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sábado, 14 de junio de 2014

ESTA NOCHE sábado 14 junio 2014


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MEDIA COLUMNA
¿Alguien en el puente de mando?

Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com

La metáfora de Ollanta -“el viento a favor de la década pasada se acabó”- oscurece más de lo que aclara.

El drama contrasta con el falso optimismo que exhibía hasta hoy. Y todavía reprocha a otros el pesimismo. El capitán pasa de la negación a la depresión. No es un espectáculo edificante. El que dirige la nave tiene que mantener la ecuanimidad.  

Además, hay un error conceptual pasmoso en la metáfora: implica que la nave depende del viento a favor. La nave depende del rumbo que quiere tomar. Pero el Presidente no habla del rumbo.

Anuncia un paquete de medidas para alentar la inversión y reducir sobrecostos. Son medidas buenas, pero tardías. ¿Qué ha estado haciendo hasta ahora si no es trabar la inversión y agregar nuevos sobrecostos?

Desde el comienzo del gobierno ha habido una guerra sorda entre Energía y Ambiente, librada en cuanto foro se puso en el camino. Es más, recién llegado el ministro de Energía el anuncio de que se proponía simplificar radicalmente los estudios de impacto ambiental, provocó una violenta reacción de Ambiente seguida luego de una intriga para sacar al nuevo ministro del gabinete. Ahora que Economía da a conocer un paquete de medidas para acelerar la inversión eliminando trabas -varias de ellas puestas por Ambiente-, de inmediato surgió el rumor de la renuncia de Ambiente por discrepancias con el paquete de Economía. Horas después, sin embargo, el rumor de la renuncia fue desmentido.

La renuncia no era una mala señal, puesto que la discrepancia de Ambiente con Economía evidenciaba que el paquete era serio y la salida del ministro arrastraría consigo a lo que queda de la caviarada de Ambiente. El desmentido de la renuncia es un fiasco. 

Significa una de dos: que la caviarada se aferra al puesto y ya no le importa nada de nada con tal de no perder la chamba. O, alternativamente, que el paquete es agua de malvas y no va destrabar, en realidad, nada. Yo prefiero pensar lo primero, ya que lo segundo significaría que la inversión privada no reaccionaría.

Hay que recordar que cuando la inversión privada comenzó a caer, algún tiempo atrás, el gobierno anunció que la inversión pública tomaría su lugar. Pero lo que parecía buena idea en el papel, en la práctica desembocó en la orgía de corrupción de los gobiernos regionales. Ahora hay que frenar a las regiones y eso va costar algunas décimas, si es que no puntos al crecimiento.


Para volver a la metáfora de la nave, uno no puede evitar la sensación de que el Presidente nos habla de reformas en la sala de máquinas cuando el problema está en el puente de mando. El rumbo sigue siendo oscuro. El capitán parece perdido en meditaciones lúgubres acerca de la caducidad de las cosas mientras Economía lo sustituye y Energía y Ambiente siguen forcejeando por el timón de la nave.