Mostrando entradas con la etiqueta hace rato que Ricardo Lago viene advirtiendo de lo que le espera a la economía global. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta hace rato que Ricardo Lago viene advirtiendo de lo que le espera a la economía global. Mostrar todas las entradas

jueves, 5 de julio de 2018

ESTA NOCHE miércoles 4 julio 2018




ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.



MEDIA COLUMNA
Lecciones de las burbujas


Jorge Morelli
@jorgemorelli1 
jorgemorelli.blogspot.com


Hace ya largo tiempo que Ricardo Lago viene advirtiendo acerca de lo que le espera a la economía global. “Vengo alertando en esta columna de lo que se avecina desde hace tiempo. Cada día que pasa, se unen más voces al coro y pronto será consenso. Lo terrible es que ahora a los Estados les queda poca munición fiscal y monetaria para combatirla. Por eso, creo que vamos camino hacia la peor y más larga crisis económica de nuestras vidas. Ojalá me equivoque”, dice. 

Se trata, una vez más, del colapso de una burbuja global. Solo que esta vez es la más grande que ha habido jamás. 

Son dos las mega olas del tsunami y, en última instancia, tienen la misma causa: la emisión masiva de dinero por los bancos centrales en la última década, que ha originado el también masivo endeudamiento global y la ”sobrevaluación de activos (bolsas, bienes raíces, bonos, commodities, obras de arte, etc.)”, como dice Lago.

Como en las tragedias griegas, todos saben cómo va aterminar esto, y nadie sabe qué hacer para evitarlo: cómo retirar a tiempo la marea de dinero que hubo que poner en circulación diez años atrás para evitar daños estructurales a la economía global, pero que luego siguió creciendo hasta alcanzar proporciones nunca vistas por temor a cuasar una recesión que, sin embargo, llegará de todos modos y de improviso.  

Lo que importa ahora es aprender las lecciones que las burbujas dejan. Si le preguntáramos a China, probablemente dirá que ya está trabajando en ello. Planea convertir al yuan en una moneda global, que compita con el dólar con la ventaja de tener un respaldo en oro físico en manos de China. Es decir, en buena cuenta, lo que propone es un retorno al patrón oro vinculado al yuan, tal como desde 1946 existió un patrón oro vinculado al dólar abandonado por Estados Unidos en 1971.    
 
Atadas la monedas a un referente global del valor, una estrella firme en el horizonte, las naves de la economía global pueden orientarse. Los perdedores son los Estados nacionales y sus bancos centrales, que pierden margen de maniobra para su política monetaria. Pero los ganadores serían los pueblos si logarmos dejar atrás para siempre esta pesadilla de burbujas que colapsan una después de otra desde hace ya cincuenta años.

“Hemos vivido en la negación”, dice Lago. Es hora de volver a la realidad.