ESTA NOCHE,
donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.
MENU DEL DIA
ü
Ollanta Humala releva
al jefe del Comando Conjunto, general Leonel Cabrera. Hace diez días, el gobierno
desactivó el Arma de Inteligencia del Ejército
ü
Keiko
Fujimori: a Ollanta Humala "lo jalaría y le pondría
08" por graves descuidos en temas económicos y de seguridad ciudadana
La opinión en MEDIA COLUMNA representa
exclusivamente a su autor. Usted puede reenviar y publicar libre y gratuitamente
cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de este correo o de jorgemorelli.blogspot.com
MEDIA COLUMNA
Heridas
abiertas
Jorge
Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
El pasado martes 16 de
diciembre, el gobierno desactivó el Arma de Inteligencia del Ejército mediante
decreto supremo –DS 016-2014/DE-, firmado
por el presidente, Ollanta Humala, y
el ministro de Defensa, Pedro Cateriano, y publicado
en El Peruano.
Según el diario Peru21, ese mismo día, hubo una reacción: fuentes de Inteligencia
del Comando Conjunto consideraron “peligrosa” y “grave” la decisión, porque –indicaron- se trata de los “ojos y oídos”
de las operaciones militares.
Diez días después, el
jefe del Comando Conjunto, general del Ejército Leonel Cabrera, ha sido relevado
ayer del puesto. Según una fuente del Ejecutivo citada por El Comercio, el
presidente, Ollanta Humala, le
habría perdido la confianza. Al general Cabrera
todavía le quedaba techo de sobra para cumplir dos años en el cargo. Estaba a
cargo del VRAEM y la destrucción de pistas
para las narcoavionetas.
¿Están estos dos hechos conectados entre sí?
La desactivación del Arma de Inteligencia habría sido
recomendada por el comandante
general del Ejército, Ricardo Moncada, a fin de “estandarizar las operaciones y
actividades de inteligencia en las Fuerzas Armadas”. No sabemos
qué significa esto. Por toda explicación, se ha dicho que la Inteligencia no es
un Arma, porque ser una “segunda especialidad” profesional dentro de las
Fuerzas Armadas y no una primera.
Los
hechos hablan más y mejor. El Arma de Inteligencia se creó en noviembre de 1991
contra en narcoterrorismo. En diciembre del 2000 se la dejó sin efecto porque “había
disminuido el accionar” (?) del
narcoterrorismo. En julio de 2008, el gobierno de Alan García restableció el Arma
de Inteligencia hasta ahora. El gobierno de Ollanta Humala la ha
vuelto a cancelar.
¿Qué significan
estas vergonzosas marchas y contramarchas? Evidentemente, que Inteligencia sigue
siendo una herida abierta y que, especialmente aquí y ahora, la información es el
poder.
REPORTE
DE NOTICIAS en Internet
Las siguientes notas periodísticas de
política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
GOBERNABILIDAD,
DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA
El
Comercio
El
general EP Leonel
Cabrera Pino, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas
Armadas, dejaría el cargo. Según una fuente del Ejecutivo, el
presidente Ollanta
Humala le habría
perdido la confianza a Cabrera, quien en 1992 fue su superior en la base
contrasubversiva de Madre Mía cuando el mandatario era capitán del Ejército.
Otra fuente indicó que Cabrera saldría porque “no ha
sido muy operativo en su cargo”. El general EP asumió la jefatura de las FF.AA.
el 27 de diciembre del 2013. Sustituyó al almirante José Cueto.
El reemplazo del general Cabrera sería el vicealmirante
Wladimiro Giovannini, actual jefe del Estado Mayor General de la Marina.
Asimismo, se supo que el almirante Carlos Tejada
dejaría la comandancia general de la Marina.
La República
Ángel Páez
El
jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general EP Leonel Cabrera Pino, y los comandantes
generales de la Marina, almirante Carlos Tejada Mera,
y de la Fuerza Aérea, general del aire Jaime Figueroa Olivos,
dejarán de cumplir funciones por decisión del Ejecutivo.
Hasta
ayer solo se oficializó en el diario El Peruano el relevo del general del aire
Jaime Figueroa, quien estaba por cumplir dos años en el puesto.
En
cambio, el comandante general de la Marina, almirante Carlos Tejada, el 18 de
diciembre completó dos años y siete meses como máxima autoridad naval. Debido a
su desempeño, en los últimos meses fuentes castrenses señalaron que el
mandatario Ollanta Humala tenía
pensado designarlo como jefe del Comando Conjunto, pero el almirante Tejada
solicitó pasar al retiro.
Tejada
es uno de los comandantes generales que más tiempo ha permanecido en su puesto.
Cumplió el rigor de los dos años en el cargo como señala la ley, el 18 de mayo
de este año, pero el presidente Humala aplicó la prerrogativa de ampliar sus
funciones.
También
se producirá el relevo del jefe del Comando Conjunto, general Leonel Cabrera,
quien recién asumió funciones el 26 de diciembre de 2013 y tenía un techo de
dos años.
De
acuerdo a la ley, el presidente de la República escoge al jefe del Comando
Conjunto entre los oficiales más antiguos de los institutos armados. Descartado
el teniente general (FAP) Dante Arévalo, designado comandante general, debe
escoger entre el Ejército y la Marina.
En
el caso del general Leonel Cabrera, su gestión se caracterizó por una fuerte
presencia de las unidades militares en el Vraem. Correspondió al general
Cabrera responder al notorio incremento de los vuelos de avionetas del
narcotráfico y la ubicación y destrucción de pistas clandestinas para
narcoavionetas. Aunque todavía le quedaba un año, el jefe del Estado decidió
relevar a Leonel Cabrera del CCFFAA.
Al
iniciar su gobierno, Humala nombró al general EP Luis Howell Ballena, a quien
debió relevar como consecuencia del fracaso de la Operación Libertad para
liberar a trabajadores de Camisea secuestrados por Sendero Luminoso, en la selva
del Cusco, adyacente al Vraem, en 2012.
En
lugar de Howell, el jefe de Estado nombró al vicealmirante José Cueto Aservi,
el 18 de mayo de 2012. Un año y siete meses después, el 26 de diciembre de
2013, Humala relevó a Cueto y designó al general Leonel Cabrera. El cambio
de Cueto se produjo pocas semanas después del estallido del caso del resguardo
ilegal a Óscar López Meneses.
Peru21,
El Comercio, martes 16 diciembre 2014
El Ejecutivo
desactivó el Arma de Inteligencia en el Ejército mediante un decreto supremo publicado
hoy en las normas legales del diario oficial El Peruano . La medida regirá desde el 1 de enero
de 2015.
Hay que precisar que la medida no significa la desaparición de la Inteligencia en
el Ejército, sino
que ya no estará a cargo de un Arma (como Artillería, Infantería), sino que
será una segunda especialidad.
Fuentes de Inteligencia del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas consideraron
“peligrosa” y “grave” la decisión porque –indicaron- se trata de los
“ojos y oídos” de las operaciones militares.
El comandante general del Ejército
del Perú, Ricardo Moncada Novoa, había recomendado la desactivación del Arma de
inteligencia a fin de “estandarizar las operaciones y actividades de
inteligencia en las Fuerzas Armadas”.
Esta decisión se basa en un estudio
elaborado por Estado Mayor del Ejército del Perú, el cual señala que las
operaciones y actividades de inteligencia en la mayoría de ejércitos de América
Latina son llevadas a cabo por oficiales con segunda especialidad. Ello sucede
actualmente con la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea del Perú.
El Decreto Supremo 016-2014/DE –firmado por el
presidente Ollanta Humala y por el ministro de Defensa, Pedro
Cateriano– recuerda que el Arma de Inteligencia se creó en noviembre de 1991
para erradicar
el terrorismo, el tráfico de drogas y otros delitos que atentan contra la seguridad
nacional. Sin embargo, el 29 de diciembre de 2000 se dejó sin efecto esa norma
porque “había
disminuido el accionar” tanto
del narcotráfico como del terrorismo. Ocho años después, el 19 de julio de
2008, se volvió a activar el Arma de Inteligencia hasta ahora.
El
vocero de la bancada del Partido Popular Cristiano–Alianza para el Progreso
(PPC–APP), Luis Iberico, demandó la presencia de Pedro
Cateriano ante el
Parlamento para que explique los motivos
que llevaron al gobierno a tomar esa decisión.
LIBERTAD ECONOMICA, GLOBALIZACION,
REFORMAS, INVERSION
El
Comercio
La
lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, calificó el desempeño del
gobierno de Ollanta
Humala durante el año 2014 señalando que "lo jalaría y le
pondría 08", indicó Fujimori, por los graves descuidos
en temas económicos y de seguridad ciudadana.
"En términos económicos, no se tomaron medidas
adecuadas y no se generaron las señales. Y ese es el ambiente de confianza
que debe tener nuestro país para promover las inversiones", detalló.
Asimismo, comentó que "la delincuencia ha
seguido avanzando" durante todo este año y que, pese a aparecer
siempre ante las cámaras, "el intento del [ministro del Interior]
Urresti no se ve reflejado en cifras concretas".
"El gobierno tiene que hacer un esfuerzo por
mejorar la economía y mejorar su estrategia integral contra la lucha contra la
delincuencia".
Keiko Fujimori también se refirió otra
vez a la ley laboral juvenil y manifestó que, aunque
ha habido buena intención, "el Ejecutivo ha cometido
errores por no explicar los alcances de esta norma" y que, al
contrario de lo manifestado por el presidente Humala, no son pocas las voces en
contra de la norma.
"Llama la atención la
terquedad y lo obcecado que está el presidente Humala. No somos cuatro o
cinco políticos. Hay partidos políticos que estamos en desacuerdo. Hay
miles de jóvenes que se han pronunciado en contra [de la ley laboral juvenil]".
El Comercio
Dos
ex magistrados del Tribunal
Constitucional (TC)
conversaron con El Comercio y consideraron que la ley pulpín debe
resolverse en el Congreso.
Para el ex presidente del TC Ernesto Álvarez,
“políticamente la norma ya se cayó” y “lo más rentable es modificarla o
derogarla de forma tal que, cuando el TC tenga que resolver en seis meses, lo
haga como una sustracción de la materia”.
Por su parte, para el ex magistrado Fernando Calle, “la
norma ha tomado una magnitud política de enorme proyección que tiene que
solucionarse en la fuente de la política: el Parlamento”.
Peru21
¿La ola
antipulpín?
Carlos
Meléndez
Se ha
convocado una nueva movilización contra la ‘ley Pulpín’ para mañana sábado, con
el propósito de aprovechar la inercia movimientista de fin de año. Las dos
marchas juveniles previas han sorprendido por su convocatoria (10 mil
manifestantes en época navideña) y nuevos repertorios de protesta. Las
movilizaciones son nocturnas, se expanden por la ciudad (desde el Centro hasta
Miraflores) y por distintos focos de poder (desde el Congreso hasta la
Confiep). El efecto simbólico –para la clase política y la opinión pública– ha
sido potente, pero ¿será posible que este ‘despertar’ juvenil llegue a
sostenerse más allá de ánimos coyunturales? ¿Estamos ante el inicio de una ola
‘antipulpín’?
Considero
que existen al menos tres obstáculos a saltar para que este humor colectivo
contencioso se convierta en algo más que en un simple reflejo social. Primero,
el alcance de los grupos organizados (federaciones estudiantiles y partidos,
principalmente) sobre los sectores movilizados es limitado. No hay cómo llegar
al afectado directo de la norma propuesta (los jóvenes informales) para
involucrarlos más activamente en la oposición social. Nuestra sociedad civil,
recordemos, no es orgánica, menos aún entre la informalidad.
Segundo,
no existen liderazgos articuladores. Por el contrario, sigue la riña entre
izquierdistas y apristas, que divide y no suma. Sin guía cunde el desorden. De
hecho, la última marcha fue fragmentaria y sin capacidad de coordinación; de
otro modo, el impacto hubiera sido mayor. Así, sin organización ni liderazgo
llegamos al tercer obstáculo: la falta de estrategia. Sin superar estas
limitaciones, es probable que la protesta ‘antipulpín’ quede solo en el ámbito
simbólico y en el anarquismo más chato.
El Comercio
La utopía
Jaime de Althaus
Sería extraordinario que la juventud se movilizara por
conquistar derechos para las grandes mayorías informales, por simplificar y
reducir el costo de la formalidad para que todos puedan ingresar a ella, por
romper las barreras que mantienen al 74% de los peruanos sin derecho alguno.
Sin embargo, las marchas que hemos visto no tienen esa finalidad sino, más
bien, la de defender el sistema que hace posible esa gran exclusión.
Por
supuesto, no es eso lo que perciben quienes se movilizan, sino un intento
malvado de la gran empresa por recortar los derechos de los trabajadores. Pero
no se repara en que quienes sí gozan de esos derechos absolutos trabajan casi
exclusivamente en la gran empresa, porque ni la micro, pequeña ni la mayor
parte de la mediana pueden solventarlos. Y por eso los derechos absolutos de
unos no son sino la falta absoluta de derechos de la mayoría.
Dice
Carlos Meléndez que lo que mueve a los jóvenes es una utopía, un sueño: el de
los derechos laborales absolutos. Pero esa “utopía” es el statu quo de la ley
general de trabajo, que es, a su vez, la realidad de un porcentaje reducido de
trabajadores: los que trabajan en las empresas del gran capital principalmente.
Entonces no se sabe en qué momento se está defendiendo una utopía o, más bien,
un interés concreto –el de los relativamente pocos que gozan la “utopía”– y una
ideología.
Pero
qué clase de utopía es esa que incrementa los salarios mucho menos que los de
quienes trabajan en el régimen flexible, menos utópico, de la agroexportación:
entre el 2005 y el 2014 los ingresos de los trabajadores en planilla de la
agricultura (no solo agroexportación) se han incrementado en 60%, mientras que
los del sector electricidad en 27% y los de intermediación financiera en -14%:
¡han caído! (Mintra). A más flexibilidad y menos utopía, más rápido suben los
salarios.
Podemos
argumentar que la ley
de empleo juvenil que,
pese a todo, ofrece todos los derechos básicos (8 horas, salud, salario mínimo,
etc.) es una utopía para la mayor parte de jóvenes, que no tienen nada, más aun
cuando los “derechos” recortados (CTS, gratificaciones) no existen en casi
ninguna parte del mundo. Pero una utopía algo recortada no puede competir con
la utopía absoluta.
Diríase
que la vieja ideología marxista le ha vuelto a ganar al liberalismo la batalla
de las ilusiones. Pero es engañoso porque quienes se movilizan son los
organizados, es decir, los que tienen un interés –recubierto de ideología– que
defender (Marx dixit). En efecto, la Coordinadora Juvenil por un Trabajo Digno
está integrada por la CGTP, la Federación Textil, la CUT, la CTP (aprista), el
Foro Juvenil de Izquierda, el Frente Amplio y centros federados.
Mientras
tanto, la gran mayoría de jóvenes sin empleo o sin derechos permanece
desorganizada porque no tiene nada que defender y carece de “conciencia de
clase”. Sorprende que no haya aparecido el político o el líder capaz de
aglutinar el interés difuso de esa mayoría hacia la demanda de un orden legal
más justo e inclusivo.
La República
Llamada perdida
Fui a su casa esta Navidad
Gabriela Wiener
Tarde o temprano, siempre llega
un momento en el que mueren los abuelos, los perros envejecen mal, los niños
dejan de ser niños, nos compramos cada vez regalos más pequeños y más feos y la
Navidad se convierte en sinónimo de compromiso familiar, de buena voluntad, de
circo. A los ocho años esperas a las 12 para abrir los regalos; a los quince
esperas febrilmente que acabe la puta cena para irte a fumar marihuana con tu
novio; a los veinte te esperan a ti e inútilmente, porque ya ni te apareces. A
los treinta, estás otra vez decorando el árbol con tu hijita de ocho esperando
(no) repetir la historia.
Un día, ocurre un fallo en matrix
y rompes el círculo vicioso. Y la Navidad comienza a ser como cualquier sábado,
otra fiesta más para celebrar la evasión y el olvido.
Este año me ha tocado volver a
pasar Noche Buena con gente extraña, personas que te lo enseñan todo —sus
grandezas, sus miserias— y que están dispuestas a, como se estila en estas
fechas, compartir contigo su pasado, su comida, su amor. Me he sentido muy bien
este día, escuchando cosas bonitas y horribles de familias que, por suerte, no
son la mía, pelando gambones en lugar de trocear pavos de San Fernando, y
siendo beneficiaria de ese ánimo festivo, dadivoso, abierto, que inunda los
corazones de las gentes de bien.
Una de las cosas que más agradezco de vivir fuera es no tener que celebrar la
Navidad en casa de mis padres. Amo a mi familia pero me gusta estar con ellos
haciendo otro tipo de cosas, menos señaladas. Las navidades juntos me recuerdan
demasiado todo lo que he perdido. Me hacen pensar en el desmembramiento y el
abandono del hogar, el desgaste, la erosión de la felicidad ingenua. Las
navidades en casa de cualquiera, sin embargo, me hablan de todo lo que he
ganado. Y que volveré a perder
ANTICORRUPCION, PERSECUCION,
JUDICIALIZACION POLITICA
Peru21
Columna de Aldo Mariátegui
Una última
denuncia de Perú21 sepulta la gestión del procurador Joel Segura al frente del
caso Martín Belaunde. Resulta que Huber Huayllani, el coordinador de la
Procuraduría, es compañero de promoción del abogado de Belaunde en una maestría
y muy presumiblemente su amigo. Si esto fuera un hecho aislado, pase. Pero ya
tenemos acumuladas las salidas del caso de Salas y Vilcatoma, las denuncias de
esta última y serias dudas sobre la imparcialidad de Segura, porque nos
enteramos de que este fue la mano derecha del vocal César San Martín en el
Poder Judicial, donde participó en la tan polémica sentencia de este que
exculpó a Ollanta Humala del caso Madre Mía, además de ser su asistente
universitario. Y San Martín salió de la nada a defender a Figallo, para después
enterarnos de que juez y ministro trabajaron en el mismo estudio (Ugaz). Saltan
demasiados vínculos como para pensar que esta investigación va a ser imparcial
con Joel Segura al mando.
(…)