lunes, 23 de mayo de 2016

ESTA NOCHE lunes 23 mayo 2016


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MEDIA COLUMNA
Cacería de gansos


Jorge Morelli
@jorgemorelli1
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Jorge Baca Campodónico, ex ministro de Economía, alimentó esta semana la máquina del modelo PREDICE –que EXPRESO presentó este último verano- con los datos de los planes de gobierno de PPK y Fuerza Popular. El resultado que la máquina arroja es que el programa de Keiko es mejor.

El plan de PPK produciría un mayor crecimiento al principio, pero sobre la base de mantener el actual déficit fiscal de tres por ciento a lo largo de los próximos cinco años. Esto tendría fuertes consecuencias en el tamaño de la deuda externa necesaria para financiar ese déficit.

El problema de PPK nace de su insistencia en reducir el IGV en tres puntos. Esto haría caer la recaudación  fiscal fuertemente. PPK asegura, sin embargo, que recuperaría con creces la pérdida mediante la formalización de una cantidad importante de empresas informales.

Las atraería –píensa- con la promesa del acceso al crédito, a cambio de lo cual les aplicaría un régimen tributario de 10% sobre sus utilidades o de dos y medio por ciento sobre sus ventas. 

Es una apuesta. No existe certidumbre de que una mayoría de empresas informales vaya a aceptar ese canje. La presunción de que es una buena medida parte de un principio téorico -llamado el efecto Olivera-Tanzi (en versión invertida, digamos)-, según la cual debería aumentar la recaudación si se reduce la tasa del impuesto. Parece asunto de sentido común.

Esto, sin embargo, se aplica bien a a quien ya paga un impuesto. No dice nada respecto de un sector informal que no lo ha pagado nunca.

El hecho de que parezca un buen negocio en el papel y parta de una premisa racional no es garantía. La premisa de una misma racionalidad económica no se aplica siempre en todos los contextos.

Existe una rama de la economía denominada sustantivista (Karl Polanyi), que se aparta de la premisa de racionalidad de la economía clásica para adentrarse en conductas económicas que obedecen a una “racionalidad “ alternativa. El caso clásico es el del visitante del siglo XIX a un grupo étnico primitivo en una isla del Pacífico que vive de la tala y venta de madera. El visitante observa que se tala con hacha de madera. Dona entonces un cargamento de hachas de acero. Espera que se duplique la producción. Pero ocurre que en adelante todos trabajan la mitad del tiempo. El "beneficio" es más tiempo libre para otras actividades.  

No es una conducta irracional, solo obedece a una racionalidad en la que la premisa de la maximización del beneficio abarca también a otros “beneficios”. Es por eso que no puede asumirse automáticamente que un sector informal complejo, con muchas variantes distintas y que jamás ha pagado impuesto alguno, vaya a abonarlo masivamente a cambio de un acceso al crédito que hipotéticamente compensa el pago de un impuesto y la pérdida del anonimato en que se desenvuelve su actividad.

Asumir de manera automática que eso va a suceder porque es “racional” puede conducir a una equivocación monumental y a la virtual imposibilidad de lidiar con las consecuencias del error una vez cometido.

Es posible que la crítica pueda hacerse también al programa de formalización de Fuerza Popular –que propone un “IGV justo”-. Pero hay una diferencia fundamental  Si el modelo PREDICE arroja un mejor resultado para Fuerza Popular es porque su programa no deja de lado la prudencia. Corre un riesgo limitado y no propone reducir la tasa del impuesto general. No arriesga tres puntos del IGV en una posible cacería de gansos.


REPORTE DE NOTICIAS en Internet
 Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.



LIBERTAD ECONOMICA, GLOBALIZACION, REFORMAS, INVERSION



Expreso
Los planes de gobierno de Fuerza Popular y PPK y el futuro de la economía 
Jorge Baca Campodónico
Quedan apenas dos semanas para que el electorado acuda a las urnas. Lamentablemente la segunda vuelta ha estado plagada de insultos, denuncias e intentos de descalificar al rival. En el debate técnico, realizado en el Cusco, no se tocaron aspectos fundamentales de los planes de gobierno como la formalización de la economía y la flexibilización laboral.  
En esta entrega, utilizando el modelo de equilibrio general de PREDICEperú, analizamos los planes de gobierno en temas económicos de los dos candidatos que definen en segunda vuelta la presidencia del país.
Debemos remarcar, como lo hicimos en una entrega anterior, que el modelo PREDICEperú no sólo simula la evolución de los principales agregados macroeconómicos (PBI, inflación, consumo, déficit público, RIN, etc.) sino también la evolución de la pobreza y la desigualdad. Estos dos últimos indicadores son importantes para evaluar el impacto en la población de una elevación de la inflación como resultado de un aumento descontrolado del gasto público. No hay peor impuesto que el impuesto inflacionario,  que incide especialmente en los más pobres.
Para fines comparativos se ha definido un escenario base contra el cual comparamos los resultados de la simulación de cada plan de gobierno. El Escenario Base asume la continuidad de la actual política económica.  
Los supuestos contenidos en cada plan que se han utilizado para la simulación del modelo son: (a) nivel de inversión pública en infraestructura; (b)  el grado de flexibilización laboral; (c) nivel de inversión privada especialmente extranjera; (d) formalización de la economía asociada al aumento de productividad; (e) la reducción/aumento de impuestos; (f) independencia del BCR en el combate a la inflación; (g) el aumento del gasto público corriente; (h) aumento del salario mínimo; (i) fomento del ahorro a través de las AFP’s; (j) reforma de la ley de la descentralización y coparticipación de impuestos; (k) reforma tributaria y de la SUNAT; (l) revisión de los Tratados de Libre Comercio; y (m) gastos en Educación y Salud. 
En el caso de inversión pública se ha asumido que ambos planes la aumentan significativamente.
En el caso de la formalización se ha asumido que el plan de Fuerza Popular obtiene mejores logros en la disminución de la informalidad.  Los supuestos sobre la carga impositiva son los que presentan más diferencias.
En el caso de Fuerza Popular se ha asumido que se revierten los beneficios tributarios otorgados por el actual gobierno y se simplifica el pago del IGV (“IGV justo”).
En el caso de PPK se asume una significativa disminución de la carga tributaria (depreciación acelerada, continuación de los beneficios tributarios otorgados por este gobierno, reducción progresiva del IGV, y eliminación parcial de la CTS). 
En lo que respecta al gasto público corriente se ha asumido que ambos planes mantienen los programas sociales, lo que se traduce en un incremento moderado del gasto social. 
En el caso del salario mínimo, se ha asumido que el plan de PPK es más agresivo en el aumento del salario mínimo que el de Fuerza Popular.
En el caso de la descentralización se ha asumido que Fuerza Popular aumenta en un punto porcentual la coparticipación del IGV en el FONCOMUN. 
Los planteamientos sobre temas de seguridad, si bien importantes en el quehacer económico y en el presupuesto público, no han sido considerados explícitamente en el análisis debido a las limitaciones del modelo de equilibrio general. Sin embargo se ha asumido que en ambos planes se incrementa gradualmente el presupuesto de gasto corriente para cubrir el aumento a los efectivos de la Policía.  
(…)
Las simulaciones del modelo indican que el plan de gobierno que ofrece las mejores propuestas es el de Fuerza Popular.
El plan de gobierno de Fuerza Popular permite un bienestar global superior al escenario base en todo el periodo de simulación. 
El plan de PPK ofrece un bienestar superior al escenario base sólo en los primeros años del periodo de simulación para luego deteriorarse y terminar por debajo del índice de bienestar global del  escenario base.
Al final del periodo de simulación (2021) el bienestar alcanzado con el plan de Fuerza Popular es significativamente mayor al bienestar alcanzado por el plan de gobierno de PPK. 
La propuesta de Fuerza Popular ofrece la mejor opción para aumentar la productividad del sector informal. La incorporación de Hernando de Soto al equipo de Fuerza Popular, especialista internacional en temas de informalidad garantiza una reducción progresiva de la informalidad en todos los sectores de la economía.
En un escenario de precios de minerales deprimidos, el aumento de la productividad del sector informal, especialmente de la agricultura y minería es clave para el crecimiento sustentado de la economía en el mediano plazo. El problema de la baja productividad del sector informal no sólo es un problema de tasas impositivas. Es también un problema de derechos de propiedad, capitalización, acceso al crédito y a los mercados externos. El plan de formalización de Fuerza Popular con Hernando de Soto es integral y contempla todos los problemas antes mencionados. 
La principal característica del plan de gobierno de Fuerza Popular es la prudencia fiscal tanto por el lado de los impuestos como por el lado de los gastos. La simulación del Plan de Gobierno de Fuerza Popular arroja tasas de crecimiento ligeramente inferiores a las tasas de crecimiento del plan de  PPK en los primeros años como consecuencia de la prudencia fiscal implícita en el plan de Fuerza Popular, especialmente por el lado de la reducción de impuestos.  
Sin embargo en el mediano plazo conforme el plan de formalización dé sus frutos, se espera un crecimiento sostenido  por encima del 6% en el escenario del plan de gobierno de Fuerza Popular.
La prudencia fiscal permite a Fuerza Popular obtener tasas de inflación y niveles de deuda  inferiores a las que obtiene PPK especialmente en los años finales del periodo de simulación.
El manejo prudente de la política fiscal del plan de Fuerza Popular permite atraer la inversión privada especialmente la extranjera a lo largo de todo el periodo de simulación.  
El plan de gobierno de PPK es bastante preciso en la cuantificación de las medidas que propone, especialmente en lo que respecta a reducciones de impuestos y a niveles de gastos tanto sociales como de inversión pública. 
La simulación de estas propuestas genera niveles de déficit público superiores al 3% del PBI para todos los años del periodo de simulación. Estos elevados déficits permiten inicialmente la reactivación de la economía (ayudados por la inversión extranjera), pero el crecimiento acelerado de la deuda pública, aunada a la elevada deuda contingente (ONP y deuda agraria), a la elevada deuda privada y la creciente inflación asociada a la persistencia del déficit fiscal, genera un riesgo de pérdida del grado de inversión y una retracción de la inversión reduciendo las tasas de crecimiento del PBI en los últimos años del periodo de gobierno de PPK.  
El proceso de formalización basado en la reducción progresiva del IGV no da los resultados esperados debido al aumento del sueldo mínimo y la baja productividad del sector informal. 
La persistencia de la inflación hace que los niveles de pobreza se encuentren por encima de los niveles del Escenario Base. Lo mismo ocurre con el índice de desigualdad. 
Las simulaciones del  modelo arrojan un claro veredicto respecto al impacto de las medidas propuestas por cada plan de gobierno en el bienestar global de la sociedad. Resta saber si el electorado tomará en cuenta el  mensaje que arrojan las simulaciones del modelo PREDICEperu o se dejará llevar por el mensaje populista de los partidos políticos que buscan maximizar el impacto sobre las necesidades inmediatas de la población sin tomar en cuenta las restricciones económicas que el mundo moderno impone y sus consecuencias en el mediano plazo. 



ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS, PSICOSOCIALES



El Comercio
La candidata presidencial de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, alcanza 52,6% de votos válidos en simulacro de Ipsos para América TV. Pedro Pablo Kuczysnki (PPK) obtiene 47,4%.
En votos emitidos, Keiko Fujimori llega a 46,1%, mientras PPK alcanza 41,6%. En blanco o viciado votaría un 12,3%.
En el simulacro de Ipsos anterior, difundido por El Comercio el domingo 15 de mayo, Keiko Fujimori llegó a 50,2% de votos válidos, mientras PPK alcanzó 49,8%. En votos emitidos, la candidata obtuvo 44,1% y su contendor, 43,8%. Un 12,1% dijo que votaría en blanco y viciado.
De otra parte, en la encuesta de Ipsos simultánea al simulacro, Keiko Fujimori llega a 41% y PPK obtiene 38%. En el pasado sondeo, publicado el 15 de mayo, la ex congresista llegó a 41% y el ex primer ministro, a 42%.
Acorde a la distribución del voto por zona geográfica, Keiko Fujimori obtiene 45% del voto en Lima y PPK llega a 42%. En el interior, la candidata alcanza 39% frente a 36% de su contendor.
Ficha técnica de simulacro: Muestra: 1.803 entrevistados. Nivel de representatividad: 83,3% de la población electoral urbana y rural del Perú. Fecha de aplicación: del 19 al 20 de mayo del 2016. Margen de error: +/-2,3%. Nivel de confianza: 95%.
Ficha técnica de encuesta: Muestra: 1.823 entrevistados. Nivel de representatividad: 83,3% de la población electoral urbana y rural del Perú. Fecha de aplicación: del 19 al 20 de mayo del 2016. Margen de error: +/-2,3%. Nivel de confianza: 95%.



El Comercio
Cuatro analistas examinan el debate presidencial de los candidatos Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y Keiko Fujimori. Explican las actuaciones que tuvo cada uno y la repercusión que podrían causar en los electores. También formulan recomendaciones para el segundo debate.
1. ¿Quién ganó el debate?
2. ¿Este debate tendrá influencia en la intención de voto de los candidatos?
3. ¿Qué deberían modificar Keiko Fujimori y PPK para el debate del próximo domingo?
Pedro Tenorio. Periodista y analista político
1. Creo que por puntos ha ganado Keiko Fujimori, porque un debate, además de propuestas, es empatía con la audiencia. En este caso, quien estuvo más ágil no solo para las críticas, sino además para las respuestas fue Keiko. Hay un plano racional y un plano emotivo. En el racional, ambos tienen propuestas interesantes. En el emotivo, a ella la vi más conectada con la cámara y la audiencia. A PPK siento que le faltó intensidad en la exposición y demostrar que es un político que quiere ganar la elección.
2. Puede influir en el sector que aún no ha tomado una decisión clara con respecto a quién va a apoyar, o que incluso en este momento apoyando a un candidato podría cambiar su voto en los últimos 15 días. En toda elección hay un voto duro que difícilmente cambia y otro que puede modificarse en base a errores o actitudes desafortunadas de un candidato. Los debates y sus resúmenes sí son un espacio que la gente utiliza para decidir, pero en un público reducido. Muchos van a esperar al segundo debate para tomar una decisión.
3. Tienen todavía que afinar mejor su mensaje. PPK conoce sus propuestas, pero tiene que practicar más la comunicación y la emotividad. Quizás está enfatizando su lado de expositor y conferencista, pero no el de un político. Un político tiene que estar mucho más en el llano, le ha faltado más la parte emotiva, tocar nervios. PPK tiene que hablar a los padres que vivimos preocupados por la delincuencia. Keiko ha utilizado muchas medias verdades y ataques, quizá perfilar mejor sus propuestas podría ayudarla.
Carlos Tapia. Sociólogo y analista político
1. Se ha notado a una Keiko Fujimori más agresiva. En el caso dePPK, comenzó a la defensiva y después mejoró. Creo que el debate, si lo vemos desde las pullas políticas, Keiko tuvo algunos excesos. Si lo vemos desde un aspecto programático, en un 80% han coincidido sobre cuestiones generales. En cambio, las diferencias principales han sido las que ya conocíamos y que ayer ratificaron. Se han mantenido en función de sus mismos bolsones de electorado. Por eso, cuando alguien pregunta quién ganó el debate, yo pregunto, ¿para quién?
2. PPK tiene la obligación de ganar una mayor tasa de indecisos. La última encuesta de Ipsos muestra que el empate entre ambos se rompió. Entonces, para que él gane más indecisos tendría que tener una propuesta más clara, distinta en lo central y firme. El elector ya está empezando a fijarse en quiénes son los que van a ganar. Algunos preferirán votar por ganador. Para que haya un cambio en la tendencia de votos, debió haber un derrotado de lejos. Y no lo ha habido. Está dentro, como se dice, del error estadístico. Se puede decir que alguien ganó el debate con 52% frente a 47%.
3. Fujimori debería dejar de insistir en las pullas porque creo que eso no le está cayendo bien a los electores. Ya las polémicas de quién fue corrupto creo que ya no acumulan fuerzas. Ya el pueblo no quiere mucho de eso, sino más bien elementos de diferenciación en propuestas. PPK sigue sin tener precisiones en algunos temas que Keiko sí sabe qué hacer para ganar votos. Por ejemplo, cuando PPK ofrece el ministerio de las regiones. Quien conoce las regiones sabe que justo eso es lo que no quieren.
Luis Núnes. Analista político
1. Considero que el debate fue ganado por bloques. Esa es la forma de enfrentar un debate. Vi un PPK menos rígido. Un poco más distendido. Por otro lado, vi a una Keiko Fujimori más pegada a un libreto que incluía las pullas, las cuales pueden tener un efecto emocional en el televidente. No es una cuestión de quién ganó el debate. Me parece más bien que se perdieron valiosos minutos y no explicaron cómo van a hacer algunas de sus propuestas. Me da la impresión de que los dos candidatos midieron fuerzas con miras al próximo encuentro.
2. Fujimori y PPK están en un momento de coyuntura polarizante. Por ello están buscando, a través, por ejemplo, de las formas en que enfrentaron el debate, los votos de algunos indecisos. [Según el último simulacro de votación de Ipsos para América TV, difundido ayer, el 12,3% votaría blanco o viciado]. Así que los votos de los indecisos son los que ellos requieren. Recordemos que el resto, utilizando un lenguaje electoral, son los votos duros.
3. Para el próximo debate, los dos candidatos deben reforzar el cómo realizarán sus propuestas. Por ejemplo: si tenemos una brecha de infraestructura, ¿cuánto vamos a invertir para poder cerrar esa brecha? Hay que tener en cuenta que el tema de la seguridad ciudadana es el que se viene en el próximo debate. Es el tema vital. Por eso, considero que el cómo es lo que la gente está escuchando. Por otra parte, en algunos momentos la señoraFujimori nos daba una lista de promesas, como si se tratara de una lista de lavandería. Esas listas de lavandería deben ser aterrizadas.
Arturo Maldonado. Politólogo
1. Lo que se vio fue a un PPK que empezó muy frío y que fue tomando poco a poco más viada, pero que no terminó de despegar. En cambio a Fujimori se la vio en su rol de siempre: alumna aplicada, fiel a su guion, que sale bien librada pero sin destacar, frente a un competidor que estaba frío y le dio una ventaja de medio debate. La conclusión es que ella sacó una ventaja. Ella fue la que dirigió el debate, impuso los temas y la que hizo que el otro candidato respondiera.
2. Aún hay un 13% de electores que se encuentran indecisos y no creo que este debate termine por definir su voto. A dos semanas de la elección, no creo que lo que se ha visto termine por ser el elemento definitorio y tampoco pienso que lo sea el siguiente debate. Creo que más importarán los hechos de la misma campaña que ocurrirán en los próximos días que los mismos debates.
3. Keiko tiene el partido más fácil. Si las tendencias siguen, tendrá una ventaja que le permitirá ir más tranquila. En cambio, PPK tiene un reto mayor, deberá replantear su presentación. Debe darse cuenta de que los mejores momentos del debate fueron cuando salió a la ofensiva y cuando se mostró más enérgico, y eso es lo que debería enfatizar en el siguiente encuentro. No centrarse tanto en el aspecto técnico, sino dirigirse al ciudadano resaltando los defectos del oponente. En el siguiente debate tendría además que mostrar algo que robe el show y que tenga un efecto similar al que logró Keiko cuando en el debate del 3 de abril firmó un compromiso de honor.



El Comercio
PPK, un chico que no enamora
Enrique Pasquel
PPK es como el chico que todas consideran un buen partido, pero del que nadie se tiempla. El que ofrece una relación cómoda, pero algo aburrida. Aquel que promete un matrimonio estable, pero sin pasión. 
PPK tiene una hoja de vida llena de grandes logros profesionales y sin las típicas acusaciones de corrupción que plagan las de varios de sus contrincantes. Esto, sin embargo, no ha sido suficiente para permitirle construir un aura de liderazgo que inspire a los peruanos. Asimismo, si bien existe cierto consenso en que tiene el plan de gobierno más serio (especialmente si se lo compara con la suma de vaguedades e ideas populistas difundidas por sus contrincantes), tampoco tiene propuestas revolucionarias. PPK transmite la seguridad de la vida sin sobresaltos, pero no el cambio radical con el que tantos peruanos sueñan. Su campaña tranquiliza, pero no ilusiona. 
A pesar de ello, esto podría terminar siendo suficiente para que el Perú termine casándose con PPK. Y es que, si bien no ha hecho una gran campaña, ha tenido la suerte de que sus competidores hayan hecho campañas desastrosas. Acuña y Guzmán fueron excluidos por el JNE por sus propios errores. Alfredo Barnechea se desinfló porque no pudo controlar su soberbia y su pituquería. Verónika Mendoza no creció más por tener un discurso en extremo radical. Así, PPK pasó a segunda vuelta. Y, ahora, está cerca de convertirse en presidente gracias a que Keiko cargaba con una bomba de tiempo en su mochila: Joaquín Ramírez, sospechoso de lavado de activos y de estar envuelto en una investigación de la DEA. Una bomba que podría asustar a un número de electores suficiente como para poner a PPK adelante el día de las elecciones. 
Si llega a la presidencia, sin embargo, le va a ser muy complicado gobernar un Perú al que no ha enamorado. Difícilmente podrá pasar alguna reforma en un Congreso sin mayoría si no cuenta con gran respaldo popular. Le será complicado lidiar con los conflictos sociales si no se convierte en una figura inspiradora. Y no tendrá cómo enfrentarse a todos los grupos opositores si no le ofrece una ilusión a los peruanos que lo apoyen. 
Por esto, para el líder de Peruanos por el Kambio, los días que quedan hasta el 5 de junio van a ser cruciales no solo para la elección presidencial, sino también para crear las condiciones que permitan asegurar la gobernabilidad del país en un eventual mandato suyo. PPK no puede tener una relación tibia con el Perú, salvo, por supuesto, que no le importe que ella termine como la de aquellos matrimonios que solo se sostienen por la comodidad de la rutina.



Peru21
Después del debate
Juan José Garrido
Uno. Pocos minutos antes del debate, Canal 4 presentó los resultados de la última encuesta de Ipsos, en la que aparece la candidata Keiko Fujimori con 5.2 puntos por encima de PPK (en el simulacro, voto válido, 52.6% contra 47.4%). Sin duda, este es un golpe psicológico y emocional para ambos candidatos: al primero lo lleva a asumir que se tiene que jugar –sí o sí– la vida en el debate, mientras que para la segunda es una tranquilidad, más aún después de la semana tan turbulenta por la que transitó.
Dos. Desde el inicio se plantearon las estrategias: mientras PPKtrataba de resaltar sus condiciones como técnico y señalaba los riesgos que han sido levantados durante la campaña (corrupción, narcotráfico, etc.), Keiko Fujimori aprovechó su conexión con el Perú profundo, señalando los vínculos de PPK con los grandes empresarios. Como hemos señalado varias veces, los ejes del debate son, para Fujimori, la candidata de los pobres versus el candidato de los ricos y, para PPK, el candidato de la democracia y la honestidad frente a la candidata del fujimorato, con todo lo que recuerda dicho pasado. Ambos trabajaron en dicha línea.

Tres. En un debate entre PPK y Keiko Fujimori, quien la tiene más difícil es PPK: a Fujimori le basta con no ser atropellada para salir bien, mientras que a PPK se le exige pulverizarla. Quien haya escuchado el debate concordará conmigo en que ello no ocurrió. A PPK se le vio como siempre, tranquilo, técnico, aunque buscando espacios para el ataque (mencionó el narcotráfico innumerables veces), y –como ya lo he mencionado– no sé si esa es una buena estrategia: de él se esperan ideas y propuestas, no pullas y adjetivos. Esa era su ventaja, y al ponerse pico a pico con Keiko Fujimori, quien lleva años de entrenamiento político, pues esa ventaja desaparece. A Fujimori se le vio muy suelta, mantuvo sus propuestas técnicas dirigidas a su electorado y llevó a PPK a defenderse más de una vez.

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