proyecto cada dos o tres años que nos daba un impulso fuerte.
-¿Seguimos estancados en los mismos temas?
Sí, todavía estamos muy atrasados en educación, tecnología y formalización. Son los grandes retos. Las prioridades siempre son educación, salud, infraestructura, el agua potable, que es un poco una obsesión mía. Creo que no hay vida saludable sin agua potable y desagüe.
-¿Y cuál sería su balance institucional?
El balance institucional es malo porque, después del gobierno de fuerza de Fujimori, se lanzó la descentralización apresuradamente y ahora estamos viendo los resultados de eso. Hay que preguntarse, sin embargo, si esta cola de acusaciones contra presidentes regionales está dirigida o es genuina. Hay un Poder Judicial que sigue siendo pobre; no solo hay indicios de corrupción, sino de inflexibilidad con leyes arcaicas, con sistemas no modernos, todo está en papeles. Creo que en seguridad estamos por el suelo y uno no sabe realmente cuáles son las cifras. En 2001 la tasa de homicidios era cinco por cada 100 mil habitantes y ahora el INEI dice que es nueve, mientras que otras cifras dicen 19.
-¿El Congreso tampoco ayuda?
Tenemos el Parlamento que merecemos, es decir, uno pobre, donde no hay mucha visión del mediano y largo plazo. No hay tampoco políticas de Estado que van más allá de cinco años. En educación, por ejemplo, tienes que pensar a 15 o 20 años.
-¿Las reformas institucionales requieren de consensos políticos?
Las grandes reformas requieren liderazgo, y eso quiere decir que estés dispuesto a que te tiren tomates y huevos, como me tiraron cuando me deshice de la 20530, con el apoyo del Apra, o sea que había un elemento de consenso.
-¿Ve factible un consenso en lo institucional cuando ni siquiera parece haberlo en el modelo económico?
Creo que no hay tanta discusión sobre el modelo económico. La palabra modelo es un esquema que evoluciona todos los días. Lo que ocurre es que tenemos un gobierno que no tiene una visión muy clara de a dónde quiere ir.
-¿Le preocupa el friaje económico?
Creo que va a haber una recuperación en los números del PBI a fines de año e inicios de 2015. Eso se debe a que en el año 2015 van a entrar cuatro grandes minas en producción, y la producción de cobre del Perú, que es un millón 400 mil toneladas, va a llegar a 3 millones. Chile produce 5 millones y el mercado mundial es 18. Vamos a tener un poco más del 20% de la producción mundial. Entonces, allí hay que articular una visión de cuál es el próximo paso.
-¿Cree que estamos cerca al chavismo?
Lo que pasa es que se fueron de la (Gran) Transformación a la (Hoja de) Ruta y han perdido el séquito de los que los pusieron en el poder. Entonces, mucha gente se siente traicionada y de ahí viene esta tendencia un poco autoritaria. Es un poquito la tentación del fascismo de izquierda. Hay que leer ahora lo que está pasando en Brasil, se le acabó la cuerda, está creciendo al 1%, la recaudación tributaria es 38% del PBI. Este aumento considerable en las regulaciones y del gasto público va en esa dirección.-¿Por qué crecemos al 1% si antes estábamos al 7%?Primero, porque las exportaciones de oro se cayeron en un tercio porque bajó su precio y la producción. Lo segundo es que si bien el gobierno aumenta el gasto público considerablemente, la Sunat está detrás de la gente para financiar. El Perú no tiene déficit fiscal; este año vamos a tener un poquito, pero entonces subes y subes, y le agarras a la gente todo. Hace falta un plan para eliminar la informalidad a través de reducción de impuestos, un régimen especial para las pequeñas empresas que emplean al 85% de la gente.
El promedio es 25% de impuestos corporativos para los países de la OECD; en Perú es 34%. -¿Para usted cuánto debería ser?
(Debería ser) 25% y para los chiquitos 10% por 10 años, si se formalizan. El IGV habría que bajarlo un poco de 18 a 15 y luego vemos dónde estamos. Tú vas a reducir impuestos, pero vas a recaudar igual con el tiempo porque estas pequeñas empresas van a empezar a pagar algo y la base va a aumentar. El Perú es altamente informal y los pequeños que tienen RUC lo que hacen es tomar la financiación de forma personal y luego lo pasan a su empresita y entonces tienen duplicación de costos.
-Al revisar el estudio ‘Doing Business’, los principales problemas de las empresas son fallas de Estado. ¿Por qué le es tan fácil al peruano entender las fallas del mercado y no del Estado?
Mucha gente está frustrada con la administración pública, no sé si en el fondo hay un sentimiento anti mercado tan fuerte como a veces puede parecer. Yo creo que al final la gente de repente se acostumbra a esa retórica, pero a la hora de ir a Plaza Vea van y descartan estas ideas extremas. Y, en cuanto a la corrupción, en ese tema es como un baile, tiene que haber dos personas: el que paga y el que recibe. No es todo un tema de gobierno.
-¿Cuál es el crecimiento potencial del Perú?
Yo sí creo que podemos crecer al 6%, 7% y 8% porque tenemos una población joven por 15 años más. Hay que aprovechar este periodo. Chile, que tiene una población más madura, ha crecido al 5 o 6% tranquilamente invirtiendo en infraestructura, etc.
-¿Qué reformas tenemos que hacer para crecer 6%?
La primera es la reforma de la informalidad, incluyendo unos cambios en el sistema laboral, porque tenemos entre CTS e indemnización por despido 18% encima de la planilla y eso se puede sustituir con un seguro de desempleo. Lo otro es una reforma en infraestructura. Además, un cambio en educación tecnológica, y eso supone una buena educación inicial, primaria y secundaria, además de una buena educación tecnológica en la secundaria, incentivando a la gente a estudiar cosas técnicas al nivel universitario.
-¿Un cambio total en educación?
No vamos a transformar al Perú en un país de millones de ingenieros, pero debemos empezar. También se necesita una reforma institucional, hacer una verdadera reforma judicial porque hay inseguridad legal; todo es lentísimo.
-¿Cómo definiría políticamente a su partido?
Es un partido que refleja un cambio generacional en el Perú, que la juventud quiere otro tipo de gobierno, sobre todo la juventud que tiene estudios, quiere a un líder que no sea el ‘balconazo’, de gran discurso, sino que sea práctico, que les solucione los principales problemas como el de trabajo porque hay mucha informalidad. Además, quieren vivir mejor, tener un buen transporte, infraestructura, ordenamiento.
-¿Si tuviera que centrarlo ideológicamente?
Es de centro en general; en temas de agua potable, salud, es más bien de izquierda. Y en lo que es manejo de economía es más obviamente de centroderecha.
-¿Cuál sería el país que se acerca más al modelo del partido?
Yo diría que debe ser alguien como Álvaro Uribe en Colombia en el tema de seguridad, y debe ser Coreaen el manejo de la economía.
-¿Existe un riesgo de quiebre democrático hoy?
Creo que hay un riesgo porque me parece raro que un presidente esté promoviendo a su esposa como próxima presidente del Perú. La impresión que uno tiene es que están mirando esa opción.
-Si eventualmente se presentase la primera dama, ¿considera que la oposición debería formar un frente común?
Yo creo que hay que unirse. Entre Keiko (Fujimori), Alan (García) y el que habla tenemos ideas que compartimos, no tengo interés de vivir en Palacio de Gobierno, prefiero vivir aquí, pero me interesa que este país salga adelante; esa es la única razón por la cual estoy metido en esto.
-¿Considera que la polarización actual es muy alta?
No veo tanta polarización. Veo una clase media, o por lo menos aspiracionalmente media, como lo dice Arellano, donde la gente quiere trabajo, un futuro para sus hijos. La informalidad deprime los sueldos. Si nos deshacemos de la informalidad, que será un proceso que toma un montón de tiempo, las remuneraciones van a subir y las empresas van a invertir en bienes de capital; sería una fuente de crecimiento muy grande.
-¿Cuál es su visión del país de cara al bicentenario?
Lo que quisiera es que el Perú no se quede en la trampa del ingreso medio. Brasil parece que ya entró a esa trampa, Argentina ha retrocedido, México no sale de ahí. Para dar el salto y no quedarse enjaulado, hay que hacer reformas importantes. Los países que están por salir de allí son Chile, Turquía, pero se ha entrampado con temas políticos. En Asia obviamente Singapur, Corea está galopando con un montón de problemas sindicales, pero ya salió, Taiwán también.
-¿Cree que el ‘paquete Castilla’ va a reactivar la economía?
Se necesita promover exportaciones como Conga, Quellaveco, Chavimochic. A largo plazo necesitamos invertir en formalización, que va a generar beneficios, inversiones, etc. El paquete es mejor que un no-paquete. Es un poquito optimista, no es malo, pero, por ejemplo, en la parte de Sunat y deudas tributarias, el 93% de esas empresas ya no existen, es decir, las vas a premiar, pero ya pasaron al cementerio corporativo. Los permisos para lotes petroleros, si eso se implementa, puede ser útil, pero ¿por qué no hay mucha exploración petrolera? Porque de repente no hay mucho petróleo y la distribución no es favorable a las empresas. Tienes la regalía que puede ser hasta 37% y luego tienes que compartir la utilidad con el Estado en 33.1%, queda muy poco; por eso no invierten en el petróleo.-¿Hubiera hecho las tres megaobras como este gobierno?
No. Si se hacen concursos, licitaciones, tiene que haber más de un postor, y si no lo hay, se espera y se promueve. En el caso de la Línea 2 del Metro, ¿quiénes son los grandes fabricantes en el mundo? Los chinos, coreanos, japoneses, franceses, canadienses, y ninguno de ellos se presentó. En la refinería, que es un tema un poquito controversial, las hacen los americanos, europeos, holandeses y tampoco se presentaron. Y en el gasoducto sí había un segundo postor y no se le permitió presentarse. Todo esto del gasoducto se habría podido evitar si se hubiera aceptado la iniciativa privada de Odebrecht en 2011.