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MEDIA
COLUMNA
El reflejo
invertido
Jorge
Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
Es
interesante esta inversión de los términos. De pronto un individuo cualquiera
pide la vacancia de la Presidencia por incapacidad moral y el asunto desata una
reacción contra el autoritarismo.
Esto refleja el reclamo del pueblo ante el caos del país. Precisamente por eso se presta para cortina de humo.
Por supuesto que el gobierno humalista tiene la responsabilidad del estado de cosas. No ha tenido la decisión política que hacía falta ante el narcoterrorismo, la delincuencia organizada, la corrupción.
Urresti es la caricatura, un dibujo animado que representa de manera distorsionada la ironía de la situación.
El humalismo ha sido incapaz de tomar la decisión política de reformar la institucionalidad para hacer frente al mal que están destruyendo al país, que es el oprobioso sistema de justicia que ha instalado una dictadura de los jueces que es el síntoma de la situación.
No ha sido capaz de decidir porque el miedo lo paraliza. Miedo ante lo que no entiende y es incapaz de diagnosticar y remediar.
Esto refleja el reclamo del pueblo ante el caos del país. Precisamente por eso se presta para cortina de humo.
Por supuesto que el gobierno humalista tiene la responsabilidad del estado de cosas. No ha tenido la decisión política que hacía falta ante el narcoterrorismo, la delincuencia organizada, la corrupción.
Urresti es la caricatura, un dibujo animado que representa de manera distorsionada la ironía de la situación.
El humalismo ha sido incapaz de tomar la decisión política de reformar la institucionalidad para hacer frente al mal que están destruyendo al país, que es el oprobioso sistema de justicia que ha instalado una dictadura de los jueces que es el síntoma de la situación.
No ha sido capaz de decidir porque el miedo lo paraliza. Miedo ante lo que no entiende y es incapaz de diagnosticar y remediar.
Incapaz
de resolver los problemas de la gente, ante el fracaso y el reclamo del pueblo,
sus desorientados representantes en pánico solo atinan a acusar de golpismo a
todos.
Y, nuevamente, el síntoma es la caricatura de la autoridad que Urresti representa, a la que el pueblo le sigue la cuerda intuyendo que por ahí va el tema, sin advertir todavía que esa no es la solución sino el problema.
Esta perversa trasposición de cosas es el rasgo inconfundible del síndrome de la democracia de baja gobernabilidad. Lo malo es que ese estado de cosas es precisamente lo que ha incubado en el pasado las recaídas en el autoritarismo.
Para eludir la trampa de esa regresión necesitamos restablecer la gobernabilidad comenzando por rediseñar el equilibrio de poderes.
Y, nuevamente, el síntoma es la caricatura de la autoridad que Urresti representa, a la que el pueblo le sigue la cuerda intuyendo que por ahí va el tema, sin advertir todavía que esa no es la solución sino el problema.
Esta perversa trasposición de cosas es el rasgo inconfundible del síndrome de la democracia de baja gobernabilidad. Lo malo es que ese estado de cosas es precisamente lo que ha incubado en el pasado las recaídas en el autoritarismo.
Para eludir la trampa de esa regresión necesitamos restablecer la gobernabilidad comenzando por rediseñar el equilibrio de poderes.
Ese
será el único modo de llevar a cabo la reforma judicial, en la que hemos
fracasado ya demasiadas veces. Hay que reconstruir el sistema de justicia y
para ello, paradójicamente, hay que quitarles todo poder político a los jueces.
Entonces se podrá destrabar las reformas del legislativo y del ejecutivo.
Pero esa será una tarea para el próximo gobierno.
Pero esa será una tarea para el próximo gobierno.
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