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MEDIA
COLUMNA
Duplicar la economía
para 2030
Jorge
Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
El
Perú podría pasar de tener una economía de 200 mil millones de dólares a una de
cerca de 480 mil millones de dólares en los próximos doce años hasta el 2030.
¿Le
parece increible? Considere lo siguiente. El secreto está en la estrategia del
agua, el bosque y el riego, con la que se puede construir una nueva economía
para el Perú del siglo XXI. Lo acaba de demostrar el grupo económico que
reúne EXPRESO con la ayuda del modelo PREDICE.
Hoy,
precisamente, en que el gobierno ha perdido a su equipo económico y el país no
sabe hacia dónde va la nave.
La
clave está en en el equilibrio entre esta nueva economía y la economía tradicional,
basada en su mayor parte en la inversión, igualmente indispensable, en la
minería de los Andes para el mundo.
Esta
nueva estrategia estabilizaría mejor la nave del Perú. Porque con una economía interna más grande puede capear mejor los cambios fuera, en la economía global.
Esta estrategia generará empleo, masivamente. Y, más importante
todavía, permitirá incluir a los comuneros de los Andes en el sistema
previsional. Solo hace
falta que las minas y los fondos de pensiones decidan invertir en bosque. Una
inversión privada de largo plazo, que es la que deben hacer los fondos de
pensiones es la vía para la inclusión de los comuneros andins y los nativos amazónicos que confiarán en el fondo de pensiones público o privado solo si
ven crecer ante sus ojos los árboles que pagarán por la pensión de su vejez.
Esta
es la respuesta que el grupo económíco ha dado al pedido que le hiciera el
congresista Kenji Fujimori, de formular una nueva estrategia de crecimiento
para los próximos doce años hasta el 2030.
Es una
visión que puede ayudar a devolverle al Perú la esperanza.
Hay
que evitar incurrir en el corto plazo en apuestas insensatas, y mirar al futuro
más allá del horizonte. Paradójicamente,
el secreto es escudriñar el pasado y modernizar la tecnología que permitió a
nuestros antepasados, miles de años atrás, controlar el ciclo del agua de los
Andes. Es lo que debemos aprender de nuevo. Ahora.
REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las siguientes notas periodísticas de
política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como
tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo
como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.
GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO,
DEMOCRACIA
Expreso
Entrevista al
grupo económico de EXPRESO con el congresista Kenji Fujimori
Una vez más se reúne en EXPRESO el grupo económico
integrado por los exministros Ismael
Benavides y Jorge
Baca Campodónico,
y por Jorge
Peschiera,
exnegociador de la deuda externa, esta vez con el congresista Kenji
Fujimori.
El grupo se reunió en una
oportunidad anterior con el parlamentario Fujimori y recibió el pedido de
ponerle números a una visión al año 2030. Se trata del escenario de un posible
desarrollo de la economía peruana basado en la multiplicación exponencial del
agua, el bosque y la tecnología de riego, en una interacción provechosa con la
actividad minera.
El grupo pidió a Jorge
Baca,
doctor en Econometría, someter esos números al modelo PREDICE –una bola de
cristal científica de 1,200 variables, de su autoría–, lo que hoy se discute.
KENJI
FUJIMORI: Quisiera
recordar, ante todo, que he tenido en mi vida la oportunidad de viajar por años
con mi padre, Alberto
Fujimori,
visitando todo el Perú en Costa, Sierra y Selva,
y que fue él quien nos enseñó el verdadero potencial que tiene el Perú en
materia forestal y de siembra y cosecha de agua. Visitamos muchas veces las
regiones con aptitud forestal, un potencial tremendo para el desarrollo de una
industria de la madera. Lamentablemente, otros gobiernos, por malas decisiones
políticas, descontinuaron el proyecto Sierra Verde, de siembra de agua y
reforestación, que mi padre comenzó en varios lugares del Perú.
Hoy hay que retomar el
sueño de Alberto
Fujimori con
una visión a futuro y los pies en la tierra. Esa es mi tarea. Estoy convencido
de que traerá paz social al restaurar la autoestima de las comunidades andinas.
Está claro el peso y la importancia de la minería en el Perú, perfectamente
complementaria de una nueva industria forestal sostenible.
Para llevar todo esto a
cabo, sin embargo, hay un requisito fundamental: la seguridad jurídica, el
respeto de las reglas de juego. Nadie invierte a largo plazo en agua y bosque
en un país donde otro gobierno va a cambiar las reglas. La continuidad de las
reglas de juego es la condición para la inversión en los temas fundamentales de
que estamos hablando: la siembra y cosecha de agua y la reforestación de todo
el Perú.
EXPRESO: Vamos a pedir
a Jorge Baca que exponga los cuadros que ha elaborado, y que –podemos adelantar
la conclusión– demuestran efectivamente que esta visión del agua y el bosque
junto a la minería puede ser la base de una nueva economía del Perú.
JORGE
BACA: En
2012 se hizo un censo agropecuario en el que, con gran detalle, se ha levantado
un diagnóstico de cuántas hectáreas tenemos en Costa, Sierra y Selva, cuánto es
forestal, cuánto es pastos, cuánto es de cultivos; de estos, cuánto es secano y
cuánto se halla bajo riego; y de estos últimos, cuánto es por gravedad y cuánto
con riego tecnificado.
En los números se ve
claramente, primero, el potencial del Perú para un desarrollo
forestal y agrícola con las tecnologías adecuadas. Y, segundo, se identifica
dónde está la pobreza. Si resolvemos el problema de la agricultura, en realidad
estamos resolviendoel de la pobreza.
Obviamente, esto pasa por
la garantía de la seguridad jurídica, como ha dicho Kenji
Fujimori.
El potencial de crecimiento está ahí. La mayor parte de los bosques está en
manos de las comunidades. Pero, si no se resuelve el problema jurídico, ni la
comunidad ni el capital privado van a desarrollarse, porque no hay garantía de
la propiedad.
Lo que he planteado haciendo
simulaciones en el modelo PREDICE es ver qué pasaría si, sumado al desarrollo
que hemos tenido en años anteriores en minería, tuviéramos algo similar en
agricultura como motor del desarrollo para los próximos 12 años. Esto,
basándonos en la actividad forestal con siembra de agua en la Sierra y, al
mismo tiempo, en un cambio de tecnología de riego para pasar del riego por
gravedad al riego presurizado, por aspersión o por goteo. Si ven el censo, en
la Sierra podemos habilitar nueve millones de hectáreas de bosques, cinco
millones de hectáreas forestales en la Selva y un millón en la Costa. Quince
millones de hectáreas solo de bosques.
Calculamos la inversión en
1,500 dólares por hectárea y, conservadoramente, una productividad de 2,500
dólares por hectárea. Una inversión de 3 mil 200 millones de dólares por año
durante siete años –que es lo que toma el bosque en madurar– redituará entonces
37 mil 500 millones de dólares cada año durante la vida de los árboles. Más de
diez veces.
Tenemos una superficie
potencial mayor que la de Chile. Lo más importante es la
tecnología de sembrar agua –lograr que el agua de lluvia penetre en el suelo–
lo que no solo permitirá tener agua para el bosque sino para el consumo urbano
y todas las demás actividades productivas agrícolas y mineras.
Por el lado del riego, se
trata de cambiar la tecnología tradicional del riego por gravedad por riego
presurizado, ya sea por aspersión o por goteo.
Actualmente, no llegan a
350 mil las hectáreas que están bajo riego tecnificado. Hay que llevar esta
tecnología a cuatro millones y medio de hectáreas agrícolas. No solo a las que
actualmente tienen riego por gravedad, sino a las tierras de secano que solo
tienen agua de lluvia. Hemos estimado entonces una inversión de tres mil
dólares por hectárea de riego presurizado.
Esta inversión no tiene
que ser hecha por el Estado. En su mayor parte, pueden financiarla los fondos
de pensiones (AFP) ya que su necesidad de retorno de capital es de largo plazo.
La clave está en la seguridad jurídica.
MERCADO PARA LOS PRODUCTOS
ISMAEL
BENAVIDES:
Hay que hallar mercado para todo lo que se va a producir. El mercado de
exportación de uva, por ejemplo, está caído y ahora están pensando en los
arándanos, un mercado que se va a venir de cabeza por más que China sea un gran consumidor.
JORGE
PESCHIERA: Quiero reconocer el
comentario de Ismael que me parece muy importante. Este modelo es un
laboratorio donde podemos probar ideas. Pero es muy importante tomar en cuenta
los mercados.
Imaginemos una empresa que
tiene una serie de productos a partir de estas inversiones. Tiene que saber
cuál es la demanda de esos productos y cuál la oferta con que puede responder,
proyectada a 12 años.
Los ejemplos que ha puesto Ismael son claros. No es que se
haya saturado a nivel mundial el consumo de uva, pero los mercados tienen una
cierta capacidad de absorción por épocas.
JORGE
BACA: La
experiencia de todos los países que han pasado por esta fase –estoy hablando de
todos los países industrializados el siglo pasado, no de algunos– es que han
aumentado la productividad del agro. Significa producir más de lo que se
necesita para vivir. Y ese excedente irá a demandar productos manufacturados.
Ese es el efecto multiplicador.
JORGE
PESCHIERA: Un ejercicio interesante
sería entonces aterrizar estas cifras a productos específicos y ver qué
participación de mercado podríamos tener en el mundo y hasta qué punto puede
ser importante o no en la exportación. Tu proyección es de 1.4 veces el PBI. Quiere decir que vas a
tener que exportar la mayor parte, ya sea madera, uva o lo que sea. Sería
interesante pensar en términos de productos.
JORGE
BACA: Voy
a hacer lo que me pides: identificar producto por producto. He calculado cuánto
de forestales exporta Chile, y a nivel mundial es
solamente 0.5 % del total de forestal. En este momento tiene 6.5 millones de
hectáreas. Estoy de acuerdo en la observación que hizo Ismael sobre que la productividad
de 30 mil dólares por hectárea agrícola con riego es alta. La bajaremos
radicalmente a 8 mil dólares por hectárea para estar en terreno seguro.
TECNOLOGÍA
KENJI
FUJIMORI: Ahí
entran a tallar las universidades y la transferencia tecnológica. En la
Universidad de Kansas State, donde estudié, el trabajo se hace de manera
coordinada con los agricultores. Se descubre una nueva variedad de trigo y esa
información se coloca inmediatamente en la web. El agricultor, según la
cantidad de lluvia, el clima y el tipo de suelo, escoge la variedad de trigo
que necesita.
JORGE
BACA: A
eso debemos apuntar. Es la revolución verde. Se ha hecho con el algodón,
el arroz y debe hacerse con la papa. Los números los podemos ajustar. La
inversión total –forestal y agrícola–, sin embargo, es equivalente a la suma
de lo que cuestan la refinería de Talara, el Gasoducto del Sur, y el gasto
militar de los últimos años. Pero nos permitiría duplicar el PBI.
JORGE
PESCHIERA: Pero, insisto, hay que
analizar los mercados. Porque puede ser que muchas de las hectáreas sean
marginalmente no rentables. Hay que ir ajustando hacia donde realmente tienes
eficiencias en costos de producción. Hay que pasar de macro a micro. Lo más importante
es crear las condiciones con un marco legal adecuado, la tributación correcta
y, sobre todo, titular la propiedad. Esto es lo que el Estado debe hacer.
LA
ECONOMÍA AL DOBLE
EXPRESO: Al ponerle números a la
estrategia del agua, el bosque y el riego, Jorge
Baca concluye
que si hacemos la inversión los efectos directos e indirectos en industrias
conexas sumados llevarían nuestra economía actual de 200 mil millones de dólares
a más que duplicarse llegando a 480 mil millones de dólares en los próximos
doce años hasta el 2030. Es asombroso.
JORGE
BACA: Para calcular el PBI se parte del valor bruto
de la producción y se descuentan los costos. Lo que he hecho es calcular la
inversión que necesitamos en forestal y agricultura y he metido esas cifras al
modelo PREDICE. La agricultura mueve la manufactura y el comercio. Es fácil
hacer la correlación. Si produces más maíz, vas a producir más pollo y más
comercio para moverlo. Es decir, hay un impacto directo y un impacto indirecto
de la inversión en forestal y agricultura.
He supuesto, además, que
la minería va a seguir creciendo junto con la energía y la construcción, eso
también está amarrado.
ISMAEL
BENAVIDES: Siendo agricultor y
teniendo experiencia en temas de la Sierra, me preocupaba un poco que
hiciéramos públicas estas cifras sin reflexionar un poco más. Quinientos
dólares de inversión por hectárea forestal es muy bajo. En una ONG que trabaja
en zonas altoandinas en reforestación y agua, hemos hecho 400 hectáreas
forestales en Cajamarca, en Santa
Cruz,
arriba de Chongoyape. El costo va desde la semilla
al vivero, el traslado al campo, donde se hacen los huecos a mano, el guano y
el fertilizante, y el riego de agua. El costo sale por lo menos el doble. Por
eso está bien incrementar el estimado de inversión a 1,500 dólares por
hectárea forestal. Y a 3 mil dólares por hectárea la inversión en agricultura
con riego presurizado.
EXPRESO: En 1999, el gobierno de Alberto
Fujimori sembró
en las alturas de Jauja varios miles de hectáreas de bosque a lo largo de
zanjas de infiltración, innovando la tecnología preincaica para “sembrar agua”
reteniéndola y obligándola a penetrar en el suelo. Cada 20 metros, una hilera
de árboles. El gobierno de Toledo cerró el proyecto. EXPRESO tuvo oportunidad de
visitar el lugar hace poco. El bosque creció. Allí están las hileras de árboles
cada 20 metros a cada lado de la zanja de infiltración. Con los años la zanja
ha desaparecido, pero los árboles hacen ahora el trabajo de fijar el agua en el
suelo que antes hacía la zanja. El bosque sobrevivió gracias a que lo cuidó la
comunidad de Paccha.
Su rentabilidad y su
viabilidad económica como una operación de gran escala, desde luego, es un
asunto que hay que estudiar en detalle.
ISMAEL
BENAVIDES: Estamos hablando de costos
más altos y de tiempo. Entonces no sé si 12 años hasta el 2030 sea el margen
adecuado.
REGLAS DE JUEGO
JORGE
PESCHIERA: El problema es la
capacidad de gestión, que va a depender del marco que se establezca para la
inversión. Lo más importante que puede hacer el Estado no es poner dinero sino
decisión política. Esa es, Kenji, tu responsabilidad como congresista. El marco
legal, regulatorio. Cómo promover el interés de las universidades y de las
empresas en este modelo. Hay mucho que hacer como Estado para crear las
condiciones. Sembrar la idea y darle el fertilizante de la tecnología para que
la idea florezca.
En la reunión pasada puse
el caso de Mi Vivienda, donde el Estado no hace préstamos, solo crea las
condiciones. Nunca ha habido corrupción en Mi Vivienda y ha otorgado 300 mil
préstamos. Cuando se hizo Mi Vivienda, hubo cambios regulatorios. Se cambió la
legislación para que los propietarios pudieran enjuiciar a alguien que dejó de
pagar o no está contribuyendo al mantenimiento en un edificio. Son esas las
pequeñas cosas que se van sumando para permitir que algo tenga éxito.
KENJI
FUJIMORI: Claro,
lo fundamental es el marco legal, las reglas de juego para la inversión.
ISMAEL
BENAVIDES: Tienes que dar un marco
legal con candados, que solo pueda ser modificado con mayoría calificada, por
ejemplo.
EXPRESO: En suma, podemos asumir que el monto de la inversión para
fines forestales es de 1,500 dólares por hectárea, y que la inversión en
tecnología de riego es de 3 mil dólares por hectárea. Falta la decisión
política de crear las condiciones. El Perú necesita esta estrategia que puede
crear millones de empleos e incluir a millones de personas del campo en el
sistema previsional, lo cual a su vez repercutirá favorablemente en el
financiamiento de la estrategia.
Sobre la coyuntura actual,
es posible que cambie todo el equipo económico del gobierno de Pedro Pablo
Kuczynski. ¿Qué podemos esperar?
ISMAEL
BENAVIDES: Creo que estamos en una situación
complicada. Europa se está recuperando, Estados Unidos está creciendo más del 2
% China sigue desarrollando, el factor externo está mejorando, pero en el Perú
la economía está parada. Un indicador de ello es que el crédito al sector
privado está casi estático. La gente no está comprando para modernizar
maquinaria, los bancos se muestran muy cautelosos. Creo que es optimista pensar
en llegar a 3 % de crecimiento este año. Mientras tanto, aumenta la pobreza y
la mortalidad infantil, falta trabajo, se han perdido 150 mil empleos formales
y se han creado 400 mil empleos informales. Es un caldo de cultivo.
KENJI
FUJIMORI: Hay
que hacer un reconocimiento de errores. El ruido político lo generan ambas
partes, tanto el Gobierno y su bancada como la bancada de oposición. Hay que
bajar el ruido político, porque afecta también la economía, pues genera
incertidumbre. Hay que interactuar si tenemos diferencias. Tenemos la solución
de la estrategia del agua, el bosque y el riego, apoyamos con ideas para diversificar
la economía, para no depender del precio de los metales.
Es la hora, además, de que
el país le haga frente al problema institucional para la gobernabilidad. Es
hora de retornar a la bicameralidad para garantizar la seguridad jurídica. Se
tiene que empezar por el Congreso para bajar el ruido político entre el Ejecutivo
y el Congreso. Si tuviéramos un Senado, el debate y la discrepancia quedarían
al interior del Congreso, entre las dos cámaras, donde debe estar.
Actualmente, hay una
sobreproducción legislativa, las leyes salen demasiado rápido, y qué leyes.
Tiene que haber más reflexión, más análisis. En ese sentido, entonces, hay que
trabajar para regresar en el 2021 a la bicameralidad, fortalecer la institucionalidad
para devolverle al Perú la seguridad jurídica que merece.
UNA AGENDA COMÚN
El pedido fue que el
escenario proyectara un crecimiento de la economía peruana basado en una
inversión masiva en agua y bosque.
Asimismo, se pidió estimar
el crecimiento que traería esa estrategia a la economía peruana. Adelantaremos
la conclusión que arroja el modelo PREDICE: esa estrategia permitiría crecer un
siete por ciento al año establemente durante los próximos 12 años de manera
sostenida.
Haría posible alcanzar
para el año 2030 un PBI de cerca de 480 mil millones de dólares, una economía
de más del doble de tamaño actual, que se estima en alrededor de 200 mil
millones de dólares.
EL
AGUA Y EL BOSQUE
Dieciocho años atrás, en
1999, se calculó preliminarmente en dos millones de hectáreas el área de punas
altoandinas por encima de los 3,500 metros que, desde Puno hasta Cajamarca, pueden trabajarse
innovando la tecnología tradicional, preincaica, de siembra y cosecha de agua.
Esto permitiría, se estimó entonces, poner en cinco años dentro de la
Cordillera de los Andes diez mil millones de metros cúbicos de agua, un volumen
equivalente al del lago Titicaca o a cuatro veces la suma de los diez
reservorios de agua del Perú.
Esto permitiría poner en
valor las tierras comunales en la altura, titulando la propiedad de las
comunidades para empoderarlas y permitirles negociar de igual a igual con las
empresas, especialmente con las mineras que explotan recursos naturales en
tierras comunales.
El nuevo censo agrícola de
2012 ha permitido reexaminar los números. El potencial de explotación forestal
alcanza a nueve millones de hectáreas en la Sierra, cinco millones de hectáreas
en la Selva, y un millón de hectáreas en la Costa. En total, quince millones de
hectáreas de bosque que harían posible una industria forestal de magnitud
comparable a la de Chile o mayor.
Solo del esfuerzo de
inversión en agua y bosque, el Perú obtendría un crecimiento
del producto bruto interno (PBI)
de 37 mil 500 millones de dólares anuales, que se sumarían al PBI actual del Perú, de 200
mil millones de dólares.
La inversión forestal
total sería entonces de 22 mil 500 millones de dólares a lo largo de siete años
o de unos 3 mil 200 millones de dólares anuales por siete años, hasta la
maduración de los bosques. Luego de esos siete años, el rendimiento de esos
bosques sería de 37 mil 500 millones de dólares cada año. La rentabilidad es,
pues, enorme.
Curiosamente, se trata de
una cifra similar a la suma comprometida dudosamente en los últimos años en el
Gasoducto del Sur (US$ 7,500 millones), la refinería de Talara (US$ 5,400
millones), la Línea 2 del Metro de Lima (US$ 2,000 millones) y armamento (US$
8,000 millones), que suman casi 23 mil millones de dólares virtualmente
arrojados al agua.
Si hubieran sido
consultados, ¿qué habrían elegido hacer los peruanos con ese dinero?
EL RIEGO
Además de los 15 millones
de hectáreas forestales, existen en Sierra, Selva y Costa otros cuatro millones
y medio de hectáreas agrícolas. Dos millones y medio de ellas se encuentran en
la Sierra, a las que la sola mejora de la tecnología de riego permitiría
multiplicar varias la productividad. Se trata de cambiar aquí el riego por
gravedad tradicional por riego presurizado -ya sea por aspersión o goteo-, para
su uso en tierras de secano que cuentan solo con agua de lluvia.
El modelo PREDICE estima
que este cambio de tecnología supondría una inversión de hasta 3 mil dólares
por hectárea. Esa inversión arrojaría un rendimiento de unos 8 mil dólares
anuales por hectárea. Es decir, prevé en este caso un incremento adicional del
PBI del Perú del orden de los 36 mil millones de dólares anuales.
Para mejorar la tecnología
de riego, la inversión total sería de 13 mil 500 millones de dólares en diez
años. O sea, invertir 1,350 millones de dólares anuales devolvería luego de
diez años 36 mil millones de dólares cada año.
Sumada esa cifra a lo que
aportaría la industria forestal, el Perú obtendría un crecimiento del PBI de 73
mil 500 millones de dólares anuales. Es decir, pasaría de ser una economía de
200 mil millones de dólares a una de 273 mil 500 millones de dólares
adicionales en los próximos doce años hasta el 2030.
LA ECONOMÍA DEL DOBLE DEL
TAMAÑO ACTUAL
La inversión en agua,
bosque y riego traería aparejada una industria maderera y agrícola y de
industrias conexas cuyo valor agregado, según arroja el modelo PREDICE, podría
alcanzar a más de 200 mil millones de dólares adicionales por año.
De esta manera, con
inversión masiva en agua, bosque y riego e industrias conexas, el valor bruto
de la producción en el Perú -el PBI es eso menos el valor de
los insumos- alcanzaría progresivamente en los próximos doce años la increíble
cifra de 273 mil 500 millones de dólares adicionales a los 200 mil millones del PBI actual. Para el año 2030,
a solo doce años de distancia de hoy, el Perú podría tener una economía de 480
mil millones de dólares, más del doble de la actual.
La simulación del modelo
PREDICE arroja un crecimiento de la agricultura que alcanzaría a más de 15 por
ciento anual a partir de 2024
De este resultaría un
crecimiento indirecto de más de 10 por ciento anual en la manufactura, estable
desde el año 2024 en adelante hasta crecer mucho más allá del motor forestal y
agropecuario y hasta alcanzar los 95 mil millones de dólares en 2030.
Es con estos resultados
sectoriales que se alcanzaría una economía de 480 mil millones de dólares, el
doble del tamaño de la que tenemos hoy.
En suma, el modelo PREDICE
confirma que está a nuestro alcance no solo recuperar el crecimiento perdido
en los últimos años sino, aún más importante, crear una nueva economía
sostenible con estabilidad y mayor independencia de los precios de los
recursos naturales que exportamos.
IMPACTO SOCIAL Y
PREVISIONAL
Todo esto significaría un
crecimiento de 7 % por ciento anual en promedio. Más de 6 por ciento anual a
partir del año 2023 y más de 8 por ciento anual antes del 2030.
Esa magnitud de
crecimiento es el único verdadero instrumento para reducir drásticamente la
pobreza. Así lo demostró la experiencia de los últimos años.
Una estimación permite
pensar en un crecimiento potencial de hasta cuatro millones de empleos solo en
la actividad forestal y agropecuaria.
Si acompañamos esa
estrategia con una nueva inversión masiva privada y pública en infraestructura
de carreteras, vías férreas, puertos y aeropuertos, el Perú podría crear
empleo suficiente para erradicar definitivamente la extrema pobreza y alejar
para siempre el fantasma que nos amenaza actualmente con una recaída de
importantes sectores de la clase media nuevamente en la pobreza.
La estrategia podría
tener, además, otro insospechado efecto de gran impacto social y económico.
Permitiría incluir por fin, progresivamente, a todos los peruanos sin
excepción en el sistema previsional.
En efecto, el
financiamiento de la estrategia del agua, el bosque y el riego puede provenir
de la inversión privada de largo plazo de los fondos de pensiones tanto
privados como del sistema público. De este modo, los comuneros de los Andes del Perú verían crecer en sus
tierras comunales, ante sus ojos, los árboles que sostendrán la pensión de su
vejez.
Y, a su vez, solo
incluyendo a todos los peruanos será posible que los fondos de pensiones
rompan el cerco de hierro que les impide crecer más allá de los límites que hoy
alcanzan.
DECISIÓN POLÍTICA Y SEGURIDAD JURÍDICA
En el centro de la
estrategia del agua, el bosque y el riego se halla el libre contrato entre las
comunidades y las empresas mineras. Pero esto solo será posible si el Estado gobierna
regulando las condiciones para la seguridad jurídica que necesita el
crecimiento exponencial de la inversión privada.
No es necesariamente el
papel del Estado invertir recursos públicos -salvo excepcionalmente- en la
estrategia del agua, el bosque y el riego. Su papel es regular las condiciones
que hagan posible la inversión privada masiva en todas esas actividades
garantizando la seguridad jurídica.
Y la clave de la seguridad
jurídica está en la propiedad. Es decir, en la titulación de la propiedad de la
tierra comunal, especialmente.
Eso requiere de una nueva
política de Estado que regule el libre contrato entre las comunidades andinas
y amazónicas y las empresas mineras y energéticas.
Esta política pública
–expresada en el marco legal del contrato comunal-privado- debe rodear de
cuatro garantías la relación entre las comunidades y las empresas mineras en
sus áreas de influencia:
1. Condiciones para la inversión en agua, bosque y riego.
2. Titulación de la propiedad.
3. Participación (accionaria o de otro tipo) del poseedor
de la tierra en los beneficios de la explotación del recurso natural
especialmente en tierras comunales.
4. Consulta previa a las comunidades originarias.
Esta política pública
prosperará solo si el Estado toma la decisión política
de garantizar la seguridad jurídica. Es lo que el Perú necesita.
Esta es, por eso, la
agenda común de una nueva economía para el Perú del siglo XXI
Expreso
El titular del Gabinete
ministerial, Fernando
Zavala,
afirmó que se quedará al frente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)
hasta que la economía despegue.
“El presidente Kuczynski
me ha pedido tener consistencia y alineamiento en estos meses críticos de la
elaboración del Presupuesto, y que la economía despegue con las medidas que ya
habíamos tomado y algunas adicionales. Me quedaré hasta que sintamos que eso va
avanzando y luego me dedicaré 100 % a PCM, no como ahora que soy 150 %: PCM más
Ministerio de Economía”, indicó.
Cuando se le preguntó si
su permanencia en el MEF no pasaría de los seis meses, respondió que ese tema
todavía no está decidido.
“Me decía el Presidente:
‘tú conoces el MEF por dentro’. He trabajado cinco años en el ministerio”,
afirmó Zavala.
El Comercio
Zavala en el MEF: segundo debut
Gonzalo Carranza
(…)
El propio nombramiento de Zavala al frente del MEF parece ser una
muestra de que el Ejecutivo entiende que la situación actual no es propicia
para las curvas de aprendizaje y los experimentos.
La tarea para Zavala, dada la temporalidad de su designación, es salvar
el corto plazo. (…)
La apuesta del Gobierno es grande, pues en estos meses Zavala no tendrá
margen de error. Un paso en falso llevaría a una crisis política –y económica–
de consecuencias insospechadas.
(…)
El Comercio
Realpolitik
Alfredo Torres
El
indulto a Alberto Fujimori saltó nuevamente a la agenda política cuando el
presidente Kuczynski declaró a la revista “The Economist”,
con su peculiar franqueza, que “el tiempo de hacerlo es ahora”. Si bien precisó
luego que se refería a que “es el momento de ver el tema” y que este se vería
con tranquilidad, quedó claro que lo único que está en evaluación es en qué
medida el indulto puede favorecer a la gobernabilidad y si este se producirá en
las próximas semanas o en los siguientes meses.
A
juzgar por las respuestas de Keiko Fujimori a sus declaraciones, PPK no debería ilusionarse. Keiko contestó con agresividad:
“Presidente Kuczynski, usted dice que el indulto no se mezcla con la política.
Estoy de acuerdo con usted”. Es decir, la lideresa de Fuerza Popular (FP) dejó en claro que no tiene intención de brindar
apoyo político a cambio de la liberación de su padre.
La
respuesta de Kenji Fujimori fue todo lo contrario: “Gracias, señor Presidente. Es
hora de voltear la página. Le estaré eternamente agradecido”. En otras
palabras, Kenji se comprometió a actuar con reciprocidad si se libera a su
padre. Es verdad que hasta ahora Kenji actúa como un llanero solitario en la
bankada fujimorista, pero cabría esperar que con Alberto Fujimori fuera de la cárcel, muchos albertistas encubiertos
asumirían posiciones más cercanas a la de Kenji.
Actualmente,
la mayor parte de los peruanos apoya el indulto. Según la encuesta de Ipsos-El Comercio de mayo, 59% está a favor y 38%
en contra. Dentro del primer grupo están quienes defienden la
inocencia del ex presidente, pero también los que creen que cometió diversos
delitos pero que la pena de 25 años fue un exceso, así como los que consideran
que sus enfermedades y edad avanzada justifican un indulto humanitario. Entre
los que se oponen, están quienes consideran que fue un dictador que no merece
piedad, pero también los que creen que no es posible indultar a una persona
condenada por crímenes de “lesa humanidad”.
Desde
el punto de vista político, además de los fujimoristas, la mayoría de los que
votaron por PPK y Alan García en la primera vuelta del 2016 están a
favor del indulto, mientras que la mayoría de los que votaron por Verónika
Mendoza y Alfredo Barnechea están en contra. A este segundo grupo se suman con
entusiasmo y encono muchos de los que apoyaron a Ollanta Humala en su gobierno,
como una manera de justificar su voto del 2011.
Desde
el punto de vista social, la mayor parte de personas que están en la actividad
productiva –empresarios, emprendedores y trabajadores– apoya el indulto por
razones prácticas: tiene la esperanza de que ayude a destrabar y dinamizar la
economía. Entre quienes se oponen, hay un amplio contingente de intelectuales y
estudiantes universitarios dispuestos a movilizarse en contra.
Para
justificar el indulto, el gobierno seguramente destacará su motivación
humanitaria, pero debe también reforzar sus argumentos jurídicos. Como escribió Gonzalo Zegarra en
“Semana Económica”, la sentencia que condenó a Fujimori aludió con
mañosa ambigüedad a la categoría de “lesa humanidad”, pero no podía aplicarla
(retroactivamente) porque no estaba vigente en el Perú cuando ocurrieron los
hechos juzgados y así lo confirmó el Tribunal Constitucional. Además, la
detención arbitraria del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo
Gorriti, con ocasión del autogolpe, fue claramente un delito, pero no ameritaba
la pena máxima de “secuestro agravado”, con lo cual ya habría cumplido Fujimori
con pagar por ese delito con los más de diez años que lleva en prisión.
Si PPK
decide el indulto por realpolitik y no solo por compasión, es fundamental que
diseñe una estrategia para que esta medida le brinde un par de años de tregua
que le permita sacar al país del atolladero en que se encuentra. Contar con el
apoyo de Kenji puede ser suficiente si el plan es dividir al fujimorismo, pero
no estaría de más insistir en tender puentes con la presidenta de FP. De ella
depende, por ejemplo, el reemplazo del pernicioso Edgar Alarcón en la
contraloría.
La
izquierda naturalmente pasará más abiertamente a la oposición. En realidad, la
izquierda popular ya lo iba a hacer de todas maneras en la pugna por definir
sus candidaturas a las elecciones regionales del próximo año, pero el indulto
será un combustible. Por último, la izquierda intelectual criticará duramente
al gobierno en la prensa y las redes sociales, pero su protesta se apagará con
amargura cuando el gobernante que llegó al poder el 2011 con su apoyo sea
finalmente detenido acusado por terribles crímenes contra los derechos humanos
y no por autoría mediata, sino por acción directa.
La República
Felices fiestas
Mirko Lauer
De aquí a las fiestas patrias vienen unas pocas semanas cargadas de
aparentes desenlaces. El más esperado o temido, según desde donde se mire, es
el indulto a Alberto Fujimori. Augusto Álvarez asegura, sin asomo de duda, que
este se va a producir. Por lo cual más vale que hasta los escépticos estén
preparados.
El público también espera para ver si el contralor Edgar Alarcón es
retirado del cargo o si sobrevive a los múltiples cuestionamientos que lo
cercan. Pero Alarcón viene armando un ágil sancochado político-judicial que
parece estar paralizando a sus investigadores. Si cruza el 28 de julio quedará
entronizado como un nuevo poder.
Luego están las elecciones para una nueva directiva del Congreso. Está
descartado que Luz Salgado repita el plato, tal vez por demasiado ecuánime, y
parece fija la mototaxista Cecilia Chacón. La encuesta GfK muestra que el
favorito del público para presidir es Kenji Fujimori, pero eso no tiene peso
alguno en la política interna de Fuerza Popular.
Un rumor que da vueltas desde hace un par de meses es sobre cambios
ministeriales en julio, con varias listas, ninguna de ellas larga. Parte del
objetivo sería despejar el gabinete de un par de seguidores de Martín Vizcarra.
Además para el semestre que viene se va a necesitar otro tipo de ministro, con
menos flancos frente a la oposición.
También hay curiosidad respecto de cómo manejará Pedro Pablo Kuczynski
su balance del primer año, en el mensaje al Congreso. Sin duda es una gestión
marcada por problemas, donde lo mejor que podrá exhibir es seriedad
administrativa en una serie de sectores. Es decir un discurso de cifras, con
pocos logros dramáticos que mencionar.
Si uno toma un poco de distancia, la mayoría de estos temas son intentos
de mantener un viso de normalidad política en la marcha del Estado, cuando este
aspecto de la vida nacional podría estar a punto de dar un vuelco serio hacia
mayor crisis. Esto tanto si Alberto Fujimori es indultado como si no lo es.
Cabe decir que este mediado de año político se parece mucho al que
pronosticaban los análisis de julio 2016. Como que ninguno de los dos rivales
podría haber actuado de manera diferente. Estaba, está, en su naturaleza.
El Comercio
Entrevista a
Roque Benavides
(…)
— Zavala ha anunciado cambios respecto a Thorne.
¿Cuáles deberían ser?
Viene con más experiencia en la
gestión pública que Thorne. Tiene la fuerza de mantenerse en la PCM y eso va a
contribuir a que pueda coordinar con otros sectores.