jueves, 3 de marzo de 2016

ESTA NOCHE jueves 3 marzo 2016



ESTA NOCHE, donde usted se entera no de todo lo que ocurre, sino de lo que necesita saber.


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ü  Aldo Mariátegui: respecto del gas, “lo único que queda es convencer a los mexicanos que acepten renegociar (y eso si les da la gana)”

ü  El oro superaba hoy los 1,255 dólares la onza, de manera simultánea al retroceso del dólar y las bolsas, dada la demanda de oro como refugio para los capitales


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MEDIA COLUMNA
Se busca gestión austera


Jorge Morelli
@jorgemorelli1
jorgemorelli.blogspot.com


Perder el control del déficit fiscal es algo que puede pasarle a EEUU. Al Perú ya le está ocurriendo. Ese es el caballo de Troya que deja el gobierno humalista al gobierno siguiente.

Tal como recomienda Martin Feldstein a EEUU, la única receta es recuperar el control del déficit fiscal, “lo que implica recortar el gasto público, aumentar la recaudación o ambas cosas. Las dos alternativas son políticamente difíciles, pero no deberían ser imposibles”, añade.

Pues bien, esta es exactamente la tarea ingrata que le espera al próximo gobierno. Una gestión austera, disciplinada y nada vistosa. Esto es lo real.

Lamento desalentar expectativas de grandes saltos en el camino del Perú al desarrollo. No habrá tal cosa, no hay con qué. Este gobierno ya se ha gastado por adelantado los ingresos del Estado peruano de los años próximos.

No los ha invertido en infraestructura para el desarrollo. Los ha destinado al gasto corriente en programas sociales y en la masiva contratación de personal para administrarlos.

Esta es la magnitud de la irresponsabilidad del gobierno de Ollanta Humala. No solo arruinó el crecimiento y el nivel de inversión que el Perú había alcanzado. En el tramo final, para no admitir la realidad, ha llegado a la inicua política de pedir prestado para pagar gasto corriente. Solo para esconder la verdadera magnitud del fracaso.

Nuestra esperanza de otro salto hacia adelante depende ahora, una vez más, de lo que venga de fuera. Si los términos de intercambio siguen sin sernos favorables, viviremos años de vacas flacas en los que las reformas, como se sabe, no suelen ser políticamente viables.     

Si la FED estadounidense revisara su política monetaria, en cambio, renunciara a elevar la tasa de interés y el dólar entonces dejara de subir en el mundo, el mercado de capitales retornaría al refugio del oro. Y el Perú exporta oro. De haber , además, otra ronda global de estímulo monetario, las economías emergentes –con China a la cabeza- podrán volver a crecer, el precio del cobre se recuperará y el Perú tendrá otra oportunidad de emprender la reforma para dar el salto adelante.

Estas son las realidades que la campaña electoral está ignorando alegremente. Pero es a esto a lo que lo que el próximo gobierno deberá estará alerta, porque de ello dependerá su destino.


REPORTE DE NOTICIAS en Internet
 Las siguientes notas periodísticas de política y economía han sido seleccionadas, editadas y ordenadas
temáticamente. No se las debe citar como tomadas directamente de sus fuentes originales, las mismas que se indican sólo como una forma de reconocer el crédito y agradecer la cortesía.



LIBERTAD ECONOMICA, GLOBALIZACION, REFORMAS, INVERSION



ESTA NOCHE (tomado de Gestión, Reuters)
Londres.- El oro superaba hoy los 1,240 dólares (incluso los 1,255 dólares) la onza de manera simultánea al retroceso del dólar y las bolsas, dada la demanda de oro como refugio.
El oro al contado subía un 0.2%, a 1,242.06 dólares la onza, a las 1025 GMT. El oro ha subido cerca de un 17% este año, llegando a un máximo de un año de 1,260.60 dólares la onza el mes pasado, ante los temores sobre el estado de la economía mundial.
El alza del oro es contenida por la espera de un dato laboral de Estados Unidos que se conocerá el viernes.



El Comercio
Detener la expansión de la deuda estadounidense
Martin Feldstein, profesor de Economía de Harvard
La Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) de los Estados Unidos acaba de anunciar la mala noticia de que el coeficiente de endeudamiento del gobierno federal está creciendo más rápido que el PBI y en dirección a valores que generalmente asociamos con Italia o España.
Esto confirma mi opinión de que el déficit fiscal es el problema económico a largo plazo más serio al que se enfrentan las autoridades estadounidenses.
Hace una década, la deuda federal era solo el 35% del PBI. El porcentaje ahora es más del doble, y se calcula que llegará a 86% en el 2026. Pero eso no es todo. Se proyecta que el déficit presupuestario anual en el 2026 será el 5% del PBI. De mantenerse ese nivel, el coeficiente de endeudamiento llegará en algún momento a 125%.
Y esa proyección se basa en que los tipos de interés de la deuda pública crezcan lentamente, de modo que en promedio no superen el 3,5% en el 2026. Pero si el coeficiente de endeudamiento de Estados Unidos realmente se encamina a los tres dígitos, los inversores dentro y fuera del país bien podrían temer que el gobierno haya perdido el control del proceso presupuestario.
Un crecimiento explosivo de la deuda daría a los bonistas extranjeros motivos para temer que Estados Unidos buscará el modo de reducir su valor real, apelando a estimular la inflación o aplicar un impuesto de retención a los intereses de todos los bonos públicos.
De ser así, los inversores exigirán una prima de riesgo (un tipo de interés más alto para la deuda pública). Esto a su vez incrementaría aun más el déficit y, con él, el nivel futuro del coeficiente de endeudamiento.
El nivel alto y creciente de la deuda pública supone diversos perjuicios para la economía estadounidense. El pago de intereses obliga a aumentar los impuestos federales o el déficit presupuestario.
En 2016, los intereses de la deuda pública equivaldrán a casi el 16% de lo recaudado por el impuesto a la renta de las personas. En el 2026, se prevé que esa cifra aumente a 31%, incluso si los tipos de interés suben tan lentamente como estima la OPC.
En la actualidad, más de la mitad de la deuda pública neta está en poder de inversores extranjeros, y es probable que esa proporción siga creciendo. Aunque ahora estén dispuestos a aceptar nuevos bonos cuando todavía están pendientes los intereses y el capital de los ya emitidos, llegará el día en que para pagar los intereses, Estados Unidos deba exportar más bienes y servicios de los que importa.
Estimular las exportaciones netas obligaría a debilitar el dólar, para hacer los productos estadounidenses más atractivos a los compradores extranjeros y los productos extranjeros más caros para los compradores estadounidenses; esto implica una pérdida de nivel de vida para los estadounidenses.
Un mayor endeudamiento del gobierno federal también implica menos crédito para el sector privado y, por consiguiente, menos inversión empresarial; esto reducirá el crecimiento futuro de la productividad y la renta real.
Por eso es importante hallar modos de reducir el déficit presupuestario y minimizar el coeficiente de deuda en el futuro.
La buena noticia es que una reducción relativamente pequeña del déficit bastaría para lograrlo. Por ejemplo, recortando el déficit a 2% del PBI, en algún momento el coeficiente se reducirá a 50%.
Reducir el déficit implica recortar el gasto público, aumentar la recaudación o ambas cosas. Las dos alternativas son políticamente difíciles, pero no deberían ser imposibles.
Recortar el gasto se dificulta porque ya hubo reducciones relativas en diversas partidas presupuestarias. La proporción del PBI que se dedica a defensa cayó de 7,5% en 1966 a 3,2% este año, y la OPC prevé que disminuirá a 2,6% durante la próxima década. Eso sería su menor valor desde la Segunda Guerra Mundial, y supone un nivel de gastos que los expertos en temas militares consideran peligrosamente bajo.
El resto de los gastos se divide entre las cantidades que se asignan año a año (el denominado gasto discrecional no militar) y los programas que siguen reglas establecidas no sujetas a revisión anual (los programas de gasto “obligatorio”, entre los que se destacan las jubilaciones y el gasto en atención de la salud).
El gasto discrecional no militar también va rumbo al 2,6% del PBI (otra vez, el valor más bajo desde la Segunda Guerra Mundial). Lo que creció rápidamente y estimuló el déficit fueron los programas de gasto obligatorio. Su porcentaje dentro del PBI era solamente 4,5% en 1966, está en 13,3% ahora y se prevé que llegue a 15% en el 2026. 
En su mayor parte son prestaciones destinadas a personas mayores de clase media, no programas de ayuda para los relativamente pobres. Por eso la mayoría de los expertos coinciden en que para reducir el déficit futuro es necesario frenar el aumento de esta categoría de gasto.
Los impuestos federales hoy se llevan el 18,3% del PBI, y se prevé que sigan en ese nivel durante la próxima década, a menos que cambien las normas o los tipos impositivos. En los últimos 30 años se dio un cambio de la estructura del impuesto a la renta personal: en 1986 el tipo impositivo más alto era 28%, ahora es más de 40%. El impuesto a las sociedades del 35% ya es el más alto del mundo industrializado.
(…)
Hasta que pase la elección presidencial no se tomará ninguna decisión para empezar a reducir el déficit. Pero encarar el gasto público y la recaudación como medios para reducir el déficit debería ser prioridad en la agenda del próximo presidente.






ELECCIONES, PARTIDOS, ENCUESTAS, MEDIOS, PSICOSOCIALES



El Comercio
Peruanos por el Kambio (PPK), de Pedro Pablo Kuczynski, presentó hace algunas semanas su plan de gobierno al Jurado Nacional de Elecciones (JNE). En el documento de más de 280 páginas, destacan los lineamientos para la reactivación económica, seguridad ciudadana y educación. Conversamos con diversos expertos para que nos den su opinión sobre las principales propuestas. 
El plan de PPK tiene, entre sus principales objetivos, la reactivación económica del país para alcanzar un crecimiento de 5% anual al 2018 –el crecimiento en el 2014 fue de 2,4% y en el 2015 de 3,3%– e incrementar los niveles de formalización.
Para ello, propone, entre otros aspectos, la reducción paulatina del Impuesto General a las Ventas (IGV) hasta llegar al 15% (hoy en 18%) y una reducción temporal del Impuesto a la Renta (IR) del 28% al 10% para las pequeñas empresas que se formalicen. Dicha tasa solo les aplicaría por un período de 10 años. 
Sostienen que ello incrementaría la carga tributaria del 15% actual al 17%, debido a que más personas pagarían impuestos. Según el equipo técnico de PPK, esto sería suficiente para financiar el incremento de la inversión pública planteado en el plan de gobierno. 
Para el economista Iván Alonso, una reducción del IGV de la mano con un aumento de la inversión pública incrementará la deuda soberana, por ello considera que no sería una medida acertada.
Juan Mendoza, director de la Maestría de Economía de la Universidad del Pacífico, señala que la reducción del IGV como mecanismo de formalización no es una buena idea: “En los últimos 30 años la tasa del IGV ha fluctuado entre 14% y 19% sin que haya correlación en absoluto con cambios en los niveles de formalidad”.
PPK también plantea incrementar el sueldo mínimo de S/750 a S/850. De acuerdo a Hugo Perea, economista jefe del BBVA Research, esta medida se debe analizar con cuidado debido a que hoy en día el sueldo mínimo ya es relativamente alto en el Perú.
“La remuneración mínima en el Perú está entre el 60% y 65% del ingreso promedio, a diferencia de EE.UU., donde el salario mínimo está entre el 30% y 45%”, manifiesta.
Otra medida de PPK relacionada con el mercado laboral es la sustitución de la compensación por tiempo de servicios (CTS) por un seguro de desempleo cuyo costo –3,5% del salario– sería asumido por el empleador. Ello permitiría que quien pierda su empleo pueda contar hasta por seis meses con el equivalente al 80% de su sueldo.
Para Mendoza, esta propuesta no es acertada, ya que el mercado de seguros es poco competitivo. Asimismo, indica que los cálculos presentados en el plan estarían errados, pues el seguro solo podría cubrir el equivalente al 50% de la remuneración de quien quede desempleado. 
Según Alonso, “la idea no es mala, es pésima”, pues “los cálculos no dan”. El economista señala que el día que la situación económica empeore y se incrementen los niveles de desempleo, el Estado se verá forzado a financiar el seguro y terminará siendo una carga en las cuentas nacionales.



Peru21
Gas con demagogia
Aldo Mariátegui
(…)
(Alfredo) Barnechea y (Verónika) Mendoza hacen tremenda demagogia con las regalías del gas para el Perú, aprovechando la ignorancia (PPK tuvo TODA la razón en cuadrar a un coleguita por necio).
Este es un contrato –PRIVADO y basado en una licitación– entre la Comisión Federal de Electricidad de México y el exportador Shell (que sustituyó a Repsol en el 2013). Se acordó en el 2007 que el valor de venta siempre lo determinaría el marcador de precios apodado Henry Hub (de uso en Norteamérica) , que entonces estaba en US$ 7 por millón de BTU. Nadie podía adivinar que el Henry Hub se desplomaría después a US$ 2 por la invención de la técnica del “fracking” en EE.UU. ¡Incluso la comisión fue entonces muy criticada por atarse al Henry Hub a largo plazo! El problema entonces es que ahora los mexicanos lógicamente no quieren cambiar un contrato que les salió una ganga de chiripa y Shell no lo puede vender al Asia con el marcador Japan Korea Market a unos US$ 5, lo que le daría más regalías al Perú. Lo ÚNICO que queda es convencer a los mexicanos que acepten renegociar (y eso si les da la gana). Esa es toda la historia del gas. El resto es demagogia de esos dos.
(…)



El Comercio
El candidato de Alianza para el Progreso del Perú, César Acuña, tiene aún pendiente un proceso de exclusión por la entrega de dinero en plena campaña electoral.
Como se recuerda, un informe periodístico de "Panorama" reveló que César Acuña donó, el pasado miércoles 10 de febrero, S/10 mil a comerciantes del mercado Señor de los Milagros de Chosica durante una actividad proselitista. Asimismo, se denunció que ofreció S/ 5 mil a un joven discapacitado en Piura. Estas dádivas están prohibidas por la Ley de Organizaciones Políticas que entró en vigencia en enero pasado modificando a la Ley de Partidos Políticos. 
Acuña argumenta que la Ley 30414 que prohíbe la entrega de donaciones no aplica para este proceso, no es retroactiva.

El Jurado Electoral Especial (JEE) Lima Centro 1 abrió procedimiento de exclusión al candidato César Acuña mencionó que el informe de la Dirección Nacional de Fiscalización del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), entregado al JEE Lima Centro 1, apuntó que César Acuña sí cometió una infracción contra el artículo 42 de la Ley N° 30414 al entregar dinero.

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