lunes, 26 de junio de 2017

ESTA NOCHE lunes 26 junio 2017


ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.

La opinión en MEDIA COLUMNA representa exclusivamente a su autor. Usted puede reenviar y publicar libre y

gratuitamente cualquier MEDIA COLUMNA tomándola de este correo o de
jorgemorelli.blogspot.com


MEDIA COLUMNA
Duplicar la economía para 2030  


Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com


El Perú podría pasar de tener una economía de 200 mil millones de dólares a una de cerca de 480 mil millones de dólares en los próximos doce años hasta el 2030.

¿Le parece increible? Considere lo siguiente. El secreto está en la estrategia del agua, el bosque y el riego, con la que se puede construir una nueva economía para el Perú del siglo XXI. Lo acaba de demostrar el grupo económico que reúne EXPRESO con la ayuda del modelo PREDICE.

Hoy, precisamente, en que el gobierno ha perdido a su equipo económico y el país no sabe hacia dónde va la nave. 

La clave está en en el equilibrio entre esta nueva economía y la economía tradicional, basada en su mayor parte en la inversión, igualmente indispensable, en la minería de los Andes para el mundo.

Esta nueva estrategia estabilizaría mejor la nave del Perú. Porque con una economía interna más grande puede capear mejor los cambios fuera, en la economía global.

Esta estrategia generará empleo, masivamente. Y, más importante todavía, permitirá incluir a los comuneros de los Andes en el sistema previsional. Solo hace falta que las minas y los fondos de pensiones decidan invertir en bosque. Una inversión privada de largo plazo, que es la que deben hacer los fondos de pensiones es la vía para la inclusión de los comuneros andins y los nativos amazónicos que confiarán en el fondo de pensiones público o privado solo si ven crecer ante sus ojos los árboles que pagarán por la pensión de su vejez.

Esta es la respuesta que el grupo económíco ha dado al pedido que le hiciera el congresista Kenji Fujimori, de formular una nueva estrategia de crecimiento para los próximos doce años hasta el 2030.

Es una visión que puede ayudar a devolverle al Perú la esperanza.

Hay que evitar incurrir en el corto plazo en apuestas insensatas, y mirar al futuro más allá del horizonte. Paradójicamente, el secreto es escudriñar el pasado y modernizar la tecnología que permitió a nuestros antepasados, miles de años atrás, controlar el ciclo del agua de los Andes. Es lo que debemos aprender de nuevo. Ahora.



REPORTE DE NOTICIAS en Internet
Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.



GOBERNABILIDAD, DEMAGOGIA, AUTORITARISMO, DEMOCRACIA



Expreso
Entrevista al grupo económico de EXPRESO con el congresista Kenji Fujimori 
Una vez más se reúne en EXPRESO el grupo económico integrado por los exministros Ismael Benavides y Jorge Baca Campodónico, y por Jorge Peschiera, exnegociador de la deuda externa, esta vez con el congresista Kenji Fujimori.
El grupo se reunió en una oportunidad anterior con el parlamentario Fujimori y recibió el pedido de ponerle números a una visión al año 2030. Se trata del escenario de un posible desarrollo de la economía peruana basado en la multiplicación exponencial del agua, el bosque y la tecnología de riego, en una interacción provechosa con la actividad minera.
El grupo pidió a Jorge Baca, doctor en Econometría, someter esos números al modelo PREDICE –una bola de cristal científica de 1,200 variables, de su autoría–, lo que hoy se discute.
KENJI FUJIMORI: Quisiera recordar, ante todo, que he tenido en mi vida la oportunidad de viajar por años con mi padre, Alberto Fujimori, visitando todo el Perú en Costa, Sierra y Selva, y que fue él quien nos enseñó el verdadero potencial que tiene el Perú en materia forestal y de siembra y cosecha de agua. Visitamos muchas veces las regiones con aptitud forestal, un potencial tremendo para el desarrollo de una industria de la madera. Lamentablemente, otros gobiernos, por malas decisiones políticas, descontinuaron el proyecto Sierra Verde, de siembra de agua y reforestación, que mi padre comenzó en varios lugares del Perú.
Hoy hay que retomar el sueño de Alberto Fujimori con una visión a futuro y los pies en la tierra. Esa es mi tarea. Estoy convencido de que traerá paz social al restaurar la autoestima de las comunidades andinas. Está claro el peso y la importancia de la minería en el Perú, perfectamente complementaria de una nueva industria forestal sostenible.
Para llevar todo esto a cabo, sin embargo, hay un requisito fundamental: la seguridad jurídica, el respeto de las reglas de juego. Nadie invierte a largo plazo en agua y bosque en un país donde otro gobierno va a cambiar las reglas. La continuidad de las reglas de juego es la condición para la inversión en los temas fundamentales de que estamos hablando: la siembra y cosecha de agua y la reforestación de todo el Perú.
EXPRESO: Vamos a pedir a Jorge Baca que exponga los cuadros que ha elaborado, y que –podemos adelantar la conclusión– demuestran efectivamente que esta visión del agua y el bosque junto a la minería puede ser la base de una nueva economía del Perú.
JORGE BACA: En 2012 se hizo un censo agropecuario en el que, con gran detalle, se ha levantado un diagnóstico de cuántas hectáreas tenemos en Costa, Sierra y Selva, cuánto es forestal, cuánto es pastos, cuánto es de cultivos; de estos, cuánto es secano y cuánto se halla bajo riego; y de estos últimos, cuánto es por gravedad y cuánto con riego tecnificado.
En los números se ve claramente, primero, el potencial del Perú para un desarrollo forestal y agrícola con las tecnologías adecuadas. Y, segundo, se identifica dónde está la pobreza. Si resolvemos el problema de la agricultura, en realidad estamos resolviendoel de la pobreza.
Obviamente, esto pasa por la garantía de la seguridad jurídica, como ha dicho Kenji Fujimori. El potencial de crecimiento está ahí. La mayor parte de los bosques está en manos de las comunidades. Pero, si no se resuelve el problema jurídico, ni la comunidad ni el capital privado van a desarrollarse, porque no hay garantía de la propiedad.
Lo que he planteado haciendo simulaciones en el modelo PREDICE es ver qué pasaría si, sumado al desarrollo que hemos tenido en años anteriores en minería, tuviéramos algo similar en agricultura como motor del desarrollo para los próximos 12 años. Esto, basándonos en la actividad forestal con siembra de agua en la Sierra y, al mismo tiempo, en un cambio de tecnología de riego para pasar del riego por gravedad al riego presurizado, por aspersión o por goteo. Si ven el censo, en la Sierra podemos habilitar nueve millones de hectáreas de bosques, cinco millones de hectáreas forestales en la Selva y un millón en la Costa. Quince millones de hectáreas solo de bosques.
Calculamos la inversión en 1,500 dólares por hectárea y, conservadoramente, una productividad de 2,500 dólares por hectárea. Una inversión de 3 mil 200 millones de dólares por año durante siete años –que es lo que toma el bosque en madurar– redituará entonces 37 mil 500 millones de dólares cada año durante la vida de los árboles. Más de diez veces.
Tenemos una superficie potencial mayor que la de Chile. Lo más importante es la tecnología de sembrar agua –lograr que el agua de lluvia penetre en el suelo– lo que no solo permitirá tener agua para el bosque sino para el consumo urbano y todas las demás actividades productivas agrícolas y mineras.
Por el lado del riego, se trata de cambiar la tecnología tradicional del riego por gravedad por riego presurizado, ya sea por aspersión o por goteo.
Actualmente, no llegan a 350 mil las hectáreas que están bajo riego tecnificado. Hay que llevar esta tecnología a cuatro millones y medio de hectáreas agrícolas. No solo a las que actualmente tienen riego por gravedad, sino a las tierras de secano que solo tienen agua de lluvia. Hemos estimado entonces una inversión de tres mil dólares por hectárea de riego presurizado.
Esta inversión no tiene que ser hecha por el Estado. En su mayor parte, pueden financiarla los fondos de pensiones (AFP) ya que su necesidad de retorno de capital es de largo plazo. La clave está en la seguridad jurídica.

MERCADO PARA LOS PRODUCTOS

ISMAEL BENAVIDES: Hay que hallar mercado para todo lo que se va a producir. El mercado de exportación de uva, por ejemplo, está caído y ahora están pensando en los arándanos, un mercado que se va a venir de cabeza por más que China sea un gran consumidor.
JORGE PESCHIERA: Quiero reconocer el comentario de Ismael que me parece muy importante. Este modelo es un laboratorio donde podemos probar ideas. Pero es muy importante tomar en cuenta los mercados.
Imaginemos una empresa que tiene una serie de productos a partir de estas inversiones. Tiene que saber cuál es la demanda de esos productos y cuál la oferta con que puede responder, proyectada a 12 años.
Los ejemplos que ha puesto Ismael son claros. No es que se haya saturado a nivel mundial el consumo de uva, pero los mercados tienen una cierta capacidad de absorción por épocas.
JORGE BACA: La experiencia de todos los países que han pasado por esta fase –estoy hablando de todos los países industrializados el siglo pasado, no de algunos– es que han aumentado la productividad del agro. Significa producir más de lo que se necesita para vivir. Y ese excedente irá a demandar productos manufacturados. Ese es el efecto multiplicador.
JORGE PESCHIERA: Un ejercicio interesante sería entonces aterrizar estas cifras a productos específicos y ver qué participación de mercado podríamos tener en el mundo y hasta qué punto puede ser importante o no en la exportación. Tu proyección es de 1.4 veces el PBI. Quiere decir que vas a tener que exportar la mayor parte, ya sea madera, uva o lo que sea. Sería interesante pensar en términos de productos.
JORGE BACA: Voy a hacer lo que me pides: identificar producto por producto. He calculado cuánto de forestales exporta Chile, y a nivel mundial es solamente 0.5 % del total de forestal. En este momento tiene 6.5 millones de hectáreas. Estoy de acuerdo en la observación que hizo Ismael sobre que la productividad de 30 mil dólares por hectárea agrícola con riego es alta. La bajaremos radicalmente a 8 mil dólares por hectárea para estar en terreno seguro.

TECNOLOGÍA

KENJI FUJIMORI: Ahí entran a tallar las universidades y la transferencia tecnológica. En la Universidad de Kansas State, donde estudié, el trabajo se hace de manera coordinada con los agricultores. Se descubre una nueva variedad de trigo y esa información se coloca inmediatamente en la web. El agricultor, según la cantidad de lluvia, el clima y el tipo de suelo, escoge la variedad de trigo que necesita.
JORGE BACA: A eso debemos  apuntar. Es la revolución verde. Se ha hecho con el algodón, el arroz y debe hacerse con la papa. Los números los podemos ajustar. La inversión to­tal –forestal y agrícola–, sin embargo, es equivalente a la suma de lo que cuestan la refinería de Talara, el Ga­soducto del Sur, y el gasto militar de los últimos años. Pero nos permitiría duplicar el PBI.
JORGE PESCHIERA: Pero, insisto, hay que analizar los mercados. Por­que puede ser que muchas de las hectáreas sean marginalmente no rentables. Hay que ir ajustando hacia donde realmente tienes eficiencias en costos de producción. Hay que pasar de macro a micro. Lo más im­portante es crear las condiciones con un marco legal adecuado, la tributa­ción correcta y, sobre todo, titular la propiedad. Esto es lo que el Estado debe hacer.
LA ECONOMÍA AL DOBLE
EXPRESO: Al ponerle números a la estrategia del agua, el bosque y el riego, Jorge Baca concluye que si hacemos la inversión los efectos directos e indirectos en indus­trias conexas sumados llevarían nuestra economía actual de 200 mil millones de dólares a más que duplicarse llegando a 480 mil millones de dólares en los próxi­mos doce años hasta el 2030. Es asombroso.
JORGE BACA: Para calcular el PBI se parte del valor bruto de la produc­ción y se descuentan los costos. Lo que he hecho es calcular la inversión que necesitamos en forestal y agri­cultura y he metido esas cifras al mo­delo PREDICE. La agricultura mueve la manufactura y el comercio. Es fácil hacer la correlación. Si produces más maíz, vas a producir más pollo y más comercio para moverlo. Es decir, hay un impacto directo y un impacto in­directo de la inversión en forestal y agricultura.
He supuesto, además, que la mine­ría va a seguir creciendo junto con la energía y la construcción, eso tam­bién está amarrado.
ISMAEL BENAVIDES: Siendo agri­cultor y teniendo experiencia en te­mas de la Sierra, me preocupaba un poco que hiciéramos públicas estas cifras sin reflexionar un poco más. Quinientos dólares de inversión por hectárea forestal es muy bajo. En una ONG que trabaja en zonas altoandi­nas en reforestación y agua, hemos hecho 400 hectáreas forestales en Cajamarca, en Santa Cruz, arriba de Chongoyape. El costo va desde la se­milla al vivero, el traslado al campo, donde se hacen los huecos a mano, el guano y el fertilizante, y el riego de agua. El costo sale por lo menos el doble. Por eso está bien incrementar el estimado de inversión a 1,500 dó­lares por hectárea forestal. Y a 3 mil dólares por hectárea la inversión en agricultura con riego presurizado.
EXPRESO: En 1999, el gobierno de Alberto Fujimori sembró en las alturas de Jauja varios miles de hectáreas de bosque a lo largo de zanjas de infiltración, innovando la tecnología preincaica para “sem­brar agua” reteniéndola y obligán­dola a penetrar en el suelo. Cada 20 metros, una hilera de árboles. El gobierno de Toledo cerró el proyec­to. EXPRESO tuvo oportunidad de visitar el lugar hace poco. El bosque creció. Allí están las hileras de árbo­les cada 20 metros a cada lado de la zanja de infiltración. Con los años la zanja ha desaparecido, pero los árboles hacen ahora el trabajo de fijar el agua en el suelo que antes hacía la zanja. El bosque sobrevivió gracias a que lo cuidó la comunidad de Paccha.
Su rentabilidad y su viabilidad eco­nómica como una operación de gran escala, desde luego, es un asunto que hay que estudiar en detalle.
ISMAEL BENAVIDES: Estamos hablando de costos más altos y de tiempo. Entonces no sé si 12 años hasta el 2030 sea el margen adecuado.

REGLAS DE JUEGO

JORGE PESCHIERA: El problema es la capacidad de gestión, que va a depender del marco que se establezca para la inversión. Lo más importante que puede hacer el Estado no es poner dinero sino decisión política. Esa es, Kenji, tu responsabilidad como congresista. El marco legal, regulatorio. Cómo promover el interés de las universidades y de las empresas en este modelo. Hay mucho que hacer como Estado para crear las condiciones. Sembrar la idea y darle el fertilizante de la tecnología para que la idea florezca.
En la reunión pasada puse el caso de Mi Vivienda, donde el Estado no hace préstamos, solo crea las condiciones. Nunca ha habido corrupción en Mi Vivienda y ha otorgado 300 mil préstamos. Cuando se hizo Mi Vivienda, hubo cambios regulatorios. Se cambió la legislación para que los propietarios pudieran enjuiciar a alguien que dejó de pagar o no está contribuyendo al mantenimiento en un edificio. Son esas las pequeñas cosas que se van sumando para permitir que algo tenga éxito.
KENJI FUJIMORI: Claro, lo fundamental es el marco legal, las reglas de juego para la inversión.
ISMAEL BENAVIDES: Tienes que dar un marco legal con candados, que solo pueda ser modificado con mayoría calificada, por ejemplo.
EXPRESO: En suma, podemos asumir que el monto de la inversión para fines forestales es de 1,500 dólares por hectárea, y que la inversión en tecnología de riego es de 3 mil dólares por hectárea. Falta la decisión política de crear las condiciones. El Perú necesita esta estrategia que puede crear millones de empleos e incluir a millones de personas del campo en el sistema previsional, lo cual a su vez repercutirá favorablemente en el financiamiento de la estrategia.
Sobre la coyuntura actual, es posible que cambie todo el equipo económico del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski. ¿Qué podemos esperar?
ISMAEL BENAVIDES: Creo que estamos en una situación complicada. Europa se está recuperando, Estados Unidos está creciendo más del 2 % China sigue desarrollando, el factor externo está mejorando, pero en el Perú la economía está parada. Un indicador de ello es que el crédito al sector privado está casi estático. La gente no está comprando para mo­dernizar maquinaria, los bancos se muestran muy cautelosos. Creo que es optimista pensar en llegar a 3 % de crecimiento este año. Mientras tanto, aumenta la pobreza y la mor­talidad infantil, falta trabajo, se han perdido 150 mil empleos formales y se han creado 400 mil empleos in­formales. Es un caldo de cultivo.
KENJI FUJIMORI: Hay que hacer un reconocimiento de errores. El ruido político lo generan ambas partes, tanto el Gobierno y su bancada como la bancada de oposición. Hay que bajar el ruido político, porque afecta también la economía, pues genera incertidumbre. Hay que interactuar si tenemos diferencias. Tenemos la solución de la estrategia del agua, el bosque y el riego, apoyamos con ideas para diversificar la economía, para no depender del precio de los metales.
Es la hora, además, de que el país le haga frente al problema institucional para la gobernabilidad. Es hora de retornar a la bicameralidad para ga­rantizar la seguridad jurídica. Se tiene que empezar por el Congreso para bajar el ruido político entre el Ejecu­tivo y el Congreso. Si tuviéramos un Senado, el debate y la discrepancia quedarían al interior del Congreso, entre las dos cámaras, donde debe estar.
Actualmente, hay una sobreproduc­ción legislativa, las leyes salen dema­siado rápido, y qué leyes. Tiene que haber más reflexión, más análisis. En ese sentido, entonces, hay que trabajar para regresar en el 2021 a la bicameralidad, fortalecer la institu­cionalidad para devolverle al Perú la seguridad jurídica que merece.

UNA AGENDA COMÚN

El pedido fue que el escenario pro­yectara un crecimiento de la econo­mía peruana basado en una inversión masiva en agua y bosque.
Asimismo, se pidió estimar el crecimiento que traería esa estrategia a la economía peruana. Adelantaremos la conclusión que arroja el modelo PREDICE: esa estrategia permitiría crecer un siete por ciento al año establemente durante los próximos 12 años de manera sostenida.
Haría posible alcanzar para el año 2030 un PBI de cerca de 480 mil millones de dólares, una economía de más del doble de tamaño actual, que se estima en alrededor de 200 mil millones de dólares.
EL AGUA Y EL BOSQUE
Dieciocho años atrás, en 1999, se calculó preliminarmente en dos millones de hectáreas el área de punas altoandinas por encima de los 3,500 metros que, desde Puno hasta Cajamarca, pueden trabajarse innovando la tecnología tradicional, preincaica, de siembra y cosecha de agua. Esto permitiría, se estimó entonces, poner en cinco años dentro de la Cordillera de los Andes diez mil millones de metros cúbicos de agua, un volumen equivalente al del lago Titicaca o a cuatro veces la suma de los diez reservorios de agua del Perú.
Esto permitiría poner en valor las tierras comunales en la altura, titulando la propiedad de las comunidades para empoderarlas y permitirles negociar de igual a igual con las empresas, especialmente con las mineras que explotan recursos naturales en tierras comunales.
El nuevo censo agrícola de 2012 ha permitido reexaminar los números. El potencial de explotación forestal alcanza a nueve millones de hectáreas en la Sierra, cinco millones de hectáreas en la Selva, y un millón de hectáreas en la Costa. En total, quince millones de hectáreas de bosque que harían posible una industria forestal de magnitud comparable a la de Chile o mayor.
Solo del esfuerzo de inversión en agua y bosque, el Perú obtendría un crecimiento del producto bruto interno (PBI) de 37 mil 500 millones de dólares anuales, que se sumarían al PBI actual del Perú, de 200 mil millones de dólares.
La inversión forestal total sería entonces de 22 mil 500 millones de dólares a lo largo de siete años o de unos 3 mil 200 millones de dólares anuales por siete años, hasta la maduración de los bosques. Luego de esos siete años, el rendimiento de esos bosques sería de 37 mil 500 millones de dólares cada año. La rentabilidad es, pues, enorme.
Curiosamente, se trata de una cifra similar a la suma comprometida dudosamente en los últimos años en el Gasoducto del Sur (US$ 7,500 millones), la refinería de Talara (US$ 5,400 millones), la Línea 2 del Metro de Lima (US$ 2,000 millones) y armamento (US$ 8,000 millones), que suman casi 23 mil millones de dólares virtualmente arrojados al agua.
Si hubieran sido consultados, ¿qué habrían elegido hacer los peruanos con ese dinero?

EL RIEGO

Además de los 15 millones de hectáreas forestales, existen en Sierra, Selva y Costa otros cuatro millones y medio de hectáreas agrícolas. Dos millones y medio de ellas se encuentran en la Sierra, a las que la sola mejora de la tecnología de riego permitiría multiplicar varias la productividad. Se trata de cambiar aquí el riego por gravedad tradicional por riego presurizado -ya sea por aspersión o goteo-, para su uso en tierras de secano que cuentan solo con agua de lluvia.
El modelo PREDICE estima que este cambio de tecnología supondría una inversión de hasta 3 mil dólares por hectárea. Esa inversión arrojaría un rendimiento de unos 8 mil dólares anuales por hectárea. Es decir, prevé en este caso un incremento adicional del PBI del Perú del orden de los 36 mil millones de dólares anuales.
Para mejorar la tecnología de riego, la inversión total sería de 13 mil 500 millones de dólares en diez años. O sea, invertir 1,350 millones de dólares anuales devolvería luego de diez años 36 mil millones de dólares cada año.
Sumada esa cifra a lo que aportaría la industria forestal, el Perú obtendría un crecimiento del PBI de 73 mil 500 millones de dólares anuales. Es decir, pasaría de ser una economía de 200 mil millones de dólares a una de 273 mil 500 millones de dólares adicionales en los próximos doce años hasta el 2030.

LA ECONOMÍA DEL DOBLE DEL TAMAÑO ACTUAL

La inversión en agua, bosque y rie­go traería aparejada una industria maderera y agrícola y de industrias conexas cuyo valor agregado, según arroja el modelo PREDICE, podría al­canzar a más de 200 mil millones de dólares adicionales por año.
De esta manera, con inversión masi­va en agua, bosque y riego e indus­trias conexas, el valor bruto de la producción en el Perú -el PBI es eso menos el valor de los insumos- al­canzaría progresivamente en los próximos doce años la increíble cifra de 273 mil 500 millones de dólares adicionales a los 200 mil millones del PBI actual. Para el año 2030, a solo doce años de distan­cia de hoy, el Perú podría tener una economía de 480 mil millones de dólares, más del doble de la actual.
La simulación del modelo PREDICE arroja un crecimiento de la agricul­tura que alcanzaría a más de 15 por ciento anual a partir de 2024
De este resultaría un crecimiento indirecto de más de 10 por ciento anual en la manufactura, estable desde el año 2024 en adelante hasta crecer mucho más allá del motor forestal y agropecuario y hasta alcanzar los 95 mil millones de dólares en 2030.
Es con estos resultados sectoriales que se alcanzaría una economía de 480 mil millones de dólares, el doble del tamaño de la que tenemos hoy.
En suma, el modelo PREDICE con­firma que está a nuestro alcance no solo recuperar el crecimiento perdido en los últimos años sino, aún más importante, crear una nueva economía sostenible con estabilidad y mayor independen­cia de los precios de los recursos naturales que exportamos.

IMPACTO SOCIAL  Y PREVISIONAL

Todo esto significaría un crecimien­to de 7 % por ciento anual en pro­medio. Más de 6 por ciento anual a partir del año 2023 y más de 8 por ciento anual antes del 2030.
Esa magnitud de crecimiento es el único verdadero instrumento para reducir drásticamente la pobreza. Así lo demostró la experiencia de los últimos años.
Una estimación permite pensar en un crecimiento potencial de hasta cuatro millones de empleos solo en la actividad forestal y agropecuaria.
Si acompañamos esa estrategia con una nueva inversión masiva privada y pública en infraestructura de ca­rreteras, vías férreas, puertos y aero­puertos, el Perú podría crear empleo suficiente para erradicar definitiva­mente la extrema pobreza y alejar para siempre el fantasma que nos amenaza actualmente con una recaí­da de importantes sectores de la cla­se media nuevamente en la pobreza.
La estrategia podría tener, además, otro insospechado efecto de gran im­pacto social y económico. Permitiría incluir por fin, progresivamente, a to­dos los peruanos sin excepción en el sistema previsional.
En efecto, el financiamiento de la estrategia del agua, el bosque y el riego puede provenir de la inversión privada de largo plazo de los fondos de pensiones tanto privados como del sistema público. De este modo, los comuneros de los Andes del Perú verían crecer en sus tierras comu­nales, ante sus ojos, los árboles que sostendrán la pensión de su vejez.
Y, a su vez, solo incluyendo a todos los peruanos será posi­ble que los fondos de pensiones rompan el cerco de hierro que les impide crecer más allá de los límites que hoy alcanzan.

DECISIÓN POLÍTICA  Y SEGURIDAD JURÍDICA

En el centro de la estrategia del agua, el bosque y el riego se halla el libre contrato entre las comunidades y las empresas mineras. Pero esto solo será posible si el Estado go­bierna regulando las condiciones para la seguridad jurídica que ne­cesita el crecimiento exponencial de la inversión privada.
No es necesariamente el papel del Estado invertir recursos pú­blicos -salvo excepcionalmente- en la estrategia del agua, el bosque y el riego. Su papel es regular las condi­ciones que hagan posible la inversión privada masiva en todas esas acti­vidades garantizando la seguridad jurídica.
Y la clave de la seguridad jurídica está en la propiedad. Es decir, en la titulación de la propiedad de la tierra comunal, especialmente.
Eso requiere de una nueva política de Estado que regule el libre contra­to entre las comunidades andinas y amazónicas y las empresas mineras y energéticas.
Esta política pública –expresada en el marco legal del contrato comunal-privado- debe rodear de cuatro ga­rantías la relación entre las comuni­dades y las empresas mineras en sus áreas de influencia:
1.    Condiciones para la inversión en agua, bosque y riego.
2.    Titulación de la propiedad.
3.    Participación (accionaria o de otro tipo) del poseedor de la tierra en los beneficios de la explotación del re­curso natural especialmente en tie­rras comunales.
4.    Consulta previa a las comunida­des originarias.
Esta política pública prosperará solo si el Estado toma la decisión política de garantizar la seguridad jurídica. Es lo que el Perú necesita.
Esta es, por eso, la agenda común de una nueva economía para el Perú del siglo XXI



Expreso
El titular del Gabinete ministerial, Fernando Zavala, afirmó que se quedará al frente del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) hasta que la economía despegue.
“El presidente Kuczynski me ha pedido tener consistencia y alineamiento en estos meses críticos de la elaboración del Presupuesto, y que la economía despegue con las medidas que ya habíamos tomado y algunas adicionales. Me quedaré hasta que sintamos que eso va avanzando y luego me dedicaré 100 % a PCM, no como ahora que soy 150 %: PCM más Ministerio de Economía”, indicó.
Cuando se le preguntó si su permanencia en el MEF no pasaría de los seis meses, respondió que ese tema todavía no está decidido.
“Me decía el Presidente: ‘tú conoces el MEF por dentro’. He trabajado cinco años en el ministerio”, afirmó Zavala.



El Comercio
Zavala en el MEF: segundo debut
Gonzalo Carranza
(…)
El propio nombramiento de Zavala al frente del MEF parece ser una muestra de que el Ejecutivo entiende que la situación actual no es propicia para las curvas de aprendizaje y los experimentos.
La tarea para Zavala, dada la temporalidad de su designación, es salvar el corto plazo. (…)
La apuesta del Gobierno es grande, pues en estos meses Zavala no tendrá margen de error. Un paso en falso llevaría a una crisis política –y económica– de consecuencias insospechadas.
(…)



El Comercio
Realpolitik
Alfredo Torres
El indulto a Alberto Fujimori saltó nuevamente a la agenda política cuando el presidente Kuczynski declaró a la revista “The Economist”, con su peculiar franqueza, que “el tiempo de hacerlo es ahora”. Si bien precisó luego que se refería a que “es el momento de ver el tema” y que este se vería con tranquilidad, quedó claro que lo único que está en evaluación es en qué medida el indulto puede favorecer a la gobernabilidad y si este se producirá en las próximas semanas o en los siguientes meses.
A juzgar por las respuestas de Keiko Fujimori a sus declaraciones, PPK no debería ilusionarse. Keiko contestó con agresividad: “Presidente Kuczynski, usted dice que el indulto no se mezcla con la política. Estoy de acuerdo con usted”. Es decir, la lideresa de Fuerza Popular (FP) dejó en claro que no tiene intención de brindar apoyo político a cambio de la liberación de su padre.
La respuesta de Kenji Fujimori fue todo lo contrario: “Gracias, señor Presidente. Es hora de voltear la página. Le estaré eternamente agradecido”. En otras palabras, Kenji se comprometió a actuar con reciprocidad si se libera a su padre. Es verdad que hasta ahora Kenji actúa como un llanero solitario en la bankada fujimorista, pero cabría esperar que con Alberto Fujimori fuera de la cárcel, muchos albertistas encubiertos asumirían posiciones más cercanas a la de Kenji.
Actualmente, la mayor parte de los peruanos apoya el indulto. Según la encuesta de Ipsos-El Comercio de mayo, 59% está a favor y 38% en contra. Dentro del primer grupo están quienes defienden la inocencia del ex presidente, pero también los que creen que cometió diversos delitos pero que la pena de 25 años fue un exceso, así como los que consideran que sus enfermedades y edad avanzada justifican un indulto humanitario. Entre los que se oponen, están quienes consideran que fue un dictador que no merece piedad, pero también los que creen que no es posible indultar a una persona condenada por crímenes de “lesa humanidad”.
Desde el punto de vista político, además de los fujimoristas, la mayoría de los que votaron por PPK y Alan García en la primera vuelta del 2016 están a favor del indulto, mientras que la mayoría de los que votaron por Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea están en contra. A este segundo grupo se suman con entusiasmo y encono muchos de los que apoyaron a Ollanta Humala en su gobierno, como una manera de justificar su voto del 2011.
Desde el punto de vista social, la mayor parte de personas que están en la actividad productiva –empresarios, emprendedores y trabajadores– apoya el indulto por razones prácticas: tiene la esperanza de que ayude a destrabar y dinamizar la economía. Entre quienes se oponen, hay un amplio contingente de intelectuales y estudiantes universitarios dispuestos a movilizarse en contra.
Para justificar el indulto, el gobierno seguramente destacará su motivación humanitaria, pero debe también reforzar sus argumentos jurídicos. Como escribió Gonzalo Zegarra en “Semana Económica”, la sentencia que condenó a Fujimori aludió con mañosa ambigüedad a la categoría de “lesa humanidad”, pero no podía aplicarla (retroactivamente) porque no estaba vigente en el Perú cuando ocurrieron los hechos juzgados y así lo confirmó el Tribunal Constitucional. Además, la detención arbitraria del empresario Samuel Dyer y del periodista Gustavo Gorriti, con ocasión del autogolpe, fue claramente un delito, pero no ameritaba la pena máxima de “secuestro agravado”, con lo cual ya habría cumplido Fujimori con pagar por ese delito con los más de diez años que lleva en prisión.
Si PPK decide el indulto por realpolitik y no solo por compasión, es fundamental que diseñe una estrategia para que esta medida le brinde un par de años de tregua que le permita sacar al país del atolladero en que se encuentra. Contar con el apoyo de Kenji puede ser suficiente si el plan es dividir al fujimorismo, pero no estaría de más insistir en tender puentes con la presidenta de FP. De ella depende, por ejemplo, el reemplazo del pernicioso Edgar Alarcón en la contraloría.
La izquierda naturalmente pasará más abiertamente a la oposición. En realidad, la izquierda popular ya lo iba a hacer de todas maneras en la pugna por definir sus candidaturas a las elecciones regionales del próximo año, pero el indulto será un combustible. Por último, la izquierda intelectual criticará duramente al gobierno en la prensa y las redes sociales, pero su protesta se apagará con amargura cuando el gobernante que llegó al poder el 2011 con su apoyo sea finalmente detenido acusado por terribles crímenes contra los derechos humanos y no por autoría mediata, sino por acción directa.



La República
Felices fiestas
Mirko Lauer
De aquí a las fiestas patrias vienen unas pocas semanas cargadas de aparentes desenlaces. El más esperado o temido, según desde donde se mire, es el indulto a Alberto Fujimori. Augusto Álvarez asegura, sin asomo de duda, que este se va a producir. Por lo cual más vale que hasta los escépticos estén preparados.
El público también espera para ver si el contralor Edgar Alarcón es retirado del cargo o si sobrevive a los múltiples cuestionamientos que lo cercan. Pero Alarcón viene armando un ágil sancochado político-judicial que parece estar paralizando a sus investigadores. Si cruza el 28 de julio quedará entronizado como un nuevo poder.
Luego están las elecciones para una nueva directiva del Congreso. Está descartado que Luz Salgado repita el plato, tal vez por demasiado ecuánime, y parece fija la mototaxista Cecilia Chacón. La encuesta GfK muestra que el favorito del público para presidir es Kenji Fujimori, pero eso no tiene peso alguno en la política interna de Fuerza Popular.
Un rumor que da vueltas desde hace un par de meses es sobre cambios ministeriales en julio, con varias listas, ninguna de ellas larga. Parte del objetivo sería despejar el gabinete de un par de seguidores de Martín Vizcarra. Además para el semestre que viene se va a necesitar otro tipo de ministro, con menos flancos frente a la oposición.
También hay curiosidad respecto de cómo manejará Pedro Pablo Kuczynski su balance del primer año, en el mensaje al Congreso. Sin duda es una gestión marcada por problemas, donde lo mejor que podrá exhibir es seriedad administrativa en una serie de sectores. Es decir un discurso de cifras, con pocos logros dramáticos que mencionar.
Si uno toma un poco de distancia, la mayoría de estos temas son intentos de mantener un viso de normalidad política en la marcha del Estado, cuando este aspecto de la vida nacional podría estar a punto de dar un vuelco serio hacia mayor crisis. Esto tanto si Alberto Fujimori es indultado como si no lo es.
Cabe decir que este mediado de año político se parece mucho al que pronosticaban los análisis de julio 2016. Como que ninguno de los dos rivales podría haber actuado de manera diferente. Estaba, está, en su naturaleza.



El Comercio
Entrevista a Roque Benavides
(…)
— Zavala ha anunciado cambios respecto a Thorne. ¿Cuáles deberían ser?
Viene con más experiencia en la gestión pública que Thorne. Tiene la fuerza de mantenerse en la PCM y eso va a contribuir a que pueda coordinar con otros sectores.


(…)