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MEDIA COLUMNA
El otro Paniagua
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
El
señor Merino de Lama quería ser el nuevo Paniagua. Vio la oportunidad de llegar
a la Presidencia aunque sea por unos días. Y la bancada de Acción Popular le retiró al
gabinete Cateriano los votos que necesitaba. Le jaló la alfombra.
Merino
dijo con anticipación al Premier que al Congreso no le gustaban los ministros
de Educación y de Economía, como si fuera atribución del Legislativo nombrar ministros.
Era un pretexto. La suerte de Cateriano ya estaba echada desde antes. Solo
estaban esperando que entrara en vigencia la prohición constitucional de
disolver el Congreso en el último año de gobierno para ejecutar el plan. Era en
parte una pequeña venganza por la disolución del Congreso. Pero el verdadero
objetivo era declarar la guerra de poderes.
En lo
inmediato, los dos ministros que no le gustan al Congreso serán interpelados y
eventualmente censurados. Y el nuevo gabinete será torpedeado mientras los
peruanos piden diálogo entre los poderes. Esto puede escalar ahora hasta desembocar
con cualquier pretexto en otra vacancia de la Presidencia. Previa descalificación
de la actual vicepresidenta, quien pasaría a ocupar la Presidencia es quien hoy
encabeza el Congreso. He ahí la jugada de laboratorio del segundo
Paniagua.
En
Acción Popular ha prevalecido finalmente la izquierda. Lo sabemos porque el
propio Raúl Diez Canseco ha reconocido que no tuvo participación alguna en la
decisión de negarle la confianza al gabinete. Lo sabemos porque Rafael Belaunde
Aubry escribió hace muy poco que el partido fundado por su padre ha sido capturado
por gente sin lealtad para con el legado de Fernando Belaunde.
Sesenta
años atrás, el propio Belaunde zanjó tempranamente esta disputa con la salida tempestuosa
del ala izquierda de su partido, que entonces fundó Acción Popular Socialista. El
ex demócrata cristiano Valentín Paniagua se quedó a bordo. Veinte años atrás, por
falta de vicepresidentes, cuando quiso el azar colocarlo en la Presidencia de
la República, Paniagua puso en el gabinete en una función política clave a un conspicuo
cazador de brujas a instrumentar una venganza a la que llamó justicia. Creyó Paniagua
que podía gobernar con la izquierda y la izquierda lo gobernó a él.
Hoy,
un congresista de Acción Popular advierte al Presidente que puede ser vacado.
Hoy, el señor Merino responsabiliza no a Cateriano, sino a Vizcarra. El ala
socialista de Acción Popular echa del gobierno al nieto de Fernando Belaunde.
El círculo se ha cerrado.
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