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MEDIA COLUMNA
No vendamos barato
nuestro sol de oro
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com
Este es el momento para un
llamado a los peruanos a apostar por su capacidad de resistir y respaldar su
moneda. No es el momento de hacerle dudar de su fortaleza, que sus recursos naturales
afianzan. El Perú es sinónimo de oro en el mundo. Lo ha sido desde el siglo XVI
y en los últimos años su vocación no ha dejado de confirmarlo. Hay que darle
tiempo a la producción de oro de recuperarse con los nuevos proyectos que las propias
empresas mineras peruanas tienen en cartera.
Porque ya paró el crecimiento
de las bolsas globales luego de dos años de crecimiento. Desde hace un mes, todos
venden acciones, incluso bonos del Tesoro americano, para comprar dólares.
Consecuentemente, el dólar sube en todo el mundo hasta tocar su punto más alto
en dos años. Pero, al parecer, la economía americana decepciona, no está creciendo
como se esperaba. El dólar sube, pero no porque la economía americana se recupera,
sino a pesar de que no se recupera y solo porque la política monetaria del banco
central americano envía a todos el mensaje de que seguirá reduciendo el estímulo
monetario. La gente lee, entonces, que habrá menos dólares en el mercado global
y que subirán de precio. Por lo tanto, compra dólares.
Pero el alza del dólar en el mundo
parece tocar techo ahora (en la última semana ha parado de subir) y el oro ha detenido
su caída. El dólar podría comenzar su descenso y el oro subir nuevamente. De
ser esto cierto, no debería usted deshacerse de su sol de oro para comprar
dólares, porque van a bajar (cómprelos más adelante, en todo caso). No se deje
llevar tan fácilmente por el pronóstico de que a fin de año el dólar estará en tres
soles. Eso es lo que dice el gobierno, asustado por el déficit causado por la caída
de las exportaciones mineras. Repite esa profecía para que se realice a sí
misma. Pero el hecho económico principal es el valor del dólar en el mundo, no
en el Perú. Si el dólar baja, el oro subirá, y eso ayudará a nuestras exportaciones mineras.
Lo último que necesitamos ahora,
en cambio, es multiplicar la desconfianza con una devaluación. Traería pánico y
agravaría la devaluación que, a su vez, multiplicaría la inflación hasta crear una
espiral de devaluación e inflación. Todo eso ocurrió en el pasado.
Lo que hace falta es crear nuevas
condiciones para que se recupere la inversión, la exploración minera y la
inversión nueva en minería y en las demás actividades exportadoras.
Hay que ganarles las elecciones
próximas a los radicales antimineros. Hay que recuperar la autoridad política en
las regiones y recrear la atmósfera de seguridad y libertad económica que la inversión
necesita.
Este es el lenguaje que los
peruanos queremos oírle al ministro de Economía, y no sombríos pronósticos
sobre el valor del dólar. No estamos vencidos, Castilla, ponte de pie.
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