lunes, 10 de agosto de 2020

MEDIA COLUMNA viernes 7 agosto 2020




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El otro Paniagua

Jorge Morelli
@jorgemorelli1

El señor Merino de Lama quería ser el nuevo Paniagua. Vio la oportunidad de llegar a la Presidencia aunque sea por unos días.  Y la bancada de Acción Popular le retiró al gabinete Cateriano los votos que necesitaba. Le jaló la alfombra.

Merino dijo con anticipación al Premier que al Congreso no le gustaban los ministros de Educación y de Economía, como si fuera atribución del Legislativo nombrar ministros. Era un pretexto. La suerte de Cateriano ya estaba echada desde antes. Solo estaban esperando que entrara en vigencia la prohición constitucional de disolver el Congreso en el último año de gobierno para ejecutar el plan. Era en parte una pequeña venganza por la disolución del Congreso. Pero el verdadero objetivo era declarar la guerra de poderes.

En lo inmediato, los dos ministros que no le gustan al Congreso serán interpelados y eventualmente censurados. Y el nuevo gabinete será torpedeado mientras los peruanos piden diálogo entre los poderes. Esto puede escalar ahora hasta desembocar con cualquier pretexto en otra vacancia de la Presidencia. Previa descalificación de la actual vicepresidenta, quien pasaría a ocupar la Presidencia es quien hoy encabeza el Congreso. He ahí la jugada de laboratorio del segundo Paniagua. 

En Acción Popular ha prevalecido finalmente la izquierda. Lo sabemos porque el propio Raúl Diez Canseco ha reconocido que no tuvo participación alguna en la decisión de negarle la confianza al gabinete. Lo sabemos porque Rafael Belaunde Aubry escribió hace muy poco que el partido fundado por su padre ha sido capturado por gente sin lealtad para con el legado de Fernando Belaunde.

Sesenta años atrás, el propio Belaunde zanjó tempranamente esta disputa con la salida tempestuosa del ala izquierda de su partido, que entonces fundó Acción Popular Socialista. El ex demócrata cristiano Valentín Paniagua se quedó a bordo. Veinte años atrás, por falta de vicepresidentes, cuando quiso el azar colocarlo en la Presidencia de la República, Paniagua puso en el gabinete en una función política clave a un conspicuo cazador de brujas a instrumentar una venganza a la que llamó justicia. Creyó Paniagua que podía gobernar con la izquierda y la izquierda lo gobernó a él.

Hoy, un congresista de Acción Popular advierte al Presidente que puede ser vacado. Hoy, el señor Merino responsabiliza no a Cateriano, sino a Vizcarra. El ala socialista de Acción Popular echa del gobierno al nieto de Fernando Belaunde. El círculo se ha cerrado. 



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