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MEDIA COLUMNA
Quitarle el poder al Congreso II
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
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La bicameralidad no es un fin en sí, es un medio para
quitarle el poder al Congreso.
Los tontos pueden creer que Martín Vizcarra se
contradice y mostrar sus dichos como
trofeos. Lo que dice es que el Congreso ha desnaturalizado el proyecto, que
buscaba el equlibrio de poderes. No ha cambiado realmente de opinión sobre el
fin, sino sobre el medio. Este es un asunto sobre el que no se cambia así nomás
de parecer. Lo que hace es visibilizar
la criollada que intentaba el Congreso, que ahora queda al descubierto. Como dice
Juan Sheput, quizá convenga retomar el instrumento una vez que el Congreso
retroceda de la trampa que pretendió deslizar. Hay dos meses, hasta el 9 de
diciembre, para esta batalla crucial.
El Congreso introdujo de contrabando en la
bicameralidad una nueva forma de imponerse sobre el poder Ejecutivo. Eliminó la
cuestión de confianza, un balance fundamental del equilibrio de poderes. Sin
cuestión de confianza, el poder Ejecutivo queda definitivamente maniatado y
sometido al Congreso.
Esta maniobra la ha ejecutado a espaldas del pueblo,
sin confesarlo. El gobierno hace bien en denunciar que se ha desnaturalizado la
propuesta, y se encuentra en su derecho de pedirle al pueblo que, tal como está
la reforma, es preferible poner en evidencia la burla del Congreso a la buena
fe de los peruanos.
Eso no es todo. La criollada ha incluido la reelección
oculta. Mediante un texto deliberadamente ambiguo, el Congreso ha pretendido
impedir solo en apariencia la reelección parlamentaria mientras la restablecía
por la puerta falsa al permitir que los diputados puedan reelegirse postulando
al Senado. Esto puede o no ser aconsejable, eso es harina de otro costal. El
engaño y la burla al pueblo es lo intolerable.
La inexistencia de un verdadero equilibrio de poderes en
el Perú es la causa de nuestra democracia de baja gobernabilidad. Se halla en
la raíz primera de todos los golpes de Estado de nuestra historia republicana. Esa
es la obra cumbre del Congreso, el “primer poder del Estado” en el Perú.
La bicameralidad le quita el poder al Congreso. Y este
se resíste a perderlo. Ha fingido aprobarla solo para introducir en ella una
trampa que hoy queda en evidencia. La tomadura de pelo no pasará. Así hubiera que
sacrificar hoy la ventana de oportunidad, la bicameralidad se abrirá paso
mañana.
Porque el verdadero objetivo es quitarle el poder al
Congreso. Y la batalla recién comienza.