viernes, 22 de abril de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 20 abril 2022 "Pacto de Castillo con Mefistófeles"

 

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MEDIA COLUMNA

Pacto de Castillo

con Mefistófeles

 

 

Jorge Morelli

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Por 20 años los jóvenes han sido llevados a luchar contra el enemigo equivocado. El enemigo inventó una narrativa falsa para reescribir la historia del Perú en las universidades y los colegios. Creo un falso enemigo.

 

Les hizo repetir a los jóvenes que la política es una cloaca. Les hizo sentir verguenza de su patria. Los sumió en la hipocresía primero y en el cinismo después, llevados a creer que solo la ironía amarga tiene sentido en la musica en serie, en el teatro, en la griteria de la calle. Los llevó a la fuga de la droga, al relámpago del instante.

 

Y entre bambalinas, detrás de todo eso, había un plan friamente tramado por el enemigo para capturar el poder. Un plan de 20 años en tres etapas: desmoralización de los peruanos, desestabilizacion, terror.

 

Las guerras se pierden por luchar contra el enemigo equivocado. Pedro Castillo no es el verdadero enemigo. Lo es La Habana, Caracas, Evo Morales y sus socios locales. El enemigo tiene además un brazo legal, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que viola impunemente la soberanía del Perú con la ayuda cómplice de los tontos útiles de la caviarada local. 

 

Castillo necesita sacar al enemigo de su entorno si quiere evitar el desplome de su gobierno. Dio un primer paso al rechazar de manera pública el caballo de Troya de la asamblea constituyente. El segundo paso es romper públicamente con el enemigo de La Habana. Solo eso daría la estabilidad política necesaria a un nuevo gabinete.  

 

Sin embargo, el presidente se ha detenido en su giro y vacila extrañamente. Y en apariencia retrocede. Sabe que necesitaría completar su transición hacia un gobierno viable. Pero la vacilación se debe al temor de que pueda revelarse su pacto original con el enemigo.

 


Castillo se halla en la trampa del Fausto de Goethe luego de firmar su pacto con Mefistófeles. Llegó al gobierno, solo para descubrir que se puede tener el gobierno y no tener el poder. Esa ha sido la jugada diabólica del enemigo, que se ha propuesto  destruir el país para tomar el poder. Lo que está en juego son los minerales, los alimentos y la pesca del Perú, los recursos para sostener al castrochavismo en el siglo XXI, ahora que la era del petróleo llega inexorablemete a su fin.  

 

La soberanía del Perú no está subordinada a la de otro país, y menos aún a la jurisdicción de una organización supranacional que hace política disfrazada de justicia.

 

Completar su trasición supone para Castillo enfrentar el peligro de que el enemigo revele su pacto, pero debería hacerlo sin temor. La Habana no puede extorsionar eficazmente al presidente del Perú, porque se comprometería a sí misma en el mismo acto. Por eso es un riesgo que es posible correr. El presidente deberia saber que los peruanos lo respaldarán en esa causa si la lidera ante el asedio del enemigo en defensa de la soberania de su patria.

 

 

 

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domingo, 17 de abril de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 13 abril 2022 "Castillo caerá si no completa su transición"

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Castillo caerá si no

completa su transición

 

 

Jorge Morelli

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La falta de credibilidad de Pedro Castillo tiene su origen en la omnipresencia fantasmal de La Habana y Caracas en el gobierno. Mientras esta dependencia no sea cancelada, el régimen no tiene posibilidad alguna de un segundo aire.  

 

Castillo está pensando en un nuevo gabinete, pero en las actuales condiciones no hay forma de reclutarlo. Nadie que tenga conocimiento y experiencia aceptará, porque ese gabinete podría durar horas. Eso no es irremediable, pero requiere madurez política. Para que un nuevo gabinete sea viable hace falta un nuevo cimiento político que lo sostenga. Y este consiste en que Castillo complete la transición que inició el día en que rechazó públicamente la idea de una asamblea constituyente.

 

Fue su primer paso en la dirección correcta, pero luego faltan los dos siguientes: romper la dependencia de Cuba y nombrar un gabinete serio, no uno de “ancha base” ni de “coalición”. Esos son términos gastados, que resultan sospechosos para la gente. Solo hay que nombrar a los que saben lo que hacen.  

 

Pero Castillo ha perdido tiempo en completar su giro y, desde entonces, se le ha cerrado cada día más el espacio de maniobra. En el escenario de una transición completa, sin embargo, un segundo aire sí es posible.

 

De otra parte, convocar a elecciones presidenciales y parlamentarias de modo que “se vayan todos”, no es sino una variante del escenario anterior, no algo esencialmente distinto. E igualmente solo es viable si parte del rompimiento de la dependencia del castrochavismo.

 

En ese escenario, un gobierno de transición con un gabinete de quince meses, hasta el 28 de julio de 2023, podría permitirle a Castillo una salida: la oportunidad de entregar la banda presidencial luego de haber corregido sus propios planes iniciales. Así lo hicieron Fujimori, muy ágilmente al inicio de su gobierno; Alan García en su segundo período; Humala, en cambio, no es referente, porque su “hoja de ruta” anterior a las elecciones fue solo una astuta maniobra electoral. Aun así, en ninguno de esos actos hubo traición ni vergüenza ni deshonra alguna. Fueron actos de madurez política.  

 

Hay que entender que evitar el desplome final del país y la caída en un caos peor aun que el actual pasa por la decisión de Castillo de poner fin ahora mismo a la dependencia, complear su transición y procurar una salida, en lugar de una fuga y una prisión en medio del caos.

 

El Perú no es la Cuba de Fidel, ni la Venezuela de Chávez, ni la Bolivia de Evo. Aquí hemos vivido todo esto hace treinta años y pagamos por ello un alto precio. Pero pudimos encerrar a la bestia de la inflación, reconstruir la economía y vencer al terrorismo.

 

Acá hemos aprendido que la fuente de la energía económica es el mercado, no el Estado, y que este es el arnés que pone la energía del mercado al servicio del hombre y no a la inversa.

 

Hemos llegado a la crisis final de nuestra democracia de baja gobernabilidad. Quizá es lo que ha hecho falta para comenzar de nuevo.   


 

  

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viernes, 15 de abril de 2022

MEDIA COLUMNA domingo 9 abril 2022. "Soltaron a la bestia de su cueva".

 

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Soltaron a la

bestia de su cueva

 

Jorge Morelli

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Desde que Fujimori encerró a la bestia de la inflación en su cueva y puso candados constitucionales a su encierro, nadie menor de 40 años en el Perú ha tenido experiencia real  de lo que la bestia es. La tendrán ahora porque  está libre y fuera de control.

 

Es difícil para los jóvenes imaginar lo que significa el universo impredecible de la inflación. La señora que vende sus caramelos en la calle, ¿a qué precio vende si no sabe cuánto le costará reponerlos para vender al día siguiente? Multipliquemos esa misma incógnita en una empresa compleja con cientos de insumos. Es imposible costear, eso es la inflación. Lo que ambos harán -la empresa y la señora- es ponerse a recaudo con el precio más alto posible. Como todos harán lo mismo, la inflación aumentará exponencialmente. Al principio, cada uno fijará nuevos precios cada semana, pero llegará el momento en que tendrá que hacerlo todos los días y luego aun varias veces al día.

 

Eso es lo que toca a los afortunados que tienen la suerte de vender algo de lo que no se puede prescindir, como el alimento. La mayoría no puede mantenerse en esa carrera y queda rezagada, sus ingresos devorados por la inflación, hasta caer en la pobreza extrema donde depende de un comedor popular o una olla común a la que cada vez más gente acude y cuyos recursos no aumentan. Es imposible detenerse sin caer, eso es la inflación.   

 

¿Quién soltó a la bestia de su cueva? La pandemia mundial en parte, que hizo que la oferta no pudiera responder rápidamente a la recuperación de la demanda global. Pero, localmente, la izquierda, en el Ejecutivo desde 2018. Es responsable de no haber sabido o querido prever que la marea de bonos y subsidios y crédito que tan  generosamente otorgó para paliar apenas el daño de la pandemia, traería la resaca de una enorme ola inflacionaria.

 

Era evidente, pero la izquierda no lo quiso ver. A Vizcarra le siguieron la defenestración de Merino, la tardía reacción de Sagasti, el demencial proceso electoral del 2021, que terminó con Castillo en el gobierno; y luego, aun, el fracaso del cerronismo en el premierato al que siguió el fracaso de la caviarada en el premierato, y ahora la pugna sorda entre unos por arrastrar a Castillo de regreso a la torpe idea de una constituyente, y otros que lo quieren botar para poner a la vicepresidenta caviar en su lugar.

 

Mientras tanto, el incendio de la inflación aumenta y solo los bomberos del BCR y el MEF apagan lo que gobierno y oposición alimentan con su estupidez. La indignación en las calles de Huancayo o de Lima,  el bloqueo de carreteras en todo el territorio son la protesta contra la bestia de la inflación. El pueblo hace responsable a quien está en el gobierno de haberla soltado de su cueva. Culpa a Castillo por ser  el presidente y, como tal, responsable, aunque el mal venga de antes o de fuera. Al pueblo, sin embargo, le indigna aun más la sórdida disputa por el poder en medio del incendio. Asume que la oposición comparte la culpa y, harto de ambos, grita  que se vayan todos, gobierno y oposición.

 

En efecto, la oposición tiene responsabilidad en esto, ocupada irresponsablemente en el frívolo juego de vacar la Presidencia y sortear la disolución del Congreso. Hasta hoy, no tiene otro plan que volver a vacar la Presidencia, dos veces sucesivas ahora, con el objeto de llevar a Palacio al presidente del Congreso para ir a elecciones nuevamente. Ni siquiera sabe para quién trabaja, ya que, para cuando haya alistado su astuto plan, habrá otro presidente en el Congreso y no tiene cómo saber quién será.


Ambos -gobierno y oposición- son responsables no solo de haber soltado de su cueva  a la bestia de la inflación, sino de atarle las manos al Perú e impedirle defenderse de ella. 

 

 

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sábado, 9 de abril de 2022

MEDIA COLUMNA miercoles 6 abril 2022. "Ambos sacaron de su cueva a la bestia"

 MEDIA COLUMNA  

Ambos sacaron de su cueva 

a la bestia de la inflación   


 

Jorge Morelli 

jorgemorelli.blogspot.com 

@jorgemorelli1 

 

 

Desde que Fujimori encerró a la bestia de la inflación en su cueva y puso candados constitucionales a su encierro, nadie menor de 40 años hoy en el Perú -es decir, la mayoría- no ha conocido ese monstruo. Ahora está fuera de control, ahora lo están experimentando. 

 

Desde la primera vacancia de la Presidencia, en 2017, la izquierda está en el gobierno, no en el poder. Y hoy la fiebre de la inflación es el síntoma de la desestabilización del país. La indignación de los peruanos hoy en las calles de Huancayo y de Lima y en los bloqueos de carreteras en todo el territorio, es la protesta contra la fiera de la inflación, que luego de 30 años vuelve a atormentar al pueblo, que expresa su furia haciendo responsable a quien está en el gobierno de haber soltado a la bestia de su cueva.  

 

Sin duda la izquierda en el gobierno desde 2018 es responsable, por no haber sabido o querido prever que la marea de bonos y subsidios para paliar -apenas- el daño de la pandemia traería de vuelta una ola inflacionaria que era previsible y que no quiso ver.  

 

Tampoco la oposición, que tiene gran responsabilidad en todo esto, ocupada irresponsable, ciegamente en el frívolo juego político de la vacancia de la Presidencia y la disolución del Congreso. Esta es también la obra de una oposicion que creía obedecer principios. Hasta hoy, no tiene otro plan que volver a vacar la Presidencia, dos veces sucesivas ahora, con el objeto de llevar a Palacio al presidente del Congreso para ir a elecciones nuevamente. Ni siquiera advierte que no sabe para quién trabaja ya que, para cuando haya alistado su astuto plan, habrá otro presidente en el Congreso y no sabe quién será.  

 

Ambos son responsables no solo de haber soltado a la inflación sino de haberle atado las manos del Perú hasta impedirle defenderse de ella.  

 

Los falsos escrúpulos en política son de espectro limitado. Es lo que suele suceder con quienes nunca han tenido que salir de su zona de confort para conseguir algo qué comer. La descalificación moral del adversario es su pobre arma. Se enfrentan a quienes no están limitados por las mismas barreras y pasan por encima de ellas sin advertirlas siquiera. Para un cuadro politico profesional, esa arma no es más que una debilidad de carácter. 

 

Por 20 años los jóvenes fueron llevados a luchar contra el enemigo equivocado. Se inventó una narrativa falsa para reescribir la historia en las universidades y colegios. Se creo un falso enemigo. Les hicieron repetir que la política es una cloaca. Les hicieron sentir verguenza de su patria. Los sumieron en la hipocresía primero y en el cinismo después, llevados a creer que solo la ironía amarga tiene sentido, en la musica en serie, en el teatro, en la griteria de la calle. Los llevaron a la fuga de la droga, el relámpago del instante. Y entre bambalinas, detrás de todo eso, había un plan friamente tramado para la captura del poder. Un plan de tres etapas para 20 años: desmoralización, desestabilizacion, terror.  

 

Las guerras se pierden por luchar contra el enemigo equivocado. Por fin estamos mirando la realidad tal cual es. Al fin nos vemos las caras, como el primer dia. 

 


miércoles, 30 de marzo de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 30 marzo 2022 "La oposición ya no sabe para quién trabaja".

 


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La oposición ya no 

sabe para quién trabaja

 

 

Jorge Morelli

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Luego del fracaso de su segundo intento de vacar la Presidencia en los primeros ocho meses de este quinquenio, todo indica que la oposición no va a cejar en su terca determinación e irá ahora por la destitución del presidente.     

 

Como ya es público, la vacancia por causal de “incapacidad moral permanente” es una barbarie que carece de debido proceso y consiste en lo que se le antoje a la mayoría de turno en el Congreso. La vacancia por destitución, en cambio, es una figura constitucional que tiene un debido proceso e involucra a la subcomisión de Acusaciones, a la Comisión Permanente y al Pleno del Congreso. El proceso se sigue  rigurosamente con plazos cerrados y plazos abiertos que pueden modificar su duración. No obstante, los conocedores estiman improbable que el proceso entero tome menos de tres meses y piensan que, eventualmente, puede llevar cuatro o cinco.

 

Para entonces ya habrá un nuevo presidente del Congreso.

 

De prosperar la destitución, asume el primer vicepresidente hasta el final del período. Salvo, claro, que la oposición decida vacar nuevamente la Presidencia para que, como manda la Constitución, asuma el presidente del Congreso y convoque de inmediato a elecciones.

 

Ese, precisamente, parece haber sido desde el principio el plan de la oposición, ya que, desde su punto de vista, cambiar al presidente actual por su vicepresidenta es solo más de lo mismo.

 

Pero en cuatro meses más habrá un nuevo presidente del Congreso o estará por haberlo. La nueva Mesa Directiva del Congreso se elige todos los años el 26 de julio, llueva o truene.

 

Una destitución en proceso convertirá la elección de la Mesa Directiva del Congreso en una feria: la virtual elección de un potencial presidente de la República sin el pueblo, solo entre congresistas. Un espectáculo grotesco.

 

La oposición no sabe para quién trabaja si insiste en su plan descabellado.

 

Es hora de que reinvente toda su estrategia.   

 

   

 

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miércoles, 23 de marzo de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 23 marzo 2022 "El TC debe defender al Perú ante la Corte IDH"


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Que el TC defienda al 

Perú ante la Corte IDH


 

Jorge Morelli

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La defensa del Estado peruano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso del indulto humanitario concedido hace más de cuatro años a Alberto Fujimori sufre un vicio de origen a raíz de declaraciones en las que han tomado posición tanto el presidente Castillo, como el premier y el ministro de Justicia. Las más altas autoridades del Ejecutivo han adelantado opinión. 


Se halla en tela de juicio también, por lo tanto, la imparcialidad de quienes defiendan al Estado ante la Corte.

 

Por lo mismo, quien debe defender al Estado peruano ante la Corte IDH es el Tribunal Constitucional, que emitió la sentencia que devuelve la libertad a Fujimori. Esa sería una contienda digna de verse en lugar de otra farsa judicial. Allí la comunidad internacional tendría al fin los elementos de juicio necesarios para formarse una opinión independiente.  

 

Por eso el presidente haría bien en abstenerse de opinar en lo sucesivo sobre el proceso, para no generar, además, un segundo conflicto de poderes del Ejecutivo ahora con el Tribunal Constitucional.

 

Políticamente, Castillo debería evitar, además, tomar el lado equivocado en esta contienda. Es un error que va a pasarle factura. Esta es una controversia que tiene ya dos décadas, en la que Castillo es en buena cuenta un recién llegado. A juzgar por lo innecesario de sus declaraciones, es forzoso concluir que conoce mal de qué lado se encuentra el pueblo peruano. En más de una mitad, y cada vez más, el pueblo ha estado y en lo que viene estará cada vez más del lado del más débil.

 

En efecto, con el paso de los días, el intervencionismo grosero de la Comisión IDH y su atropello sistemático de la soberanía del Perú quedarán claros e incomodarán cada vez más a los peruanos, que no pasarán por alto la manipulacion política disfrazada de justicia. La Comisión generará el efecto contrario del que busca. Solo hay que esperar. En el corazón del pueblo peruano crece hoy el recuerdo de Alberto Fujimori y la conciencia de su obra: encontró un pais humillado y de rodillas y lo puso de pie para llevarlo a la victoria sobre el terrorismo y sembró una cosecha prosperidad que ha durado 30 años.

 

Lo gue uno hace con lo que tiene es lo que cuenta. Dante Allighieri decía que el proceso de la vida de cada hombre es su destino. Alberto Fujimori escribe hoy sus memorias. Su primer tomo está ya al alcance de todos, incluso los más humildes. Pienso que lo que primero importa hoy al ex presidente es que su legado perdure, porque es así como su libertad prevalecerá sobre el oscurantismo y la mentira.

 

 

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sábado, 19 de marzo de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 16 marzo 2022 "Los crespos hechos"


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Los crespos hechos

 

 

Jorge Morelli

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Dos hechos son importantes en el mensaje de Castillo.

 

El primero es que el gobierno anuncia que enmarca su acción en la economía social de mercado, la libre iniciativa privada y el compromiso con la inversión nacional y extranjera. Es un giro inesperado. También llamó a la lucha contra el oligopolio del mercantilismo. Es importante, porque la falla en estos 30 años no es de la Constitución ni del modelo económico, sino de las reguladoras. El oligopolio público-privado -el caso de la energía es escandaloso- no es resultado de la Constitución ni del modelo, sino de la defección de las reguladoras.

 

El segundo es que el presidente parece confirmar la transición que muchos mandatarios ha hecho  honrosamente antes que él. No es “humalización”, que alude a corrupción. La patria -dijo Castillo- está por encima de las diferencias ideológicas. Es un paso grande para él. Lo importante es que ahora puede haber un puente entre el gobierno y la oposición.

 

Hay que reparar también en el mensaje de la víspera del secretario general del partido de gobierno sobre la necesidad de ganar las próximas presidenciales con mayoría parlamentaria propia. Daba pie a dos lecturas que diferían diametralmente. Pensando mal -como es mandatorio en política-, la lectura obligada era que en su mensaje Castillo anunciaría un adelanto de elecciones para, una vez supuestamente en el poder que hoy no tiene, relanzar el plan que el partido mantiene semi oculto. La segunda lectura era que Cerrón finalmente había comprendido su derrota. Había perdido. Aferrándose a su idea fija, sin embargo, acariciaba la fantasía de una mayoría parlamentaria propia en las elecciones de 2026. Luego del discurso, parecía claro que Castillo se apartaría de su mentor y amigo. Es de suponer que este ya sabía lo que venía y renunciaba con tristeza a sus sueños y a su protegido -a quien llevó al gobierno, pero no al poder-. Luego de haber abandonado la torpe idea de la constituyente, como había anticipado públicamente, Castillo iniciaba su transición.

 

Desde luego, el discurso de Pedro Castillo no satisfizo a la oposición. No podía hacerlo. Esta no le cree y tiene todo el derecho de sospechar de sus intenciones. Hace bien. Ese es su papel. Deslucido tal vez, pero necesario.

 

Diría luego que Castillo no debió adelantarse a los temas involucrados en la moción de vacancia; que su presencia ha sido una estratagema para ganar protagonismo ante el debate de la segunda moción para su vacancia; que solo ha repetido lo que incontables veces ha dicho; que hace anuncios “gaseosos” sin contenido “concreto” y otros lugares comunes de rigor.

 

La oposición, en verdad, se comportó en el hemiciclo a la altura de las circunstancias, aunque es difícil decir si esto se debió a su buena educación o al asombro de no escuchar el esperado adelanto de elecciones anhelado por Cerrón, que hoy se queda con los crespos hechos.        




 

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