MEDIA COLUMNA viernes 26 junio
2020
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¿Dónde está el refugio?
Jorge Morelli
@jorgemorelli1
El banco Goldman Sachs ha pronosticado
que en doce meses –es decir, en junio de 2021- la onza de oro en el mercado de
Nueva York costará dos mil dólares.
Eso es perfectamente verosímil. Ayer la
onza de oro ya se vendía en 1,780 dólares en el mercado global. Hace solo un
año estaba en 1,400 dólares.
Aunque el oro ha llegado a pasar los
1,800 dólares antes, la barrera psicológica de los dos mil está intocada hasta
hoy. Es una señal emblemática, una alarma esperando activarse.
Esa misma onza de oro valía 35 dólares
hasta 1971 a la tasa fija de Bretton Woods de 1944. Significa que el dólar vale
hoy 50 veces menos que hace 50 años.
Aunque que según Moody´s el sol peruano
es la moneda que menos se ha devaluado en la región, el dólar estaba ayer en
3.54 soles en el mercado de las casas de cambio de Lima. A principios de año
estaba en 3.30 soles. Cada día el sol pierde valor frente al dólar. Como el
dólar frente al oro.
Es por eso que el oro es el punto de
referencia general hoy y el refugio del valor económico. Cada vez que los
mercados globales se asustan, como una bandada de pájaros se deshacen de acciones,
bonos y monedas y vuelan al refugio del oro.
Ayer, la Reserva
Federal, el banco central de EE.UU., preocupada por la solidez de los
principales bancos, incluso el Bank of America y JP Morgan, les ha prohibido recomprar
sus propias acciones en el mercado para “preservar capital”. Es decir para no
debilitar más su ya frágil posición como refugio del valor.
¿Qué va a pasar cuando
la onza de oro llegue el próximo año a valer dos mil doláres y suene la alarma
global?
Desgraciadamente, es casi seguro ya que
el Perú, según el pronóstico del Fondo Monetario ayer, perderá este año por la
pandemia cerca del 14 por ciento del tamaño de su economía. Pero el Fondo prevé
también que el próximo año recuperará un crecimiento de 6.5 por ciento. Ya los
indicadores señalan que la economía de China, que es la locomotora a la que
estamos enganchados por la venta de minerales, crecerá uno por ciento este año
y ocho por ciento el 2021. Nosotros vamos a salir de este hoyo jalados por esa
locomotora, porque el Perú produce oro, y cobre y litio y tierras raras
indispensables para los autos eléctricos y la red 5G de telecomunicaciones
globales del siglo XXI.
Pero la reconstrucción de la economía
global y la nuestra van a necesitar cimientos firmes. Uno que las monedas
actuales no pueden proveer sin reformas que les permitan ser refugio seguro del
valor. Y eso significa atarlas ya sea al oro o a algo que haga sus veces.
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