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MEDIA COLUMNA
La clase política
ha sido castigada
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
El ausentismo en estas elecciones ha sido de un 25.4% del
total de 21 millones y medio de electores hábiles, según la ONPE. Votaron 16 millones. No fueron a votar 5 millones y
medio de peruanos.
Los votos blancos y viciados fueron otros tres millones. Si se añade los ausentes a los votos blancos y viciados,suman 8 millones y medio, el 41% del total de los electores.
El 59% por ciento restante son 13 millones de votos que se
dispersaron entre 20 partidos.
Al 100% del cómputo oficial, la primera bancada alcanzó un
millón 409 mil votos, el 10.3%. La ultima en pasar la valla consiguió unos 833 mil
votos, un 6%.
No obstante, la primera bancada consigue 25 curules, el 19% del Congreso. La última, con bastante más de la mitad de los votos de la primera, consigue bastante menos de la mitad de las curules de la primera: solo 11 curules, el 8% del Congreso.
Es evidente que el sistema de conversión de votos en escaños está sesgado en favor de las primeras bancadas y en contra de las últimas. Lo que la Constitución manda, sin embargo, es que el Perú tenga un sistema electoral de "representación proporcional".
No obstante, la primera bancada consigue 25 curules, el 19% del Congreso. La última, con bastante más de la mitad de los votos de la primera, consigue bastante menos de la mitad de las curules de la primera: solo 11 curules, el 8% del Congreso.
Es evidente que el sistema de conversión de votos en escaños está sesgado en favor de las primeras bancadas y en contra de las últimas. Lo que la Constitución manda, sin embargo, es que el Perú tenga un sistema electoral de "representación proporcional".
Y a pesar del sesgo los electores se las han arreglado para
atomizar al Congreso.
El ausentismo, los votos en blanco o viciados –que suman el
41% de los electores- y la dispersión del 59% restante son la expresión de la
protesta de 21 millones y medio de peruanos que han atomizado el Congreso para castigar a la clase política.
Han querido dejar bien clara su protesta contra una
democracia que no resuelve los problemas, que los posterga y esconde.
La democracia deberia asegurar la gobernabilidad
especialmente cuando no existe una mayoría parlamentaria, pero nuestra
democracia es una de baja gobernabiidad a causa de un sistema de gobierno fallido
sin equilibrio de poderes.
Y la clase política insiste en tratar, tardía e inútilmente,
de arreglarlo sesgando el sistema electoral para producir una mayoria parlamentaria
a como dé lugar.
Es
patético.
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