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lunes, 1 de junio de 2020

MEDIA COLUMNA domingo 31 mayo 2020


 

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Flor de un día


Jorge Morelli
@jorgemorelli1


El Congreso votó en la presentación del gabinete por aprobar la gestión del Ejecutivo durante el período de disolución parlamentaria. Lo hizo con 89 votos. ¿Debió votar por separado la confianza al gabinete? Es una pregunta retórica. El resultado habría sido el mismo.

Nunca falta quien se precipita a concluir que, por haber obtenido 89 votos, el gobierno se ha agenciado una mayoría parlamentaria. Es demasiado pronto para opinar sobre esto, diría un sabio político chino.

Los 89 votos no significan que el gobierno tenga una mayoría parlamentaria. Esa mayoría del jueves no es automática ni incondicional no importa cuál sea el tema en debate. Claramente, parece más bien flor de un día.

Algunos congresistas que han aprobado (y dejado pasar por alto la votación de la confianza) dicen haberlo hecho porque es mala idea “cambiar de caballo en mitad del río”.  Es Otto Guibovich quien lo dice, de cuya palabra, personalmente no dudo.

Ciertamente es un río revuelto en una crisis global sin precedentes. Ese es, entonces el argumento de la gobernabilidad. Uno de fuerza, mucho mayor que la mezquina pequeñez de creer que todos los que aprobaron votan a favor de la gestión de un gabinete lleno de limitaciones por temor al gobierno o por complacer servilmente al poder.  

Pero el hecho es que estamos, una vez más, en el escenario en que desemboca siempre, sin remedio, nuestra democracia de baja gobernabilidad.
 
Buena noticia sería a este respecto que la clase política hubiera votado a favor por haber entendido por fin –por experiencia propia, digamos- que, a falta de equilibrio de poderes, la gobernabilidad del país depende, en efecto, de la mayoría parlamentaria.

Pero, aunque fuera cierto, tampoco sería una solución permanente, sino solo un arreglo meramente provisional, inestable, precario, porque depende de la buena voluntad de la oposición parlamentaria, un hecho puramente emocional que puede cambiar veleidosamente de dirección en cualquier momento y por cualquier incidente menor.   

No pocos confunden el consenso en la coyuntura con el equilibrio de poderes. Este es cosa muy diferente: un diseño institucional balanceado de relaciones entre los poderes del Estado, que garantiza la gobernabilidad incluso y especialmente cuando el gobierno no tiene mayoría parlamentaria. No es lo que ha ocurrido el jueves.

Comentario aparte merece la decisión de la bancada de Fuerza Popular. Votó unánimemente contra el gobierno. Quince votos cuyo mensaje no se sabe qué significa salvo que una vez más la gobernabilidad no es su problema. La mayoría parlamentaria que una vez fue, de haberse votado la confianza el jueves, habría vuelto a censurar un gabinete .    


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