viernes, 14 de enero de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 12 enero 2022 "Atención especial´ para Chumbivilcas¨


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MEDIA COLUMNA

“Atención especial¨

para Chumbivilcas"

 


Jorge Morelli



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La premier, Mirtha Vásquez, ha declarado “Zona de Atención Especial” a 14 comunidades de Chumbivilcas en el Cusco, a 200 kilómetros de la mina de Las Bambase. Esto, para poder levantar el bloqueo al Corredor Vial Sur, por donde la gran mina traslada su producción al puerto de Matarani.

 

El 31 de diciembre pasado, Mirtha Vásquez firmó con las comunidades de Chumbivilcas y la empresa minera Las Bambas el acuerdo para levantar el bloqueo del Corredor. La condición de las comunidades  fue En esa cusqueñas fue que debían ser declaradas “zona de influencia”, no obstante hallarse a 200 kilómetros de la mina. En la reunión del 31 de diciembre se hizo presente el ex premier y congresista Guido “Puka” Bellido. Según versiones de prensa, Bellido habría alentado poner esa condición.

 

Ahora un enorme grupo elabora un “plan de intervención” para la zona de atención especial. Lo integran la PCM, Energía y Minas y otros 13 ministerios, con el Gobierno Regional del Cusco, la Municipalidad Provincial de Chumbivilcas, la empresa minera Las Bambas, los dirigentes de Chumbivilcas, y un representante de cada una de las 14 comunidades incluidas en la zona de atención especial.

 

De otro lado, a lo largo de meses ha venido tomando forma una pugna que ya no es sorda dentro del gabinete y la bancada oficialista, entre las dos facciones de la izquierda en el gobierno: caviares y cerronistas. Mientras la premier actual representa a la primera facción, el ex premier es un conspicuo representante de la segunda, así como el también cerronista ministro de Energía y Minas, quien llegó al extremo en pleno conflicto de justificar el bloqueo como un mecanismo legítimo de negociación.

 

Esta pugna en el oficialismo ha puesto el dedo en la llaga más extensa y profunda del Perú.

 

Ninguna de las facciones tiene razón. Mientras la premier caviar ofrece lo que sea a cambio de levantar el bloqueo -una extorsión que nunca dejará de crecer-, la otra facción busca ¡a provocación para que la gran minera china y tofas las demás mineras extranjeras se vayan del país. Esto, para entregar luego las grandes concesiones mineras del Perú a otras empresas, las de países afines a su línea política.

 

Como se ve, ambas facciones en el gobierno compiten hoy en demagogia y mercantilismo al servicio de intereses políticos y económicos internos y externos. Pero no las tienen todas consigo. En el afán de servir a sus aliados de La Habana, Caracas, Sao Paulo y La Paz, chocan con el obstáculo de que Las Bambas es una empresa china. 


China no va a perder lo que la mina produce: el 2% del cobre del planeta.

 

Empoderar al Perú es lo que se debe hacer, por el contrario, para negociar con soberanía e independencia nuestros recursos en la mesa de los  jugadores globales de la economía del siglo XXI. Pero encima de la mesa y no debajo de ella, con conspiraciones políticas. Porque ese es el verdadero interés del pueblo peruano y no la disputa entre facciones que venden dos versiones distintas del mismo fracaso.

 

            

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miércoles, 5 de enero de 2022

MEDIA COLUMNA miércoles 5 enero 2022 "Disipar la desconfianza"

 


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Disipar la desconfianza

 

 

Jorge Morelli

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El jaloneo reciente entre las vertientes encontradas de la izquierda en el gobierno -el cerronismo y la caviarada- se está convirtiendo en un espectáculo grotesco.

 

No obstante, tiene la virtud de invisibilizar o disimular que hace ya un buen tiempo que nadie en el oficialismo cerronista ha vuelto a pronunciarse sobre la constituyente. Ni siquiera el sector ultra de la bancada del partido de gobierno menciona ya el tema. El silencio es elocuente.

 

¿Es posible asumir que el partido de gobierno finalmente haya aceptado, aunque sea a regañadientes, abandonar la torpe idea de convocar esa asamblea inútil? El error político crucial de este gobierno es no distanciarse hasta la fecha, de manera pública y definitiva, de esa malhadada iniciativa que ha ocasionado el frenazo de la inversión privada en el país.

 

Debió hacerlo hace mucho. El país se habría estabilizado en los carriles conocidos de la Constitución y su modelo económico. Se habría evitado la salida de miles de millones de dólares del país, el gasto de miles de millones también en impedir el alza del dólar, se habría evitado ya el desplome de la inversión previsto para el año que comienza, se habría impedido el desfallecimiento del impulso del país al crecimiento.  

 

Pero no es tarde si el silencio del secretario general del partido de gobierno respecto de la constituyente significa que ha llegado a términos con los caviares para entrar al gabinete. Sería un acto de madurez política de su parte.

 

No se encuentra el Perú en un clima prerevolucionario como el que Cerrón tenía en mente cuando llegó. La revolución que el país necesita y reclama no es la de Lenin y los bolcheviques rusos de 1917, no la de los cubanos de Fidel de 1959. Es una revolución burguesa en el mejor sentido de la palabra. Una que consolide la propiedad, que no la ponga en entredicho ni en peligro.

 

Si el modelo económico que trajo 30 años de prosperidad al Perú necesita ajustes, es hora de debatirlos en los medios y en el Congreso de manera fuerte y clara. Pero no en medio de una gritería llena de amenazas.

 

Lo que hace falta es disipar la desconfianza que hoy hace imposible el diálogo. No se puede hablar con quien habla insinceramente y disimula mal que esconde la intención de sorprender más adelante con hechos consumados. Esto es lo que subleva a los peruanos. Nadie se engaña, a nadie se puede engañar ya, porque todos estamos de regreso de la decepción y el desengaño. 

 

Bastaría que el gobierno reconozca con valentía que se equivocó al creer que necesitaba una constituyente. Eso por sí solo corregiría el rumbo del país.

 


             

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domingo, 2 de enero de 2022

MEDIA COLUMNA domingo 2 enero 2022 "El enemigo de mi enemigo"

 


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El enemigo de 

mi enemigo 

 

 

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Repito que, de los tres actores en el escenario político -el cerronismo, la caviarada y la oposición-, ninguno tiene posibilidad de ganar si no se alía con otro para derrotar al tercero.   

 

Con rara lucidez, Vladimir Cerrón ha sido el primero en mover su reina en le tablero de ajedrez. En reciente artículo que circula en las redes anuncia que su pacto es con la caviarada contra la oposición.

 

No con toda la caviarada, desde luego, sino solo parte de ella. Y lanza también anzuelos a sectores “progre” de la oposición, a los que generosamente incluye en su dream team ministerial. Solo pone como condición que sean desterrados del entorno presidencial los sobrinos, los chotanos y los sindicalistas, que generan desorden infantil con sus excesos. Este Vladimir tiene claro su “qué hacer”, y no carece de sentido del humor.

 

Solo que la caviarada, al parecer, prefiere comerse el sapo de pactar con la oposición con tal de sacar al cerronismo del gobierno (o por lo menos del gabinete). La izquierda ha traído al gobierno su endémico divisionismo y el cisma es hoy entre caviares y cerronistas. No se trata de diferencias dogmáticas sino de un mero conflicto de poder. La ridícula discusión de hoy sobre si el ministro de Educación es o no parte de la “cuota caviar” en el gabinete revela que ninguno va a ceder una silla. El cerronismo pareció creer que tomaría el poder, y ahora podría incluso resultar perdiendo más sillas en el próximo gabinete, que es inminente.

 

De nada sirve el cisma de la izquierda, sin embargo, si el juego de la oposición es tan limitado que no es capaz de aliarse con ninguno de los dos para derrotar al otro.

 

La oposición no parece entender que el escenario que pisa es un tablero de ajedrez y no una cruzada santa donde los templarios no saben si están sitiados o son los que asedian el castillo. La oposición no distingue entre sus dos enemigos. Para ella son todos rojos y la misma cosa. Esa es su debilidad, no su fortaleza.

 

Vistos de cerca, ninguno de los tres actores es sólido. Hablamos de cerronismo, y no del partido gobierno, porque la parte de la bancada de Perú Libre que es cerronista hoy parece dispuesta a volver con Castillo a cambio de sillas en el gabinete. Hablamos de una caviarada enemiga del cerronismo a pesar de que parte de ella está dispuesta a compartir incluso, si no hay remedio, la misma incómoda silla en el gabinete.

 

Pero, sobre todo, hablamos de la oposición y no de un movimiento político fuerte, porque no es capaz de presentar hasta hoy una propuesta de reforma política y económica, ni parece tener otra argamasa u otra estrategia que el miedo al comunismo.

 

Eso no basta. Hace falta una visión que realmente deslumbre al Perú, incluso a la izquierda. Pero la oposición no la tendrá mientras no acoja la propuesta que ha hecho Hernando de Soto al Perú y al mundo de consolidar la propiedad de la tierra para resolver con equidad el falso conflicto entre comunidades y minas, mientras no denuncie sin miedo el mercantilismo corrupto que pone al Estado al servicio de intereses privados. Confesional como es, la oposición debería saber que no hay perdón sin acto de conciencia, ni exento de autocrítica, ni carente de propósito de enmienda.  

 

            

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jueves, 23 de diciembre de 2021

MEDIA COLUMNA miércoles 22 diciembre 2021 "Aliarse con el otro para sacar al tercero"


 

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Aliarse con el otro

para sacar al tercero

 

 

Jorge Morelli

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De los tres jugadores en el escenario -la caviarada, el cerronismo y la oposición-, ninguno tiene posibilidad de ganar si no se alía con otro para derrotar al tercero.   

 

La censura de la presidenta del Congreso era la jugada caviar. Apuntaba a poner en el cargo a alguien que fuera tan ajeno a la oposición que quedara eliminada de raíz toda posibilidad de vacar por dos veces la Presidencia.

 

La renuncia de tres integrantes de la bancada de Perú Libre se debió a que el partido de gobierno decidió mantener en el cargo a la presidenta del Legislativo. Lo que necesita ser explicado, entonces, es por qué el partido de gobierno decide dejar a Acción Popular en la presidencia del Congreso. Y esto se debe a que la jugada del cerronismo es pactar con la oposición para sacar del juego a la caviarada.

 

Esa decisión devuelva al partido de la Lampa el favor de haber votado, días antes, contra la admisión a debate de la vacancia de la Presidencia. Pero es posible también que esta nueva amistad -así como la alcanzada recientemente con el chotano César Acuña, paisano presidencial- tenga que ver con el cambio anunciado del gabinete y la necesidad de una mayoría parlamentaria que apuntale al vapuleado gobierno de Castillo.

 

La nueva mayoría, sin embargo, resulta de una viabilidad difícil. El saludo de Guido Puka a la presidenta del Congreso luego de salvarla del trance es del tipo frágil de las alianzas en las que se es amigo del enemigo de mi enemigo.

 

Por ahora, el perdedor de la jornada parece ser la caviarada, que podría perder terreno en el próximo gabinete si es que no resula expulsada del todo. Hay que esperar jpara saber.

 

La izquierda ha traído al gobierno su endémico divisionismo y se han escindido caviares de cerronistas. Pero de nada sirve eso si el juego de la oposición es tan limitado que no es capaz de aliarse con ninguno para derrotar al otro.

 

Por ahora, en suma, hay una parálisis que solo puede romperse por la absorción de los miembros, uno por uno, de una bancada por otra. Si dos no alcanzan un acuerdo firme, a las tres no les queda otro camino que canibalizarse entre sí en un juego en que todos pierden.

 

 

            

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domingo, 19 de diciembre de 2021

MEDIA COLUMNA miércoles 15 diciembre 2021 "La tenaza que atrapa a Castillo"

 


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La tenaza que

atrapa a Castillo

 

 


Jorge Morelli

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En la derrota tenía que terminar la improvisación. No pudieron aprobar ni la admisión a debate de la moción de vacancia. Los errores se pagan. Ahora viene la contraofensiva. Castillo ha buscado refugio donde Cerrón. Veremos en el cambio del gabinete cuánto ha tenido que ceder. Puede ser el premierato de Nájar y ocho ministerios, como dice la peor versión. O tres y sin el premierato, como dicen otras fuentes.  

 

Pedro Castillo, sin embargo, ¿sabe lo que está haciendo?

 

El primer brazo de la tenaza en torno a él es Evo Morales. El ex presidente de Bolivia piensa que la nación aymara podría extenderse a todo el Sur del Perú y por esa vía conseguir una salida soberana al mar. Definitivamente, Evo no sabe lo que hace. Y menos sus aliados locales, con quienes había organizado este mes la fundación del Estado plurinacional andino en un evento en el Cusco llamado Runasur, que luego ha tenido que suspender con pretextos ridículos. Los planes expansionistas de Evo están inspirados en la Confederación Perú-Boliviana, apuntan a la anexión del Sur del Perú a Bolivia, como lo intentó hace 180 años Andrés de Santa Cruz, de quien Evo es émulo. El plan fracasa porque desestabiliza el precario equilibrio geopolítico de la región. Solo puede ocurrir en perjuicio de Chile, que es el aliado estratégico de Estados Unidos al controlar el Estrecho de Magallanes, el acceso del Atlántico al Pacífico de los portaaviones que no pasan por el Canal de Panamá. Esa misma consideración, precisamente, decidió a favor de Chile -antes de que existiera el Canal- no solo el destino de la Confederación Peru-Boliviana sino, 40 años después, el de la Guerra del Pacifico. Y volvió a ocurrir en Las Malvinas, lo que confirma la conclusión: el factor estratégico global decide los conflictos en la región.

 

Por lo mismo, el otro brazo de la tenaza que atrapa a Castillo se manifiesta estos días alrededor del bloqueo de la minera china de Las Bambas en Chumbivilcas, Cusco, a 200 kilómetros de la mina. Las comunidades de Apurímac están con la mina y contra Chumbivilcas y eCusco. El hecho de que la provincia cusqueña no acepte la última propuesta mejorada de la empresa es muy elocuente. Responde, por lo visto, no ya a las demandas de los comuneros, sino a instrucciones de paralizar la gran mina para poner al Perú de rodillas al dejar de percibir lo que hasta hoy lo mantiene en pie: la venta a China del dos por ciento del cobre del planeta. Esas son las instrucciones de quienes quieren echar del país a la minería fomal para negociar luego los recursos mineros del Perú.

 

En efecto, la batalla global de la década es por los recursos naturales de América Latina, y en esa mesa de póker tienen asiento China, Estados Unidos, Europa y Rusia. Pero los aliados de La Habana, Caracas y el Foro de Sao Paulo creen que podrán echar mano del cobre, el litio, el uranio y las “tierras raras” del Perú y conseguir una silla propia en la mesa de póker global.

 

Estos incautos están yendo contra los intereses norteamericanos y chinos en los recursos naturales clave para los autos eléctricos y las comunicaciones globales del siglo XXI. Mientras cree hacer historia en América Latina, Evo Morales no sabe que es un peón en la lucha estratégica global por los recursos de la región, y no es el peón de China. La nueva superpotencia global no está interesada en anexiones territoriales. Lo que quiere son gobiernos estables con quienes negociar los recursos pensando en el futuro. Las fantasias trasnochadas, las anexiones afiebradas propias del siglo XIX, en cambio, son cosa de La Habana, de Caracas y otros que viven pendientes de reescribir las narrativas del pasado, no del futuro. 

 

Pedro Castillo debe caer en cuenta de que su apoyo a los planes de Evo terminará con su salida de la Presidencia no ya por el fallido expediente de la vacancia por causal de “incapacidad moral permanente”. Evo lo arrastrará a su destitución de la Presidencia por otra causal que la Constitución prevé para quien intenta desmembrar el territorio nacional. 


Evo no sabe lo que hace, Castillo debería saberlo.

 

            

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miércoles, 8 de diciembre de 2021

MEDIA COLUMNA miércoles 8 diciembre 2021 "El consorcio de la mina, el agua y el bosque"

 

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El consorcio de la mina,

el agua y el bosque

 

 

Jorge Morelli

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El Congreso anuncia, vía la comisión de Economía, que otorgaría facultades al Ejecutivo para legislar en algunas materias tributarias, no todas. Es de suponer que esto incluye el impuesto a la renta de las mineras. Pero la Comisión de Constitución niega esas facultades. El conflicto es en la arena del Congreso.  

 

Al respecto, el ministro Francke adelantó que, si el gobierno no obtiene las facultades delegadas, presentará al Congreso proyectos específicos para su debate. Es de suponer que lo hará en el caso de los impuestos de periodicidad anual, que deben aprobarse antes del 31 de diciembre para poder entrar en vigencia el 2022. Entre estos, el más importante -si no el único, es el de la renta de la minería, al que el gobierno solía llamar impuesto a las “sobreganancias” por los precios excepcionalmente altos del cobre en el mercado global. Últimamente, ha dejado de usar ese nombre. 

 

Para el caso, Francke ha adelantado que el proyecto que enviaría al Congreso dispone que las mineras invertirían ese impuesto adicional cada una en su propia área de influencia -que usualmente incluye varias comunidades andinas-, y que lo invertido sería deducible del impuesto a la renta de la empresa minera dentro del mecanismo de obras por impuestos.  

 

Por una oscura razón, sin embargo, el mecanismo de obras por impuestos se encuentra trabado. La Alianza de Obras por Impuestos (Aloxi), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la ONG Agua Limpia han elaborado un sistema de consulta. Al 15 de noviembre, el portal registra 81 obras por 1,319 millones. No obstante, de los 81 proyectos, solo 27 han terminado y hay apenas tres en ejecución. Ocurre que el MEF cambió las reglas de verificación para otorgar el crédito fiscal que usan las empresas en su declaración para deducir lo invertido. Si el MEF no se los da hasta abril, tienen que esperar al año siguiente. Si las empresas no pueden deducir, no ejecutan obras por impuestos. El MEF, en suma, traba el mecanismo por razones fiscales miopes.


Esa no fue la experiencia original. Durante el quinquenio 2006-2011 se avanzó con éxito mediante el “aporte voluntario” minero. De los 2,500 millones de soles entregados por las empresas en esos cinco años, ellas mismas ajecutaron por convenios el cien por ciento. Lo comprobó la propia Sociedad de Minería en un informe al cabo de los cinco años.  

 

Pero Humala malogró esa experiencia en 2011 para instalar un nuevo régimen tributario minero que centralizó nuevamente todos los recursos. Como Toledo arruinó por razones políticas subalternas el antecedente de 1999, llamado Sierra Verde.  

 

Si hoy el Congreso aprueba el proyecto para la renta de la minería y el gobierno de izquierda destraba el mecanismo de obras por impuestos, podrá reivindicar en algo los desaciertos que viene cometiendo. 


Pero podrían finalmente tener lugar las obras de las minas en bosques y en siembra y cosecha de agua para que el agua de lluvia en las punas penetre en el suelo. Si la propiedad del suelo, a su vez, se consolida y se entrega papeles a esos bienes para que puedan negociarse en las bolsas de Nueva York, Toronto, Londres y Hong Kong (como ha propuesto De Soto al Perú y al mundo) saldremos adelante. Hace décadas que debió ocurrir. 

 

Hay que entender lo siguiente. El futuro de la minería en el Perú y en el mundo está en los consorcios de empresas que incluyan inversión en minería, agua y bosque. Será así o las poblaciones bloquearán las minas aun en su propio perjuicio.  




              

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