jueves, 12 de octubre de 2017

ESTA NOCHE miércoles 11 octubre 2017


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¿En serio?


Jorge Morelli
@jorgemorelli1 
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¿Realmente Fuerza Popular amenaza al gobierno con no darle la confianza al gabinete Aráoz si el presidente Kuczynski no acude a la Comisión Lava Jato?

La Comisión Lava Jato terminará por aceptar que el presidente de la República tiene el derecho constitucional de responder por escrito. Lo que la historia enseña es que, si de algo ha de responder Kuczynski, lo hará cuando termine su gobierno, como ha ocurrido con Ollanta Humala, Alan García, AlejandroToledo y el propio Alberto Fujimori.

La razón es que el 78 % de los peruanos está pidiendo que Fuerza Popular haga oposición constructiva. Y eso no incluye negarle la confianza al nuevo gabinete.

Un número no muy distinto de peruanos está pidiendo también que el presidente Pedro Pablo Kuczynski indulte a Alberto Fujimori. 

Y más difícil aun que negarle la confianza al gabinete Aráoz es que Fuerza Popular tenga, por supuesta conveniencia política, el oscuro designio de frustrar la libertad de Alberto Fujimori. 

Es cierto que Fuerza Popular eligió no poner todo el peso de su mayoría parlamentaria del lado de la lucha política por la libertad de Fujimori al preferir única y exclusivamente la vía judicial.

Pero los voceros de Fuerza Popular anuncian hoy que harán uso de la vía política y no solo de la judicial para defender a Keiko Fujimori de acusaciones injustas. ¿Por qué entonces no estaba bien hacerlo igualmente en el injusto caso de la condena de su padre?

Poco importa lo que hoy prefiera, Fuerza Popular va a tener que respaldar la vía política del indulto en este último tramo de la larga lucha por la libertad de Alberto Fujimori. Y sin compartir el mérito de haberlo conseguido. 



REPORTE DE NOTICIAS en Internet

Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican
sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.



GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA



La República
A un día del pedido de confianza de la primera ministra Mercedes Aráoz al Congreso, escala la crispación entre este poder y el Ejecutivo por la pretensión de la comisión Lava Jato: hacer comparecer al presidente Pedro Pablo Kuczynski.
La comisión Lava Jato envió un segundo oficio al mandatario insistiendo en su pedido de que responda en persona.
"Que quede claro que él es el responsable de lo que pueda pasar el día que se presente Mercedes Aráoz (por el voto de confianza)”, advirtió Héctor Becerril, vocero alterno de FP.
Constitucionalistas como Víctor García Toma, ex presidente del Tribunal Constitucional, y Samuel Abad consideran que Kuczynski no está obligado a ir o a recibir a la comisión Lava Jato para que lo interrogue.
El politólogo Alonso Cárdenas, docente de la Universidad Ruiz de Montoya, resalta que el gobierno tiene las de ganar: el voto de confianza estaría asegurado.
"El riesgo de que se rechace el pedido de confianza es… que el presidente estará habilitado para cerrar el Congreso", sostiene.
A esto se suma el posible indulto a Alberto Fujimori. "Pende como espada de Damocles sobre la bancada mayoritaria: modificaría sustancialmente la correlación de fuerzas en el seno fujimorista", aduce.



Correo
Ante la posibilidad de un indulto al ex presidente Alberto Fujimori, el congresista  Héctor Becerrilvocero alterno de la bancada de Fuerza Popular, declaró a los medios este lunes que la cabeza de su partido político es Keiko Fujimori y no su padre.
En el contexto de un resquebrajamiento latente en las relaciones entre algunos simpatizantes del fujimorismo, el congresista Becerril reafirmó que el exmandatario no es parte de la agrupación: "[A Keiko Fujimori] le preguntaron si el [ex]presidente es militante de Fuerza Popular y dijo que no", enfatizó el parlamentario.
Por otro lado, el parlamentario de Fuerza Popular refirió entender que "a veces algunos políticos han salido, digamos, a querer enlodar un poco ese tema. Gente que ya no está en el partidoLíderes que en su momento habrán sido, pero que ya no están", esto en presunta alusión a antiguos militantes del fujimorismo simpatizantes de Alberto Fujimori.
En referencia a la controversia generada por el tweet sobre la parlamentaria Cecilia Chacón vertido por el excongresista y médico de cabecera de Alberto Fujimori, Alejandro Aguinga, quien dijo que “La lealtad es virtud, el interés es oportunismo. Alberto Fujimori es el origen y la razón de ser del fujimorismo”, en respuesta a las declaraciones de Chacón, Becerril refirió que este "no está en el partido". "Él [Aguinaga] no está en el entorno nuestroAsí es que de repente él quisiese estar [sic]. Pero como no está, da esas declaraciones", declaró.



Correo
La congresista Úrsula Letona (Fuerza Popular) dijo ayer que el expresidente Alberto Fujimori es “su líder histórico”, pero remarcó que su partido busca “trascender a un apellido”.
En marco de ello, comentó que la deuda histórica del fujimorismo es crear “institucionalidad en los partidos políticos”.



Correo
Seguidores de Sonia Sánchez y la congresista Alejandra Aramayo marcharon por las calles de Mollendo, Arequipa, para pedir la libertad del expresidente Alberto Fujimori, sin tomar en cuenta a la dirigencia provincial reconocida a nivel nacional.
Juan Yana, secretario general de Fuerza Popular de la provincia de Islay, sostuvo que gente vinculada a Sánchez y Aramayo, con algunos ex militantes de otros movimientos y militantes de Fuerza Popular, realizaron arengas pidiendo lalibertad de Alberto Fujimori.



El Comercio, editorial
Calentando la previa
El viernes de la semana pasada, en una entrevista pública, el presidente Kuczynski advirtió que no recibirá a la comisión parlamentaria Lava Jato, como esta le ha venido solicitando. La intención tras ese pedido, como se sabe, es que absuelva algunas preguntas sobre las obras ejecutadas por Odebrecht durante el gobierno de Alejandro Toledo y mientras él formaba parte del Gabinete o lo encabezaba.
Conviene señalar de antemano que, de acuerdo con el artículo 117 de la Constitución, el mandatario puede proceder como ha anunciado y responder a las interrogantes por escrito. Pero al mismo tiempo resulta pertinente cuestionarse la idoneidad de una decisión como esa en la actual coyuntura política y, sobre todo, lo acertado de los términos en los que PPK manifestó su negativa.
En un contexto en el que tantos ex presidentes y líderes partidarios buscan sustraerse a investigaciones que tienen que ver precisamente con Odebrecht y Lava Jato a través de recursos judiciales o permaneciendo simplemente lejos del brazo de la justicia, la imagen que proyecta un jefe de Estado que en su discurso trata de marcar una ruptura con esa forma opaca de ejercer el poder y sin embargo elude la ocasión de lucir transparente cuando esta toca a su puerta, no es ciertamente la más afortunada. Y si lo hace, además, con expresiones como: “Es un circo”, “la vez pasada que acepté reunirme con una comisión, sobre el caso del doctor Moreno, los invité a Palacio, vinieron todos y fue una recatafila de insultos espantosos”, o “Yo no voy a someter la presidencia de la República a eso”, la probabilidad de que los aludidos se sientan ofendidos es bastante alta.
Prueba de ello son las respuestas que sus palabras han suscitado en congresistas como la presidenta de la referida comisión, Rosa Bartra, Úrsula Letona y Héctor Becerril, vocero alterno de la mayoritaria bancada fujimorista (a la que, dicho sea de paso, pertenecen todos ellos y con la que el Gobierno ha tenido una relación tensa, que recientemente parecía haber dado paso a una frágil tregua). Así, mientras la primera ha dicho que el mandatario “está actuando nuevamente para iniciar un enfrentamiento entre poderes del Estado”, lo que “de cara a la presentación del Gabinete pidiendo voto de confianza […] es absolutamente incomprensible”, la segunda ha considerado que “origina un clima no propicio para la presentación de la señora Aráoz en el Congreso”, y el tercero ha afirmado que PPK “es el responsable de lo que pueda pasar” en la sesión de mañana.
En realidad, como han anotado luego otras voces más serenas de Fuerza Popular y de la oposición en general, el voto de confianza gira en torno a los planes que el nuevo gabinete quiere poner en marcha desde el Ejecutivo y no tendría que guardar relación alguna con la disposición del presidente a recibir a una comisión investigadora. Pero el solo hecho de que los mencionados parlamentarios hayan forzado retóricamente ese vínculo es inquietante.
Tanto sus intervenciones como la del jefe de Estado darían la impresión de que, por lado y lado, existe una vocación por echar a perder la tensa paz conseguida en homenaje a una vieja y mutua ojeriza, olvidando que el país está de por medio. Y, lamentablemente, ya ninguno de los involucrados en este absurdo intercambio puede borrar lo dicho.
¿Qué se puede hacer entonces para disipar esta atmósfera de ‘calentamiento de la previa’ que parece haber ganado el ánimo de los dos sectores en línea de colisión? Pues el presidente haría bien en evaluar la importancia que tendría en este contexto un gesto como el de reconsiderar su decisión y recibir después de todo a la Comisión Lava Jato en Palacio. Y, de ser ese el caso, los integrantes de la misma podrían hacer un esfuerzo por observar una conducta de minuciosa urbanidad y ceñimiento a la materia que corresponde en la reunión. Una exhibición de madurez política de esa envergadura de parte de las dos fuerzas en contienda sería una excelente noticia.




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